Sobre la Parashat Tzav – «»Ningún sobrante», el significado de las ofrendas de agradecimiento/comunión»

En la Parashat Tzav vemos diversos sacrificios en el culto israelita, en esta reflexión nos enfocaremos especialmente en la ofrenda de acción de gracias (Qorban Todah), la cual se diferencia de otros sacrificios por tener que ser completamente consumida el mismo día, sin dejar sobras para la mañana siguiente (Levítico 7:15).

Esta regla tiene un propósito espiritual: la gratitud debe compartirse. Según Abravanel, el requerimiento de consumir toda la ofrenda lleva a la persona agradecida a invitar a otros, contar lo que Dios ha hecho por ella y glorificar públicamente Su nombre. La gratitud, más que un sentimiento, es un impulso a corresponder y a dar. Es extrovertida por naturaleza y se convierte en generosidad.

Filósofos y psicólogos coinciden en que la verdadera gratitud implica acción: devolver el bien recibido, ayudar a otros y convertirse en canal de bendición. La Torá y figuras como Maimónides refuerzan este mensaje: tanto la gratitud como la alegría deben ser inclusivas, alcanzando a los pobres y vulnerables.

Esto se refleja también en la Pascua, donde el sacrificio pascual tampoco debía dejar sobras. Ambos casos enseñan que la abundancia recibida debe compartirse, y que dejar sobras puede reflejar falta de empatía o de responsabilidad hacia quienes tienen necesidad.

En resumen, la lección teológica y espiritual es clara:

-La gratitud auténtica transforma al receptor en dador.
-Los dones de Dios no deben terminar en nosotros, sino fluir a través de nosotros hacia los demás.