La dureza de corazón denota la terquedad y el rechazo de la voluntad de Dios. Donde aparece con mayor frecuencia es en el relato del éxodo, en relación con la negativa de Faraón a permitir que los israelitas abandonen Egipto. Debido a que a veces se describe a Dios como aquel que endurece el corazón de Faraón, estos pasajes presentan un desafío para los intérpretes que tratan de comprender qué relación tienen entre sí los conceptos de la voluntad de Dios y la responsabilidad humana para tomar decisiones personales. En el Deuteronomio la dureza de corazón adopta el matiz adicional de la falta de compasión hacia otras personas.
- Términos para referirse a la dureza de corazón
- Causas de la dureza de corazón
- Dureza de corazón y religión egipcia
- Desafíos teológicos derivados de la comprensión de que Dios endureció el corazón de Faraón
- Dureza de corazón fuera del Pentateuco
Términos para referirse a la dureza de corazón
✦ Frases Hebreas — La dureza de corazón pertenece a un grupo de frases que se refiere a deficiencias espirituales descritas en términos de partes del cuerpo humano (duros de cerviz, duros de oído, de duro rostro). En hebreo hay cuatro frases distintas que son sinónimas y significan dureza de corazón. Todas estas frases combinan un adjetivo y el sustantivo lēb, “corazón”. La frase hI āzaq lēb (“ser fuerte de corazón”) es la más común y aparece en doce ocasiones en el Éxodo, y otras dos veces fuera del Pentateuco en el AT. La segunda más frecuente es la frase kābēd lēb (“ser pesado de corazón”), que se encuentra seis veces en el Éxodo y una vez más fuera del Pentateuco. Hay una tercera frase, qāšâ lēb (“ser duro de corazón”), que aparece una vez en el Éxodo y tres fuera del Pentateuco.
Estas tres frases son intercambiables. Las tres se utilizan en Éxodo 7 (Ex 7:3, 13, 14, 22) sin que aparentemente se haga ninguna distinción, por lo que no habría que establecer ninguna diferencia de significado entre ellas. Sin embargo, los defensores de la hipótesis documentaria han asignado los pasajes que utilizan kābēd lēb a J y los que usan ḥāzaq lēb y qāšâ lēb a E y P (Hesse, 308; Stenmans, 21; Fabry, 427). Una cuarta frase, equivalente a las anteriores, ʾāmēs i lēbāb (“ser fuerte de corazón”), aparece dos veces en el libro del Deuteronomio y tres veces más en otros lugares del AT, pero no en Éxodo.
qâšeh (קָשֶׁה) / qāšâ (קָשָׁה)
qâšeh (קָשֶׁה) 7186 (7997) 36×, adj., duro, áspero, difícil, terco
qāšâ (קָשָׁה) 7185 (7996) 29×, v., Q ser duro, severo; NI estar duramente presionado; PI tener penurias; HI hacer duro.
El verbo qāšâ en qal significa literalmente «ser duro», pero a menudo se usa metafóricamente para referirse a algo difícil de soportar, como la ira (Gn. 49:7), el dolor del parto (Gn. 35:16-17), las palabras duras (2 Sam. 19:43), el duro reinado de un rey (1 Re. 12:4), la pérdida económica por liberar a un esclavo (Dt. 15:18) o la mano de Dios afligiendo a los filisteos (1 Sam. 5:7). Un caso que desafía la sabiduría de un juez se describe como «duro» (Dt. 1:17), al igual que la petición de recibir una doble porción del espíritu de Elías (2 Re. 2:10). La cerviz o el corazón o el espíritu de una persona o la persona misma (Job 9:4) pueden ser endurecidos por esa persona (Éxo. 13:15; Neh. 9:16-17; Jer. 7:26) u ocasionalmente, en el caso de reyes ya hostiles, por Dios (Éxo. 7:3; Dt. 2:30). Los reyes a los que Dios endureció se vieron impulsados por ese endurecimiento a persistir en librar batallas perdedoras contra Israel que de otro modo habrían evitado. En el caso del faraón, su endurecimiento divino hizo que el número de plagas fuera mayor de lo que habría sido de otro modo.
Endurecer el propio corazón o la propia cerviz o el propio yo es lo contrario de ser siempre temeroso de Dios (Prov. 28:14), escuchar las múltiples reprimendas (Prov. 29:1), escuchar las advertencias de los profetas (2 Re. 17:13-14), arrepentirse de nuevo ante el Señor (2 Crón. 36:13), aceptar lo que Dios nos envía sin oponer resistencia (Job 9:4), obedecer la ley (Neh. 9:29) o agradecer lo que Dios ha hecho en favor de Israel (Neh. 9:16-17). Los que se endurecen pueden arrepentirse de su obstinación; no están demasiado lejos (Sal. 95:8; Dt. 10:16).
El adjetivo qâšeh se usa para referirse a amos duros o severos (Is. 19:4) o a personas (1 Sam. 25:3), a trabajos forzados (Éxo. 1:14; Is. 14:3), a una tormenta severa (Is. 27:8), a celos implacables (Cantar 8:6) o a duros combates en batalla (Jue. 4:24; 2 Sam. 2:17). Job lloró por los que «habían caído en desgracia» (Job 30:25). El salmista se queja de que Dios haga sufrir penurias a su pueblo por la derrota en la batalla (Sal. 60:3). Isaías alude a la visión dura o «perturbadora» de la caída de Babilonia (Is. 21:2). A menudo se dice que los hijos de Israel, especialmente durante el período del desierto, eran de cuello duro -literalmente, «duros de cerviz» (Éxodo 32:9; 33:3; Deuteronomio 9:6; Isaías 48:4)- y Ezequiel habla de ellos como «duros de rostro/corazón» (Ezequiel 2:4; 3:7). Seguían sus propios caminos obstinados («duros u «obstinados») (Jue. 2:19). Ana se describe a sí misma como «mujer de espíritu duro» (2 Sam. 1:15), lo que no implica terquedad por su parte, sino más bien depresión o desánimo. El adjetivo qâšeh puede usarse como adverbio con un verbo de habla, como cuando José «habló duramente» a sus hermanos. (Gén. 42:7).
- Significado:
✦ Significado negativo. En el Pentateuco la dureza de corazón siempre denota un rasgo negativo del carácter en los seres humanos. Se refiere a la obstinación que rehúsa escuchar a Dios u obedecerlo. Esta dureza hace que las personas no puedan responder de manera positiva a las pruebas de la voluntad de Dios tal como se expresa mediante las plagas sobre Egipto o a la palabra de Dios hablada por medio de Moisés o Aarón.
En el Éxodo es Faraón, sus siervos o los egipcios en su conjunto quienes se caracterizan por esta actitud. En el Deuteronomio la dureza de corazón también incluye la falta de compasión y caridad hacia otros seres humanos. Así, el corazón del rey Sehón de Hesbón fue endurecido y no permitió que los israelitas pasaran por su tierra (Dt 2:30). Además, Moisés advierte a los israelitas que no endurezcan sus corazones y dejen de proveer para las necesidades de los pobres que se encuentran entre ellos (Dt 15:7).
✦ Significado positivo. En el Pentateuco nunca aparecen frases referidas a la dureza de corazón con un sentido positivo. De hecho, el único uso positivo en todo el AT se encuentra en los salmos que utilizan la frase ʾāmēsi lēbāb para exhortar al pueblo de Dios a que tenga esperanza y ánimo para confiar en Dios (Sal 27:14; 31:24 [TM 31:25]).
Causas de la dureza de corazón
Si bien las frases que hablan de la dureza de corazón son sinónimas, puede apreciarse una distinción en el agente que provoca que el corazón se endurezca. El piel de hI āzaq lēb no se utiliza nunca en relación con los humanos que endurecen sus propios corazones. Antes bien, es siempre Dios el agente que endurece el corazón de una persona cuando se utiliza esta frase (Ex 4:21; Ex 9:12; Ex 10:20, 27; Ex 11:10; Ex 14:4, 8, 17; todos en la forma piel).
Además, la forma qal de hI āzaq lēb solamente se usa para describir el estado de dureza del corazón de una persona (Ex 7:13, 22; Ex 8:19 [TM 8:15]; Ex 9:35) o la frase aparece como una constatación de que el corazón de alguien estaba endurecido (Ez 2:4). Por otro lado, las frases kābēd lēb, qāšâ lēb y ʾāmēs i lēbāb rara vez se emplean para denotar que es Dios el que endurece los corazones humanos (Ex 7:3; Ex 10:1), pero sí se utilizan a menudo para hablar de personas que endurecen sus propios corazones (Ex 8:15, 32 [TM 8:11, 28]; Ex 9:34; así como 1 Sm 6:6; 2 Cr 36:13; Sal 95:8; Prov 28:14).
Estas frases se usan para constatar un hecho (Ex 7:14; Ex 9:7; cf. Ez 3:7, donde se describe a Israel como “duro de corazón”, LBLA). En el Pentateuco la frase ʾāmēsi lēbāb se emplea en una ocasión para presentar a Dios como el agente del endurecimiento (Dt 2:30) y otra para hablar de los seres humanos que endurecen sus propios corazones (Dt 15:7). Fuera del Pentateuco, sin embargo, se utiliza una vez para referirse a los humanos que endurecen sus propios corazones (2 Cr 36:13) y dos más para exhortar a los seres humanos a esperar y cobrar ánimo (Sal 27:14; Sal 31:24 [TM 31:25]).
Dureza de corazón y religión egipcia
✦ Pesadez de corazón. En la antigua religión egipcia, el corazón era un factor crucial para entrar en la vida eterna. El corazón era pesado en una balanza por el dios Anubis. Si el corazón era más pesado que una pluma, el difunto no podía acceder a la vida eterna. Se ha insinuado que al utilizar la frase kābēd lēb (“pesadez de corazón”), Éxodo está diciendo que Dios hizo que el corazón de Faraón pesara para juzgarlo y declararlo indigno de la vida eterna (Currid). No obstante, siendo que (1) solamente se dice en una ocasión en todo el Éxodo que Dios hiciera el corazón de Faraón pesado (Ex 10:1), (2) esta no es la única frase que se utiliza en el Éxodo para describir el endurecimiento del corazón de Faraón y (3) la pesadez de otras partes del cuerpo también es un símbolo de alguna deficiencia espiritual (e.g., oídos endurecidos: Is 6:10; Is 59:1; Zac 7:11), no es seguro que la frase kābēd lēb sea un reflejo de la religión egipcia.
✦ Expresiones egipcias para referirse a la dureza de corazón. W. C. Kaiser (255) observa que el antiguo egipcio tenía diversas expresiones para referirse a la dureza de corazón que son análogas a las expresiones utilizadas en el Éxodo, que demuestran su procedencia egipcia y hablan directamente de la actitud empecinada de Faraón. Si a esto le añadimos el punto de vista religioso oficial en Egipto que consideraba a Faraón como una figura divina o semidivina, el endurecimiento del corazón de Faraón por parte de Dios fue un juicio sobre la religión egipcia y una demostración de su poder divino sobre Faraón y los dioses de Egipto.
Desafíos teológicos derivados de la comprensión de que Dios endureció el corazón de Faraón
✦ La presciencia de Dios y la voluntad humana. En la zarza ardiente, antes de que Moisés se enfrente a Faraón, Dios le dice a Moisés que él endurecerá el corazón de Faraón de modo que se niegue a dejar marchar a los israelitas de Egipto (Ex 4:21). Esto se repite inmediatamente antes de que Moisés y Aarón se enfrenten a Faraón por primera vez. Dios sabe de antemano lo que hará Faraón, y es él quien endurece el corazón de Faraón. Esto ha hecho que muchos hayan tenido dificultades con el punto de vista que presenta el Éxodo sobre la presciencia de Dios. Podría argumentarse que el conocimiento previo y la voluntad de Dios invalidan la voluntad humana; por tanto, Faraón aparecería como un inocente peón en el plan de Dios. Difícilmente se podría culpar a Faraón por lo que le pasó a él o a su pueblo. Las plagas, la muerte de Faraón y el sufrimiento y la muerte de los egipcios parecerían injustos.
U. Cassuto trata de abordar este problema afirmando que tales preguntas sobre el conocimiento previo de Dios y la voluntad humana provienen de los presupuestos filosóficos griegos y no del modo de pensar característico del Pentateuco (Cassuto, 55–57). Dice Cassuto que no hay diferencia entre que Dios endurezca el corazón de Faraón y que Faraón endurezca su propio corazón. Más bien, en opinión de Cassuto, ambas descripciones equivalen a decir que Faraón se volvió obstinado y no plantean cuestiones filosóficas acerca de la voluntad humana. El endurecimiento del corazón de Faraón fue una manera de castigarlo por sus pecados anteriores (presumiblemente el maltrato dispensado a Israel).
Cassuto también afirma que en ningún lugar del libro del Éxodo se dice que Faraón fuera considerado pecador debido a su dureza de corazón. Esto, sin embargo, resulta difícil de mantener a la vista de Éxodo 9:34: “Y viendo Faraón que la lluvia había cesado, y el granizo y los truenos, se obstinó en pecar, y endurecieron su corazón él y sus siervos”. Dado que el Pentateuco parece establecer una distinción entre que Dios endurezca el corazón de Faraón y que Faraón endurezca su propio corazón, la solución de Cassuto no se puede aceptar.
✦ La persistente obstinación de Faraón. Sin embargo, el endurecimiento del corazón de Faraón no se le atribuye únicamente a Dios (cf. tabla en Kaiser, 252–53). De hecho, las primeras afirmaciones del Éxodo que describen cómo el corazón de Faraón se va endureciendo gradualmente no hacen sino describir un hecho (i.e., “el corazón de Faraón se endureció”, Ex 7:13, 22; 8:19 [TM 8:15]), como un simple estado (i.e., “el corazón de Faraón es o era duro”, Ex 7:14; Ex 9:7) o como si Faraón endureciera su propio corazón (Ex 8:15 [TM 8:11], Ex 8:32 [TM 8:28]). No se dice que Dios endurezca el corazón de Faraón hasta después de que el corazón de éste se hubiera endurecido varias veces (Ex 9:12). Incluso después de esto, Faraón endureció su propio corazón una vez más (Ex 9:34, 35).
Sólo al comenzar Éxodo 10 es cuando Dios endurece sistemáticamente el corazón de Faraón. Por tanto, parece ser que el endurecimiento del corazón de Faraón por parte de Dios fue una reacción a la permanente tozudez de Faraón, y no a la voluntad inmutable de Dios para con él. Si bien Dios tenía conocimiento previo de lo que le sucedería a Faraón y en última instancia decidió confirmar la dureza de corazón de Faraón al dejar que éste siguiera siendo terco, Dios no condenó a Faraón injustamente. En vez de eso, continuó lo que Faraón ya había comenzado.
Así pues, si bien Dios sabia con antelación lo que iba a hacer con Faraón y su propósito último era endurecer el corazón de Faraón, Dios fue misericordioso con él hasta que Faraón demostró ser intransigente (Rom 9:14–24). De hecho, mientras que otros reconocían la obra de Dios en las señales y milagros de las plagas, Faraón siguió siendo terco hasta el final (Ex 8:19; Kaiser, 255). No deberíamos leer las afirmaciones que se hacen en el Éxodo sobre que Dios endureció el corazón de Faraón como una implicación de que Dios quería destruir a Faraón (cf. 2 Pe 3:9; Kaiser, 256). Antes bien, Dios nunca forzó a Faraón a ser nada que él ya no fuera, y el castigo que recibió Faraón fue justo por su intransigencia y su maltrato hacia los israelitas.
Dureza de corazón fuera del Pentateuco
✦ Dureza de corazón en el Antiguo Testamento. La dureza de corazón se menciona nueve veces en el resto del AT. Sólo dos de estas se refieren al Pentateuco. Josué 11:20 afirma que el Señor endureció los corazones de los reyes de Canaán para que Josué pudiera destruirlos como Moisés había ordenado. El Salmo 95:8 recuerda a los israelitas que no endurezcan sus corazones como lo hicieron en Masah (cf. Ex 17:1–7). Es destacable que no se hace ninguna referencia a los propios pasajes del Pentateuco donde el tema es la dureza de corazón. En vez de eso, el Salmo 95:8 aplica el concepto a los israelitas, aunque en el Pentateuco nunca se les llama duros de corazón.
✦ Dureza de corazón en el Nuevo Testamento. El concepto del corazón (kardia) en los Evangelios mantiene el concepto del término veterotestamentario (lēb, lēbab), que hace referencia a «todos los aspectos de una persona: vital, emotivo, noético y volitivo» (Fabry, 401). En un sentido positivo, el corazón es el lugar de regocijo (Jn 16:22), pureza (Mt 5:8), adoración (Mt 15:8), perdón (Mt 18:35), amor de Dios (Mt 22:37), arrepentimiento (Lc 1:17) y despertar espiritual al encontrarse con el Cristo resucitado (Lc 24:32). En términos negativos, el corazón es el asiento de la lujuria (Mt 5:28), desobediencia (Mt 24:48), embotamiento (Mc 8:17), duda (Mc 11:23; Lc 24:38), planes maliciosos (Lc 12:45), miedo (Jn 14:1), embriaguez y ansiedad (Lc 21:34), ataque satánico (Mt 13:19; Jn 13:2), malos pensamientos, homicidios, adulterios, fornicaciones, hurtos y palabras que contaminan (Mt 15:18–19; Mc 7:21).
En suma, el corazón representa la voluntad humana, allí donde se conciben los pensamientos interiores (Mt 9:4; Lc 1:51; Lc 2:35; Lc 9:47), la fe prospera o muere (Lc 8:12), y la gente atesora objetos de culto (Mt 6:21; Lc 12:34).
El NT se refiere en varias ocasiones a la dureza de corazón. Algunas de ellas están relacionadas con el Pentateuco. Mateo 19:8 y Marcos 10:5 hacen referencia a que Moisés permitió el divorcio debido a la dureza de corazón de los israelitas. Hebreos 3:8, Hebreos 3:15 y Hebreos 4:7 mencionan la dureza de corazón de los israelitas en Masah, citando el Salmo 95:8. El único pasaje que trata acerca de la dureza de corazón de Faraón es Romanos 9:14–24.
sklērokardia (σκληροκαρδία)
sklērokardia (σκληροκαρδία) 4641 (5016) 3×, n., dureza de corazón, terquedad, obstinación.
Tanto en los LXX como en el NT sklērokardia se refiere exclusivamente a la dureza de corazón que alimenta la resistencia contra Dios y sus instrucciones. En los LXX, Moisés exhorta al pueblo: «Circuncidad vuestra dureza de corazón» (Deut. 10:16 NETS; cf. Jer. 4:4). Proverbios 17:20 (usando el adjetivo sklērokardios) dice, «el duro de corazón no se encuentra con cosas buenas.» Dos de las tres apariciones de sklērokardia en el NT se encuentran en la réplica de Jesús a los fariseos, en la que afirma que las estipulaciones que rigen el divorcio se dieron «a causa de la dureza de vuestros corazones» (Mt. 19:8 // Mc. 10:5), mientras que el último caso, en el final más largo del Evangelio de Marcos, vincula la dureza de corazón con la incredulidad de los discípulos después de que se negaran a creer los testimonios de otros sobre la resurrección del Señor (16:14).
✦ Los Evangelios sinópticos. El uso veterotestamentario se mantiene en los Evangelios sinópticos, donde Jesús aplica la maldición del endurecimiento a su propia generación (Mt 13:13–15; Mc 4:10–12; Lc 8:10). Marcos recoge las palabras de Jesús como aparentemente incondicionales sobre la base de la TM subyacente, mientras que Mateo ofrece la traducción ampliada de la LXX, que hace recaer la responsabilidad directamente sobre la parte endurecida: «(ellos) han cerrado sus ojos» (Mt 13:15). Lucas ofrece una versión truncada de Marcos.
✦ Marcos. El endurecimiento del corazón se produce tres veces en Marcos (Mc 3:5; Mc 6:52; Mc 8:17–21), mientras que el tema estrechamente relacionado de la obstinación aparece una vez (Mc 4:12). En el contexto del desarrollo teológico literario de Marcos de Jesús como el Cristo, el Hijo de Dios (Mc 1:1; Mc 8:29; Mc 15:39), el endurecimiento caracteriza a todos aquellos que no reconocen a Jesús como tal. Jesús se lamenta de la dureza de corazón de los fariseos, cuya preocupación por la ley del Shabat les impide ver a Jesús como el Cristo, aun cuando él sana al lisiado ante sus propios ojos (Mc 3:5).
Jesús diagnostica la disfunción sensorial como un síntoma que debilita a quienes oyen la palabra del evangelio pero permiten que las preocupaciones del mundo, el engaño de las riquezas y el deseo de otras cosas penetren y ahoguen la palabra (Mc 4:12, Mc 4:19). Y los propios discípulos muestran dureza de corazón cuando no pueden conectar las alimentaciones de los cuatro mil y los cinco mil (Mc 6:52, Mc 8:17–21) con la presencia dinámica del reino de Dios y la identidad de Jesús como agente mesiánico de su llegada. Así pues, en Marcos la dureza de corazón es un impedimento intelectual que corresponde a una fe deficiente.
✦ Mateo y Lucas. C. A. Evans ha defendido que Mateo suavizó el lenguaje incondicional de Marcos 4:12 (Evans, 165). Sin embargo, es posible que la distinción sea más aparente que real, en vista de los antecedentes de Isaías 1–6, donde el endurecimiento de Judá está condicionado a su pecado de idolatría (Is 2:5–11).
Por otra parte, la explicación de la parábola del sembrador, que sigue inmediatamente después de la cita de Jesús de Isaías 6:8–10 en cada uno de los Sinópticos, explica sistemáticamente la maldición del endurecimiento como una consecuencia de la fe dividida. El endurecimiento aflige a quienes sucumben a Satanás, la persecución, las preocupaciones del mundo, el engaño de las riquezas y los engaños de los valores temporales (Mt 13:18–22; Mc 4:13–19; Lc 8:11–14). Por consiguiente, el endurecimiento corresponde a la preocupación con otras cosas distintas del reino de Dios. Al compartir este punto esencial, Mateo y Lucas expresan el mismo mensaje básico que Marcos.
✦ El Evangelio de Juan. Juan 12:37–41 atribuye la incredulidad de los contemporáneos de Jesús al cumplimiento de Isaías 6:10. En consonancia con el tema profético, los contemporáneos de Jesús, al igual que los de Isaías, estaban tan obsesionados con el ritual religioso externo que eran incapaces de ver la profecía cumplida incluso cuando esta tenía lugar en su misma presencia. Ya insensible, la audiencia de Jesús estaba predispuesta al rechazo cínico de las señales de Jesús. En todo el Evangelio de Juan esta predisposición refleja la preferencia del mundo por las tinieblas en vez de la luz: «Y esta es la condenación: que la luz vino al mundo, y los hombres amaron más las tinieblas que la luz, porque sus obras eran malas» (Jn 3:19). La preferencia por la oscuridad frente a la luz es un diagnóstico metafórico de la idolatría que se corresponde con uno de los resultados del endurecimiento.
El motivo del endurecimiento complementa el tema general joánico del «malentendido» al exponer la incapacidad humana para percibir la verdadera identidad de Jesús antes de la cruz y la resurrección (Jn 6:60; 8:27; 10:6, 19–21, 24, 11:13, 12:16, 13:28, 14:5; 16:17–18; 20:9). El mensaje de Juan es que aquellos que rechazan a Jesús a causa de un amor preexistente por el mal (Jn 3:19) inevitablemente rezumarán un semblante endurecido como consecuencia de su separación de «aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo» (Jn 1:9).
✦ El divorcio y el corazón endurecido. Jesús identifica el corazón endurecido como la causa subyacente del divorcio (Mt 19:3–9; Mc 10:2–12). El divorcio es una concesión, no el diseño original de Dios. Que los dos sean una sola carne es la preferencia y la voluntad de Dios. Jesús atribuye el endurecimiento a la insensible disposición de la parte que desea divorciarse: «Por la dureza de vuestro corazón [sklērokardia] Moisés os permitió repudiar a vuestras mujeres». El estado de endurecimiento de la parte que desea divorciarse se muestra en el desprecio por los designios de Dios para el pacto matrimonial. Lo que Dios creó como uno, no debería separarlo ninguna persona (Mt 19:6; Mc 10:9).
Al igual que la idolatría, el divorcio actúa sobre los deseos divisivos de abandonar a un compañero de alianza. El corazón endurecido tipifica tanto a quien comete idolatría como a quien se divorcia, ya que en ambos casos está traicionando un pacto sagrado de manera intencionada.
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- Fuentes secundarias:
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