Génesis 33 – Reencuentro, Jacob & Esaú

En el capítulo 33 de Génesis leemos sobre el encuentro de Jacob con su hermano Esaú. Ya habían pasado veinte años desde que Jacob había salido huyendo de la furia de su hermano.  Sin duda se preguntaba si Esaú todavía le guardaba resentimiento o ya lo había perdonado.  A primera vista, parecía que venía con ánimos de pelear, ya que venía acompañado de una gran compañía de hombres…


Génesis 33:1-2 – «Y alzando Jacob los ojos miró, y he aquí, Esaú venía y cuatrocientos hombres con él. Entonces dividió a los niños entre Lea y Raquel y las dos siervas. (2) Y puso a las siervas con sus hijos delante, y a Lea con sus hijos después, y a Raquel con José en último lugar»

Jacob protegió a su familia de un posible ataque de Esaú – (aunque siempre mostrando preferencias por su  mujer favorita).tissot-jacob-sees-esau-coming-to-meet-him-275x185x72

  • Con humildad:

Jacob actuó con mucha sabiduría en su encuentro con Esaú.  No se puso en una actitud agresiva sino defensiva.  Pero lo más importante es que actuó con mucha humildad.  

La Biblia dice que la respuesta suave aparta la ira (Pro 15:1),  y esa fue la actitud que tomó Jacob ante Esaú.  Jacob no llegó con prepotencia o con excusas, sino con humildad.  


Génesis 33:3 – «y él se les adelantó, y se inclinó hasta el suelo siete veces hasta que llegó cerca de su hermano»

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Según las costumbres antiguas, cuando uno se acercaba a un rey, debía inclinarse siete veces. 

¿Acaso Esaú era rey? 

Es muy posible que se había convertido en el rey de Edom.  La Biblia nos revela que Esaú dejó la tierra de Canaán para establecerse en Seir.

Esa era una región desértica y despoblada, pero Esaú y sus descendientes habitaron allí y formaron el reino de Edom.  Esaú sabía que él no iba a poder ser alguien de mucha importancia en Canaán porque él y su familia vivían como extranjeros entre las poblaciones amorreas.  Por eso dejó la Tierra Prometida, y se fue al desierto para establecer un reino allí. 

Ahora Jacob pudo enfrentar a su hermano Esaú correctamente, porque era un hombre nuevo. Vemos como toma su responsabilidad y protege a su familia. Se pone delante de ella y enfrenta a su hermano, inclinándose siete veces, humillándose ante él. Podemos respetar a una persona a pesar de su conducta maligna. En este caso, por el hecho de ser su hermano, merecía su respeto.

Dios intervino milagrosamente, tomando control sobre los sentimientos de venganza de Esaú, porque Jacob se había humillado. Durante la noche de lucha, por medio de la oración, Jacob por causa de su quebrantamiento y arrepentimiento su hermano pudo cambiar.

Jacob ya había enviado regalos y mostrado que no quiso tomar nada material de Esaú, pero por inclinarse, mostró que estaba sometido a su hermano y que no quiso ningún poder social sobre él.

Por supuesto, si Jacob no hubiera intentado controlar todo hace 20 años, todo esto no sería necesario. La promesa de Isaac a Jacob:

«Sírvante pueblos,

Y naciones se inclinen a ti;

Sé señor de tus hermanos»

– (Génesis 27:29), sería cumplido tiempo antes.

Muchas veces, solo hacemos un desastre cuando intentamos “ayudarle a Dios” en la carne. Dios nunca necesita que pequemos para ayudarle a lograr sus planes en nuestras vidas.

Esaú no era un hombre paciente, y seguramente no estaba dispuesto a esperar a la promesa divina.  Por lo que vemos en la Biblia, él buscaba la gratificación inmediata, y no la recompensa eterna.  Esaú decidió dejar la Tierra Prometida en busca de “mejores oportunidades”.  Toda su vida menospreció la herencia divina, y por eso él no fue contado entre el pueblo de Dios.

La Biblia dice que Dios rechazó a Esaú, que vino como consecuencia de su rechazo al Señor y a su herencia.

Malquías 1:2-3 – «Yo os he amado–dice el SEÑOR–. Pero vosotros decís: ¿En qué nos has amado? ¿No era Esaú hermano de Jacob?–declara el SEÑOR–. Sin embargo, yo amé a Jacob,  (3)  y aborrecí a Esaú, e hice de sus montes desolación, y di su heredad a los chacales del desierto»

La herencia que Esaú escogió fue ser rey de los chacales del desierto, en lugar de ser siervo de Dios.   Por eso lo vemos fuera de la Tierra Prometida.


  • Reacción de Esaú:

Ahora volviendo a la historia en Génesis 33, leemos que Jacob se inclinó ante Esaú siete veces (33:3), lo cual no hubiera sido extraño si Esaú era rey.

Esaú venía acompañado de 400 hombres, dispuestos a pelear.  Pero la actitud de humildad de Jacob desarmó a Esaú.

Génesis 33:4 – «Entonces Esaú corrió a su encuentro y lo abrazó, y echándose sobre su cuello lo besó, y lloraron»

esau-jacob-barrett-embracing-love_1265056_inlEn lugar de atacarlo, Esaú se emocionó al verlo y lo abrazó.  Luego quiso conocer a su familia. 

La palabra hebrea para “…y lo besó…” está señalada con un punto sobre cada letra en este texto. Los rabinos tienen diferentes opiniones sobre el significado de estos puntos. Unos dicen que la palabra debe ser interpretada como si no existiera, es decir, que el beso de Esaú fue sólo ficticio.

Varios detalles en la Escritura nos muestran que Jacob desconfió de su sinceridad. En primer lugar, Esaú lo invita a ir con el a Seir y Jacob con el pretexto de ir muy despacio por la corta edad de sus hijos y sus animales, va en dirección contraria. Por otra parte, YHVH mismo pronuncia juicio futuro sobre la casa de Esaú en un nuevo encuentro entre Jacob y su hermano – (Abdias 1: 18: 21).

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Génesis 33:5-7 – «Y alzó sus ojos y vio a las mujeres y a los niños, y dijo: ¿Quiénes son éstos que vienen contigo? Y él respondió: Son los hijos que Dios en su misericordia ha concedido a tu siervo.  (6)  Entonces se acercaron las siervas con sus hijos, y se inclinaron.  (7)  Lea también se acercó con sus hijos, y se inclinaron; y después José se acercó con Raquel, y se inclinaron»

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  • Regalos:

Luego de conocer a la familia, Esaú le preguntó a Jacob acerca de los regalos que le había enviado en el camino. 

Génesis 33:8 – «Y dijo Esaú: ¿Qué te propones con toda esta muchedumbre que he encontrado? Y él respondió: Hallar gracia ante los ojos de mi señor»

Esto era tan importante para la reconciliación, como lo era que Jacob se los había dado.

Cuando Jacob dio regalos tan generosos, era su manera de pedir perdón y cuando Esaú recibió los regalos era su manera de aceptar a Jacob y decirle que había sido perdonado.presente

En aquella cultura, uno nunca aceptaba un regalo de un enemigo; solo de un amigo. Aceptar el regalo era aceptar la amistad.

En el Medio Oriente hay toda una cultura en relación con los regalos.  Se dan regalos principalmente por dos razones:

  • Regalo de reconocimiento: son los obsequios que se dan porque uno debe algo.  Esto aplica también a los regalos para alguien que se considera como superior, reconociendo lo que ha hecho.
  • Regalo de compromiso: son obsequios cuyo objetivo es obtener un favor a cambio. Esto un tipo de pago anticipado o la compra de un favor.

Sabiendo esto, podemos entender la pregunta de Esaú.  El estaba preguntando cuál era la intención de Jacob al enviarle tantos regalos. 


Génesis 33:9-11 – «Pero Esaú dijo: Tengo bastante, hermano mío; sea tuyo lo que es tuyo.  (10)  Mas Jacob respondió: No, te ruego que si ahora he hallado gracia ante tus ojos, tomes el presente de mi mano, porque veo tu rostro como uno ve el rostro de Dios, y favorablemente me has recibido.  (11)  Acepta, te ruego, el presente que se te ha traído, pues Dios me ha favorecido, y porque yo tengo mucho. Y le insistió, y él lo aceptó»

En lugar de ver a un enemigo, Jacob pudo ver a Dios en su hermano, a pesar de la vida de Esaú. No se fijo en la maldad que había en él sino en lo divino que todavía quedaba.

Esaú no quería comprometerse con Jacob, y por eso le dijo que él tenía suficiente, y no necesitaba nada. Pero Jacob le explicó que los regalos eran de reconocimiento, y no de compromiso.

«…Suficiente tengo yo… todo lo que hay aquí es mío…» Ambos Esaú y Jacob tienen un testimonio bendecido: Suficiente tengo yo. Pero gran ganancia es la piedad acompañada de contentamiento – (1 Timoteo 6:6).

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  • Bastante VS Todo:

Es interesante ver la diferente reacción que tienen Jacob y Esaú al respeto de sus bienes y riquezas. 

Esaú dijo: “tengo bastante” (Gen. 33:9).  En hebreo es “Rav”, y también significa: mucho, abundante. “Bastante” implica abundancia, pero siempre hay espacio para más.

En contraste, Jacob dijo que tenía “mucho”.  En hebreo es “Kol” que significa: todo, plenitud.  Esto implica que tiene todo lo que necesita, y por lo tanto, no necesita más

Hay un refrán judío que dice: “Rico es aquel que está satisfecho con lo que tiene.” 


  • Siguieron su camino:

En la aclaración de Jacob, hubo un mal entendido.  Al oír Esaú que su hermano lo estaba reconociendo como rey, él creyó que su hermano se estaba convirtiendo en su súbdito…pero esa no era la intención de Jacob.  Él lo estaba reconociendo como “rey de Edom”, pero no como “su rey”. 

Jacob no quería ir a Edom, sino a la Tierra Prometida.  Aunque allí fuera peregrino y extranjero, para él esa era la tierra que Dios le había prometido darle a sus descendientes. Esa era la tierra que consideraba su herencia eterna. 

El problema es que Jacob no sabía cómo decirle esto a Esaú.  Sin duda quería evitar que su hermano se enojara de nuevo.

Génesis 33:12-15 – «Entonces Esaú dijo: Pongámonos en marcha y vámonos; yo iré delante de ti.  (13)  Pero él le dijo: Mi señor sabe que los niños son tiernos, y que debo cuidar de las ovejas y las vacas que están criando. Si los apuramos mucho, en un solo día todos los rebaños morirán.  (14)  Adelántese ahora mi señor a su siervo; y yo avanzaré sin prisa, al paso del ganado que va delante de mí, y al paso de los niños, hasta que llegue a mi señor en Seir.  (15)  Y Esaú dijo: Permíteme dejarte parte de la gente que está conmigo. Pero él dijo: ¿Para qué? Halle yo gracia ante los ojos de mi señor»

«…Pase ahora mi señor delante de su siervo…» Jacob estaba feliz de estar reconciliado con su hermano, pero no quiso estar demasiado cerca de él. Todavía le tenía miedo a Esaú.

Tambien esta es la actitud de un buen pastor. Si presiona demasiado a su rebaño se morirá. La palabra traducida como “apuramos” significa golpear – (Cantares 5:2).

Un buen pastor tendrá que ser sensible para hacer avanzar al pueblo según su propia capacidad de avance y no forzar.

La intención de Jacob no era seguir a Esaú a Seir, sino seguir su camino hacia la TierraPrometida.

Desafortunadamente, Jacob todavía se porta como “Jacob”, porque dijo que iba muy al sur con Esaú al área de monte Seir. Pero en vez de esto deja que Esaú se adelante unos días, y después se va hacia el norte a Sucot.

Esta promesa no se ha cumplido todavía. Jacob nunca fue a su hermano en Seir. Se cumplirá en el futuro, según está escrito en Abdías 21:

“Y subirán libertadores al monte Tsión para juzgar al monte de Esaú, y el reino será del Eterno”


Génesis 33:16-18 – «Aquel mismo día regresó Esaú por su camino a Seir;  (17)  y Jacob siguió hasta Sucot, y se edificó una casa, e hizo cobertizos para su ganado; por eso al lugar se le puso el nombre de Sucot.  (18)  Y Jacob llegó sin novedad a la ciudad de Siquem, que está en la tierra de Canaán, cuando vino de Padán-aram, y acampó frente a la ciudad»

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Mientras que Esaú regresó a su tierra en Seir (hoy, al sur de Jordania), Jacob tomó rumbo hacia la Tierra Prometida.  Pero antes de cruzar el Río Jordán, se detuvieron temporalmente en Sucot.book_of_genesis_chapter_33-3_bible_illustrations_by_sweet_media

Es curioso que “Sucot” es la palabra hebrea para “tabernáculos o cabañas”.   También es el nombre de la última fiesta de redención que celebra la vida de los israelitas en el desierto, justamente antes de entrar a la Tierra Prometida.

Sucot significa “cabañas”, “chozas”. Una suká puede significar también cualquier albergue temporal. Sólo hay unos 5 Km entre Peniel y Sucot.mapa3.jpg

Esta palabra también nos enseña que la fiesta que está relacionada con el regreso de los hijos de Israel a la tierra de Israel es Sucot, la fiesta de los tabernáculos.

El Mesías cumplió proféticamente las primeras cuatro fiestas anuales con su primera venida. En su segunda venida también cumplirá las restantes, entre las cuales Sukot es la más larga. Esa fiesta hace alusión al milenio, el reino mesiánico, que es un tiempo de tránsito entre un estado hasta otro, como la suká es una morada temporal.

Después del milenio vendrá la morada permanente para el Mesías y su novia, la Nueva Jerusalén – (Apocalipsis 20:3; 21:1-2).

Finalmente entra a la Tierra Prometida, luego de los 20 años que estuvo en exilio. Sin duda

era un momento muy significativo en la vida de Jacob.  

«…Y Jacob llegó sin novedad…» – La palabra sin novedad significa “integro”, en hebreo “shalem”, implica que su cuerpo ya se había sanado de la cojera, que sus bienes no habían sufrido pérdida y su conocimiento de la Torá no se había perdido en la casa de Labán.

Todavía no había cumplido sus promesas de ir a Betel y dar el diezmo. Su demora en cumplir su promesa causó varios Problemas.

Ahora acampa en frente de la ciudad y no entra en ella. Esto nos habla de que los hijos de Dios no vivimos según el sistema de este mundo, sino nos mantenemos al margen. Ser santo significa ser diferente a los demás y apartado para uso exclusivo del Eterno.

El salió solo de la Tierra Prometida, y ahora regresaba con una gran familia.


  • Al entrar a la Tierra:

Jacob hizo dos actos muy significativos al entrar a la Tierra Prometida:

  1. Compró tierra

Génesis 33:19 – «La parcela de campo donde había plantado su tienda la compró de mano de los hijos de Hamor, padre de Siquem, por cien monedas»

Esta es la segunda propiedad que la familia de Abraham les fue permitido comprar tierra.

La primera fue la Cueva de Macpela, donde enterraron a Sara, y posteriormente a todos los patriarcas.  

Es importante notar que en la antigüedad no se solía permitir que los extranjeros compraran tierra, por razones de seguridad. Sin embargo, a Jacob se le permitió comprar tierra, probablemente por un pacto que él hizo con los líderes del lugar, lo cual veremos en el próximo capítulo.


2. Levantó un altar 

Otro acto importante que hizo Jacob al entrar de regreso a la Tierra prometida fue levantar un altar a Dios.

Génesis 33:20 –  «y levantó allí un altar, y lo llamó: El-Elohe-Israel»

El-Elohe-Yisrael significa: “Dios, el Dios de Israel

Con este acto, Jacob estaba haciendo una declaración muy importante: estaba reconociendo que el Dios de Abraham e Isaac también era su Dios, el Dios de Israel (el nuevo nombre que el Señor le había dado). altar

Todas las personas llegamos a un momento de decisión, como Jacob. Llegamos al punto de decidir si creemos en el Dios de nuestros padres o no. Es una decisión personal, y todos debemos hacerla. 

Jacob hizo este reconocimiento cuando se cumplió en su totalidad la promesa que Dios le había hecho el día en que había salido huyendo. 

Génesis 28:20-21 – «Entonces hizo Jacob un voto, diciendo: Si Dios está conmigo y me guarda en este camino en que voy, y me da alimento para comer y ropa para vestir,  (21)  y vuelvo sano y salvo a casa de mi padre, entonces el SEÑOR será mi Dios»

  • Siquem:

Ya entrado en la Tierra Prometida, el lugar que Jacob escogió para asentarse fue Siquem. 

Este lugar es el mismo en el que Dios mandó construir un altar cuando los israelitas entraron a la Tierra Prometida.  Está situado entre dos montes:  Ebal y Gerizim. 

Deuteronomio 11:29-32 – «Y cuando YHVH tu Dios te haya introducido en la tierra a la cual vas para tomarla, pondrás la bendición sobre el Monte Gerizim, y la maldición sobre el monte Ebal, los cuales están al otro lado del Jordán, tras el camino del occidente en la tierra del cananeo, que habita el Arabá frente a Gilgal, junto al encinar de More.  Porque vosotros pasáis el Jordán para ir a poseer la tierra que os da Jehová vuestro Dios; y la tomaréis, y habitaréis en ella.  Cuidaréis, pues, de cumplir todos los estatutos y decretos que yo presento hoy delante de vosotros» 

[ref. Deut. 27; Josué 8:30-38]

También allí fue donde Abraham se detuvo, y construyó un altar: 

Génesis 12:6-7 – «Y pasó Abram por aquella tierra hasta el lugar de Siquem, hasta el encino de More; y el cananeo estaba entonces en la tierra.  Y apareció Jehová a Abram, y le dijo: A tu descendencia daré esta tierra.  Y edificó allí un altar a YHVH, quien le había aparecido»

Siquem era una tierra idónea para alimentar al ganado. Más tarde, veremos que los hijos de Jacob regresan allí con sus rebaños – (Gen. 38:1-2).  

Aunque era ideal para el oficio de Jacob, como ganadero, en realidad no era donde Jacob debía permanecer.  Pronto Dios lo va a llamar para que siga su camino, siguiendo los pasos de Abraham. Siquem tampoco era ideal porque los habitantes tenían otro estilo de vida. 

En el próximo capítulo veremos una tragedia que aconteció allí…

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