Es el décimo mes del año según el cómputo de los meses desde la creación del mundo, y el cuarto mes según el cómputo desde el Éxodo de Egipto.
El nombre Tamuz es de origen asirio, זּוּמַּת; du-muzu, “Damuzi”. En un calendario agrícola hebreo encontrado en las excavaciones arqueológicas de Guézer, este mes es llamado “el mes de Zamor”.
Tamuz, tiene sus orígenes en los nombres de los meses de la antigua Babilonia, de aquí fueron adoptados por los judíos allí desterrados entre 586 a. C. y 536 a. C., luego de haber sido llevados al exilio por el rey Nabucodonosor II. Tamuz no es recordado en la Biblia como nombre de este mes, sino al nombrar a la deidad homónima, el dios de la primavera y el florecimiento, que según la mitología babilónica, reinaba durante los tres meses de primavera -Nisán, Iyar y Siván- mientras que en Tamuz, al llegar el verano, Tammuz moría:
«Me llevó a la entrada del pórtico de la Casa de YHWH que mira al norte, y vi que allí estaban sentadas las mujeres, llorando a Tammuz» (Ezequiel 8:14).
La adopción del nombre de este mes por el nombre de un dios pagano sumerio-babilónico, es explicado por algunos académicos y estudiantes judíos, debido a la herencia sumeria proveniente de Abraham, hijo de Taré, quien salió de Ur de los caldeos (Gén. 11:27-31); y más tarde de Raquel, esposa de Jacob, hija de Labán, de Padan-Aram, en la región de Mesopotamia, más tarde conocida como Babilonia, cerca de Harán, de donde partió Abraham junto con Sara y sus siervos. Raquel salió de Padan-Aram con los dioses de su padre y más tarde Dios le dijo a Jacob que le hiciera altar en Bet-El y él ordenó a su familia que abandonaran a todo otro dios ajeno delante de Él (Gén. 12:1-5; 28:1-5; 31:26-37; 35:1-10).
Siglos después, Dios juzgó a Judá y los expulsó de Su tierra y los envió a Babilonia, donde ellos adoptaron mucho del conocimiento del calendario babilónico, y de donde adoptaron la mayoría de los nombres de los meses actuales del calendario hebreo.
El mito de Tamuz tiene muchas versiones, incluyendo una que Maimonides incluye en su “Guía de los Perplejos”(Parte 3 capítulo 9): Tamuz era un dios, que murió y cada año en Rosh Jodesh Tamuz se tenía que ir a su santuario y llorarlo. La versión de Maimonides es que fue asesinado de “manera extraña” por un rey malvado, y de acuerdo a otras versiones, por su propia mujer. Según ciertas versiones fue el dios del abismo, y según otras representa a la naturaleza que “muere” en el verano y vuelve a la vida en el invierno.
¿Cómo pudo aceptar el pueblo judío, que luchaba contra la idolatría, incorporar la palabra “Tamuz” como el nombre de uno de sus meses?
La elección del judaísmo de adoptar la palabra “Tamuz” significa que se puede y se debe hacer un tikún del culto de Tamuz, y por extensión de la idolatría en general. En algún lugar, de alguna manera, debe existir un elemento verdadero en la atracción humana hacia la idolatría y si meditamos en el ritual que se le hacía a Tamuz, podremos comprenderlo.
Rashi nos explica que una de las razones por las cuales este mes adquiere el nombre de Tamuz es porque en arameo literalmente significa «calor».
La mayoría de los rabinos, por otro lado dicen que haberle escogido ese nombre era, precisamente, combatir la idolatría…
También, según algunos académicos judíos, la adopción del nombre del dios caldeo se debe a un principio de redención asumido por los judíos, quienes explican la adopción del nombre de este dios, para hacerles recordar la gravedad de su pecado de idolatría contra Dios, en el pasado; pues en este mes acontecieron varios eventos relacionados con el grave pecado de idolatría cometido por la nación de Israel y más tarde por el pueblo de Judá:
- En este mes, los israelitas fabricaron y adoraron un becerro de oro, delante de la gloriosa presencia de Dios, desplegada en el monte de Sinaí (Éx. 32:1-6).
- En este mes, doce espías israelitas salieron a explorar la tierra prometida y regresaron en la víspera del 9 de Av, tras lo cual diez de ellos guiaron al pueblo a la incredulidad, desobediencia y a la rebelión contra la dirección dada por Dios, por medio de Su profeta Moisés (Núm. 13:1-14:38).
- Un 3 de Tamuz, Josué ordenó que el sol se detuviera ante la batalla contra los amorreos, en Gabaón (Jos. 10:1-15).
- Un 9 de Tamuz, los ejércitos de Babilonia, del rey Nabucodonosor, hicieron una brecha o grieta en las murallas de Jerusalén en el año hebreo 3338 (423 aC). Y el rey Sedequías de Judá, fue capturado y llevado a Babilonia. Tres semanas más tarde (el 9 de Av), se terminó la total captura de Jerusalén, con la destrucción del Templo y el exilio de la mayoría de los judíos a Babilonia.
- El 17 de Tamuz, fue cuando los israelitas adoraron al becerro de oro, en el desierto del Sinaí.
- Un 17 de Tamuz, el servicio del Templo fue interrumpido y las ofrendas de sacrificios diarios suspendidas, tres semanas antes de la destrucción de los babilonios del Primer Templo en el año 586 a.C.
- Otro 17 de Tamuz del año 70 d.C., los ejércitos romanos en el año hebreo 3830 (70 d.C.) también hicieron una brecha en los muros de Jerusalén.
- El 17 de Tamuz fue declarado día de ayuno solemne, en el que los judíos recuerdan cuatro tragedias relacionadas con la destrucción del Segundo Templo de Jerusalén:
- Los romanos establecieron un sitio contra la ciudad de Jerusalén.
- Los romanos hicieron una grieta (brecha) en los muros de la ciudad de Jerusalén.
- Los romanos quemaron el Libro de la Ley
- Los romanos colocaron un ídolo en el atrio del Templo.
- Tres semanas después, los romanos quemaron totalmente el Templo de Jerusalén, tal como el Mesías lo había profetizado 40 años antes, en su última visita al Templo (Lc. 19:41-44).

El nombre babilonio del mes de Tamuz se conservó no sólo en hebreo, sino también en otros idiomas de la zona de influencia, como el turco moderno, en el que el mes de julio se llama «Temmuz».
En las Escrituras se lo menciona varias veces como “el mes cuarto”.
«…El mes cuarto, el nueve del mes, cuando arreció el hambre en la ciudad y no había pan para la gente del pueblo…» (2Reyes 25:3).

Los judíos que retornaron del exilio de Babilonia introdujeron el uso del nombre Tamuz desde entonces suele ser mencionado así en la literatura rabínica.
En tiempos de Tamuz crece el calor estival: “El sol pasea para hacer madurar los frutos y conducirlos al estío” (Maséjet Pesajim 94).
En Midrash Ialkut Shimoní (Jeremías 335) se dice: “Somos avergonzados porque hemos oído el reproche” (Jeremías 51:51); se refiere al 17 de Tamuz. “La confusión cubre nuestros rostros” (ibíd., ibíd.) se refiere a la destrucción del Primero y el Segundo Templos.

Los días que van desde el 17 de Tamuz, llamado “el ayuno del mes cuarto”, hasta el 9 de Av, llamado “el ayuno del mes quinto”, constituyen un momento difícil para el pueblo judío y son llamados “los días de las angosturas”, tal como dice en el Libro de las Lamentaciones 1:3:
“…la alcanzan todos sus perseguidores entre las angosturas…”
Tamuz es el mes del pecado del becerro de oro, que provocó el rompimiento de las Tablas del Decálogo por parte de Moisés.
El ayuno del 17 de Tamuz, es uno de los seis ayunos observados por los judíos durante el año hebreo y es el primero de los ayunos mencionados en la Biblia llamado “el ayuno del cuarto mes”. Fue establecido en evocación de la destrucción de la muralla de Jerusalén, por primera vez por Nabucodonosor de Babilonia, el 9 de Tamuz de 586 a. C. y por segunda vez por el comandante de las legiones romanas, Tito, el día 17 de Tamuz del año 70.
Los días de la angostura es el nombre que adopta el lapso de tres semanas que inicia con el ayuno del 17 de Tamuz y culmina el 9 de Av, día de duelo nacional por la destrucción de los dos templos y otras calamidades que acaecieron a los judíos en la misma fecha.
Estos días, en los que se minimizan las alegrías, son conocidos también como “las tres semanas de duelo”, tal como dice en Daniel 10:2-3:
“En aquellos días yo, Daniel, guardaba duelo durante tres semanas. No comía pan delicioso, ni carne ni vino entraban en mi boca, ni me ponía ungüentos, así hasta que se cumplieron tres semanas”.
Según el profeta Zejariá (Zacarías 8:19), “el ayuno del mes cuarto” habrá de convertirse en el futuro en un día de alegría, junto con otros tres ayunos bíblicos, y así fue… estamos en la era mesiánica!
Tamuz cuenta siempre con 29 días, y es el mes que marca el comienzo del verano (boreal), paralelo a los meses gregorianos de junio y julio, según el año.
El mes de Tamuz está relacionado con la tribu de Rubén, quien fue el primogénito de Jacob y su nombre significa «el que ve, percibe, discierne, o conoce a un hijo» (Gén. 29:32). Su nombre fue inscrito en la piedra de esmeralda, que representaba la vida de sanidad, dar a luz, mar turbulento (agua), agitación (dolor, sufrimiento); y habla de la resurrección (vida), la renovación (sanidad), y la restauración (perdón). Aunque es también reconocida su relación con la piedra de rubí y su color rojo.
La representación del estandarte varía según la fuente, pues algunos indican que era un racimo de mandrágoras (Gén. 30:14-17; el Midrásh); otros señalan que era una ola del mar (Gén. 49:3-4); mientras otros dicen que era una jarra o vasija junto con una espada o espadas cruzadas.