La preparación de la última cena

La pintura de Leonado da Vinci sobre «La Última Cena» ha grabado en nuestras mentes por siglos la idea de que la última cena bíblica era la escena de una mesa larga con Jesús en el centro sentado junto a sus discípulos a ambos lados.

Pero a la luz de las costumbres judías y romanas, además de los detalles que entrega la Biblia, la última cena fue muy diferente a la del cuadro de Da Vinci. El excelente video titulado «The setting of the Last supper» explica cómo era la mesa judía, así como la posición específica de Jesús y sus discípulos en ella, detalle de gran importancia para entender el pasaje bíblico completo de Juan 13 y su mensaje.

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Ultima cena por Leonardo da Vinci

Jesús ordenó a sus discípulos ir a buscar cierto hombre para que les indicase cuál sería el aposento donde celebrarían la pascua judía – (Mateo 26:17-19; Marcos 14:12-16; Lucas 22:7-13). Los discípulos entonces prepararon la habitación con este fin.

Según la cultura romana y judía del siglo I, la mesa donde Jesús celebró la pascua tuvo que haber sido un triclinio, una mesa larga de tres lados con forma de U. Para los judíos dentro de la mesa habían algunos puestos de importancia y otros de menor relevancia:

Lucas 14:7-9 – «Observando cómo escogían los primeros asientos a la mesa, refirió a los convidados una parábola, diciéndoles: Cuando fueres convidado por alguno a bodas, no te sientes en el primer lugar, no sea que otro más distinguido que tú esté convidado por él, y viniendo el que te convidó a ti y a él, te diga: Da lugar a éste; y entonces comiences con vergüenza a ocupar el último lugar»

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¿Cuáles eran estos puestos de importancia?

Seguramente pensaríamos que el anfitrión se sentaría en la mesa central, donde podría ver a todos sus invitados. Pero para los judíos la parte más importante de la mesa era el lado izquierdo y no en el centro. Era ahí donde el anfitrión se sentaba segundo desde la izquierda (abajo señalado en amarillo). El invitado de honor se sentaba a la izquierda del anfitrión, y el amigo de confianza a su derecha (abajo señalados en azul).

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Estos eran los puestos de honor en la mesa. Los fariseos deseaban estos lugares – (Mateo 23:6). Juan y Jacobo también deseaban sentarse en estos lugares en el cielo (Marcos 10:35-37). El resto de los invitados se sentaban hacia la derecha en orden de importancia, rodeando el triclinio hasta llegar a la parte final de la mesa.

Pero también estaban los puestos de menor importancia, tal como lo dijo Jesús – (Lucas 14).

Es así como el último puesto (abajo señalado en café) era ocupado por el siervo, quien se sentaba cerca de la puerta por si tenía que ir a buscar comida o agua en caso de ser necesario.

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En base a estas tradiciones culturales judías y lo que indica la Biblia podemos determinar cuál fue el escenario de la última cena. Jesús, como anfitrión de la cena, se sentó segundo desde la izquierda, y no al centro como lo muestra el famoso cuadro de Leonardo Da Vinci. Ahora también podemos determinar donde estaba sentado Juan, el discípulo amado de Jesús. Dice la Biblia:

Juan 13:23,25 – “Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. (…) recostado cerca del pecho de Jesús»

¿Dónde estaba sentado Juan?

Según la costumbre judía, la forma de sentarse en la mesa era en el piso o sobre una butaca alrededor de la mesa reclinados con las piernas hacia atrás e inclinados sobre su brazo izquierdo. Esto permitía que la persona pudiera recostarse sobre la persona que tenía a su izquierda.

De esta forma, si quería contarle algún secreto al de su izquierda podía recostarse cerca del pecho. Ahora es posible entender cómo la mujer pudo lavarle los a pies a Jesús estando detrás de él – (Lucas 7:38).

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Ya que Juan estaba recostado cerca del pecho de Jesús esto nos permite concluir que estaba sentado a la derecha de Jesús, como el «amigo de confianza«, el único lugar donde podía hacerlo.

También podemos saber cuál era la persona que estaba a la izquierda de Jesús, es decir, el «invitado de honor«. Dice la Biblia:

Mateo 26:23 – «Entonces él respondiendo, dijo: El que mete la mano conmigo en el plato, ése me va a entregar»

Dado que Judas estaba comiendo del mismo plato con Jesús, podemos saber que estaba sentado a su lado ocupando el puesto honor de aquella cena. Es impresionante saber esto, pues de esto entendemos que Jesús amaba a Judas, aún sabiendo que le entregaría. Pero esto no es todo, ya que además podemos inferir dónde estaba sentado Pedro.

Dice la Biblia que cuando Jesús comentó en la mesa que uno de los discípulos le iba a entregar – (Juan 13:21), Pedro hizo lo siguiente:

Juan 13:23-24 – «Y uno de sus discípulos, al cual Jesús amaba, estaba recostado al lado de Jesús. A éste, pues, hizo señas Simón Pedro, para que preguntase quién era aquel de quien hablaba»

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Pedro le hizo señas a Juan, el discípulo amado, para saber quién sería el discípulo que entregaría a Jesús, lo que nos demuestra que Juan ocupaba un lugar prominente en la mesa al lado de Jesús. Juan estaba sentado en la parte izquierda de la mesa. Pero además, podemos entender que la única forma en que Pedro hubiera llamado la atención de Juan era estando en frente de él. Si es así, entonces Pedro estaba en la parte derecha de la mesa, la de menor importancia.

Pero no sólo eso, sino que de acuerdo al relato de Juan 13 podemos decir que Pedro estaba sentado en el último puesto, en el lugar del «siervo», cerca de la puerta. La Biblia nos dice que Jesús se quitó el manto, tomó una toalla y comenzó a lavar los pies de sus discípulos:

Juan 13:5-6 – «Luego puso agua en un lebrillo, y comenzó a lavar los pies de los discípulos, y a enjugarlos con la toalla con que estaba ceñido. Entonces vino a Simón Pedro»

La palabra «entonces» viene del griego «oun» que quiere decir «y«. Jesús lavó los pies de todos sus discípulos «y» llegó a Pedro. Es decir, Pedro era el que estaba sentado al final de la mesa, pues fue el último al cual Jesús le lavó los pies.

Pedro estaba sentado en el puesto del siervo. No sabemos la razón por la cual se sentó allí. Probablemente estaba designado para el servicio de aquella mesa de pascua – (Lucas 22:8).

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Esto nos permite entender la reacción que tuvo Pedro cuando Jesús le lava los pies.

¿Por qué Pedro fué el único de los discípulos en negarse a que Jesús le lavara los pies? ¿Por qué no quería que Jesús lo hiciera?

En la mesa, el siervo – sentado en el último puesto – estaba encargado de lavar los pies de los invitados, dado que éstos se ensuciaban con el caminar diario sobre tierras polvorientas.

Sin embargo, aquí ocurre todo lo contrario, pues no fue Pedro sino Jesús quien lo hace. Por esta razón, le reclama que el lavar los pies le corresponde al siervo y no al anfitrión de la mesa:

Juan 13:6-8 – «Entonces vino a Simón Pedro; y Pedro le dijo: Señor, ¿tú me lavas los pies? (…) No me lavarás los pies jamás»

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El siervo estaba encargado de servir en la mesa y lavar los pies a los invitados. Pedro se negó en un principio porque Jesús, como anfitrión, estaba lavándoles los pies al siervo, la persona que servía en la mesa. Entendió que Jesús estaba realizando un acto de servicio y humillación gigante, rebajándose aún por debajo del siervo, y por eso se negó.

Sin embargo, Jesús quería enseñarles a sus discípulos y a nosotros que el siervo no es mayor que su señor. Por ello tomó el lugar del siervo.

Lucas 22:26-27 – «Mas no así vosotros, sino sea el mayor entre vosotros como el más joven, y el que dirige, como el que sirve. Porque, ¿cuál es mayor, el que se sienta a la mesa, o el que sirve? ¿No es el que se sienta a la mesa? Mas yo estoy entre vosotros como el que sirve»

Cuando Jesús dijo que no buscáramos los primeros puestos en la mesa (Lucas 14:7-9) nos enseña que no debemos buscar exaltarnos a nosotros mismos y ser visto por los demás. Lo importante es ocupar el último puesto, es decir, tomar el lugar del siervo.

Jesús estaba en un lugar de privilegio en los cielos, pero aún así tomó el lugar del siervo (Filipenses 2:5-11) para que nosotros pudiéramos pasar del lugar más miserable donde estábamos hacia lugares celestiales

No importa el lugar que ocupes en la mesa espiritual. No importa si estás sentado en el ultimo puesto.No importa si muchos te miran como si fueses el menos importante.

Recuerda que el mayor no es el que está sentado en la mesa, sino el que sirve.

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