
Dicen los evangelios que una mujer, que estaba enferma de flujo de sangre desde hace 12 años y que había gastado todo en médicos y no había podido ser sanada, se acercó a Jesús en medio de una gran multitud.
Lo complejo de los tzitziot (plural) es que cada una de las cuatro puntas del manto tenían 5 nudos, y entre cada nudo un grupo de vueltas de hilos. Entre el primer y segundo nudo habían 7 vueltas de hilos, entre el segundo y tercero 8 vueltas, entre el tercer y cuarto 11 vueltas y entre el cuarto y quinto nudo 13 vueltas (como se observa en detalle en la imagen). Los judíos asignaban un número a cada letra, por lo que cada palabra sumaba un número. Si sumamos los tres primeros grupos de vueltas de hilos tenemos: 7 + 8 + 11 = 26, que representa el valor númerico del nombre «YHWH«.
El cuarto grupo es de 13 vueltas, que es el valor númerico de «ejad«, «uno«. En total, son 39 vueltas en el tzitzit. A través de estas 39 vueltas los judíos estaban escribiendo el versículo: «Yahweh nuestro Dios uno es» (Shema) (Deut. 6:4).
Pero si continuamos con los números, la palabra «tzitzit» tiene un valor númerico de 600, y si adicionamos los ocho hilos que conforman los tzitziot y los 5 nudos que tiene cada uno, tenemos: 600 + 8 + 5 = 613, que representan las 613 leyes mosaicas, de las cuales 365 son maldiciones y 248 bendiciones. Dice la Biblia que la mujer tocó el borde del manto de Jesús (Lucas 8:44). La palabra en griego para «borde» es «kraspedon» que significa «fleco«. Es decir, la mujer tocó estos flecos del manto.
La mujer entendía a la perfección lo que significaba el borde del manto de Jesús y pensaba que con tocar solamente este borde o fleco bastaría
Esto fue un tremendo acto de fe, pues significaba que la mujer estaba aferrándose al nombre de Dios y estaba reclamando las bendiciones de Dios. La mujer estaba conciente que estaba tomando de las promesas de Dios en sus manos para ser sana.
Pero es más, el profeta Malaquías profetizó: «nacerá el Sol de justicia, y en sus alas traerá salvación» (Mal. 4:2). Los judíos interpretaban al Sol de justicia con el Mesías, y sus alas con el borde (tzitzit) de su manto. Cuando la mujer tocó este borde estaba creyendo que Jesús era el Mesías que tanto esperaban y que el borde de su manto podría traer la sanidad que tanto anhelaba.
En nuestra vida ocurre algo similar. Debemos aferrarnos al nombre de Dios y reclamar sus promesas para saciar cualquiera de nuestras necesidades. Cuando nos aferramos a Dios y a sus promesas entonces el poder de Dios será desatado en nuestras vidas. Solamente debemos extender nuestras manos a su manto, creer que Jesús es nuestro Salvador y esperar la sanidad que buscamos.

[…] En Números 15:37-41, se ponían franjas (tzi-tzit) en los bordes de sus vestidos para recordarle al pueblo la Torá o la Palabra de Dios. Recuerden el incidente de la mujer impura por el flujo de sangre que se acercó a Jesús (el Sumo Sacerdote de Dios) para tocarle la orilla de Su vestido y ser sanada (Mateo 9:20- 22) – (para mas detalle ver nuestro articulo: Mujer flujo de sangre). […]
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Me encanta este blog cada día que lo veo me sorprende gracias por tan lindo regalo que el Eterno te dé más sabiduría.😎
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Muy intersante, gracias Dios les bendiga
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Que bendición poder contar con este medio para nutrirnos mas. Gracias!!!!
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SHALOM hermanos, YAHWEH los bendiga…una bendición
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Me encantan todos los temas que en esta pagina se tratan.Hay tanta enseñanza que se debe aprovechar. Gracias nuevamente
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