En esta semana estamos estudiando la Parashá Re’eh se encuentra en Deuteronomio 11:26-16:17 — רְאֵה (Re’eh) significa: “mira/percibe».
Leemos en la Parashat:
Deu 12:8-9 – «…No habéis de hacer según todo lo que nosotros hacemos aquí en el día de hoy, cada uno lo que bien le parece, (9) pues hasta ahora no habéis llegado al descanso ni a la heredad que YHWH tu Dios te da…»
Se comenta que en el desierto ofrecían toda clase de ofrendas en el Altar del Tabernáculo. Pero tras ingresar a Israel, aunque se permitirá ofrendar en altares provisionales -hasta que se sepa el sitio donde se erigirá el Santuario sólo se sacrificará en ellos (en los altares provisionales) ofrendas optativas voluntarias, Pero las obligatorias… deberán ofrecerse únicamente en el Templo de Jerusalén una vez que se haya definido.
Resulta sugestivo comparar lo que esta frase: “…no hará.. cada quien lo que le place…” significaba en ese entonces.., igualmente lo que -lamentablemente- significa hoy en día.
Rashi se esfuerza por asegurarse de que no entendamos estas palabras literalmente, sino que se refieren a ofrecer sacrificios en su patio trasero, en lugar de llevar los animales en cuestión al Tabernáculo o su sucesor, como Shiloh, donde hay una estructura permanente, pero sin un techo sólido, funcionó como el lugar central de culto durante más de trescientos cincuenta años.
El hecho de que Rashi tiene razón se prueba, cuando en el versículo 14, Moisés explica que todos los sacrificios tendrán que ser ofrecidos en un lugar designado por Dios mismo (ha maqon) que ademas es uno de los nombres del Mesías, y si no lo hicieran así no serían bienvenidos, y como consecuencia la persona que lo haga sería castigada con el castigo más severo disponible, la pena de karet כרת, es decir ser eliminado póstumamente de la pertenencia al pueblo israelita y de la heredad- (Levítico 17,9).
Lev 17:8-9 – «…Les dirás también: Cualquier varón de la casa de Israel, o de los extranjeros que peregrinan entre vosotros, que ofreciere holocausto o sacrificio, (9) y no lo trajere a la puerta del tabernáculo de la congregación, para hacerlo a YHWH, el tal varón será igualmente cortado de su pueblo…»
vs.9 – «…pues hasta ahora no habéis llegado al descanso ni a la heredad que YHWH tu Dios te da…» – Rashí comenta que los términos אל המנוחה (El hamnujá – Reposo) y נחלה (najalá – heredad) – el primero se refiere a Siloh (Representando el Tabernáculo temporal del desierto) y el segundo termino a Jerusalén (Representando al Templo).
Hizkuni comenta sobre el termino אל המנוחה (el hamnujá), «al descanso»; diciendo que no se experimentará tal sentimiento hasta que los enemigos de Israel a tu alrededor hayan sido completamente derrotados.
Los sabios del Talmud interpretan los términos “reposo (Mnujah) y “heredad (najalá)” como aludiendo al período de asentamiento en la Tierra de Israel, después de la conquista de Iehoshúah, y al período de quietud y paz que sucede a la declaración de Jerusalén como ciudad consagrada, con la construcción del “Bet ha-Mikdash” (T.B. Zebahím 119 A).
El pueblo de Israel una vez cruzado el jordán debía de repartirse las tierras y echar poco a poco a los enemigos de ella, después de que todo esto se hubiere cumplido Hashem dictaminaría el lugar donde pondría allí Su nombre.
Salmos 132:13 – «…Porque YHWH ha elegido a Sion; La quiso por habitación para sí…»
Sin embargo a pesar de que el pueblo de Israel tomo la tierra dada por heredad y participo del descanso en ella y la paz, no se mantuvo en el pacto y se cumplio las palabras de la Torah:
Deuteronomio 8:19-20 – «…Mas si llegares a olvidarte de YHWH tu Dios y anduvieres en pos de dioses ajenos, y les sirvieres y a ellos te inclinares, yo lo afirmo hoy contra vosotros, que de cierto pereceréis. (20) Como las naciones que YHWH destruirá delante de vosotros, así pereceréis, por cuanto no habréis atendido a la voz de YHWH vuestro Dios…»
Deuteronomio 4:25-31 – «…Cuando hayáis engendrado hijos y nietos, y hayáis envejecido en la tierra, si os corrompiereis e hiciereis escultura o imagen de cualquier cosa, e hiciereis lo malo ante los ojos de YHWH vuestro Dios, para enojarlo; (26) yo pongo hoy por testigos al cielo y a la tierra, que pronto pereceréis totalmente de la tierra hacia la cual pasáis el Jordán para tomar posesión de ella; no estaréis en ella largos días sin que seáis destruidos. (27) Y YHWH os esparcirá entre los pueblos, y quedaréis pocos en número entre las naciones a las cuales os llevará YHWH. (28) Y serviréis allí a dioses hechos de manos de hombres, de madera y piedra,(J) que no ven, ni oyen, ni comen, ni huelen. (29) Mas si desde allí buscares a YHWH tu Dios, lo hallarás, si lo buscares de todo tu corazón y de toda tu alma.(K) (30) Cuando estuvieres en angustia, y te alcanzaren todas estas cosas, si en los postreros días te volvieres a YHWH tu Dios, y oyeres su voz; (31) porque Dios misericordioso es YHWH tu Dios; no te dejará, ni te destruirá, ni se olvidará del pacto que les juró a tus padres…»
Mas sin embargo sabemos que a pesar de que el propósito de Dios era que Su pueblo gozara de las promesas de Dios tanto de la tierra, como de la herencia, Dios en Su soberanía había predispuesto que todo esto no se cumpliera en su máxima expresión hasta los tiempos del Mesías (Hch 3:21; Gen 3:15; Is 54, 60, 61, etc.).
Hebreos 4:1-3 – «…Temamos, pues, no sea que permaneciendo aún la promesa de entrar en su reposo, alguno de vosotros parezca no haberlo alcanzado. (2) Porque también a nosotros se nos ha anunciado la buena nueva como a ellos; pero no les aprovechó el oír la palabra, por no ir acompañada de fe en los que la oyeron. (3) Pero los que hemos creído entramos en el reposo, de la manera que dijo: Por tanto, juré en mi ira, No entrarán en mi reposo (menujá); aunque las obras suyas estaban acabadas desde la fundación del mundo…»
y sigue diciendo mas adelante:
Hebreos 4:6-9 – «…Por lo tanto, puesto que falta que algunos entren en él, y aquellos a quienes primero se les anunció la buena nueva no entraron por causa de desobediencia, (7) otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones.(D) (8) Porque si Josué les hubiera dado el reposo,(E) no hablaría después de otro día. (9) Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios…»
Por tanto ese reposo que esta prometido lo experimentaremos en los tiempos mesiánicos cuando el Mesías venga a reinar en el milenio así habrá total paz en la tierra, y finalmente nuestra heredad (la Jerusalén celestial) descienda como esta escrito en Apocalipsis 21:10:
Apo 21:10 – «…Y me llevó en el Espíritu a un monte grande y alto, y me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén,(J) que descendía del cielo, de Dios…» +

Por tanto esperemos la promesa con ahínco y mantengámonos firmes en la esperanza de contemplar con nuestros propios ojos el reposo (del pecado y de la muerte) y la heredad (la jerusalén celestial es decir Hashem mismo).
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Shalom javer! Gracias por compartir! Hashen te añada todo bien! Saludos desde Venezuela!!
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