Génesis 25 – Toldot/Descendencia

Fue hasta después de encontrar mujer para su hijo Isaac, y así asegurar la descendencia de la simiente prometida, que Abraham pensó en su propia necesidad de compañía.

Génesis 25:1 – «Abraham volvió a tomar mujer, y su nombre era Cetura»

Cetura era Agar y que el nombre viene como alusión a que sus obras eran tan buenas como el incienso “ketoret”. La pregunta nos surge si realmente fue Agar la que Abraham tomó de nuevo, cuando más adelante se habla de las “concubinas” de Abraham, v. 6. En 1 Crónicas 1:32a está escrito que Cetura fue concubina de Abraham.

Con ella tuvo seis hijos:

Génesis 25:2 – «Ella le dio hijos: Zimram, Jocsán, Medán, Madián, Isbac y Súa»

El pueblo madianita descendía de Cetura. Unos mercaderes madianitas pasaron cuando Jose estaba en el pozo (Génesis 37:28). (El pueblo madianita, que también nació por Cetura, le vendió a Potifar en Egipto, según el texto hebreo de Génesis 37:36).

Los madianitas se unieron con los moabitas para maldecir a Israel por medio de Bil’am, cf. Números 25:16-18. Por eso los madianitas fueron severamente castigados por los hijos de Israel por mandato del Eterno, cf. Números 31. Los madianitas oprimieron a Israel durante siete años y fueron derrotados por Gedeon, (Jueces 6- 7).

Aquí no sólo se mencionan los hijos de Cetura, sino también algunos de sus descendientes:


Génesis 25:3-4 – «(3)Jocsán fue el padre de Seba y de Dedán. Los hijos de Dedán fueron Asurim, Letusim y Leumim.  (4)  Los hijos de Madián fueron Efa, Efer, Hanoc, Abida y Elda. Todos estos fueron los hijos de Cetura» 

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Estos descendientes de Abraham se convirtieron luego en tribus que poblaron Arabia.

  • Añadió Abraham:

El capítulo 25 comienza de una forma curiosa en hebreo, que se pierde en la traducción. Dice: “VaYasaf Abraham…” que literalmente significa: “Y añadió o incrementó, Abraham…”

Parece irónico que en el capítulo en que se menciona la muerte de Abraham se hable de que él continuó aumentando, incrementando.  Aun cuando una persona muere, su legado sigue a través de su descendencia, y esto es lo que vemos en este capítulo.

También nos enseña que aun tarde en la vida uno puede seguir siendo productivo.

Eclesiastés 11:6 – «De mañana siembra tu semilla y a la tarde no des reposo a tu mano, porque no sabes si esto o aquello prosperará, o si ambas cosas serán igualmente buenas»

  • Herencia en orden:

Otra gran lección de vida que encontramos en este capítulo es la sabiduría de dejar los asuntos de la herencia arreglados antes de morir.

A pesar que Abraham tuvo más hijos, él decidió que su único heredero sería Isaac, porque él era el heredero espiritual de la promesa.  Sin embargo, también veló por sus otros hijos.


Génesis 25:5-6 – «Abraham dio a Isaac todo lo que poseía.  (6)  A los hijos de sus concubinas Abraham les dio regalos, viviendo aún él, y los envió lejos de su hijo Isaac hacia el este, a la tierra del oriente»

De la misma manera el Padre dio todo al Hijo.

Juan 13:3 – “sabiendo que el Padre había puesto todas las cosas en sus manos, y que de Dios había salido y a Dios volvía”

Los otros hijos no se fueron desprovistos, pues se les dio bienes materiales.  Sin embargo, Abraham dejó claro que la herencia espiritual, la promesa divina de la tierra, era para el hijo de la promesa.

Lo mismo había sucedido con Ismael.

Génesis 21:10-13 – «y dijo a Abraham: Echa fuera a esta sierva y a su hijo, porque el hijo de esta sierva no ha de ser heredero juntamente con mi hijo Isaac.  (11)  Y el asunto angustió a Abraham en gran manera por tratarse de su hijo.  (12)  Mas Dios dijo a Abraham: No te angusties por el muchacho ni por tu sierva; presta atención a todo lo que Sara te diga, porque por Isaac será llamada tu descendencia.  (13)  Y también del hijo de la sierva haré una nación, por ser tu descendiente»

Tal vez esto “ofenda” a algunos, porque parece injusto.  Pero sabemos que Dios es perfectamente justo, y hay una buena razón para lo que Él pide.  Podemos tratar de entender la mente de Dios, pero no siempre lo lograremos porque nuestra mente es limitada.  Pero sabemos que Dios tiene sus razones…

Pablo toca este tema en Romanos.

Romanos 9:6-16 – «Pero no es que la palabra de Dios haya fallado. Porque no todos los descendientes de Israel son Israel;  (7)  ni son todos hijos por ser descendientes de Abraham, sino que por Isaac será llamada tu descendencia.  (8)  Esto es, no son los hijos de la carne los que son hijos de Dios, sino que los hijos de la promesa son considerados como descendientes.  (9)  Porque esta es una palabra de promesa: Por este tiempo volveré, y Sara tendrá un hijo.  (10)  Y no sólo esto, sino que también Rebeca, cuando concibió mellizos de uno, nuestro padre Isaac  (11)  (porque cuando aún los mellizos no habían nacido, y no habían hecho nada, ni bueno ni malo, para que el propósito de Dios conforme a su elección permaneciera, no por las obras, sino por aquel que llama),  (12)  se le dijo a ella: El mayor servirá al menor.  (13)  Tal como está escrito: A Jacob amé, pero a Esaú aborrecí.  (14)  ¿Qué diremos entonces? ¿Que hay injusticia en Dios? ¡De ningún modo!  (15)  Porque El dice a Moisés: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y tendré compasión del que yo tenga compasión.  (16)  Así que no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia»

La parte más valiosa de la herencia que Isaac recibió de Abraham no era tanto lo material como el llamado y el pacto.  Era una herencia espiritual, y la decisión no era propiamente de Abraham sino de Dios.  La Tierra es de Dios, y Él decide a quién se la da.

La realidad es que Abraham no los echó de “su propiedad”—porque aún no poseían la tierra.  Lo que hizo fue separar a sus hijos porque cada uno de ellos tenían diferentes destinos…

A los hijos de Cetura les fue dado bienes, “regalos”, como herencia.  Pero no tenía sentido que permanecieran en una tierra donde eran “extranjeros”.  A ellos se les estaba dando la libertad de “hacer su vida” donde quisieran.  Así lo hicieron.  En lugar de ser siervos en tierra ajena fueron amos de su destino en tierras nuevas.  Ellos se dirigieron al oriente, donde aún habían muchos lugares deshabitados.  Allí fundaron sus propios pueblos y ciudades, mientras que otros se dedicaron a comerciar, llevando una vida nómada.

Muchos pueblos de Asia Menor (Turquía), Arabia y el Medio Oriente llevan los nombres de los otros hijos de Abraham.

Según el historiador Josefo, Efer invadió Libia, al norte de África, y en su honor le fue puesto el nombre al continente de “África”.

En contraste, Isaac debía permanecer en la Tierra de Canaán como extranjero, porque él tenía un llamado, un propósito, un destino en la tierra que aún no poseían.

Isaac y sus medio hermanos no debían vivir juntos como “una tribu”, sino cada quien aparte, cumpliendo cada quien su propósito.  Isaac tenía un llamado espiritual.  Él y su descendencia debían apartarse de las demás naciones para formar un pueblo separado, santo para Dios.  Por eso Dios los llevó a vivir como “extranjeros” en Canaán y en Egipto, hasta hacer de ellos una nación.


Génesis 25:7-11 – «Y estos fueron los días que vivió Abraham: ciento setenta y cinco años. (8) Y exhaló el espíritu, y *murió Abraham en buena vejez, anciano y lleno de años, y fue unido a su pueblo. (9) Y lo sepultaron Isaac e Ismael sus hijos en la cueva de Macpela, en la heredad de Efrón hijo de Zohar heteo, que está enfrente de Mamre, (10) heredad que compró Abraham de los hijos de Het; allí fue sepultado Abraham, y Sara su mujer. (11) Y sucedió, después de muerto Abraham, que Dios bendijo a Isaac su hijo; y habitó Isaac junto al pozo del Viviente-que-me-ve»

Abraham murió cinco años antes de tiempo. – [*murió – lit. expiró: dio su último respiro]

Abraham fue enterrado en la Cueva de Macpela, en Hebrón, junto con Sara, en la única propiedad que adquirió en la Tierra Prometida.

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Abraham se va de la escena, siendo uno de los hombres más importantes de la biblia. Él se menciona 70 veces en el Nuevo Testamento. Solo Moisés se menciona más (80 veces).

Abraham vivió muchos años; pero a la hora de ver atrás y analizar la vida, lo que cuenta no es tanto el número de años sino la calidad de vida.  La Biblia dice que Abraham vivió una buena vida, “lleno de días”, pues el propósito por el cual fue creado se cumplió.

La razón es que para que su vejez fuera buena, (15:15), no podría ver la apostasía de su nieto Esau que se rebeló a los 15 años de edad.

Isaías 57:1 – “El justo perece, y no hay quien se preocupe; los hombres piadosos son arrebatados, sin que nadie comprenda que ante el mal es arrebatado el justo”

«…Y lo sepultaron Isaac e Ismael… » – Esto nos enseña que Ismael se arrepintió y tuvo una buena relación con la familia en sus últimos años, lo cual también produjo la buena vejez para Abraham. En ese momento Isaac tenía 75 años e Ismael 89 años de edad.

Isaac toma el lugar de su padre después de su muerte. Ahora tenía la misma edad que su padre cuando salió de Harán.

Isaac iba a seguir el llamado y la obra iniciada por Abraham. Así como Dios bendijo a Abraham, también lo hizo con su hijo Isaac, el hijo de la promesa.

Génesis 25:11 – «Después de la muerte de Abraham, Dios bendijo a su hijo Isaac. Y habitó Isaac junto a Beer Lajai Roi». 

  • Genealogía de Ismael:

En este capítulo también encontramos la genealogía de Ismael:


Génesis 25:12-16 – «Estas son las generaciones de Ismael, hijo de Abraham, el que Agar la Egipcia, sierva de Sara, le dio a Abraham.  (13)  Estos son los nombres de los hijos de Ismael, nombrados por el orden de su nacimiento: el primogénito de Ismael, Nebaiot, después, Cedar, Adbeel, Mibsam,  (14)  Misma, Duma, Massa,  (15)  Hadar, Tema, Jetur, Nafis y Cedema.  (16)  Estos fueron los hijos de Ismael, y éstos sus nombres, por sus aldeas y por sus campamentos: doce príncipes según sus tribus»

Es curioso que también los descendientes de Ismael llegaron a formar 12 tribus, al igual que también lo hará Israel.

Ismael vivió muchos años: 137 en total.


Génesis 25:17-18 – «Estos fueron los años de la vida de Ismael: 137 años. Murió, y fue reunido a su pueblo.  (18)  Sus descendientes habitaron desde Havila hasta Shur, que está enfrente de Egipto, según se va hacia Asiria. Se establecieron allí frente a todos sus parientes»

La palabra hebrea que ha sido traducida como “expiró”, “gueviá”, sólo es usada en referencia a hombres justos. Así que Ismael murió como un hombre justo por haberse arrepentido de sus pecados.

Sus descendientes poblaron el desierto entre Israel y Egipto, y también parte de Arabia.  La mayoría de ellos eran nómadas, y algunos mercaderes.

Abraham murió a los 175 años como mencionamos mas arriba, cien años después que haber recibido su llamado (Gen.12).

A continuación aparece la genealogía de Isaac en la forma de su historia…


Génesis 25:19-20 – «Estas son las generaciones de Isaac, hijo de Abraham: Abraham fue el padre de Isaac.  (20)  Tenía Isaac cuarenta años cuando tomó por mujer a Rebeca, hija de Betuel, el Arameo de Padán Aram, hermana de Labán el Arameo»

  • Historia de Isaac:

Abraham había buscado mujer para su hijo Isaac para asegurarse que la simiente prometida siguiera y se cumpliera el plan de Dios. Curiosamente, la historia se repitió, ya que la mujer de Isaac también era estéril.


Génesis 25:21 – «Isaac oró al SEÑOR en favor de su mujer, porque ella era estéril; y el SEÑOR lo escuchó, y Rebeca su mujer concibió.»

Muchas de las mujeres hebreas han sido estériles, Sara, Rebeca, Raquel y Ana, la madre del profeta Samuel.Imagen 1

Abraham y Sará tuvieron que esperar más de 70 años para ver respuesta a sus oraciones, Isaac y Rebeca tuvieron que esperar 20 años antes de tener hijos, Raquel tenía que esperar 14 años antes de tener hijos.

La traducción dice que Isaac “oró”, pero es más que una simple oración. En hebreo se usa la palabra “Atar “ que significa: suplicar, implorar.  Implica insistencia y repetición.

En varias instancias en la Biblia, Dios detiene los embarazos, y eso es un mensaje en sí. Es una forma de decirles a los padres que el bebé que viene tiene un propósito especial. Así sucedió con Isaac, Jacob, José, Sansón, Samuel, y Juan el Bautista.

En el versículo 26 está escrito que Isaac tenía 60 años cuando su esposa dio a luz a Esau y a Jacob. Esto significa que Isaac tenía que orar durante 20 largos años. Hubo veinte años de espera hasta ver el cumplimiento de la promesa de que la descendencia de Abraham iba a multiplicarse.

El camino con Dios no es un camino fácil… Está lleno de problemas y motivos para “tirar la toalla”. El camino de la fe consiste en confiar en Dios para poder superar todos estos problemas y ver cambios radicales en los momentos de crisis de la vida….

  • Problemas en el embarazo:

Cuando finalmente Rebeca quedó esperando, se vino otra complicación en el embarazo:


Génesis 25:22 – «Los hijos luchaban dentro de ella y ella dijo: «Si esto es así, ¿para qué vivo yo?» Y fue a consultar al SEÑOR»

En hebreo, la descripción de lo que sentía Rebeca es más fuerte.  La palabra hebrea que se usa es Ratzatz, que literalmente significa: hacer pedazos, también oprimir, aplastar, romper, lastimar, desanimar.67dc3-embarazo

Lo que debía ser una bendición estaba siendo una tortura para ella, al punto que quería morir.  Pero en medio de esa dificultad, ella hizo lo se debe hacer: preguntarle a Dios.

Cuando se presentan problemas o dificultades en la vida, en lugar de deprimirnos o quejarnos o lamentarnos, debemos tratar de averiguar qué nos quiere enseñar Dios a través de esa situación.

¿Cuál era el mensaje que Dios les quería transmitir?


Génesis 25:23 – «Y el SEÑOR le dijo: «Dos naciones hay en tu seno, y dos pueblos se dividirán desde tus entrañas; un pueblo será más fuerte que el otro, y el mayor servirá al menor» 

La primera noticia fue que tendría gemelos. Pero el principal mensaje era que el mayor serviría al menor. Esto iba en contra de la costumbre, en la que el primogénito era quien recibía la autoridad dentro de la familia.

Dando comienzo así a la historia de dos naciones que hasta el día de hoy son el centro del conflicto mundial.

En Romanos 9:10-13, Pablo usa esta elección de Jacob sobre Esaú antes de su nacimiento como una ilustración de la elección soberana de Dios.

“Una mujer dijo una vez al Señor Spurgeon: ‘No puedo entender porque Dios diría que odiaba a Esaú.’ ‘Eso’, contestó Spurgeon, ‘no es lo que se me hace difícil, señora. Mi problema es entender como Dios podría amar a Jacob.’”

(Newell en novelas verso por verso)

Nuestro gran error en considerar las elecciones de Dios, es pensar que Dios escoge por razones arbitrarias, como si fuera alguien que escogiera al azar. Quizá no tenemos la capacidad de entender las razones que tiene para elegir, y son razones que solo él sabe y contesta, pero las elecciones de Dios no son al azar.

La palabra hebrea traducida como “generaciones” es “toldot”. De la palabra “toldot” viene el nombre de la ciudad de Toledo en España en referencia a los desdientes judíos que la poblaron y la desarrollaron.

Los dos hermanos tuvieron la oportunidad de conocer de primera mano a YHVH, sus mandamientos y promesas desde la misma creación del mundo. ¿Por que?

Porque cuando nacieron todavía Abraham vivía, Sem y Eber hijo y nieto de Noe estaban vivos también, y Sem conoció a Lamec quien a su vez conoció a Adán. ¿Por que es importante este dato? Porque se tiende a pensar que Esaú desconocía el valor de la primogenitura y la promesa de sus ancestros cuando negoció su futuro por un plato de lentejas.

  • Nacimiento:

En su momento, nacieron mellizos, tal como lo había anunciado el Señor.


Génesis 25:24-26 – «Cuando se cumplieron los días de dar a luz, había mellizos en su seno.  (25)  El primero salió rojizo, todo cubierto de vello, y lo llamaron Esaú.  (26)  Y después salió su hermano, con su mano asida al talón de Esaú, y lo llamaron Jacob. Isaac tenía sesenta años cuando Rebeca dio a luz a los mellizos»

Por 25 años no tuvieron hijos, Isaac oró a YHVH por el cumplimiento de la promesa, y finalmente Rebeca concibió dos hijos mellizos.rebeca gemelos

Esaú (heb. Esav) significa: velludo.

Jacob (heb. Yaakov) literalmente significa: “el que agarra el talón” (del verboAkev”)

La palabra hebrea para “talón” es “ekev – עָקֵב ”. Como la cabeza simboliza el principio de algo el talón significa su final.

El hecho de que Jacob estaba agarrando el talón de Esaú significa que finalmente será él que tome el dominio en el mundo. Cuando el dominio del imperio romano es destruido con la venida del Mesías, el Imperio Hebreo dominará el mundo entero.

Daniel 2:34-35 – “Estuviste mirando hasta que una piedra fue cortada sin
ayuda de manos, y golpeó la estatua en sus pies de hierro y de barro, y los desmenuzó. Entonces fueron desmenuzados, todos a la vez, el hierro, el barro, el bronce, la plata y
el oro; quedaron como el tamo de las eras en verano, y el viento se los llevó sin que quedara rastro alguno de ellos. Y la piedra que había golpeado la estatua se convirtió en un
gran monte que llenó toda la tierra

Las piernas y los pies de la estatua simbolizan el Imperio Romano. Ese imperio será golpeado en los pies, el mismo lugar que Jacob agarró de su hermano, y así se establecerá el Imperio del pueblo de Dios en toda la tierra

estatua de nabucodonosor 3

Más adelante en el libro de Daniel se presenta la influencia romana como una bestia terrible. El final de su influencia será cuando venga el hijo del Hombre con las nubes del

cielo, como está escrito en Daniel 7:13-14, 18, 26-27.

Los mellizos no eran gemelos idénticos, más bien, eran muy diferentes, no sólo físicamente sino también en personalidad, carácter y visión de vida.

A Esaú le gustaba el campo, mientras que Jacob prefería quedarse en casa con su madre.  Uno era el favorito de Isaac, y el otro el favorito de Rebeca.


Génesis 25:27-28 – «Los niños crecieron, y Esaú llegó a ser diestro cazador, hombre del campo. Pero Jacob era hombre pacífico, que habitaba en tiendas.  (28)  Isaac amaba a Esaú porque le gustaba lo que cazaba, pero Rebeca amaba a Jacob»

Pero la diferencia más trascendental entre estos hermanos gemelos era la diferencia espiritual: Esaú era un hombre carnal, interesado en la vida terrenal; por el contrario, Jacob era un hombre espiritual.  En hebreo, dice que era “completo, íntegro, puro, perfecto” (heb. Tam).31118_000_012_05

Esaú es descrito como un experto cazador. Noten que la única persona que anteriormente había sido descrita como “cazador” es Nimrod.

Esaú era un hombre del campo y en las Escrituras el campo es sinónimo del mundo.(ver Mat. 13: 38).

Jacob por el contrario es descrito como un hombre que habitaba en tiendas. Los sabios dicen que habitar en tiendas es sinónimo de estar consagrado al estudio de la Torah.

Esaú era un hombre sin obediencia a YHVH, un hombre secular. Ejemplo de esto es que se caso con una mujer Cananea, (Gen.26: 34) en clara oposición a los requerimientos de Dios.

  • Carne VS Espíritu:

La lucha entre Jacob y Esaú, que comenzó en el vientre materno, seguirá durante toda su vida.  Este conflicto, es una imagen del conflicto entre “la carne y el espíritu”.  Es una lucha con la que vivimos toda la vida.

Esaú representa la carnalidad, y Jacob la espiritualidad. La carne parecería llevar la ventaja, pero el orden divino es que el espíritu esté por encima.  Una persona espiritual sacrifica el placer inmediato por un beneficio mayor a largo plazo. (Rom. 8; Gal. 5:16-17; Mat. 26:41)

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  • La importancia de la primogenitura:

La diferencia entre Jacob y Esaú se hace manifiesta en su interés por la primogenitura…

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Jacob y Esaú

Según la tradición, el día en que murió Abraham, Jacob había preparado un potaje de lentejas como parte de la comida de luto.  Al contrario, ese día Esaú salió a cazar.


Génesis 25:29-34 – «Un día, cuando Jacob había preparado un potaje, Esaú vino agotado del campo.  (30)  Entonces Esaú dijo a Jacob: «Te ruego que me des a comer * (lit. tragar) un poco de ese guisado rojo, pues estoy agotado.» Por eso lo llamaron Edom.  (31)  «Véndeme primero tu primogenitura,» le contestó Jacob.  (32)  «Mira, yo estoy a punto de morir,» le dijo Esaú; «¿de qué me sirve, pues, la primogenitura?»  (33)  «Júramelo primero,» replicó Jacob. Esaú se lo juró, y vendió su primogenitura a Jacob.»  (34)  Entonces Jacob dio a Esaú pan y guisado de lentejas. El comió y bebió, se levantó y se fue. Así despreció Esaú la primogenitura»

Jacob sabía que la primogenitura era de valor y lo quería. Pasajes como Deuteronomio 21:17 y 1 Crónicas 5:1-2 nos cuentan que la primogenitura se involucraba una dinámica jacob y esaumaterial y espiritual. El hijo de la primogenitura recibía una porción doble de la herencia, y también se convertía en la cabeza de la familia y el líder espiritual cuando se moría el padre. En el caso de esta familia, la primogenitura determinaba que heredaría el pacto que Dios hizo con Abraham, el pacto de una tierra, una nación, y el Mesías.

 La primogenitura consistía en la responsabilidad de conservar las tradiciones familiares y el derecho de representar la familia y servir como sacerdotes con los sacrificios. Antes del pecado con el becerro de oro, todos los primogénitos de Israel eran sacerdotes, pero después los levitas fueron puestos en su lugar (Éxodo 19:22, 24; Números 8:18)

Estamos acostumbrados a interpretar a Jacob como un abusador que aprovechó la ocasión para robar la primogenitura. Pero cuando analizamos el carácter de cada uno entendemos que las cosas eternas no tenían ninguna importancia para Esaú, mientras que para Jacob eran definitivas en su vida.

El hombre de mundo vive por las cosas inmediatas, por las que ve, mientras que el hombre espiritual vive por las cosas eternas.

¿Porque la vendió Esaú?

“La historia nos muestra que los hombres prefieren ilusiones a la realidad, escogen tiempo en vez de escoger la eternidad, y eligen los placeres del pecado por un tiempo en vez de elegir el gozo del Dios para siempre. Los hombres leerán basura en vez de la palabra de Dios, y adhieren a un sistema de prioridades que deja a Dios fuera de sus vidas. Multitudes de hombres gastan más tiempo afeitándose que lo que gastan en sus almas; y gran multitud de mujeres dan más minutos para su maquillaje que para su vida espiritual. Los hombres siguen vendiendo su primogenitura por un guiso

(Barnhouse)

Esaú estaba más preocupado por satisfacer sus deseos temporales que por la herencia familiar.  El se dejó llevar por la carne, y despreció los valores espirituales.  Al contrario, Jacob anhelaba la primogenitura, y aprovechó el momento para “comprar el derecho de primogénito” que eventualmente le sería dado a Esaú por haber nacido primero (a pesar que Dios había revelado a Rebeca desde el vientre que el menor sería el primogénito).

¿Qué implica ser primogénito en la cultura bíblica?

El primer nacido recibía:

  1. El nombre del padre
  2. La autoridad sobre los hermanos y la responsabilidad por ellos
  3. Doble porción de la herencia

Esaú despreció la primogenitura, no considerándola importante. Él vivía para el momento, y no consideraba importante el futuro ni mucho menos la vida eterna. Todo lo que le interesaba era la “satisfacción inmediata”.

Hebreos 12:16-17 – «no sea que haya algún fornicario, o profano como Esaú que vendió su primogenitura por una comida.  (17)  Porque sabéis que aun después, cuando quiso heredar la bendición, fue rechazado, pues no halló ocasión para el arrepentimiento, aunque la buscó con lágrimas»

Por el contrario, Jacob sí le interesaba la primogenitura, y le molestaba que Esaú no apreciara lo que tenía por nacimiento.  Por lo tanto, aprovechó el momento para “comprar” ese derecho.

El carácter de Esaú como fornicario y profano (Hebreos 12:16) muestra que Dios tenía toda la razón cuando escogió a Jacob en vez de Esaú para llevar la primogenitura, aunque Jacob era el menor. Aunque el carácter de Esaú no fue la base para la elección de Dios (Escogió a Jacob y no a Esaú antes de que nacieran), el carácter de Esaú mostraba la sabiduría de la elección de Dios.

Aquí dice que Esaú era profano. La palabra que se encuentra en la traducción griega que se tradujo como “profano” es “bebelos” [13]. En la traducción de los setenta (LXX) se puede encontrar la misma palabra en 1 Samuel 21:5 como traducción de la palabra hebrea “jol”, que significa “profano”, “común” y viene de una raíz que significa “hacer hueco”, “perforar”, “vaciar”, “dañar”, “romper” etc.

El carácter y las actitudes de Esaú eran aborrecibles para el Eterno. Es obvio que su padre Isaac no era consciente de la maldad que se escondía detrás de su fachada respetuosa.

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