El Mesías: Una rama de Isaí

Isaí fue el padre de David y un descendiente directo de Judá, Jacob, Isaac, y Abraham. Fue un vínculo en la línea mesiánica. La elección de Isaí (y su hijo menor David) fue por mandato directo del Eterno, como se registra en la Escritura:

1ª Samuel 16:1 – “…Y el Señor le dijo a Samuel: Llena tu cuerno de aceite y ve; yo te enviaré a Isaí, el betlejemita, porque me he provisto un rey entre sus hijos…”

Isaías el profeta, quien vivió como 300 años después de este evento, fue inspirado a resumir el llamado de David de esta manera:

Isaías 11:1-2 – “Y saldrá un renuevo del tronco de Isaí, y una Rama brotará de sus raíces; y el espíritu del Señor reposará sobre él, espíritu de sabiduría y entendimiento, espíritu de consejo y poder, espíritu de conocimiento y temor del Señor”

Este pasaje se considera universalmente como mesiánico entre los escritores y comentaristas judíos. Aun los que consideran que algunos pasajes mesiánicos se cumplieron en Ezequías, no pueden dudar seriamente que aquí el profeta está hablando de un Mesías futuro.

La profecía es importante en por lo menos dos sentidos. Primero, reduce la ascendencia del Mesías a Isaí y sus descendientes. Porque, “saldrá un renuevo del tronco de Isaí.” Segundo, por el uso de la palabra hebrea nétzer, para el término “rama o renuevo,” la profecía especifica el lugar donde viviría el Mesías. El profeta pudo haber usado otra palabra para rama, Tzemáj, que usó previamente cuando describía al Mesías:

Isaías 4:2 – “…En ese día la Tzemáj (rama) del Señor será hermosa y gloriosa, y el fruto de la tierra será excelente y espléndido para los escapados en Israel…”

Otros profetas que se refirieron al Mesías como la Rama usaron la palabra Tzemáj en lugar de Nétzer. Por ejemplo, el profeta Jeremías escribió:

Jeremías 23:5 – “…He aquí vienen días, dice el Señor, en que levantaré a David una tzemáj (rama) justa y un rey reinará y prosperará, y ejecutará justicia y juicio en la tierra…”

El mismo profeta hablando por el Eterno dijo: “Haré que le crezca a David la Tzemáj de justicia…” – (Jer 33:15). Además, cuando se refiere al Mesías como la Rama, Zacarías también elige la palabra Tzemáj en lugar de Nétzer, profetizando, “Yo traeré a mi siervo, la Rama (Tzemáj)– (Zac 3:8).

Había indudablemente una razón especial de por qué en un pasaje sobre la palabra Rama, el Rúaj HaQódesh inspiró a Isaías a usar la palabra Nétzer, en lugar de la palabra más común Tzemáj. La razón se encuentra en las Escrituras del Nuevo Testamento en el lugar donde leemos:

Mateo 2:23 – “Y vino y vivió en una ciudad llamada Natzéret (Nazaret), para que se cumpliera lo que hablaron los profetas…”

El pueblo de Natzéret es la palabra Nétzer con la terminación femenina, designada por la letra tav. Así que, la razón especial para el uso de Nétzer viene a ser un juego de palabras. Él habría de ser una Rama y también habría de vivir en el pueblo de Natzéret. Él es un Nétzer de Natzéret.

Las ramas son producidas por las raíces. De ahí que la palabra rama podría implicar que el Mesías es menor que la raíz. Tras un examen adicional de la profecía del Nétzer resulta claro que el Mesías es también la raíz:

Isaías 11:10 – “…En ese día habrá una raíz de Isaí que estará como enseña a los pueblos…”

Esta raíz sería diferente al hijo inmediato de Isaí, David, quien fue un hombre de guerra conocido por la matanza de muchos gentiles – (1Cro. 22:8; 2 Sam. 8:22; 1Re. 11:15). El Mesías, más bien, sería un portaestandarte que atraería a los gentiles:Rama-1.jpg

Isaías 11:10 – “…Habrá una raíz de Isaí, a él buscarán los gentiles: y su resto será glorioso…”

De hecho, el amor de los gentiles por el Mesías resulta en respeto y ayuda para el pueblo judío. También es claro que el pueblo judío será llevado de vuelta a su tierra:

Isaías 11:12 – “…Y pondrá una enseña para las naciones, y congregará a los desechados de Israel, y juntará a los dispersos de Judá de los cuatro cabos de la tierra…”

También se apoya en la Escritura que los gentiles ayudarían en el recogimiento del pueblo judío en su tierra:

Isaías 49:22 – “…Así dice el Señor Di-s: He aquí yo levantaré mi mano a las naciones, y pondré mi estandarte a los pueblos; y ellos traerán tus hijos en sus brazos, y tus hijas serán cargadas en sus hombros…”

Isaías describe a la raíz de Isaí desde una perspectiva diferente en un capítulo posterior. Él es “como una planta tierna y como raíz en tierra seca; no tiene forma ni belleza, y cuando lo vemos, no hay hermosura para que lo deseemos” – (Isa 53:2). Así que, su descendencia de Isaí, a diferencia de David, no le traería una corona de oro, inicialmente, sino un cruel castigo; (Sal 22:1,2) en lugar de ser “la Rama hermosa y gloriosa”, se vestiría primero con las hirientes ramas del espino tejido para él por soldados romanos – (Miq 5:1; Sal 2:6,2).

La inmediata simiente de Isaí fue David, quien pasaría la marca del linaje mesiánico a su hijo Salomón. Estos herederos están en notable contraste: uno siendo un guerrero y el otro un hombre de paz.

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