¡USTED NO IRÁ AL CIELO SINO AL REINO DE LOS CIELOS!
¿Qué somos? ¿De qué estamos compuestos?
En primer lugar, debemos saber de que estamos compuestos, hay mucha controversia con este tema en la cristiandad.
¿Somos alma?, ¿Somos espíritu?, ¿tienes alma?, ¿tienes cuerpo? Y, ¿Cómo trabaja eso en el juicio final? ¿Tienes un espíritu cuando vas al cielo?, ¿Cómo es que trabaja eso?.
En primera estancia, tenemos cuerpo, eso no es algo difícil de comprobar, tu exterior es tu cascara, tu caparazón, y dentro de ese caparazón hay un alma, quien somos nosotros en verdad es nuestra alma, nuestra mente está definida, por nuestra mente, nuestra voluntad y nuestras emociones en Las Escrituras, el punto central es el espíritu, el espíritu es como nuestra planta eléctrica, es lo que causa dentro de nosotros que tengamos vida.
Si le quitamos la batería a un auto, no va a funcionar, nuestro espíritu es en verdad de Dios, este concepto no ha sido bien enseñado, ya que cuando nosotros aceptamos a Jesús como nuestro Señor y Salvador, sucede algo que Las Escrituras llaman; “Un abismo llama a otro”, es como una pequeña chispa, Pablo lo llama una llama, una pequeña llama dentro de nosotros que causa que tengamos vida; es literalmente en un nivel científico, es luz, sino tienes luz no tienes poder, porque todo el poder en el universo la ciencia hoy en dia, entiende que corre a través de luz, todo absolutamente todo, nuestro corazón, nuestros nervios, toda información que pasa a través de nuestro cuerpo ocurre como fibras ópticas a través de luz.
Todo cambio quimico que ocurre, ocurre justo después de un cambio de información a través de luz, si te deshaces de la luz, te deshaces del poder, y eso hace sentido porque Dios es luz, si remueves la luz, tienes oscuridad y tienes muerte.
Ahora la persona no tiene alma, la persona es un alma, no somos un cuerpo, ni somos un espíritu, nosotros somos un “nefhes”, el aliento de Dios más el alma es igual a vida, un alma sin el aliento, no puede existir, entonces el concepto de almas eternas, no existe, según las escrituras:
“Entonces YHVH Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente” (Génesis 2:7)
“Nefhes” es la palabra hebrea para alma, es decir un «ser viviente«
Entonces, el hombre estaba tirado en el barro y solo era un cuerpo hasta que Dios respiro Su aliento dentro del hombre y ahí el hombre se hiso un alma viviente. El alma es creada cuando el Espiritu de Dios entra en el hombre, es creada al instante. En el vientre como la mujer está respirando el aliento (de Dios), entra en las vías sanguíneas e inmediatamente el bebé tiene vida, justo en la concepción ya hay vida.
“Él no colocó el alma dentro de un cuerpo, Él colocó Su aliento dentro de un alma y la hizo vivir”
Ahora analicemos otro versículo clave para esta enseñanza:
«Todo lo que tenía aliento de espíritu de vida en sus narices, todo lo que había en la tierra, murió.»(Génesis 7:22)
Esto nos está diciendo que hasta en el reino animal la luz de Dios o Su aliento está dentro de todo ser viviente, es decir, no hay nada vivo que no esté vivo por causa de Su luz y hasta más allá del Reino Animal.
Otro versículo que nos enseña que Su aliento es Su espíritu:
“Si él pusiese sobre el hombre su corazón,y recogiese así su espíritu y su aliento,toda carne perecería juntamente,el hombre volvería al polvo” (Job 34:14-15)
No es el alma lo que está vivo, si nosotros le quitamos el Espiritu o el aliento de Dios al hombre no es nada en lo absoluto, nuestra carne y huesos caerían al hueso y estaríamos muertos.
“El espíritu de Dios me hizo, y el soplo del Omnipotente me dio vida” (Job 33:4)
Nosotros estamos respirando el aliento de Dios, es Oxigeno, pero ¿Quién fue el que lo creo?, estos versículos nos hablan más sobre este tema:
“El ánimo del hombre soportará su enfermedad;
Mas ¿quién soportará al ánimo angustiado?” (Proverbios 18:14)
“Ciertamente espíritu hay en el hombre,
Y el soplo del Omnipotente le hace que entienda” (Job 32: 8)
Cuando un hombre nace, nace con el aliento de Dios, el cual permite que su cuerpo cobre vida
- El Engaño de la Teología Tradicional:
Millones de hermanos han sido aleccionados por sus lideres de que hay un premio para los creyentes, y ése es el cielo.
La mayoría de los que profesan el evangelio ven el cielo como la meta final para sus vidas consagradas al Maestro, y lo vislumbran como un lugar de bienaventuranzas y de paz nunca antes concebidas o imaginadas por hombre alguno.
Los creyentes tradicionales han creído en que sus antepasados difuntos, están ahora en el cielo como ánimas desengranadas o ángeles que tocan el arpa todo el día y por la eternidad. No obstante, esta creencia tradicional contradice lo dicho por Yahshua concerniente a que los muertos en el Mesías verán finalmente a Elohim y al Mesías en la resurrección del día postrero.
Veamos algunos pasajes bíblicos que han sido ignorados o pasados por alto por los maestros y líderes religiosos de las iglesias en general, y que enfocan el asunto de manera muy distinta:
- La Verdad Sobre los Muertos y la Vida Futura:
1ª Juan 3:2 – “Amados, ahora somos hijos de Elohim, y aún no se ha manifestado lo que hemos de ser; pero sabemos que CUANDO ÉL SE MANIFIESTE, seremos semejantes a él, porque LE VEREMOS TAL COMO ÉL ES”
Este pasaje ha sido pasado por alto por los cristianos en general, pues contradice la teología “cristiana” tradicional que dice que los cristianos verán al Mesías en el momento de su muerte, y no, en ocasión de la segunda venida del Mesías en gloria, como afirma Las Sagradas Escrituras.
Aquí Juan es claro al decir que veremos al Mesías tal como él es ahora (divino), únicamente cuando seamos semejantes a él.
¿Y cuándo seremos semejantes a él? ¿Y cuándo le veremos tal como él es?¿En nuestra muerte?
¡No! En nuestra resurrección, cuando el Mesías divino vuelva nuevamente en persona a este mundo en el día postrero.
Veamos otras pruebas bíblicas:
Juan 11:25 – “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”
1 Corintios 15:42-45,51-53 – “Así es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, resucitará en incorrupción. Se siembra en deshonra, resucitará en gloria; se siembra en debilidad, resucitará en poder. Se siembra cuerpo animal, resucitarácuerpo espiritual. He aquí, os digo un misterio: No todos dormiremos; pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta; porque se tocará la trompeta, y los muertos serán resucitados incorruptibles, y nosotros seremos transformados. Porque es necesario que esto corruptible se vista de incorrupción, y esto mortal se vista deinmortalidad.”
1ª Tesalonicenses 4:13-18 – “(13) Tampoco queremos, hermanos, que ignoréis acerca de los que duermen, para que no os entristezcáis como los otros que no tienen esperanza. (14) Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús a los que durmieron en él. (15) Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que durmieron. (16) Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. (17) Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. (18) Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras”
Este texto de 1 Tesalonicenses 4:13-18 es muy iluminador, y no obstante, muy poco leído o conocido. Y es que este texto, y los otros citados arriba, contradicen abiertamente, y claramente, el postulado escatológico o teologal de la vida futura del cristianismo tradicional, el cual enseña que los muertos en El Mesías están ahora disfrutando con el Maestro de la gloria celestial.
Ahora bien, adviértase que Shaul (Pablo), el autor de estos versículos, dice que nosotros recibiremos al Mesías, ¡y no al revés! Léalo por usted mismo ahora mismo en los versos citados de 1 Tesalonicenses 4:13-18. Si en verdad los muertos “vuelan” al cielo, ¿no sería lógico que el Mesías los reciba a ellos en su morada celestial?
Pero la verdad es lo opuesto, ¡Nosotros le recibiremos a él!
¿Y por qué?
Porque él volverá a las nubes de nuestra atmósfera, y con voz de mando ordenará que los muertos creyentes resuciten y le den la bienvenida en el aire. Eso lo dice Pablo muy claramente en estos versículos de 1 Tesalonicenses 4. Además, Pablo no dice que los muertos fieles —recién resucitados—irán con él al cielo, sino más bien, que estarán juntos siempre con él. Pero: ¿Dónde? Eso lo veremos más adelante.
Ahora bien, si lo aceptado tradicionalmente fuera verdad:
¿Qué sentido podría tener nuestra futura resurrección, si los muertos en la fe siguen vivos en el cielo?
Definitivamente hay cosas que no andan bien con la teología tradicional, que enseña nuestra partida al cielo inmediatamente después de nuestra muerte.
Usted no encontrará en Las Sagradas Escrituras ningún pasaje que se nos asegure una estadía eterna en los cielos. Busque usted tan sólo un texto bíblico en donde supuestamente El Mesías nos promete el cielo, y yo le aseguro que no lo encontrará.
¿A dónde va la gente inmediatamente después de la muerte?
“Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?” (Efesios 4:9)
Entonces antes de que Yeshua resucitará de los muertos, Él descendió a las profundidades de la Tierra, el autor no está queriendo decir o hablar sobre la tumba, porque no es una tumba como la conocemos, significa literalmente lo más profundo de la Tierra, veamos los siguientes versículos:
“En el cual también fue y predicó a los espíritus encarcelados,los que en otro tiempo desobedecieron, cuando una vez esperaba la paciencia de Dios en los días de Noé, mientras se preparaba el arca, en la cual pocas personas, es decir, ocho, fueron salvadas por agua.” (1ª Juan 3:19)
Lo que se descubre aquí es ye Yahshua en el espirtu no en la carne, va a un lugar donde hay personas en prisión y en este lugar Yahshua declara la victoria sobre la muerte tanto es que las personas a las que les está hablando son las mismas personas que murieron durante el tiempo de Noé los que fueron desobedientes, ahora veamos el mismo versículo de 1ª Pedro versículo que viene del original en Arameo:
Y Él fue y predicó a las almas en el Seol, a los que desde un principio no estaban convencidos en los días de Noé cuando el largo sufrimiento de Dios ordeno que hubiera un arca; con la esperanza de su arrepentimiento, y solo ocho almas entraron y se mantuvieron con vida por el agua.
(1ª Pedro 3:19 Versión Aramea)
A la prisión la define como Seol, como lo dice en el Tanaj que se menciona una y otra vez, por lo tanto podemos definir que el paraíso no es el cielo.
“Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el tercer cielo. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe),que fue arrebatado al paraíso, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.”
(2ª Corintios 12:2-4)
Tenemos que entender que en la parte en donde menciona cielo, ellos sabían por hecho una definición de cielo, así era en el primer siglo:
- Primer cielo à ES NUESTRA ATMOSFERA
- Segundo cielo à LUMINARIAS Y ESTRELLAS
- Tercer cielo à DIOS MISMO O CIELO PERFECTO
Ahora en este versículo podremos analizar algo importante y crucial
“Conozco a un hombre en Cristo, que hace catorce años (si en el cuerpo, no lo sé; si fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe) fue arrebatado hasta el TERCER CIELO. Y conozco al tal hombre (si en el cuerpo, o fuera del cuerpo, no lo sé; Dios lo sabe),que fue arrebatado al PARAÍSO, donde oyó palabras inefables que no le es dado al hombre expresar.”
Ahora podríamos no estar familiarizados con lenguas semíticas y por lo tanto podríamos decir que el TERCER CIELO y el PARAÍSO son el mismo lugar, cuando no es así porque de lo contrario habría un problema, porque estaría diciendo las mismas cosas dos veces, porque no habría ningún caso en lo absoluto que el dijese lo mismo dos veces, hace completo sentido que el cielo y el paraíso son lugares diferentes.
La frase “Y” separa dos eventos, uno en el que menciona el tercer cielo y otro. Una conexión a la oración primera, o sea un evento separado, para ellos tenemos un ejemplo:
John Wesley enseño que el paraíso no es el cielo. En su sermón, El hombre rico y Lazaro, él dijo: “El paraíso no es el cielo. De hecho, es (si es que se puede permitir la expresión) la antesale del cielo, donde las almas de los justos permanecen hasta después del juicio general, son recibidos en gloria”.
La palabra paraíso en Hebreo es “pardes” que en el Paleo Hebreo es “סרדפ”, su pronunciación sería Pei, Resh, Dálet, Sámaj, lo cual en el Paleo si tomamos el significado que contiene cada letra diría esto:
Pei=Boca
Resh=Cabeza, líder o el principio
Dálet=Puerta abierta
Sámaj=Descansar o apoyarse en algo
Si juntamos todos estos significados, la palabra paraíso significa literalmente “La boca del Lider Abre la Puerta al Descanso”, que es algo así como abrir la puerta al desncanso, al Shalom, eso es lo que es el paraíso.
Ahora si se profundiza en esto, los sabios antiguos dicen que hay 4 niveles de interpretación bíblica, son los siguientes:
- P eshát – Literal, (entendimiento simple)
- R émez – Indirecta (parábolas)
- D erásh – Analogo (análisis profundo)
- S od – Místico (principios sobrenaturales, probablemente no entendibles)
Estos estudiosos creían que si se podía llegar a estos cuatro niveles, estabas en el paraíso si se puede entender la Palabra de Dios en su llenura. Todo estudio y toda interpretación.
“Por que entre mas entiendas las Escrituras, mas estaras trayendo el paraíso a la Tierra”
Sigamos con el análisis de hacia donde va la gente cuando ha muerto.
El hombre rico y Lázaro (Lucas 16:19-31)
Esta historia era muy contada en ese tiempo, de hecho es un ejemplo, como una historia en la que se tiene como fin encontrar una enseñanza, ahora veamos cual es el misterio que se encuentra aquí.
Yeshua advertía a estos lideres religiosos a escuchar a Moises y a los Profetas, y a arrepentirse de sus corazones duros hacia los pobres y necesitados. Los eruditos reconocen que esto era una historia familiar en el tiempo de Yeshua.
Edmun Flood lo expresa de está manera:
“Una vez más, Jesús toma algo de las experiencias de su audiencia. Esta vez es una historia popular. Como escritores y otros artistas siempre han hecho, el forma el material existente para sus propios objetivos […] Jesús en esta historia, no quería hablar de la vida eterna. Él no le estaba diciendo a Su publico lo que pasaría en el futuro cuando ellos hubiesen muerto. Eso fue solo el ‘escenario’ a lo que Él quería decir: los muebles que estaban en la escena de un set familiar”
Entonces Él estaba tomando algo que era familiar para ellos y les estaba enseñando un principio, que si se humilla a los pobres y los tratas con arrogancia y no escuchas a Moises y a los profetas, vas a terminar en lo contrario de los que se pensaba. Ellos pensaban que iban a ir al Seno de Abraham y por el derecho, porque todos se jactaban de que eran descendencia de Abraham, entonces no es asi, y Jesús les dice que el hombre pobre es el que termina en el Seno de Abraham, ustedes no. ese es el punto de la historia.
Esto nos deja varias enseñanzas:
- El seno de Abraham no es el cielo
- Se supone que debemos creer que si este es un lugar real y no solo una analogía que:
- ¿Una gota de agua seria suficiente para estar en el fuego?
- ¿En verdad podría hablar mientras esta siendo torturado por las llamas?
Hablando lógicamente, una persona que está siendo quemada por fuego, no hace mas que gritar, pero muchos de los maestros que enseñan esto, se aferran a la idea de que esta historia fue verdadera, no ocurrio, no es verdadera, lo que enseña es un principio espiritual, la prueba de esto es la siguiente:
La palabra para “infierno” aquí es “Hades”, no “Gehenna” esto es importante porque “Hades” es el equivalente Griego del Hebreo “Seol”, que significa “pozo” o “lugar obscuro”
Si el hombre rico, hubiera ido al lugar llamado infierno con llamas, el autor hubiese estudiado “Gehenna”, él no uso ese termino porque en realidad la gente va un lugar llamado “Seol”
“Gehenna” es el infierno ardiente o el hoyo de basura que estaba en el valle de Gehenna a las afueras de la ciudad. Este era un lugar en donde ellos quemaban la basura y siempre estaba encendido.
Aquí podemos ver mas pruebas de que aun no hay nadie en el cielo. El Rey David, es un ejemplo de ello, analizaremos porqué:
“Varones hermanos, se os puede decir libremente del patriarca David, que murió y fue sepultado, y su sepulcro está con nosotros hasta el día de hoy.”
(Hechos 2:29)
“Porque David no subió a los cielos […]”
(Hechos 2:34)
Daniel es otro ejemplo:
“Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días.”
(Daniel 12:13)
A Daniel se le dijo que descanse y que luego se levantará. Ahora, si todo el mundo es juzgado después de morir, ¿no debería estar él en el cielo?
Isaias tampoco está en el cielo:
“Tus muertos vivirán; sus cadáveres resucitarán. !!Despertad y cantad, moradores del polvo! porque tu rocío es cual rocío de hortalizas, y la tierra dará sus muertos.”
(Isaias 26:19)
Entonces si los muertos ya están en el cielo, los cuales son justos, ¿Por qué es que la Tierra tiene que devolverlos de nuevo en lo absoluto? ¿Por qué es que Daniel, Isaias y el Rey David no están ahí?
- Lázaro y Marta: Dos Amigos de Yahshua:
Usted recordará la historia del difunto amigo de Yahshua llamado Lázaro. Esta historia de Lázaro es muy interesante, pues nos da una visión de la esperanza de los difuntos creyentes.
La mayoría de los cristianos no se han puesto a reflexionar sobre este acontecimiento que conmocionó, no sólo a la familia de Lázaro, sino también a Yahshua. Un resumen de lo sucedido según está registrado en Juan 11:1-44 es como sigue:
- Las hermanas de Lázaro mandan a avisar a Yahshua que Lázaro está muy enfermo (v.1-3).
- Yahshua demoró dos días su llegada a la casa de Lázaro, y Lázaro muere (v.6-14).
- Cuando Yahshua llega a la casa de Lázaro, éste ya estaba sepultado 4 días (v.17).
- Marta sale al encuentro de Yahshua, y es confrontado por ella porque Yahshua no había llegado a tiempo para sanar a Lázaro (v.21).
- Yahshua le promete a Marta que Lázaro resucitará (v.23).
- Marta le responde que ella sabe que su hermano resucitará “en el día postrero” (v.24).
- Yahshua insiste que aquel que cree en él resucitará y no morirá eternamente (v.25,26).
- Yahshua afirma que Marta, y las demás personas que están de duelo, verán la gloria de Elohim con la resurrección de Lázaro a pesar que éste ya olía mal (v. 39,40).
- El Mesías ordena a Lázaro salir de su sepulcro (v.43).
- Lázaro resucita envuelto en vendas hasta su rostro (v.44).
Sin duda la resurrección de Lázaro sirvió para demostrar que el Elohim de Yahshua tenía el poder de resucitar a los muertos que estaban ya en descomposición. La presencia de un Lázaro revivido reforzó el testimonio de Yahshua y la verdad de su persona como el unigénito Hijo de Elohim.
No obstante, este registro histórico demuestra que los primeros fieles creyentes, como Lázaro y sus dos hermanas María y Marta, eran creyentes en la resurrección de los muertos en el día postrero.
Marta y María sabían que volverían a ver a su hermano en el día de la resurrección de los justos, y esa creencia, sin duda, les daba consolación. Aquí no encontraremos ninguna “esperanza celestial”, o que Lázaro estaba gozando de las “bienaventuranzas celestiales”, en la misma “presencia de Elohim” en el cielo.
En otras palabras: No vamos a encontrar a Yahshua diciéndoles a los deudos algo así como:
“No os aflijáis, pues Lázaro ya está en la presencia del Maestro gozando de las bienaventuranzas celestiales”. Lo que él les dijo era que Lázaro resucitaría de su sepulcro. Nótese que tampoco Yahshua dijo: “Baja Lázaro, y regresa a tu cuerpo”, sino más bien: “¡Lázaro, ven fuera!”.
Esto es muy significativo, pues los muertos no están en el cielo, sino en sus sepulcros; y esto concuerda con lo dicho por Yahshua mismo en Juan 5:28,29 donde se lee:
“No os maravilléis de esto; porque vendrá hora cuando todos los que están en sus sepulcros (no en el cielo) oirán su voz; y los que hicieron lo bueno, saldrán a resurrección de vida; mas los que hicieron lo malo, a resurrección de condenación”
Examínese bien lo dicho por Yahshua en este pasaje, pues de no hacerlo caeríamos en error.
- Yahshua dice que habrá resurrección de buenos y de injustos.
- Yahshua afirma que los buenos resucitarán para recibir la vida eterna.
- Yahshua afirma que los malos no recibirán la vida sino la condenación o la destrucción.
Si los muertos en el Mesías siguen viviendo, y nunca mueren, ¿Por qué Yahshua afirma que los justos tendrán una resurrección de vida? Esto es sorprendente, pues desdice la creencia sobre la doctrina de la vida futura.
- Los Muertos no están Vivos:
Entonces, es claro que los muertos no siguen viviendo en otra esfera o dimensión, sino más bien, siguen inconscientes en sus tumbas, sin poder pensar, amar, odiar, maquinar cosas, pecar, etc.
Los muertos están muertos y no vivos. Decir que los muertos viven es como decir que el color oscuro es claro.
En Eclesiastés 9:5,10 leemos: “Porque los vivos saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido. También su amor y su odiofenecieron ya; y nunca más tendrán parte en todo lo que se hace debajo del sol… porque en el sepulcro, adonde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría.”
Y el salmista David dice de los muertos, lo siguiente:
Salmo 146:4 – “Pues sale su aliento, y vuelve a la tierra; En ese mismo día perecen sus pensamientos”
Nótese que los muertos no piensan. Como dijo Descartes: “Pienso, luego existo”; en consecuencia, los que no piensan—¡No existen!¡Dejan de existir!
- La Recompensa Será en la Segunda Venida del Mesías:
La única esperanza que tienen los hombres creyentes, es la resurrección del día postrero, cuando los “no existentes”vengan a la “existencia” nuevamente. Así lo entendió el profeta Daniel, cuando Elohim, al anunciarle su muerte, le dice: “Y tú irás hasta el fin, y reposarás, y te levantarás para recibir tu heredad al fin de los días” (Daniel 12:13).
Aquí es claro que Elohim no le habló a Daniel de una partida al cielo para estar con Él, después de su muerte física. No! lo que le dijo era que reposaría (=moriría) y que sería después levantado (=resucitado) para recibir su heredad o recompensa, al fin de los (no ‘sus’) días.
Entonces, la recompensa del fiel creyente se recibe sólo después que el Mesías haya vuelto y transformado a los vivos, y resucitado a los muertos, con inmortalidad. Pues bien, siendo que los fieles muertos no han recibido sus recompensas en el cielo, ni en ningún otro lugar, pues están muertos:
¿Qué recibirán en la resurrección?
- El Reino de Elohim en la tierra (Mateo 25:31,34).
- La vida eterna (Mateo 25:46).
- La gloria, honra y el poder (Colosenses 3:4, 1 Pedro 5:4)
- A Yahshua el Mesías mismo como nuestro hermano mayor (1 Tesalonicenses 4:17).
- El Evangelio del Reino de Elohim:
Lo que Las Sagradas Escrituras claramente enseñan es que el propósito final de la fe nazarena o la meta de la vida de los ungidos es “el Reino de Elohim”, o también llamado “el reino de (no, “en”) los cielos”. Sí, Yahshua habló muchísimo del ‘Reino de Elohim’ o ‘reino de los cielos’, lo cual ha hecho pensar a muchísimos eruditos en Biblia de que este es el tema central de toda a Biblia.
Las Sagradas Escrituras habla de la salvación, la cual pocos han llegado a comprenderla en su verdadera dimensión.
La mayoría de la cristiandad supone que la salvación no es otra cosa que recibir el perdón de nuestros pecados a fin de poder ganar el cielo.
Pero esta idea es totalmente ajena a las Escrituras, Las Sagradas Escrituras, como ya lo hemos probado.
Lo que Las Sagradas Escrituras enseña es que el evangelio del Mesías tiene poder para salvar a quienes lo aceptan por la fe. Es decir, el que cree en el evangelio de Yahshua el Mesías será salvo.
El apóstol Pablo es claro al decir que el evangelio es poder de Elohim para salvación para todo aquel que lo cree, sea judío o no judío (Romanos 1:16).
Las Sagradas Escrituras enseña que sólo hay un evangelio salvador (Gálatas 1:6-10), y no muchos evangelios como los que se están propagando hoy. Pero:
¿Qué significa evangelio?
Es sencillo, significa “Buenas nuevas” o “buenas noticias”. De modo que el Mesías vino traernos buenas noticias que se traducirán en nuestra salvación si las creemos de todo corazón.
Ahora bien: ¿De qué se tratan esas buenas noticias? Si yo le digo a usted que le traigo buenas noticias, y no le digo de qué se tratan, ¿le servirá de algo? Por cierto que no. Así que, como creyentes, averigüemos ahora mismo de qué se tratan esas buenas noticias de Yahshua el Mesías. De esa tarea depende nuestra salvación eterna! Veamos algunos textos cruciales:
Marcos 1:1,14,15 – “ (14) Después que Juan fue encarcelado, Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, (15) diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio”
Lucas 4:43 – “Pero él les dijo: Es necesario que también a otras ciudades anuncie el Evangelio del Reino de Elohim; porque para esto he sido enviado”
Mateo 24:14 – “Y será predicado este Evangelio del Reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin”
Lucas 9:2 – “ Y los envió a predicar el Reino de Elohim, y a sanar a los enfermos”
Lucas 8:1: “Aconteció después, que Jesús iba por todas las aldeas, predicando y anunciando el Evangelio del Reino de Dios, y los doce con él”
Hechos 8:12 – “Pero cuando creyeron a Felipe, que anunciaba el Evangelio del Reino de Dios y el nombre de Jesús el Mesías, se bautizaban hombres y mujeres”
Hechos 19:8 – “Y entrando Pablo la sinagoga habló con denuedo por espacio de tres meses, discutiendo y persuadiendo acerca del Reino de Dios”
Hechos 20:25: “Y ahora, he aquí, yo sé que ninguno de vosotros, entre quienes he pasado predicando el Reino de Dios, verá más mi rostro”
Hechos 28:23,30,31 – “Y habiéndole señalado un día, vinieron a él muchos a la posada, a los cuales les declaraba y les testificaba el Reino de Dios desde la mañana hasta a tarde, persuadiéndoles acerca de Yahoshúa, tanto por la ley de Moisés como por los profetas. Y pablo permaneció dos años enteros en una casa alquilada, y recibía a todos los que a él venían,predicando el Reino de Dios y enseñando acerca de Jesús el Mesías, abiertamente y sin impedimento”.
Hechos 14:22 – “…Es necesario que a través de muchas tribulaciones entremos en el Reino de Dios”.
Lucas 9:60 – “Jesús le dijo: Deja que los muertos entierren a sus muertos; y tú vé, y anuncia el Reino de Dios”
1ª Corintios 15:50 – “Pero esto digo, hermanos: Que la carne y la sangre no pueden heredar el Reino de Dios, ni la corrupción hereda a incorrupción”
Juan 3:3-5 – “Respondió Jesús le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo no puede ver el Reino de Dios. Respondió Jesíús: De cierto de cierto te digo, el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el Reino de Dios”
Santiago 2:5 – “Hermanos míos amados, oíd: ¿No ha elegido Dios a los pobres de este mundo, para que sean ricos en fe y herederos del reino que ha prometido a los que le aman?”
Marcos 12:34 – “Jesús entonces, viendo que había respondido sabiamente, le dijo: No estás lejos del Reino de Dios…”
Mateo 25:31-34 – “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria. Entonces el rey dirá a los de su derecha: Venid, benditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fundación del mundo”
Mateo 6:33 – “Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas”
1ª Tesalonicenses 1:5: “…para que seáis tenidos por dignos del Reino de Dios, por el cual asimismo padecéis”
2ª Pedro 1:11 – “Porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro Señor y salvador Jesús el Mesías”
Gálatas 5:19-21 – “Y manifiestas son las obras de la carne: adulterio, fornicación, inmundicia, lascivia…los que practican tales cosas no heredarán el Reino de Dios”
Hechos 1:3 – “A quienes también, después de haber padecido, se presentó vivo con muchas pruebas indubitables, apareciéndoseles durante cuarenta días, y hablándoles acerca del Reino de Dios”
Lucas 13:29 – “Porque vendrán del oriente y del occidente, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el Reino de Dios”
Lucas 18:24 – “Al ver Jesús que se había entristecido mucho, dijo: ¡Cuán difícilmente entrarán al Reino de Dios los que tienen riquezas!”
Todas estas citas bíblicas nos prueban que el evangelio o “buenas noticias” tiene que ver con algo llamado el Reino de Elohim.
Usted encontrará esa frase en muchísimos textos bíblicos, como una promesa para los creyentes consagrados al Maestro. Es algo que se puede ver y entrar, además es algo que el Mesías reinaugurará en su segunda venida con sus discípulos.
Al reino no se le puede ingresar con este cuerpo mortal, ya que requiere antes su transformación cuando El Mesías regrese. El Reino es algo que viene a la tierra, y un asunto que debemos buscar y pedir diariamente.
- El Reino de Elohim es el Gobierno del Mesías en la Tierra:
También el Reino de Elohim tiene que ver con un gobierno en la tierra, pues en innumerables pasajes a Yahshua se le llama “Príncipe de paz”, “Hombre noble”, “Rey”, “Deseado de todos los pueblos”, “Salvador”, “Mesías”, “Juez”, etc.
Sí, Yahshua vino predicar un nuevo gobierno mundial liderado por él y su leal congregación de discipulos, pues también se nos revela que Su gobierno será global, desde los ríos y mares más lejanos de la tierra.
Dice el Salmo 72:7,8:“Florecerá en sus días justicia, y muchedumbre de paz, hasta que no haya luna. Dominará de mar a mar, y desde el río hasta los confines de la tierra”
Así es, Yahshua ha prometido traer la justicia y la paz a la tierra—¿cómo?— con su gobierno mundial o también llamado: “el Reino del Mesías”.
En una ocasión Yahshua fue interrogado por Pilatos de la siguiente manera:
Juan 18:37 – “¿Luego, eres tú rey? Respondió Yahshua: Tú dices que yo soy rey. Yo para esto he nacido, y para esto he venido al mundo, para dar testimonio a la verdad…”
Aquí claramente Yahshua reconoce que es rey, y que vino al mundo para dar testimonio de esa verdad. Sin embargo poquito antes Yahshua había dicho: “Mi reino no es de aquí” (v.36), o sea del presente mundo o era maligna del diablo.
- La Esperanza Mesiánica:
Yahshua era esperado como el Mesías que gobernaría sobre Israel y que depondría a la tiranía romana sobre La Casa de Judá. Sí, el Mesías era esperado por La Casa de Judá como el libertador de la tiranía romana. Este líder era aguardado como aquel que reanudaría la dinastía del rey David en Jerusalém, la capital del Reino de Elohim. Y es que el reino davídico era el Reino de Elohim, el cual fue suspendido con el derrocamiento de su último rey judío Sedequías en 586 AC.
Lo que los paisanos de Yahshua no acababan de comprender es que la presencia del Mesías hace dos milenios tenía el propósito de llamar y de preparar a los herederos del reino, es decir, a sus elegidos o su iglesia. Yahshua vino a traer consuelo, y a salvar a los pecadores, para hacerlos dignos y aptos para su reino venidero de justicia. Recuerde Jacobo (Santiago) 2:5, en donde Santiago enseña que Elohim escogió a los pobres de este mundo para convertirlos en reyes y co-gobernantes en el reino del Mesías.
En Apocalipsis 2:26 se lee: “Al que venciere y guardare mis obras hasta el fin, yo le daré autoridad sobre las naciones”
La Congregación de discípulos del Mesías ha sido llamada para cumplir con el plan maestro de Elohim para la transformación de la sociedad humana que se encuentra en decadencia absoluta.
Dice San Juan en Apocalipsis 5:10: “Y nos has hecho para nuestro Elohim reyes y sacerdotes, y reinaremos sobre la tierra”
Pues bien, nótese que Los discípulos están llamados a reinar con El Mesías sobre la tierra, y no desde el cielo, como algunos aún creen erradamente.
El Reino del Mesías será en la tierra, no en el cielo, y durará mil años o diez siglos corridos. Dice Iojanán (Juan) en Apocalipsis 20:6: “…y reinarán con él mil años”.
Además, en Apocalipsis 3:21 hay más información de la herencia de la iglesia. Juan escribe lo siguiente:
“Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono”
- El Trono del Mesías y su Ubicación:
Siendo que el Mesías tiene su trono propio el cual compartirá con su amada Congregación, es lógico preguntarse:
¿Qué es ese trono, y dónde estará?
El trono del Mesías es el trono de David su padre. En Lucas 1:31-33 el ángel Gabriel le dice a María, la madre de Yahshua, lo siguiente:
“Y ahora, concebirás en tu vientre, y darás a luz un hijo, y llamarás su nombre Jesús. Este será grande, y será llamado Hijo del Altísimo; y YHWH Elohim le dará el trono de David su padre; y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin”
Este anuncio del ángel Gabriel no es creído en su forma literal, y más bien ha sido “espiritualizado” o “alegorizado” por algunos.
Pero lo cierto es que el Mesías tomará el trono de su ancestro David, y lo hará suyo, como el legítimo heredero al trono hebreo en Israel (=la casa de Jacob).
Es por eso que Mateo comienza su escrito diciendo:
“Libro de la genealogía de Jesús el Mesías, hijo de David, hijo de Abraham” (Mateo 1:1).
Sí, el reino de David, y el de sus descendientes, era el Reino de Elohim, cuya capital estaba localizada en la amada Jerusalém (1 Crónicas 28:5). Esa dinastía suspendida desde 586 AC será reanudada con Yahshua el Mesías, el hijo de David.
Efectivamente, Yahshua restaurará el reino de su ancestro David cuando regrese en gloria desde el cielo (Lucas 19:11,12; Daniel 7:13,14: Mateo 25:31,34; Hechos 1:3,6,7).
También Yahshua admite que Jerusalém es la ciudad escogida y amada del gran rey del Reino de Elohim (Mateo 5:33-35).
Sí, Yahshua llama a Jerusalém: La ciudad del gran rey. Y esto va en concordancia con los dicho por Jeremías en el capítulo 3 y verso 17 de su libro: “…llamarán a Jerusalém, trono de YHWH…”.
Este hecho profético, de una Jerusalém como el centro del mundo de mañana, es significativo.
Hoy las naciones árabes quieren retomar Jerusalém, desde que esta ciudad pasó a manos de La Casa de Judá en Mayo de 1948. Después de dos milenios de destierro y diáspora del pueblo judío, éstos han recuperado su territorio de la promesa. Y en Junio de 1967, en la guerra de los seis días, la amada ciudad capital de David, Jerusalém, es reconquistada.
Esto vino como cumplimiento de la profecía de Yahshua dada en Lucas 21:24, que dice: “…y serán llevados cautivos a todas las naciones; y Jerusalém será hollada por los gentiles, hasta que los tiempos de los gentiles se cumplan”.
Sí, las naciones extranjeras (romanos, árabes, turcos, e ingleses), pisotearon Jerusalém durante el destierro los judíos, hasta que en la segunda mitad del siglo XX esta amada ciudad pasó a manos de ellos.
- Los Pueblos serán Regidos con Vara de Hierro:
Cuando El Mesías y su iglesia comiencen a gobernar este mundo, lo harán con mano firme y con autoridad de Elohim. Sí, Las Sagradas Escrituras hablan que el Mesías regirá con vara de hierro, y esto supone que no será un gobierno débil o defectuoso.
Dice Apocalipsis 12:5 – “Y ella dio a luz a un hijo varón que regirá con vara de hierro a todas las naciones…”
Muchos pueblos de la tierra han sido tratados duramente por sus gobernantes impíos y ateos, los cuales no han logrado durar o ganarse el afecto permanente de sus simpatizantes. Y es que ellos mismos no han tenido la sabiduría que viene de lo alto para corregir los males de la sociedad humana.
Muchos han gobernado a espaldas de Elohim, y sólo han buscado su beneficio económico y de los que los rodean y adulan. No obstante, el gobierno del Mesías y de sus discípulos, transformada en divina, y llena del Espíritu Santo, sabrá solucionar los males más comunes de la sociedad humana, como son los crímenes, las injusticias, las explotaciones, las miserias, los vicios, las enfermedades, la polución, el hambre, las plagas, etc. Estas son buenas noticias en verdad.
Entonces se cumplirá la profecía de 2 Pedro 3:13,14 que dice:“Nosotros esperamos según sus promesas, nuevos cielos y nueva tierra donde mora la justicia”.
Sí, “una nueva tierra de justicia” (no “el cielo”) es nuestra esperanza, pues Yahshua mismo lo dijo: “Los mansos heredarán la tierra” (Mateo 5:5).
¿Que es el infierno entonces?
“Estos sufrirán la pena de eterna destrucción y exclusión de la presencia del [Maestro] y de la gloria de su poder, cuando venga en aquel día.” (2 Tesalonicenses 1:9, 10 (Versión Latinoamericana, evangélica).
La mayoría de nosotros hemos creído que los impíos tendrán vida eterna en el infierno, lo cual muchos saben que es una mentira. La vida eterna viene únicamente mediante la aceptación del sacrificio expiatorio del Mesías. La vida y la muerte son términos opuestos y excluyentes. La vida eterna es para los justos y la muerte para los impíos, esto se dice una y otra vez en todas las Escrituras, centenares de veces.
Un entendimiento correcto de este tema es casi una necesidad para la perseverancia espiritual. Por siglos ha sido la enseñanza de la iglesia oficial que el Creador, antes de crear al hombre, había preparado un gran abismo de fuego y terrores, capaz de contener a todos los billones de seres humanos que él se propuso premeditadamente traer a la existencia con el propósito de arrojarlos allí, y a ese abismo lo llamó infierno; y que todas las promesas y amenazas de la Biblia fueron diseñadas para prevenir a cuantos fuere posible (un rebaño pequeño) de practicar el mal que haría de ese terrible lugar su hogar eterno.
“Infierno” es una palabra latina
El Antiguo Testamento fue escrito en hebreo, y el Nuevo Testamento en griego. La palabra infierno es una palabra latina seleccionada algunas veces por los traductores de la Biblia española para expresar el sentido de la palabra hebrea sheol y de las griegas hades, guehena y tártaro.
La palabra infierno en el español antiguo simplemente significaba oculto, escondido, o cubierto. Y lo mismo en inglés. En la literatura inglesa antigua se hallan registros que hablan de “infernar” papas -es decir, poner papas en hoyos- y de “infernar” una casa, refiriéndose a ponerle techo. La palabra infierno (hell) se usó entonces apropiadamente como sinónimo de las palabras enterrar y hoyo, para traducir las palabras sheol y hades como significando la condición secreta u oculta de la muerte.
La palabra hebrea sheol ocurre sesenta y cinco veces en el Antiguo Testamento. En la VersiónReina-Valera, revisión del 1960, se vertió sheol como “Seol” 63 veces y “sepulcro” 2 veces. Pero en la Reina-Valera más antigua, del 1934, sheol se traduce “sepulcro” 31 veces; “sepultura” 13; “infierno” 11; “abismo” 3; “profundo” 3; “huesa” 2; “hoyo profundo” una vez; y “fosa” una vez.
Si los traductores que hicieron la revisión del 1960 no hubieran estado comprometidos con el error, habrían hecho más para ayudar al estudiante de las Escrituras que meramente transliterar la palabra hebrea sheol y la griega hades como lo han hecho. Debieron haber traducido esas palabras, sin embargo nos ofrecen las palabras sheol y hades sin traducir, y así pueden llevar a algunos a suponer que estas palabras significan lo mismo que la palabra infierno, según su significado moderno pervertido. Sin embargo, cualquiera puede ver que si fue apropiado traducir la palabra sheol tantas veces como sepulcro y sepultura en el 1934, no habría sido impropio traducirla siempre así en el 1960.
Una peculiaridad que debe observarse al comparar estos casos, como haremos en breve, es que los pasajes en los que la idea de un tormento seria absurda, los traductores de la Versión Reina-Valera han usado las palabras sepultura u hoyo; mientras que en los demás casos han usado la palabra infierno, y el lector entrenado por tanto tiempo en la idea del tormento eterno, lee la palabra infierno y piensa en ella como que significa un lugar de tormento en vez de la sepultura o el lugar oculto.
Por ejemplo:
Al comparar Job 14:13 con Salmo 9:17. El primero dice: “¡Oh quién me diera que me escondieses en el sepulcro (sheol);” mientras el último dice: “Los malos serán trasladados al infierno (sheol). ” La palabra hebrea es la misma en ambos casos, no hay razón para que no se use la misma palabra sepulcro en ambos. ¡Pero cuán absurdo sería que Job le pidiera al Todopoderoso que lo escondiera en un infierno de tortura eterna! Como notamos antes, la palabra hebrea sheol ocurre 65 veces en el antiguo Testamento, y en todos los casos significa lo mismo. No significa un lago de fuego y azufre, ni nada que se le parezca, en lo más mínimo. Todo lo contrario, en vez de un lugar de fuego ardiente, se lo describe en el contexto como un lugar oscuro (Job 10:21); en vez de un lugar donde se oyen gritos y lamentos, se lo describe en el contexto como un lugar de “silencio” (Salmo 115:1 7); en vez de representar de manera alguna dolor y sufrimiento, el contexto lo describe como un lugar de “olvido” (Salmo 88:11,12). “En el sepulcro (sheol), a donde vas, no hay obra, ni trabajo, ni ciencia, ni sabiduría. ” -Eclesiastés 9:10. (¡Hasta en la revisión del 1960 tradujeron aquí sheol como “sepulcro”!)
El significado de sheol es el “lugar oculto”, según se aplica a la condición del hombre en la muerte, en la cual todo está oculto, excepto para el ojo de la fe; de ahí que por asociación apropiada la palabra se usara a menudo en el sentido de sepultura -la tumba, el lugar oculto, o el lugar después del cual solamente los que tienen iluminado el ojo del entendimiento pueden ver una resurrección, o la restitución del ser. Y nótese particularmente que esa misma palabra sheol se traduce 31 veces como “sepulcro”, 13 como “sepultura”, y “hoyo profundo” y “fosa” dos veces en nuestra versión Reina-Valera antigua, por los mismos traductores, más veces que las que se tradujo ” infierno. ” En el caso de Jonás, el lugar oculto, o sepulcro, era el vientre de un pez enorme, donde Jonás estuvo sepultado vivo y desde donde clamó al Todopoderoso.
- La Tierra Será un Paraíso:
Elohim creó a la primera pareja humana y la puso en un jardín hermoso, o también llamado parque, o “paraíso edénico”. Adán y Eva podrían disfrutar de los frutos de los árboles y de los productos de la tierra sin tener que sufrir para ganárselos. La maldición no era algo conocido para ellos, sino las bendiciones del Creador.
Sí, la tierra será un verdadero paraíso de Elohim, pues dice Isaías 51:3:
“Ciertamente consolará YHWH a Sión; consolará todas sus soledades, y cambiará su desierto en paraíso, y su soledad en huerto de YHWH; se hallará en ella alegría y gozo, alabanza y voces de canto”
Sin duda Elohim preparó todo para los humanos, dándoles aire puro, animales dóciles, frutos sanos y sin plagas, agua pura y sin la contaminación por los desechos químicos o bacteriológicos, una tierra fértil, etc. Y lo más importante aún es que ellos no fueron creados para morir, sino para vivir eternamente.
Su desgracia se originó por su desobediencia y rebelión hacia Elohim y sus leyes. La salud, la paz, la felicidad, y la longevidad serán restauradas, y los animales no serán violentos ni amenazadores. Los ejércitos del mundo habrán desaparecido de la faz de la tierra, así como los idiomas, las fronteras, las clases sociales, la pobreza, las enfermedades, las plagas, las contaminaciones, los vicios, la deforestación, los desiertos, las sequías, la explotación, los desamparados, los cojos, los ciegos, los mancos, los paralíticos, los que sufren de enfermedades mentales, los enajenados, los retardados, los atormentados, los angustiados, los resentidos, etc.
En el Salmo 115:16 leemos algo que es muy significativo e iluminador:
“Los cielos son los cielos de YHWH; y ha dado la tierra a los hijos de los hombres”
Aquí hay un plan de Elohim. Los cielos son para Elohim, y la tierra para los hombres. El propósito de Elohim es que la tierra sea habitada por los hombres que el creó (Isaías 45:12). Pero también es cierto que Elohim se opone firmemente a los hombres que están destruyendo su creación, a través de la falsa ciencia, que ha originado la contaminación del agua, aire, alimentos, etc (Apocalipsis 11:18).
- Un Divino “Nuevo Orden Mundial” con Gente Recta:
En el Salmo 37 encontramos hermosos versículos que nos hablan de una tierra “nueva” en donde las cosas malas del pasado habrán desaparecido por completo. Veamos algunos pasajes:
Verso 9: “Porque los malignos serán destruidos, pero los que esperan en YHWH, ellos heredarán la tierra”.
Verso 11: “Pero los mansos heredarán la tierra, y se recrearán con abundancia de paz”.
Verso 22: “Porque los benditos de él heredarán la tierra; y los malditos de él serán destruidos”.
Verso 29: “Los justos heredarán la tierra, y vivirán para siempre sobre ella”.
El hijo del rey David, Salomón, dijo:
Proverbios 2:21 – “Porque los rectos habitarán la tierra, y los perfectos permanecerán en ella”
Proverbios 10:30 – “El justo no será removido jamás; pero los impíos no habitarán la tierra”
Notemos que el sabio Salomón afirma que los rectos, justos y perfectos habitarán la tierra, y no serán removidos de ella. Esto es muy interesante, dado que la teología tradicional ha enseñado lo contrario, diciendo que los hombres justos y rectos serán removidos de la tierra al cielo para vivir como angelitos alados, y tocando un arpa celestial.
Pero, ¿quiénes son los perfectos?
Las Sagradas Escrituras responde a esta pregunta muy directamente. En una ocasión Yahshua les dijo a sus discípulos:
Mateo 5: 48 – “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”
Aun Yahshua el Mesías, el Hijo de Elohim, hará de la tierra su habitación, pues él mismo es el más grande justo de todos los tiempos. Dicen Las Sagradas Escrituras que Yahshua era un hombre justo en Mateo 27:19,24; Lucas 23:47; Hechos 7:52; 22:14.
También se afirma que los creyentes fieles son justos, y en consecuencia, son ellos los que heredarán la nueva tierra de justicia en el reino del Mesías (Romanos 3:26; 5:19).
- El Reino de Elohim es Básicamente para los Desposeídos del Mundo:
Es lógico suponer que los ricos no se interesen por un mundo de justicia y de prosperidad para todos, ya que ellos tienen todo lo que algunos quisieran tener ahora. Ellos no tienen mayor necesidad material o espiritual, pues se creen los amos y señores del mundo.
Dice Santiago 2:5 que “Elohim escogió a los pobres de este mundo para que sean ricos en fe, y herederos del reino que ha prometido a los que le aman”
También encontramos la sentencia de Yahshua el Mesías para los ricos de este mundo:
Lucas 18:24 – “¡Cuán difícilmente entrarán al Reino de Elohim los que tienen riquezas!”
De modo que aquí tenemos que el reino o gobierno del Mesías, en la era venidera, estará compuesto mayormente por personas que hoy no tienen casi nada, y que no han recibido, probablemente, una educación formal en un colegio, o en alguna universidad. Recordemos que los discípulos del Mesías estaban constituidos por gente iletrada, o del vulgo, pero que aceptaron la esperanza del reino o gobierno del Mesías como un niño acepta una promesa o un regalo. Dice Yahshua:
Lucas 18:17 – “De cierto os digo, que el que no recibe el Reino de Elohim como un niño, no entrará en él”
Hoy las naciones ricas explotan a las pobres otorgándoles préstamos que se les hacen imposibles de pagar. Éstas sólo pueden pagar parte de los intereses, que de hecho ya son altos. Los gobernantes no tienen la posibilidad de lograr el contentamiento de sus gobernados, pues tienen que destinar la mayor parte de sus ingresos al pago de la deuda externa. Siempre habrá inconformidad e insatisfacción dentro de cualquier nación del mundo donde pesa la deuda externa.
- Un Mensaje Poco Popular:
El mensaje del Mesías sobre un reino en la tierra, con un rey que viene del cielo para regir el mundo desde Jerusalém, no es creído tan fácilmente. Y es que después de haberse enseñado por siglos una doctrina totalmente distinta, y fuera de este mundo, a las personas se les hace difícil aceptar una doctrina que concentra las esperanzas mesiánicas en la tierra.
Para esas personas, nuestra propuesta mesiánica sabe a “judaísmo” y no a “cristianismo ortodoxo”. Pero los tales se olvidan que el Mesías era un Judío, e igualmente todos sus apóstoles. La primera iglesia en Jerusalém era judía, y aun las Escrituras Hebreas que se usaban y se usan aún hoy son precisamente eso—Hebreas. Incluso Los Escritos Mesiánicos (N.T.) fueron escritos mayormente por Hebreos.
- La Salvación Viene de los Judíos:
Sí, los “antisemitas cristianos” debieran recordar lo dicho por el mismísimo Yahshua, su Señor y Maestro:
Juan 4:22 – “Vosotros adoráis lo que no sabéis; nosotros adoramos lo que sabemos; porque la salvación viene de los judíos”
Esta es una crucial declaración de nuestro Señor Yahshua el Mesías que ha sido ignorada por muchos. Algunos cristianos, por muchísimos siglos, han mantenido una posición antisemita, o antijudía, persiguiendo y matando a miles de Judíos en Europa y cerrando los ojos ante la barbarie Nazi de la Segunda Guerra Mundial.
Algunos ahora piden perdón por su ignorancia pasada contra los judíos, aunque en la práctica no llegan a entender que al pueblo Hebreo Elohim le ha prometido la tierra santa, y no a los árabes (Génesis 12:3, 13:15;15:18; 21:10). Estos a través de sus representantes, están impulsado hacer de Jerusalém una ciudad dividida o internacionalizada para que sea gobernada por árabes y judíos por igual, ignorando así las Palabras de Elohim sobre el asunto.
En Romanos 11:1,2 el Hebreo Pablo afirma que Elohim no ha rechazado a su pueblo al cual conoció primero. Estas son sus palabras:
“Digo, pues: ¿ha desechado Elohim a su pueblo? En ninguna manera. Porque también yo soy israelita, de la descendencia de Abraham, de la tribu de Benjamín. No a desechado Elohim a su pueblo, al cual desde antes conoció…”
Además, él mismo afirmó:
Romanos 9:4 – “Que son israelitas, de los cuales son (no “eran”) la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, el culto y las promesas”
Por otro lado, Pablo sostiene que el actual estado de incredulidad hacia el Mesías de los judíos tiene como fin el ingreso de los no judíos al pueblo de Elohim. Los que desecharon a Yahshua son reemplazados por gentiles o no judíos, y de ese modo el pueblo de Elohim es un pueblo mixto de creyentes que han aceptado el evangelio salvador del Mesías. No obstante, el apóstol Pablo sigue afirmando que el árbol de olivo, que representa al pueblo Hebreo, y su rica savia, que representa los pactos y promesas de Elohim, “nutren” a los gentiles y no al revés (Romanos 11:17-25).
Las promesas hebreas serán también compartidas por los creyentes que no son judíos, porque han creído en el Mesías y en su Buena Noticia (Evangelio) del Reino. Leer también Efesios 2:11-19 para hallar más luz sobre este tema profundo. Yo espero que el Espíritu Santo pueda guiar al lector de este estudio para que comprenda el plan de Elohim.
Si, el pueblo Hebreo o llamado también Judío o israelita, tiene una preferencia o predilección de parte de Elohim. Pablo vuelve a decir:
Romanos 11:28 – “Así que en cuanto al evangelio, son enemigos a causa de vosotros; pero en cuanto a la elección, son amados por causa de los padres”
¿Quiénes son los padres?
La respuesta es que son los patriarcas Abraham, Isaac y Jacob, y también David. A Abraham, Elohim le dijo que él sería bendición para toda la humanidad (Génesis 12:1)—¿Cómo? A través de su simiente o descendencia.
Sí, Abraham procrearía un hijo, el cual, a su vez, procrearía a otro hasta llegar a Yahshua el Mesías, el hijo de la promesa final. A Abraham Elohim le promete, además, darle una tierra, la cual sería la sede de su reino—el reino milenario de Elohim (Génesis 13:15;15:18; 1 Crónicas 28:5).
Sí, Elohim le dijo a Abraham que tendría un hijo especial que sería para la bendición del mundo entero. Este hijo sería un gobernante o soberano mundial que traería la justicia y la paz nunca antes vistas por hombre alguno. Es por eso que Mateo comienza su evangelio diciendo que el Mesías es hijo de Abraham e Usted Puede ser Un Hijo de Abraham:
Este es su potencial como un hijo de Elohim y el propósito de su vida en el Mesías. Dice Pablo en Gálatas 3:16,29:
“Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es El Mesías . Y si vosotros sois del Mesías, ciertamente linaje de Abraham sois, y herederos según la promesa”.
Y también Pablo dice:
Gálatas 3:7-9 – “Sabed, por tanto, que los que son de fe, éstos son hijos de Abraham. De modo que los de la fe son bendecidos con el creyente Abraham”
Sí, usted puede ser un hijo de Abraham, y ser bendecido con él de las promesas de Elohim. Recuerde que Elohim le prometió a Abraham lo siguiente:
Génesis 13:15 – “Porque toda la tierra que ves, la daré a ti y a tu descendencia para siempre”
Y como ya vimos en Gálatas 3:16,29, la descendencia principal y singular es El Mesías . Por tanto Abraham y El Mesías heredarán el mundo. También dice Pablo de Yahshua:
Romanos 4:13 – “Porque no por la ley fue dada a Abraham o a su descendencia la promesa de que sería heredero del mundo, sino por la justicia de la fe”
No obstante, si usted es un discípulo del Mesías, y cree en el mensaje del Evangelio del Reino, usted es constituido inmediatamente en otro hijo de Abraham, y también en hijo de Elohim y con iguales derechos que el Mesías para heredar las promesas de la herencia del mundo. Dice Pablo al respecto:
Romanos 8:17 – “Y si hijos, también herederos; herederos de Elohim y coherederos con El Mesías , si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados”
Si amigos, ni Yahshua, ni nosotros, viviremos en el cielo con Yahshua. Lo que Las Sagradas Escrituras en verdad enseñan es que viviremos en esta tierra hecha nueva, con El Mesías y los salvos, es decir: Los que han creído en el Mesías y en su Evangelio (O Buena Noticia) del Reino, y han hecho de éstos, el objeto o la razón de su existencia.
El Mesías y su iglesia están llamados a regir el venidero mundo de justicia, cuando se reinaugure el gobierno o Reino de Elohim en la tierra, al regreso del Mesías a la tierra con gloria y poder desde los cielos. Este es el destino final de los elegidos de Elohim—¡No una estada eterna en el cielo!.
- El Cielo no fue la Promesa del Mesías:
En Juan capítulo 13, y verso 33, Yahshua fue claro al decirles a sus discípulos:
“Hijitos, aún estaré con vosotros un poco. Me buscaréis; pero como dije a los judíos, así os digo a vosotros ahora: A donde yo voy, vosotros no podéis ir”
¡Sorprendente! Yahshua fue claro al decirnos que nosotros no podemos ir al cielo donde él regresaba. Entonces, si no podemos ir al cielo: ¿dónde iremos o estaremos con Yahshua?
La respuesta la da Yahshua en el siguiente capítulo (el 14) y verso 3:
“Y si me fuere y os preparare lugar, vendré otra vez, y os tomaré a mi mismo, para que donde YO ESTOY, ustedes también estéis”
Nótese que Yahshua es claro al decir que nosotros estaremos en el mismo lugar donde él está cuando pronuncia la promesa. Ahora bien, Yahshua no estaba en el cielo, sino en la tierra prometida. De modo que la frase: “para que DONDE YO ESTOY” no es el cielo, sino la tierra. Y es en la tierra prometida donde él va a estar con nosotros—¡No en el cielo!
Muchos creyentes no se han puesto a meditar seriamente en lo dicho por Yahshua en Juan 14:3. Además, Yahshua va al cielo para prepararnos un lugar ¿qué lugar es ése?¿Se contradice El Mesías ? De ningún modo!
Ahora regresemos a los vers. 1 y 2 de Juan 14, para adquirir más luz y entendimiento del lugar que Yahshua nos está preparando en el cielo.
Dicen los versículos 1 y 2 así: “No se turbe vuestro corazón; creed en Elohim, creed en mí. En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros”
Las Sagradas Escrituras no se contradicen, y menos El Mesías. De modo que tenemos que armonizar las Escrituras escudriñando cada palabra del texto. En primer término, Yahshua dice que él estaba por regresar al cielo en donde se halla algo. Ese algo es: ‘La casa de su Padre’. Sí, Yahshua regresó a la casa de Su Padre que está localizada en el cielo. Como toda casa o mansión, ésta tiene necesariamente aposentos o habitaciones para los hijos del Padre, y los invitados. Obviamente, Elohim, como Padre de familia, tiene su propia habitación, y también un gran salón donde tiene su trono.
Ahora bien, esto parece increíble, pero recordemos que Yahshua mismo dijo que el templo de Jerusalém, al cual se le había convertido en un mercado de ladrones, era la casa de su Padre. Lea por favor lea Juan 2:16. Aquí Yahshua dice, al momento que expulsaba a los mercaderes del templo: “…y no hagáis de la casa de mi Padre casa de mercado”.
Ahora note que al templo de Jerusalém, Yahshua lo llama: “la casa de mi Padre”. Sí, el templo de Jerusalém era la casa de Elohim el Padre. ¡Sorprendente! Un Elohim con su propia casa en la tierra. Los Israelitas adoraban al Padre en ese templo, aunque no tenían acceso al santísimo, donde moraba él por medio de su Espíritu. Sólo el Sumo Sacerdote tenía acceso a él, no el pueblo. Con ese templo, los Israelitas sentían la presencia de Elohim en sus vidas, y lo “veían” cerca de ellos.
Pero en Juan 14:2, Yahshua habla de que en el cielo hay otra casa de Elohim Padre. Esa casa tiene moradas, así como el templo Israelita las tenía. Además, esa casa celestial tiene las características del templo en Jerusalém de los tiempos de Yahshua, con lugares sagrados, y aposentos para los diferentes servidores. Aún ese templo o casa celestial tiene un lugar llamado el Santísimo, donde mora Elohim.
Esta verdad de un templo, casa o edificio celestial se deja ver en Hebreos 9:24. Pablo dice:
“Porque no entró El Mesías en el santuario hecho de mano FIGURA DEL VERDADERO, sino al cielo mismo para presentarse ahora por nosotros a Elohim”
Nótese que en el cielo hay un santuario VERDADERO, el cual tuvo uno pequeño (como figura) en la tierra de Israel. Así como el Sumo Sacerdote entraba en el santuario terrenal para ofrecer sacrificios por los pecados de los israelitas; así El Mesías , como Sumo Sacerdote, se ofreció a si mismo por los pecados del mundo, y tiene todo el derecho de estar ante la presencia de Su Padre Elohim, y de abrirnos el paso a nosotros hacia el trono de la gracia igualmente.
Ahora somos parte de la familia de Elohim como hijos suyos, y con el derecho de estar frente a él y de morar en su casa o santuario verdadero, el cual es más amplio. Dice Pablo en Hebreos 9:11:
“Estando ya presente El Mesías , sumo sacerdote de los bienes venideros, por el más amplio y más perfecto tabernáculo, no hecho de manos, es decir, no de esta creación”
- El Santuario Bajará a la Tierra:
He aquí el punto crucial: Nosotros no iremos al cielo para entrar al santuario o tabernáculo verdadero.
¿Por qué?
¡Porque éste bajará a la tierra, y Elohim estará con los hombres!
Esta es una verdad ignorada por las iglesias tradicionales que han vivido a espaldas de las Escrituras Sagradas. Veamos algunos textos:
Apocalipsis 21:3 – “Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalém, descender del cielo de Elohim, dispuesta como una esposa ataviada para su marido. Y oí una voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Elohim con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Elohim mismo estará con ellos como su Elohim”
Nótese que se habla de que este tabernáculo está estrechamente relacionado con una ciudad celestial (¿la casa del Padre?), y que desciende a la tierra para que Elohim more con los hombres.
Por eso, no es de extrañar que Abraham, el padre de la fe, esperara por esta ciudad o tabernáculo de Elohim para que Elohim reine entre los hombres finalmente. Dice Pablo de Abraham, nuestro padre de la fe, lo siguiente:
Hebreos 11:8-10 – “Por la fe Abraham, siendo llamado, obedeció para salir al lugar que había de recibir como herencia; y salió sin saber a dónde iba. Por la fe habitó como extranjero en la tierra prometida, morando en tiendas con Isaac y Jacob, coherederos de la misma promesa; porque esperaba la ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Elohim”
Por eso Pablo pudo decir con confianza:
Hebreos 3:14 – “Porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la porvenir”
Es claro, entonces, que hay un futuro promisorio para nuestro planeta, cuando Elohim y sus ángeles (los verdaderos extraterrenos) radiquen en nuestro mundo para transformar el orden de cosas presente que es diabólico.
Contrario a lo predicado por las religiones de hoy, Yahshua sí volverá a pisar este mismo planeta para transformarlo. Recordemos la promesa de los dos ángeles, cuando Yahoshúa ascendía al cielo:
Hechos 1:11 – “…varones galileos, ¿porqué estáis mirando al cielo? este mismo Yahshua, que ha sido tomado de vosotros al cielo, así vendrá como lo habéis visto r al cielo”
Por eso Pablo el Emisario pudo decirle a Tito con verdad sobre este extraordinario suceso:
Tito 2:13 – “Aguardando la esperanza bienaventurada y la de nuestro gran Elohim y salvador Yahshua el Mesías”
También le dijo a Timoteo:
1ª Timoteo 1:1 – “Pablo, apóstol de Yahoshúa el Mesías por mandato de Elohim nuestro Salvador, y del Maestro Yahoshúa el Mesías nuestra esperanza”
También Pablo expresó confiadamente lo siguiente al joven Timoteo:
2ª Timoteo 4:1, 6-8 – “Te encarezco delante de Elohim y del Maestro Yahshua el Mesías, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino…Porque yo ya estoy para ser sacrificado, y el tiempo de mi partida está cercano. He peleado la buena batalla, he guardado la carrera, he guardado la fe. Por lo demás, me está guardada la corona de justicia, el cual me dará YHWH, juez justo, en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que aman su venida”
- El Significado de La Gloria:
Shimón Kefá (Pedro) dijo:
1ª Pedro 5:10 – “Mas el Elohim de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Yahshua el Mesías, después de que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca, y establezca”
Y Shaul (Pablo) también dice lo mismo cuando escribió:
1ª Tesalonicenses 2:12 – “Y os encargábamos que anduvieseis como es digno de Elohim, queos llamó a su reino y gloria”
En otros pasajes, la palabra “reino” es intercambiable con la palabra “gloria”, como se puede descubrir comparando Mateo 20:21 y Marcos 10:37.
Mateo 20:21 dice:
“Él le dijo: ¿Qué quieres? Ella le dijo: Ordena que en tu reino se sienten estos dos hijos míos, el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda”
Marcos 10:37 dice:
“Ellos le dijeron; Concédenos que en tu gloria nos sentemos el uno a tu derecha, y el otro a tu izquierda”.
Entonces la gloria prometida a los creyentes fieles no es otra cosa que participar como protagonistas en el reino del Mesías. Esta glorificación no puede suceder antes de que aparezca el Mesías en el mundo por segunda vez, pues dice Pedro:
Romanos 8:18 – “Y cuando aparezca el Príncipe de los pastores, vosotros recibiréis la corona incorruptible de gloria”.Y también Pablo dice: “Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”
De modo que Shaul (Pablo) y Shimón Kefá (Pedro), dos grandes Emisarios (o apóstoles) del Maestro, esperaban su gloria futura cuando El Mesías apareciese en el mundo a resucitarlos en el día final del mundo.
- La Inmortalidad de los Creyentes:
No hay gloria sin inmortalidad, ni inmortalidad sin gloria. Pablo establece muy claramente esta verdad al decir:
Romanos 2:6-7 – “El cual pagará a cada uno conforme a sus obras: vida eterna a los que, perseverando en bien hacer buscan gloria, y honra, e inmortalidad”
Notemos que si la gloria es aún futura, también lo es la inmortalidad. Esto significaría que ningún hombre tiene un alma inmortal inherentemente en él. Y si esta conclusión es razonable, entonces ningún difunto parte al cielo, o al infierno, o en el mejor de los casos, al purgatorio, a través de sus supuestas “almas inmortales”. Nótese que Pablo dice que estamos en la búsqueda de la inmortalidad, lo cual claramente implica que no la tenemos ahora.
Además, ya hemos visto que la vida eterna se recibirá cuando El Mesías regrese por segunda vez, y no antes. Dice Yahshua al respecto:
Mateo 25: 31-32,46 – “Cuando el Hijo del Hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará en su trono de gloria…e irán éstos (“las cabras”) al castigo eterno, y los justos a la vida eterna”
Si los justos difuntos están ahora en el cielo como “almas inmortales”,
¿qué sentido tendría que estos difuntos reciban la vida eterna si ya la tienen al momento de “ascender al cielo” en ocasión de sus muertes?
- La Naturaleza Divina:
Dice Pedro sobre nuestra futura naturaleza divina, así:
2ª Pedro 1: 3-6,11 – “Como todas las cosas que pertenecen a la vida y a la piedad…nos ha dado preciosas y grandísimas promesas, para que por ellas llegaseis a ser participantes de la naturaleza divina…porque de esta manera os será otorgada amplia y generosa entrada en el reino eterno de nuestro señor y salvador Yahoshúa el Mesías”
Nótese que entrar al reino venidero es adquirir la naturaleza divina, lo que también significa: Inmortalidad.
El Mesías, ciertamente, ascendió al Padre en el mismo cuerpo en el que fue sepultado, aunque había sido cambiado de un cuerpo mortal (sujeto a la muerte) a un cuerpo inmortal (incapaz de morir), pero era el mismo cuerpo. Las cicatrices en sus manos, pies y costado fueron la razón misma, parece, por la que Tomás se convenció de que Yahshua había en verdad resucitado de los muertos. El apóstol Pablo lo explica así:
“He aquí les digo [les explico] un misterio. No todos dormiremos [moriremos], pero todos seremos transformados, en un momento, en un abrir y cerrar de ojos, a la final trompeta. Porque sonará la trompeta, y los muertos se levantarán incorruptibles, y esta naturaleza [o cuerpo] mortal se vestirá de inmortalidad. Cuando esto corruptible [el cuerpo] se vista de incorrupción, y esto mortal se vista de inmortalidad, entonces se cumplirá el dicho que está escrito: La muerte es tragada en victoria. Oh muerte, ¿dónde está tu victoria? Oh muerte, ¿dónde está tu aguijón?” (1Cor. 15:52-55 Revised Standard Version).
Nosotros los mortales ganamos la victoria sobre la muerte y el sepulcro mediante Yahshua el Mesías porque, así como él se levantó de los muertos a inmortalidad, nosotros también nos levantaremos de los muertos a inmortalidad. (1Cor. 15:42-44; Rev. 20:4-6). Este cambio se realiza cuando los muertos salgan de sus tumbas en la primera resurrección. Al mismo tiempo, los santos vivos serán transformados en un momento (a inmortalidad) para recibir a Yahshua en el aire. (1Tes. 4:13-18). Esto será cuando suene la última (y séptima) trompeta (1Cor. 15:52; 1Tes. 4:16; Mat. 24:31; Rev. capítulos 8-11, especialmente 10:7 y 11:15).
Las Escrituras nos dicen que aun cuando no podamos entenderlo, seremos “como él” (Yahshua) cuando aparezca otra vez (1Juan 3:2). Job, el antiguo santo, nos ayudó a entender mucho cuando dijo:
“Porque yo sé que mi Redentor vive, y que él se levantará en el último día sobre la tierra. Y aunque los gusanos de mi piel destruyan mi cuerpo, aun en mi carne veré a Elohim; a quien yo veré por mí mismo, y mis ojos lo verán, y no otro; aunque mis riñones se consuman dentro de mí” (Job 19:25-27 King James Version).
Esto indica una resurrección del sepulcro. Job en su carne, con sus propios ojos (no los ojos de otro) verá a Yahweh. Esto, por supuesto, será después que la carne de Job sea transformada en carne inmortal (imperecedera); esto es, su cuerpo físico será transformado en un cuerpo espiritual, entonces sus ojos verán a Yahweh.
La comprensión del cuerpo espiritual se hace más fácil por el proverbio que dice: “El cuerpo físico es tangible y real, pero el cuerpo espiritual es más real que el cuerpo físico.”
En vista de todos estos pasajes, es razonable concluir que este mismo cuerpo humano se levantará de los muertos, pero en el momento de levantarse se le dará la inmortalidad, haciendo imposible morir otra vez. Este cuerpo mortal “se viste de inmortalidad,” y así viene a ser un ser espiritual en el momento de levantarse de los muertos (1Cor. 15:42-44). El cuerpo carnal es primero, y solamente después viene el cuerpo espiritual, el cuerpo inmortal (1Cor. 15:45-48). El mismo cuerpo que se pone en el sepulcro (y no algún espíritu etéreo dentro de él) será salvado (redimido) de la muerte y el sepulcro. Yahshua obtuvo las llaves de la muerte y el sepulcro (Apo. 1:17,18). Y él, por así decirlo, abre las puertas de la prisión que mantiene activa a toda la humanidad, la muerte y el sepulcro. Y para asegurarse de que el Yahshua que murió fue el mismo Yahshua que resucitó, léase este pasaje:
“Y mientras ellos decían esto, Yahshua mismo se puso de pie en medio de ellos. Pero ellos estaban asombrados y asustados, y suponían que veían un espíritu [un fantasma o aparición]. Y él les dijo: ¿Por qué están turbados?, …Vean mis manos y mis pies, que yo mismo soy; pálpenme. Y vean, que un espíritu no tiene carne y hueso como ustedes ven que yo tengo.” Lucas 24:36-39, 50 Revised Standard Version).
Y es que los mortales no pueden entrar al reino, pues tienen que adquirir la naturaleza divina en la resurrección—¡no en la muerte! (ver 1 Corintios 15: 53).
- La Salvación Venidera y Final:
La mayoría de cristianos supone que ya son salvos desde su conversión, ignorando que aún queda una última y final salvación cuando El Mesías vuelva a la tierra.
Dice Pablo en Hebreos 9:28:
“Así también El Mesías fue ofrecido una sola vez para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvar a los que le esperan”.
De igual parecer es Pedro, cuando dice en 1 Pedro 1:5:
“Que sois guardados por el poder de Elohim mediante la fe, para alcanzar la salvación que está preparada para ser manifestada en el tiempo postrero”
Pero, ¿qué significa esa salvación del tiempo postrero?
La respuesta se deja encontrar en el diálogo del joven rico con Yahshua en Mateo 19:16,23,25, donde se lee:
“Entonces, vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?…Yahshua le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres…oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones. Entonces Yahshua dijo a sus discípulos: De cierto os digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos… sus discípulos oyendo esto, se asombraron de gran manera, diciendo: ¿quién, pues, podrá ser salvo?”.
Nótese lo interesante de este diálogo. Aquí hay tres puntos importantes, que son: “vida eterna”, “reino de los cielos”, y “salvo”. Es decir, que la salvación no es otra cosa que ‘tener la vida eterna en el Reino de Elohim’.
Y otro texto que relaciona la salvación con el reino venidero es Apocalipsis 12:10, que dice:
“Entonces oí una gran voz en el cielo que decía: Ahora ha venido la salvación, el poder, y el reino de nuestro Elohim”.
Estas evidencias bíblicas son más que suficientes para demostrarnos que la salvación es participar en el reino de nuestro Elohim. Un reino que “no es de este mundo” (Juan 18:36), sino del “venidero” (Lucas 18:29,30).
- La Esperanza de José de Arimatea:
Hablemos ahora de José de Arimatea.
¿Qué importancia tiene este hombre que sepultó a Yahshua?
Dice el texto de Marcos 15:43 lo siguiente:
“José de Arimatea, miembro noble del concilio, que también esperaba el Reino de Elohim, vino y entró osadamente a Pilato, y pidió el cuerpo de Yahshua”.
Mateo dice de José de Arimatea, así en (Mateo 27:57):
“Cuando llegó la noche, vino un hombre rico de Arimatea, ciudad de Judea, que también había sido discípulo de Yahshua…”.
Lucas habla de José de Arimatea, así en (Lucas 23:50):
“Había un varón llamado José, de Arimatea, ciudad de Judea, el cual era miembro del concilio, varón bueno y justo”.
Aquí vemos lo que esperaba un discípulo de Yahshua:
¡El Reino de Elohim!
Y nótese que dice que él “también esperaba el Reino de Elohim” , lo que quiere decir que él no era el único discípulo que creyó y esperó el Reino de Elohim. Esta es la prueba de lo que un verdadero creyente fiel esperó en el primer siglo de la Era Común: ¡El Reino de Elohim!
- Satanás y el Evangelio del Reino:
Como es de esperarse, el diablo no está nada contento con las buenas noticias del Reino de Elohim. Y la razón es que el Reino de Elohim es el fin del reino del diablo en este mundo malo.
La táctica del diablo es obscurecer la mente y la razón del potencial creyente, para que no le brille la luz del evangelio. Dice así Pablo:
2ª Corintios 4:4 – “En los cuales el Elohim de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria del Mesías, el cual es la imagen de Elohim”
Y el mismísimo Señor Yahoshúa el Mesías también dijo al respecto:
Lucas 8:12 – “Y los de junto al camino son los que oyen, y luego vieneel diablo y quita de su corazón la palabra, para que no crean y se salven”
Como dijimos antes, a muchas personas incrédulas les parece que el Evangelio del Reino es una completa locura, o una fantasía de mentes hiperactivas. Pero esas personas no se dan cuenta de que ellas están cegadas por una fuerza mayor y más sutil llamada el diablo o Satanás.
Sin duda alguna, aquellas personas que tercamente rechazan el Evangelio del Reino de la gloria del Mesías, están poniendo seriamente en juego su salvación eterna. Su destino será la perdición eterna junto con el diablo y sus demonios.
Los que aman la verdad del Mesías deben cerciorarse si en verdad Las Sagradas Escrituras enseñan “una partida de nuestras almas inmortales al cielo cuando morimos”.
Tener esperanzas que no se encuentran en Las Sagradas Escrituras pueden traernos trágicas consecuencias en nuestras vidas futuras.
Cualquiera que enseña otro evangelio diferente de aquel enseñado por Yahshua está desviando de la luz a los hombres.
Les dejamos una enseñanza muy interesante… Bendiciones de lo alto…
Saludos excelente estudio. Noto que hay aun puntos sin explicar en relacion a este tema como por ejemplo los relatos escritos y documentados de personas que han tenido experiencias cercanas a la muerte y donde en diferentes puntos de vista muchos coincidene en haber visto y oido de un lugar con caracteristicas indescriptibles o maravillosas. Estoy plenamente conciente que las escrituras nos dan palabra de vida y revelacion sin embargo no todo es revelado por las escrituras. Como ven ustedes estas experiencias?
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Las experiencias personales que cada uno puede tener son respetables y no digo que no las tengan, conozco personalmente igual casos de personas que han tenido experiencias parecidas, pero los testimonios podemos afirmarlos si no van en contra de lo Escrito… Shalom!
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La promesa , el juramento , el davar de estar en el reino de Dios el Señor la da aquí en vida de forma espiritual luego en el cumplimiento de todas las cosas vendría la forma literal que sería aquí en la tierra donde literalmente tendremos vida Eterna .
Osea yo hoy puedo decir que el Yeshua me salvO !!
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