Idolatría el mayor de los pecados

(Una investigación que resume parte de lo que exegetas e intelectuales Judíos y no judíos han dicho sobre este tema )

Éxodo 32:1-4 – “El pueblo vio que Moshé se había demorado en descender de la montaña, el pueblo se congregó alrededor de Aarón y le dijeron: “Levántate, haznos dioses que vayan delante de nosotros, porque Moshé, el hombre que nos sacó de Egipto, no sabemos que ha sido de él”. Aarón les dijo: “Despréndanse de los zarcillos de oro que ocupan sus mujeres, sus hijos y sus hijas y tráiganmelos”. Entonces todo el pueblo se desprendió de los zarcillos de oro y los llevaron a Aarón. Él tomó los zarcillos de oro e hizo un becerro de fundición. Ellos dijeron: “Estos son tus dioses Israel, que te sacaron de Egipto”

Los hijos de Israel acaban de estar 39 dias antes en el monte Sinaí y escuchar los diez mandamientos, dentro los cuales el primer mandamiento es:

Éxodo 20:3-6 – “No tengas dioses ajenos de otros ante Mi. No te hagas para ti escultura ni imagen alguna de lo que hay arriba en el cielo, ni de lo que hay debajo en la tierra, ni de lo que esta en el agua, no te prosternes a ella ni la adores, pues Yo Soy Hashem, Tu Elohim E-l celoso, que castiga la maldad de los padres en los hijos hasta la tercera y cuarta generación de los que me aborrecen. Que hago bien hasta miles entre quienes me aman y cumplen mis mandamientos”

Naturalmente nos incomoda una pregunta básica: Si los Hijos de Israel acaban de presenciar el imponente poder de Dios en las diez plagas, la separación del Mar Rojo, y la revelación en el monte Sinaí, ¡¿Cómo puede ser que estas mismas personas se den vuelta y adoren un Becerro de Oro? La respuesta es que los Hijos de Israel nunca construyeron el Becerro de Oro con la intención de adorarlo.

Esto es lo que ocurrió de acuerdo a la tradición oral de la tora-ley hebrea, cuando Moisés dijo:

“Voy a subir a la montaña por 40 días”, él se refería a 40 días completos. Las personas, sin embargo, equivocadamente incluyeron en su cuenta el primer día – ¡por eso esperaban que Moisés volviera un día antes!

Entonces cuando llegó el día 39, los hijos de Israel comenzaron a preguntarse – ¿Dónde está Moisés?”, y esto causó gran ansiedad. Porque a pesar de que la gente sabía que Dios mismo había hecho todos los milagros, fue sin embargo Moisés quien levantó su bastón para que se separara el Mar Rojo. Ellos contaban con Moisés como capitán del equipo.

Entonces, en el día 39, los malintencionados del campamento hicieron circular rumores de que Moisés no volvería. La multitud de egipcios que se habían unido a los hijos de Israel en el Éxodo, se debilitaron rápido. La ausencia de Moshé les proporcionó la deseada oportunidad para demandar un cambio en el statu quo.

De hecho, inculcaron tanto miedo y ansiedad, que el Talmud dice que las personas tuvieron una visión de Moisés muerto (así de fuerte es el poder de la sugestión). Los paganos finalmente dirigieron la palabra a Aharón con la demanda, “¡Dádnos un líder, porque nosotros no sabemos qué le sucedió a este hombre Moshé!” Su intención era hacer una imagen sobre la cual la shejiná de Hashem residiera.

Luego los hijos de Israel razonaron: si Moisés no va a volver, debemos conseguir un reemplazo. Y así nació el Becerro de Oro. No como un ídolo; no como una rebelión contra Dios. Sino como una figura. Un mero santuario que remplazaba al ausente Moisés. Y un segundo después, el Becerro de Oro se transforma en completa idolatría.

Las reacciones de los hijos de Israel en cuanto el becerro de oro variaron. Algunos lo consideraron un intermediario sobre el que la presencia de Hashem descansaría. Otros tuvieron la intención de adorar al Becerro mismo.

Algunos le dieron la bienvenida como una oportunidad de librarse de la estricta disciplina moral de la Torá y usar esta imagen como un pretexto para el libertinaje. El Eterno más tarde castigó a cada uno de aquellos grupos con un castigo distinto de acuerdo con sus pensamientos e intenciones individuales.

Lo mas cumbre del caso es que este gran pecado ocurrió el dia 17 del Mes de Tamuz que es el cuarto mes en el calendario lunar por el cual se rige el pueblo hebreo. En principio es valido aclarar, para aquellos que no lo saben que Israel, siguiendo la sabiduría de la Tora-ley (Éxodo 12) determina el ciclo del tiempo a partir de la luna, la cual es santificada cada mes.

El inicio del mes esta entonces determinado por el nacimiento de la luna (molad), y cada mes (jodesh en hebreo) posee su propio nombre. Precisamente la palabra mes: jodesh comparte raíz con la palabra jadash: nuevo, esto nos permite deducir, que cada mes tiene una energía nueva, que lo caracteriza y define.

La Tora nos ordena contar los meses a partir de Nisan (Aries, el mes que corresponde a la salida de Egipto: Pesaj). Nisan es seguido por Iyar (Tauro) y luego por Sivan (Geminis).

Estos tres meses son considerados de despertar espiritual, desde arriba hacia abajo, tal como lo revelan los hechos sucedidos durante ese tiempo: la liberacion de Israel de la esclavitud de Egipto, (Nisan), el Mana que caía del cielo y les permitía alimentarse en el desierto (Iyar), y la entrega de la Tora (Sivan).

Tamuz representa el cuarto mes, y con el se inicia el periodo de los siguientes tres meses (Tamuz, Av y Elul) en los cuales tenemos la responsabilidad de ascender espiritualmente, de abajo hacia arriba, incluso en lo referente a los aspectos mas mundanos.

Durante este mes sucedieron hechos lamentables para el pueblo de Israel, basta con señalar que el 17 de Tamuz fueron rotas las primeras brechas de la muralla de Jerusalem durante el primer y segundo Templo. Tristes hechos que motivaron la determinación del ayuno del 17 de Tamuz.

Como dijimos anteriormente Tamuz, el primer mes del verano (en Israel) inicia la serie de los tres meses (Tamuz, Av y Elul) de trabajo espiritual “de abajo hacia arriba” en procura de crecimiento y rectificación de todos los aspectos de nuestra vida.

Tamuz, esta vinculado según el Sefer Yetzira, al atributo de la visión. Es notable como una visión errada de los hechos nos puede conducir a elecciones equivocadas y por lo tanto a caminar senderos desvinculados de nuestra esencia “caminos sin corazon”.

Es importante recalcar que durante este mes existe un incremento de la sensibilidad, y es un tiempo en el que la vista puede nublarse. Es común escuchar la frase “El ojo ve y el corazon siente”, y difícilmente exista persona que no lo haya experimentado alguna vez. Esta expresión de sabiduría popular coincide con la de nuestros sabios al referirse al sentido de la visión como la causa primordial de los pecados corporales.

En este Mes de Tamuz se construyo el becerro de oro, los espías hebreos dieron un mal informe sobre Canaán, se derribo el primer templo de Israel a causa de los pecados de Israel. El nombre del mes lunar de Tamuz, aparece por primera y única vez en toda la Biblia en un texto del profeta Ezequiel, capitulo 8:14

“Y me dijo: vuélvete de nuevo y mira las grandes inmundicias que hacen. Entonces me condujo a la entrada de la puerta de la casa del Eterno que se encuentra hacia el norte, y mire allí mujeres llorando por Tamuz”

¿Quien era Tamuz?

Tamuz era el nombre del profeta de la idolatría del culto de los sabeos donde fue formado Abraham según documentos antiguos. La religión de los sabeos, los cuales creen que nos hay mas D-os que los astros, entre los que se basaba en que el sol y la luna eran los dioses mayores y las estrellas y las otras constelaciones los dioses menores.

Se dice en uno de los registros que este profeta idolátrico Tamuz, invito a cierto rey a adorar a los siete planetas y los doce signos del Zodiaco, Este rey le hizo morir de manera cruel. Se cuenta en estos documentos una creencia que la noche de su muerte, todos los ídolos de las diversas regiones de la tierra se congregaron en el templo de Babilonia junto a la estatua de oro que representa al sol.

Esta estatua, pendiente entre el cielo y la tierra, fue a colocarse en medio del templo, y todas las demás se situaron en derredor. Se estipulo a pronunciar la oracion fúnebre de Tamuz, y a relatar lo que le habia acontecido; todos los ídolos lloraron y gimieron durante la noche entera, y en la alborada emprendieron vuelo y regresaron a sus templos en las diferentes comarcas de la tierra.

De ahí procede la inveterada costumbre de gemir y llorar sobre Tamuz el primer dia del mes de su nombre: son las mujeres quienes lo lloran y recitan elogio fúnebre. Tamuz, cuyo nombre se relaciona con el máximo profeta de la idolatría, indica que la influencia de este mes conduce a desviarse del camino correcto.

No debe sorprender entonces que de acuerdo a la cronología bíblica, en este mes el pueblo de Israel comienza su inclinación mas profunda hacia la idolatría. Nos referimos al pecado del becerro de oro, el cual en ningun caso puede ser calificado como “un pecado mas” ya que los sabios enseñan que no existe desgracia en el mundo que no este relacionada esencialmente con aquella desviación inicial.


  • ¿Que es la idolatría?:

Se entiende por idolatría como la absolutización de cualquier realidad creada o de cualquier producto de la imaginación del hombre, donde el individuo adopta una actitud de temor, afecto, o confianza absoluta sobre el objeto o sujeto idolizado.

Toda forma de idolatría exige sumisión y deformación de la persona que adora. El termino idolatría viene del griego “eidolon” y es la composición de dos palabras que son: “ídolo” y “latría” que significa adoración. Por lo que se entiende que todo idolatra es un adorador de ídolos.

¿Qué es un ídolo? ¿Por qué insiste tanto la Biblia en arrancar de raíz cualquier vestigio de idolatría? ¿Cuál es la diferencia entre Dios y los ídolos?

Un ídolo representa es y representa el objeto de la pasión central del hombre: el deseo por el ansia de posesión, poder, fama, riquezas, etc. La pasión representada por el ídolo, es, al mismo tiempo, el valor supremo dentro del sistema de valores del hombre.

La historia de la humanidad hasta el momento presente es primariamente la historia de la adoración de los ídolos desde el mismo momento en que el ser humano se independiza de Dios en el huerto.

Según el mensaje bíblico, el reconocimiento de Dios es, fundamentalmente, la negación de los ídolos. Lo opuesto a la fe en Dios no es el ateísmo, sino la idolatría. Por eso la lucha contra la idolatría es el tema principal que recorre el Antiguo Testamento y está siempre de telón de fondo en el Nuevo.

Desde los primitivos ídolos de arcilla y madera, hasta los modernos ídolos del estado, el jefe, la producción, El exito y el consumo, santificados por la bendición de un Dios idolizado. El hombre transfiere sus propias pasiones y cualidades al ídolo. Cuando más se empobrece él mismo, tanto mayor y más fuerte se hace el ídolo. El ídolo es la forma alienada de la experiencia de sí mismo que tiene el hombre. Al adorar al ídolo, el hombre adora su yo.

La idolatría es la veneración de las cualidades limitadas y alienadas del hombre. Un hombre alienado es necesariamente un adorador de ídolos, ya que se ha empobrecido a sí mismo transfiriendo sus poderes vivientes a cosas que están fuera de él.

A las que se ve obligado a reverenciar para retener una pequeña parte de su yo y, en último análisis, para conservar su sentido de identidad. Los dominados por cualquier tipo de esclavitud buscan su seguridad en el sometimiento a la misma dominación. La idolatría la hace aparecer así como salvación. 


  • ¿Cómo se inicio la idolatría en la humanidad?:

El exegeta y maestro de la Tora Maimónides explica; que la idolatría no es un sólo paso, sino que es un proceso. En los viejos tiempos, esculpían un pedazo de piedra y lo llamaban “dios del sol”.

«…La idolatría se funda en la idea de que una forma particular actúa como agente entre Dios y sus criaturas. Ellos querían rendirle tributo a Dios como creador del sol. Pero muy poco tiempo después estaban idolatrando al sol mismo…»

Ellos creían que algo aparte de Dios era la fuente última de fuerza y salvación. EL inicio de la idolatría en la humanidad como tal se da en los tiempos de Enoc de acuerdo al registro bíblico (Gn 4:26) se comenzó a profanar el nombre de Hashem llamando a personas y estatuillas con nombres divinos, convirtiéndolos en deidades.

Es por eso que Dios al revelarse al pueblo hebreo provee su Verdad a traves de sus mandamientos para traer libertad sobre el error idolátrico. Un ejemplo de esto lo tenemos a traves de la creencia en Egipto y otros pueblos que habían heredado de la religión de los sabeos, era que se podía conseguir poblar la tierra y fertilizar el suelo mediante el culto de las estrellas.

Los hombres encargados de la vida religiosa de estos pueblos les enseñaban que la agricultura, de la que dependía la conservación de la humanidad, sería perfecta y compensaría las necesidades del hombre, si éste adoraba al sol y a los estrellas. Empero, si provocaba su hostilidad, serían despobladas y asoladas las ciudades.

Los sacerdotes idólatras predicaban al pueblo congregado en sus templos que, mediante ciertas prácticas religiosas, se podía provocar la lluvia, obligar a los árboles a rendir buen fruto, y fertilizar y poblar las tierras.

Cuando se habían difundido semejantes ideas, y cuando las tenían por verdaderas, Dios, en su gran misericordia, quiso apartar el error de nuestras almas al pueblo hebreo, y protegerlos de pesadumbre, manifestando su deseo de que los hombres no siguiéramos practicando acciones inútiles y vanas, y nos dio la Ley.

Por mediación de Moisés, Dios declara al pueblo hebreo que el culto a las estrellas y de otros seres corpóreos daría lugar a que “cesaría la lluvia, se asolara la tierra y no, produjera, y se marchitara el fruto de los árboles; que sobrevinieran calamidades al pueblo”.

En otras palabras el culto a las estrellas no les traería productividad sino escases, pero la obediencia de no hacer culto a las estrellas les traería todo el bien de Dios. Otra gran ejemplo es sobre el establecimiento del Shabbat o dia de descanso hebreo. El Sábado fue parte de la practica de los pueblos paganos, parece haber sido una antigua fiesta babilónica, que se celebraba cada séptimo día (Shapatu) del mes lunar.

Pero su significado era muy distinto del que tiene el Sábado bíblico. El Shapatu babilónico era una fiesta de duelo y autocastigo en los pueblos paganos. Era un día sombrío, dedicado al planeta Saturno, cuya supuesta ira se trataba de aplacar mediante el autocastigo y la autoacusación.

Pero en la Biblia, el día santo no tiene el carácter de autoacusación y duelo; y no es ya un día “malo” sino un “día bueno”; el Sábado se convierte en el opuesto mismo del siniestro Shapatu. Se ha convertido en el día de alegría y de placer.

El comer, el beber y el amor sexual han caracterizado al sábado hebreo durante los últimos dos mil años. De ser un día de sumisión a los poderes malignos de Saturno, el sábado se ha convertido en un día de libertad y de alegría donde se celebrad la bondad de Dios.

Este cambio de afectividad y de significado sólo puede entenderse plenamente si consideramos el significado de Saturno. Saturno en la antigua tradición astrológica y metafísica antigua pagana simboliza el tiempo.

Era considerado el dios del tiempo, y por lo tanto el dios de la muerte. En cuanto el hombre es como Dios, un ser dotado de alma, con razón, amor y libertad, no está sujeto al tiempo ni a la muerte. Pero en cuanto es un a cuerpo esta sujeto a las leyes de la naturaleza, es un esclavo del tiempo y de la muerte. Los babilonios trataban de aplacar al dios del tiempo mediante la autopunición.

La Biblia, con su concepto del Shabat, hace un intento, enteramente nuevo, de solucionar el problema: dejando de interferir con la naturaleza durante un día, se elimina el tiempo; donde no hay cambio, no hay trabajo, no hay interferencia humana, no hay tiempo.

La razón de que el Shabat tenga un lugar tan central en la Torah reside en el hecho de que el Sábado es la expresión de una idea central del judaísmo: la idea de libertad; la idea de la completa armonía entre el hombre y la naturaleza, entre el hombre y los otros hombres; la idea de la anticipación del tiempo mesiánico y de la victoria del hombre sobre el tiempo, la tribulación y la muerte.

En vez de un Sábado en que el hombre se humilla ante el amo del tiempo, el Shabat bíblico simboliza la victoria del hombre sobre el tiempo. El tiempo se suspende, Saturno es destronado ese mismo día, el día de Saturno. Se suspende la muerte y la vida reina en el día del Sábado.

Esto enseña la Escritura, a fin de que el hombre abandone la idolatría, volviendo del revés las predicaciones de los sacerdotes idólatras; porque el principal objeto de la Ley es desplazar la idolatría y aniquilar hasta sus menores vestigios.

Tanto es esto que en el talmud se declara que aquel que ha cumplido con el mandamiento de no practicar la idolatría en ninguna de sus formas se le considera que ha cumplido con todos los mandamientos juntos.

El apóstol Pablo en su carta a los romanos capitulo 1:21 disertando sobre la culpabilidad del hombre ante Dios, dice sobre la iniciación del hombre en cuanto a la practica de la idolatría lo siguiente:

“…Que los hombres habiendo conocido a Dios, no le glorificaron, como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazon fue entenebrecido. Profesando ser sabios se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles. Por lo cual tambien Dios los entrego a la inmundicia, en la concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre si sus propios cuerpos, ya que cambiaron la “verdad” de Dios por la mentira, honrando a y dando culto a las criaturas antes que el Creador, el cual es bendito por los siglos…”

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 De acuerdo a lo expuesto por el Apóstol Pablo podemos decir los siguiente:

  1. Los hombres conocían a Dios, Pero prefirieron andar conforme a su vano razonamiento, llevándolo ese actitud de supuesta sabiduría a una total necedad. La palabra vano significa: aquello que no tienen razón de ser o que se basa en la imaginación. Los términos hebreos indican sin sentido, falto de proposito, vacío, aliento por lo cual inestable. Lo cual quiere decir que todo lo que hicieron se basaron en la imaginación de su propia mente. Cuando usted toma la palabra vanidad y la busca en las escrituras encontrara que esta relacionada con todo la forma de pensar de aquellos que se desviaron del camino de Dios. Por ejemplo cuando el profeta Samuel confronto al pueblo de Israel por su pecado de idolatría les dijo que no se apartaran de Dios y que le sirvieran con todo su corazon, no se apartara en pos de vanidades que no aprovechan ni libran, porque son vanidades  – (1Samuel1:20,21). Otro ejemplo lo tenemos en la caída y cautiverio de Samaria en el capitulo 17 del 2 libro de los Reyes declara que Dios amonesto a Israel por medio de los profetas por haber practicado la idolatría. El mensaje era volverse de los malos caminos, guardar los mandamientos, actuar conformer a la palabra. Pero ellos no obedecieron, desecharon la palabra, el pacto, los testimonios y siguieron la vanidad, se hicieron vanos, siguieron el estilo idolátrico de las naciones y se hicieron dos becerros y imágenes de Asera, adorando a todo el ejercito de los cielos y Baal.

 

  1. Ya en ese estado llegaron a cambiar: La gloria de Dios por la imagen de hombres corruptos y de animales. La verdad de Dios por la mentira, honrando y dando plena adoración a las criaturas antes que el Creador. Por lo tanto lo que hace el hombre es hacer cambios en su sistema de reconocimientos. La mentira viene a sustituir la verdad de Dios y viene a ser el medio del los hombres para establecer todo la cultura idolatra. Osea que para derribar la cultura idolátrica en un individuo, familia o pueblo hay que utilizar como arma principal la verdad de Dios. Por eso el maestro de la Torah Maimónides dijo que El verdadero objeto de los seiscientos trece preceptos o la ley divina es inculcar alguna verdaddesvanecer alguna opinión erróneaconsolidar el trato socialdisminuir el maleducarnos en buenas maneras y advertirnos contra las malas costumbres. Dentro del objetivo de los mandamientos era y es desvanecer toda idea errónea a traves de establecer una verdad, por lo que todo el sistema idolátrico en el pueblo de Israel en el que se habia sumergido por causa de su estancia en Egipto debía ser destruido a traves de la revelación de la tora.
  1. El proposito de todo este cambio fue el poder vivir en pleno libertinaje. Hay una gran diferencia entre libertinaje y libertad. Dios creo al hombre para que viviera en total libertad, su leyes y principios están en funcion de la preservación de la libertad del hombre, pero en contra del libertinaje. La idolatría nace como producto del deseo del hombre de vivir en libertinaje. ¿Que es libertad? El doctor Myles Munroe dice que de acuerdo a la exegesis bíblica: “La libertad es el autodescubrimiento al proposito personal de cada uno, la facultad para ir tras el cumplimiento de ese proposito según las leyes y principios establecidos por Dios, sin impedir que otros hagan lo mismos”. De acuerdo a esta definición vivir en libertad es vivir de acuerdo a la ley establecida por Dios. La verdadera libertad demanda responsabilidad. Por el contrario el libertinaje es vivir fuera de la ley teniendo una actitud irresponsable sobre nuestras acciones. El objetivo de la libertad es el desarrollo, crecimiento y progreso del hombre. El objetivo del libertinaje son las pasiones del los hombres llevándolo a la esclavitud total. El libertinaje te lleva la esclavitud.

  • ¿Cuales son los Tipos o clases de idolatría que existen?:

El termino idolatra proviene del latín y este del griego “eidololatres” esta palabra es aplicada de quien adora ídolos o quien ama apasionadamente o excesivamente a una persona o cosa que no es Dios. Del termino latría proviene los siguientes vocablos:

  • Demonolatría: adoración de demonios.
  • Egolatría: adoración de si mismo.
  • Idolatría: adoración de ídolos.
  • Ofiolatría: adoración de serpientes.
  • Zoolatría: adoración de animales.
  • Éxito latría: idolatría al éxito.
  • Tecno latría: idolatría de la tecnología.
  • Estatolatria: Idolatria al estado.

La idolatría tiene en el Antiguo Testamento dos sentidos diferentes: uno que se puede dar en el culto al Dios verdadero y otro que se refiere al culto a los demás dioses.

La idolatría no consiste únicamente ni principalmente en la veneración de imágenes, ni tampoco requiere renunciar abiertamente al Dios verdadero. Para ser idólatra basta tener otros valores supremos al lado de YHVH.

El AT habla de “ir tras dioses extraños”, los ídolos de los pueblos vecinos, pero también denuncia una idolatría más sutil. Según los autores bíblicos, idolatría es también poner su confianza en algo o alguien que no es Dios – (Job 31:24-25; Isa 20.5; 30.12).

Es idolatría, por ejemplo, esperar la salvación de las riquezas y “poner el corazón en ellas” – (Salmo 62:5,8,10; cf. Sal 52.9). Idolatría también es gloriarse en la propia sabiduría, el poder o las riquezas en vez de gloriarse en Dios – (Jer 9:23-24; cf. 22:15-16). “La idolatría consiste en caminar no hacia Dios sino detrás de un fetiche” – (Jue 2:12).

El primer mandamiento tiene un sentido muy profundo en cuanto al culto que hemos de rendir a YHVH y no a nada ni a nadie más que a él. Los ídolos son hechos por los humanos y cargados aquí y allá por la gente; ni caminan ni hablan – (Isa 44:9-20; Jer 10:1-16; cf. Sal 115:4-8; Sab 13:10-14:11; 15.14-17).

Las imágenes fueron hechas por seres humanos, pero YHVH es quien los creó a ellos con sus propias manos y a su propia imagen. Los ídolos ofrecen beneficios pero no pueden exigir nada. La imagen está a la dispoción y servicio del ser humano. Pero YHVH es soberano, no está disponible para nuestros deseos ni está sujeto a las órdenes de nadie.

Deuteronomio 4:12 – “…ustedes oían el rumor de las palabras y no veían figura alguna; sólo oían una voz…”

La imagen no exige nada al hombre. La palabra, en cambio, es comunicación y exigencia. El Dios de la Biblia, percibido esencialmente como exigencia de justicia, deja de ser Dios en el momento en que, objetivado en una representación cualquiera, deja de interpelar.

Dios interpela, exigiendo siempre más; el ídolo pide siempre menos: justifica cualquier tipo de medianía, injusticia o desamor. Por ello la presencia de Dios se manifiesta principalmente a través de la Palabra; en cambio, las actitudes idolátricas se manifiestan especialmente a través de imágenes.

Lo que se pretende, pues, con la prohibición de imágenes de Dios es cortar la tentación continua de querer achicar o manipular a Dios. Dios no puede ser manipulado, controlado o intimidado por el hombre. Dios a traves de su palabra a establecido lo siguiente en cuanto a la prohibición total de practicar cualquier forma de idolatría.

La idolatría no implica solo rezarle o arrodillarse frente a ídolos. El Rebe Najman en su cuento el Señor de la Plegaria expone distintos tipos de idolatría, los enumero:

  1. La busqueda del honor.
  2. El asesinato.
  3. La promiscuidad.
  4. La glotoneria.
  5. Ser musculoso.
  6. La verborragia.
  7. La alegria indebida.
  8. La codicia.

El primer caso expuesto es buscar el honor, las personas que buscan honor de forma excesiva en realidad buscan enaltecerse por el mismo. El asesinato, es otro tipo de idolatría muy común en estos días podemos tratarlo como tal porque matar personas o animales implica un desprecio total por la vida.

La promiscuidad, es otro acto indebido; ‘’normal’’ en estos tiempos es un desprecio completo entre las personas porque uno al ser promiscuo empieza a tratar las personas como objetos. La glotonería, es otro tipo de acto que lleva a la idolatría porque uno al comer y comer sin controlarse daña su cuerpo.

Ser musculosos, otro manera de alabar el cuerpo es hacerlo excesivamente voluminoso y algunos hasta consumen anabólicos para lograrlo, llegando al punto de la adicción.

Verborragia, era una forma común de idolatría en la antigua Grecia. La alegría indebida es utilizar alguna sustancia para estar alegre la más común utilizada en esta época son las bebidas alcohólicas.

Y finalmente la codicia es la peor de las formas de las idolatrías porque hace sentir a las personas con mucho dinero, poderosas y con la capacidad de controlar a todos y todo.

“Los dos primeros mandamientos de la Tora-Ley y su objetivo de derribar toda estructura mental idolátrica sobre Dios”

El primer y segundo mandamiento tienen el objetivo de erradicar de la mente del pueblo hebreo la concepción de un Dios idolizado. Pues al demandar Dios que no se hagan imágenes derriba la tendencia humana a buscar la manera de que utilice su imaginación para buscar la manera de darle forma a la persona de Dios. Esta prohibido hacer tal acto pues solo aquello que ha sido creado tiene forma, tiene imagen, tiene representación.

Dios no puede ser creado en una imagen por la sencilla razón que es la Eternidad no tiene principio y tampoco fin, el tiempo en el no existe, sino en aquello que el ha creado, es mas el tiempo es parte de su creación. Solas las cosas tienen nombre, solas las cosas pertenecen a el tiempo, Dios no. Dios no puede ser creado en una imagen porque El es Espiritu es incorpóreo, no tiene cuerpo, no tiene forma, los ídolos tiene forma por que son cosa.

Dios no es una cosa, y por lo tanto no puede ser representado por una imagen o por un nombre. El segundo mandamiento establece que no debe ser usado el nombre con el cual Dios se dio a conocer al pueblo hebreo de una forma vana.

Esta prohibido usar, tomar o hacer mencion del nombre de Dios como si fuera una cosa. Se le prohíbe al pueblo hacer usar el nombre de Dios como lo hacían con los ídolos de Egipto, en el cual se hacia mencion de ellos para cualquier cosa aun para lo mas denigrante, vergonzoso, vil, bochornoso.

La manera en como Dios se revela a Moises y despues al pueblo hebreo es determinante para entender la diferencia que Dios hace entre El y los ídolos. Por tanto toda persona que toma en vano el nombre de Dios, lo esta idolizando, osea el hombre lo conceptualiza y actúa como si Dios fuera ídolo.

Najmánides, en su comentario, explica que este “en vano” significa “sin ningún propósito”. La tradición judía posterior y la práctica religiosa han aclarado qué quiere decir este “sin ningún propósito”.

Los judíos observantes, aun hoy día, nunca pronuncian el YHVH, sino que dicen en cambio Adonai que significa “mi Señor”; y ni siquiera dicen Adonai, excepto en las oraciones o al leer las Escrituras, sino que lo remplazan por Adoshem (la primera letra de Adonai mas la palabra Hashem que significa simplemente “nombre”) siempre que hablan acerca de Dios.

Aun al escribir acerca de Dios en un lenguaje extranjero, por ejemplo en inglés, un judío observante escribirá “G’d” en vez de God, para no pronunciar el nombre de Dios en vano.

La Tanaj o el Antiguo Testamento es el documento que narra la evolución de una nación, pequeña y primitiva, cuyos dirigentes espirituales insistían en la existencia de un Dios y en la no existencia de los ídolos, hasta llegar a una religión que implica la fe en un Dios sin nombre, en la unificación final de todos los hombres, en la libertad completa de cada individuo.

Cuando Dios se revelo a Moises la primera vez en el Sinai, Dios se revela como “Yo soy el Dios de tu padre, el Dios de Abraham, el Dios de Isaac, el Dios de Jacob’ – (Ex. 3:6). Lo nuevo es que Dios se revela a sí mismo como Dios de la historia y no como Dios de la naturaleza. Todos los ídolos están relacionados con la naturaleza, con el ambiente, con el entorno (estrellas, luna, sol, fuego, hombre, animales, etc.).

Dios hace referencia a su pacto con los patriarcas de Israel en cada tiempo. Por lo tanto se revela como Aquel que ha venido desarrollando su plan de restauración del ser humano en el tiempo a traves de su Pactos. Pero Moisés arguye que los hebreos no le creerán:

Éxodo 13:3 – “…He aquí que llego yo a los hijos de Israel y les digo: El Dios de vuestros padres me ha enviado a vosotros. Si ellos me preguntaren: ¿Cuál es su nombre?, ¿qué les responderé?…”

La objeción de Moisés está bien fundada. La esencia misma de un ídolo consiste en tener nombre. Toda cosa tiene un nombre, porque está completa en el tiempo y en el espacio. Para los hebreos, acostumbrados al concepto de idolatría, un Dios de la historia y carente de nombre, no tendría sentido, porque un ídolo sin nombre es una contradicción en sí mismo

Dios lo reconoce así, y hace una concesión a la comprensión de los hebreos. Se da a sí mismo un nombre y dice a Moisés:

Éxodo 13:4 – “…Yo soy el que soy. Y dijo: Así dirás a los hijos de Israel: Yo Soy me envió a vosotros…”

El texto hebreo dice Eheyeh asher Eheyeh, o “Eheyeh me ha enviado a vosotros” Eheyeh es la primera persona del tiempo interfecto del verbo hebreo “Ser”. En hebreo no existe tiempos gramatical presente, sino solamente dos tiempos temporales básicos: perfecto e imperfecto. Al considerar el “nombre” de Dios, la importancia del Eheyeh consiste en que es el imperfecto del verbo “ser”.

Dice que Dios es, pero su ser no está completo como el de una cosa, sino que es un pro- ceso viviente, un devenir; solamente las cosas, es decir, lo que ha alcanzado su forma final, puede tener un nombre. Una traducción “libre” de la respuesta de Dios a Moisés podría ser: “Mi nombre es Sin-nombre; diles que Sin-nombre te ha enviado.” Solamente los ídolos tienen nombre, porque son cosas.

Este Dios que se manifiesta en la historia no puede ser representado por ninguna clase de imágenes; ni por una imagen sonora, es decir un nombre, ni por una imagen de piedra o de madera.

Esta prohibición de cualquier clase de representación de Dios está claramente expresada en los Diez Mandamientos, que prohíben al hombre inclinarse delante de ninguna “imagen, ni ninguna semejanza de lo que esté arriba en el cielo, ni abajo en la tierra, ni en las aguas debajo de la tierra” – (Ex. 20:4).

Este mandamiento es uno de los principios más fundamentales de la “teología” Hebrea. Aunque Dios ha sido designado por un nombre paradójico (YHVH), ni aun este “nombre” puede ser pronunciado “en vano”, se dice en los Diez Mandamientos.

Nosotros comenzamos con claridad, enfocados en las prioridades de la vida pero luego nos desviamos. Hoy en día, no es poco común creer que el dinero, la fama, la bolsa de comercio, viajar por las naciones, un computador rápido o la buena apariencia son la fuente de la completitud y la felicidad. Darle mucha importancia a algo que tiene importancia relativa: ¡Eso es idolatría!.


  • Los ídolos de la sociedad actual:

La historia de la humanidad hasta el momento presente es primariamente la historia de la adoración de los ídolos, desde los primitivos de arcilla y madera, hasta los modernos ídolos del estado, la producción y el consumo. Es un hecho que el hombre tiende a rebajar a Dios al rango de ídolo.

Por ello la vena idolátrica de nuestro tiempo no ha adelgazado, sino que prolifera en un amplio espectáculo de rituales, mistificaciones, beatificaciones de la propaganda, divinizaciones de la moda, reinstalaciones de lo sagrado.

¿Existe realmente tanta diferencia como pensamos entre los sacrificios humanos que ofrecían los aztecas a sus dioses y los modernos sacrificios humanos que se ofrecen a los ídolos del nacionalismo, del colectivismo marxista o del capitalismo?

A los ídolos antiguos los han sustituido las nuevas proyecciones que el hombre hace de sí mismo en el intento de dominar la vida y la historia fuera del plan de Dios. Unos obispos de la iglesia católica romana dijeron que “El hombre cae en la esclavitud cuando diviniza o absolutiza la riqueza, el poder, el Estado, la sexualidad, el placer o cualquier otra obra de Dios” .


  •  El dios dinero:

El dios secreto de nuestra sociedad es el crecimiento económico. Y la religión que aboga por el culto a este dios es la religión más poderosa de nuestro mundo. Su liturgia es la publicidad; sus seguidores se encuentran tanto en la derecha política como en la izquierda. Al crecimiento económico se sacrifican los hombres, la naturaleza y el futuro. Este gran señor, a través de la pauperización, del desempleo y de la destrucción de la naturaleza, decide sobre la vida o la muerte de los hombres. Muchos son los sacrificados para que este fetiche viva. Yeshua identifica a la idolatría con el servicio al dinero:

Ningún servidor puede quedarse con dos patrones, porque verá con malos ojos al primero y amará al otro, o bien preferirá al primero y no le gustará el segundo. Ustedes no pueden servir al mismo tiempo a Dios y al dinero (Mamón)”.

Nótese que no se trata del dinero en sí, sino de servir al dinero, ser esclavo de él. Esto no quiere decir que los bienes terrenos constituyan en sí un dios que se opone a Dios. Es el hombre, con su actitud, quien puede divinizarlos y convertirlos en un rival de Dios. Y de hecho con frecuencia se da esta alternativa entre Dios y el dinero.


  •  El dios poder:

Hemos visto que el dios dinero emite señales que indican autoridad y exigen sumisión. A partir de ahí, el poder en cuanto tal se constituye también en un ídolo, personificado en diversos tipos de autoridades o instituciones, desde la familiar hasta el Estado y los grandes consorcios internacionales. No se trata de condenar a todo poder, sino al que se constituye a sí mismo en centro y norma absoluta, exigiendo sumisión y vasallaje, extorsión y sacrificio hasta de la vida. Es el caso de todo poder opresor. Son dioses de la muerte, que como en el caso del dios Moloc, exigen la vida de los hombres para subsistir.

Como los dioses de antaño, los actuales dioses nacionales se ocupan de la guerra y de la paz, de la supremacía militar… Y como aquellos, van acompañados de una red de relaciones de parentesco que hoy forman los bloques militares, y de una gran corte celestial cuyos epicentros son los Pentágonos, los Kremlin y los ministerios de defensa.

Todo poder opresor tiende hacia la idolatría, es decir, tiende a identificarse con un sujeto abstracto, trascendente y universal, que él mismo fabrica. El opresor se desdobla y se identifica con ese sujeto trascendente, en nombre del cual puede reprimir y aun asesinar con toda legitimidad y buena conciencia, incluso con la conciencia de estar agradando a su dios.

Decía monseñor Romero:

Mientras no se conviertan los idólatras de las cosas de la tierra al único Dios verdadero, tendremos en esos idólatras el mayor peligro para nuestras patria”

El área de reclutamiento de este ídolo se apoya en el patriotismo, ese gran fetiche que mezcla, en altas dosis, nacionalismo, populismo y adoración al Estado. Posee ritos propios, con cantos patriótico-religiosos. Y su pontífice es el Estado, autor de prodigios, maravillas, crímenes y calamidades. El poder de los ídolos de Babilonia es el poder político, militar y cultural de los mismos babilonios, y no el poder de los dioses que ellos adoraban.

Los ídolos de Babilonia tenían poder precisamente porque los babilonios tenían todo el poder en sus manos. El hecho de estar sometidos a su poder opresor no debía significar para los israelitas el reconocer y adorar los espíritus o dioses producidos por este mismo poder.

Para los israelitas la idolatría hubiese consistido en reconocer que el poder de Babilonia era de origen divino, y, por consiguiente, poder bueno y salvador. Idólatra hubiera sido buscar la solución a los problemas de su cautiverio sometiéndose política y religiosamente al poder de Babilonia.


  • El dios placer:

Ante la insatisfacción personal que produce el mundo actual mucha gente se repliega en sí misma y en pequeños círculos, buscando aislarse de lo social y de lo político. Se vuelven hacia dentro, hacia lo privado, buscando sólo “encontrarse bien”, sin importarles para nada la suerte de los demás.

La idolatrización del placer promociona el interés preponderante por los problemas de identidad y la efervescencia sentimental. Sólo se busca una liberación individual, o, mejor dicho, un sentimiento de liberación, de alivio provisional. Sus rituales sociales más potentes giran en torno al cuerpo, a la espontaneidad del contacto, al instante, a la convivencia informal, al sentimiento del momento.

Sus rituales sociales más potentes giran en torno al cuerpo, a la espontaneidad del contacto, al instante, a la convivencia informal, al sentimiento del momento. En nuestro tiempo se inmolan grandes dosis de felicidad humana al éxito visible, al ascenso profesional por encima de todo, aun pisoteando a otros. El dinero es para muchos, de una u otra forma, el más auténtico, fascinante y supremo bien, el único que puede dar felicidad a la vida. Pero donde se absolutiza el “tener”, se destruye el “ser” del hombre. Los pueblos cananeos.


  •  El dios de la superstición:

El hombre con frecuencia concibe a Dios como aquel a quien él puede dar o aportar algo y a quien, por eso, puede arrancar algo. Este es el dios de la superstición, un dios de bolsillo, a quien el hombre intenta manejar, ya que se considera en poder de medios para dominarlo y llevarlo donde él quiera.

Unas veces serán fórmulas mágicas ininteligibles, como el antiguo latín, otras veces serán sacrificios costosos para aplacar su ira, o determinado conjunto de prácticas, como la vela encendida, la repetición mecánica de una oración o tal lugar o imagen milagrosos.

Incluso a veces, y en forma mucho más refinada, se tratará de las “buenas obras” al estilo farisaico. Pero siempre el esquema es el mismo: el hombre se cree en posesión de unos poderes (o méritos o derechos) ante Dios, y los utiliza para atraerlo a donde él anhela.

Se piensa que Dios necesita de nuestros sacrificios, le gustan nuestros ritos y le dan gloria nuestras palabras. Y como eso es algo “necesario” en Dios, da poder al hombre: éste tratará entonces de usar ese poder en forma “comercial” para así manejar a Dios y convertir el poder de Dios en poder propio.


  • El dios de los filósofos:

En los apartados anteriores hemos desenmascarado las imágenes de los dioses “manejables”, los dioses del dinero, del poder, del placer y de la superstición. Intentemos ahora esbozar la imagen del dios “indiferente” como suele ser el dios de los “filósofos” y de la “Ilustración” . A ellos se les llama “teístas” porque buscan a Dios sólo con la luz de la razón, sin tener para nada en cuenta la revelación bíblica. Pablo y la iglesia de Colosas. Los tec-nolatras son parte de este culto en este nuevo milenio. Ellos creen que la ciencia en si la fuerza o poder creador de la vida y a ella le rinden culto tanto asi que companias como apple, Samsung se han convertido en objeto de culto, sus tiendas son los nuevos templos idolátricos.


  • Leyes que Dios estableció en contra la practica de la idolatría:

 

  • No creer en otra deidad que no sea Dios – (Exodo 20:3)
  • No hacer escultura para idolatría – (Exodo 20:4)
  • No postrarse ante un ídolo – (Exodo 20:5)
  • No adorar a ningun ídolo de ninguna forma – (Exodo 20:5)
  • No jurar en nombre de ninguna deidad, ni hacer mencion de de las falsas deidades, ni provocar que sea escuchado de la boca de otros – (Exodo 23:13)
  • No incitar a practicar a la idolatría – (Exodo 23:13)
  • No realizar pacto con ninguno que practique la idolatría – (Exodo 23:32)
  • No comer ni beber de las ofrendas de idolatría – (Exodo 34:15)
  • No ir tras la idolatría, ni con el pensamiento ni con la palabra, ni con la mirada – (Levítico 19:4).
  • No seguir las costumbres de los idolatras – (Levítico 20:23).
  • No casarse con aquellos que practican la idolatría – (Deuteronomio 7:3).
  • No tener ningun provecho de ningun elemento utilizado para la idolatría – (Deuteronomio 7:26).
  • Destruir ídolos y los elementos empleados para la idolatría – (Deuteronomio 12:2).
  • No escuchar a quien profetiza en nombre de la idolatría – (Deuteronomio 13:4)
  • No ser condescendiente con quien induce a la idolatría – (Deuteronomio 13:9).
  • No lacerar la piel a causa de la idolatría – (Deuteronomio 14:1).

(Por eliezer diaz)

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