Recordando el capitulo anterior (Éxodo 3) vimos como Moisés paseando las ovejas de Jetro su suegro, tubo un encuentro sobrenatural con YHVH, YHVH se revelo a El y dio a conocer a por Su nombre y le encomendo el proposito que El tenia para con Moisés y su pueblo Israel.
Pero… Moisés seguía dudando que el pueblo lo aceptaría como portavoz de Dios. Puede ser que la desilusión de Éxodo 2:11-15 había entrado profundamente en su alma. Así que veremos en este capítulo como Dios le dio tres señales, o milagros, para confirmar su comisión divina, y así poder llevar a cabo esta gran comisión comencemos…
- Señales de que “Estaré contigo”:
Éxodo 4:1-5 – «Entonces Moisés respondió diciendo: He aquí que ellos no me creerán, ni oirán mi voz; porque dirán: No te ha aparecido YHVH. (2) Y YHVH dijo: ¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara. (3) El le dijo: Echala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra; y Moisés huía de ella. (4) Entonces dijo YHVH a Moisés: Extiende tu mano, y tómala por la cola. Y él extendió su mano, y la tomó, y se volvió vara en su mano. (5) Por esto creerán que se te ha aparecido YHVH, el Dios de tus padres, el Dios de Abraham, Dios de Isaac y Dios de Jacob»
No fue erróneo de Moisés el preguntar primeramente, ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón? – (Éxodo 3:11); esta era una pregunta lógica considerando la gran tarea que se tenía. Y Dios respondió a esta pregunta más que adecuadamente en Éxodo 3:12: Yo estaré contigo. Después de eso, y en este pasaje, la pregunta de Moisés demostró incredulidad en lugar de una búsqueda sincera.
Los hijos de Israel cuestionarían solamente la aparición de YHVH a Moisés, no el Nombre de YHVH mismo, el cual ellos conocían por la historia de los patriarcas – (Jn 8:47; Ro 1:16).
«…¿Qué es eso que tienes en tu mano? Y él respondió: Una vara…« – Esto refleja un precioso principio en cuanto a Dios se refiere en cómo usa a la gente – Dios uso lo que Moisés tenía en su mano. Los años que Moisés pasó atendiendo ovejas no fueron en vano. Esos años depositaron en la mano de Moisés cosas que él podría usar para la gloria de Dios. Dios no usó el cetro que estaba en la mano de Moisés cuando el vivía en Egipto, pero Él sí uso la simple vara del pastor.
A Dios le gusta usar lo que tenemos en nuestra mano.
- Dios usó lo que Samgar tenía en su mano – (Jueces 3:31)
- Usó lo que estaba en la mano de David – (1 Samuel 17:49)
- Dios usó la quijada de un burro en la mano de Sansón – (Jueces 15:15)
- Dios uso cinco panes y dos peses de la mano de un muchacho – (Juan 6:9)
Podemos decir figurativamente que la vara de Moisés partiría el Mar Rojo. Golpearía una roca de la cual saldría agua. Sería levantada sobre una batalla hasta que Israel ganara. Sería llamada la vara de Dios – (Éxodo 4:20 y 17:9) – (Siempre claro aclarando que la vara en si misma no era la que hacia las cosas sino era Dios usando a Moisés y su vara).
Vemos una representación de la vara, en las Escrituras la vara representa al Mesías:
Génesis 49:10 – “El cetro no se apartará de Judá, ni la vara de gobernante de entre sus pies, hasta que venga Shiló, y a él sea dada la obediencia de los pueblos”
Números 24:17 – “Lo veo, pero no ahora; lo contemplo, pero no cerca; una estrella saldrá de Jacob, y un cetro se levantará de Israel que aplastará la frente de Moab y derrumbará a todos los hijos de Shet”
«…El le dijo: Echala en tierra. Y él la echó en tierra, y se hizo una culebra…» – Vemos en este suceso una referencia a el Mesías, Cristo tuvo que ser puesto en lugar del hombre pecador.
El pecado, que es la naturaleza de la serpiente antigua, entró en su carne y en ese sentido él fue transformado en serpiente para ser castigado como pecador en lugar nuestro:
Juan 3:14-15 – “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario
que sea levantado el Hijo del Hombre, para que todo aquel que cree, tenga en Él vida eterna”
«…Por esto creerán que se te ha aparecido YHVH…» – Como Moisés fue enviado a los hijos de Israel con señales sobrenaturales, así también Yeshúa el Mesías.
Los milagros confirman el mensaje del enviado por el Eterno:
Juan 5:36 – “Mas yo tengo mayor testimonio que el de Juan; porque las obras que el Padre me dio para que cumpliese, las mismas obras que yo hago, dan testimonio de mí, que el Padre me ha enviado”
Juan 10:37 – “Si no hago las obras de mi Padre, no me creáis; pero si las hago, aunque a mí no me creáis, creed las obras; para que sepáis y entendáis que el Padre está en mí y yo en el Padre”
Juan 15:24 – “Si yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro ha
hecho, no tendrían pecado; pero ahora las han visto, y me han odiado a mí y también a mi Padre”
Éxodo 4:5-9 – «Le dijo además YHVH: Mete ahora tu mano en tu seno. Y él metió la mano en su seno; y cuando la sacó, he aquí que su mano estaba leprosa como la nieve. (7) Y dijo: Vuelve a meter tu mano en tu seno. Y él volvió a meter su mano en su seno; y al sacarla de nuevo del seno, he aquí que se había vuelto como la otra carne. (8) Si aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera. (9) Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río y las derramarás en tierra; y se cambiarán aquellas aguas que tomarás del río y se harán sangre en la tierra»
Realmente no se trata de la enfermedad que hoy en día se llama lepra que no tiene las mismas síntomas. El nombre hebreo de esta plaga es “tsaráat”. Los rabinos enseñan que es un castigo divino por haber hablado lashón hará, “mala lengua”. En ese caso Moisés fue castigado por haber dicho que los hijos de Israel no le creerían. Miryam fue castigada con esta plaga por haber hablado contra el siervo del Eterno.
“La palabra Hebrea “tsaráat” para lepra cubría un rango más amplio de enfermedades de lo que lo hace la palabra ‘cáncer’ de nuestros tiempos”
La lepra es expresión del exilio, en cambio, la carne sana es expresión de redención. El Eterno le demostró a Moisés que en un instante, en un abrir y cerrar de ojos, el exilio de la lepra puede transformarse en carne sana de redención.
Había un verdadero mensaje en las dos primeras señales. En la primera dijo: Moisés, si me obedeces, tus enemigos no tendrán poder. En la segunda señal dijo: Moisés, si me obedeces, tu contaminación puede ser hecha pura. Dudas en cualquiera de estas áreas le estorbaban a Moisés, y antes de que esas señales le hablaran a los demás, ellas le hablaron a Moisés. Este es el patrón con todos los líderes de Dios.
«…Si aconteciere que no te creyeren ni obedecieren a la voz de la primera señal, creerán a la voz de la postrera…» – Vemos detrás de estas declaraciones del Eterno a Moisés un mensaje escondido sobre la 1ª y 2ª venida del Mesías.
La primera vez cuando vino el Mesías la mayoría de los judíos no le creyeron, pero sabemos a ciencia cierta que si lo harán en su segunda venida.
«…Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz, tomarás de las aguas del río y las derramarás en tierra; y se cambiarán aquellas aguas que tomarás del río y se harán sangre en la tierra…» – La tercera señal era simplemente una señal de juicio. Aguas limpias y puras fueron hechas sucias y sangrientas a través del trabajo de Dios y éstas no volvieron a su estado original. Esto muestra que si los milagros de transformación no cambiaba los corazones de la gente, entonces quizás la señal del juicio lo haría. Y si aún no creyeren a estas dos señales, ni oyeren tu voz muestra que la señal de juicio solamente se mostraba cuando persistía la incredulidad a pesar de los milagros de transformación mostrados delante de ellos.
También vemos una declaración acerca de la 2ª venida de Jesús, y es el que no cree en las dos señales que el Padre ha dado acerca del Mesías y resiste a Yeshúa en su segunda venida sufrirá la muerte y su sangre será derramada sobre la tierra, (Apocalipsis 19:19-21).
Éxodo 4:10-12 – «Entonces dijo Moisés a YHVH: ¡Ay, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque soy tardo en el habla y torpe de lengua. (11) Y YHVH le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre? ¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo YHVH? (12) Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar«
«…nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas…» – De esta frase derivan los Sabios que YHVH procuró durante siete días persuadir a Moisés, ante la zarza ardiente, de aceptar la misión de rescatar de Egipto al Pueblo de Israel.
El criterio es el siguiente: Las expresiones “ayer”, “anteayer” y “desde el primer día”, denotan cada una un día, lo que hace un total de tres días. A su vez, cada una de ellas está precedida por un nexo coordinante (“no sólo desde” y “ni desde”), que denotan tres días adicionales, lo que hace un total de seis días. De modo que ahora era el séptimo día cuando Moisés pidió a YHVH ser reemplazado por su hermano Aharón (vers. 13) y YHVH se enojó con Moisés por pretender rechazar la misión.

«…Y YHVH le respondió: ¿Quién dio la boca al hombre?…» – Podemos decir en otras palabras que el Eterno le estaba diciendo:
“¿¡Acaso crees que es imposible para Mí transformar a una persona de habla dificultosa en un elocuente orador!?”
Esta es una declaración dramática la cual revela la soberanía de Dios, y Dios lo revela en un contexto la cual es una invitación para confiar en Dios y el de trabajar con Él.
«…¿o quién hizo al mudo y al sordo, al que ve y al ciego? ¿No soy yo YHVH?…» – Algunos piensan que esto es cruel de parte de Dios. Sin embargo el punto no es el de analizar el origen del mal, sino el de mostrar que Dios es tan poderoso que Él puede llamar al mudo, al sordo y al ciego para hacer Su obra. Las insuficiencias percibidas por Moisés no importaban para nada.
«…Ahora pues, ve, y yo estaré con tu boca, y te enseñaré lo que hayas de hablar…» – De la misma manera el Mesías Yeshúa no habló nada en si mismo, sólo lo que el Padre le ponía en su boca:
Deuteronomio 18:18 – “Un profeta como tú levantaré de entre sus hermanos, y pondré mis palabras en su boca, y él les hablará todo lo que yo le mande”
Juan 12:49 – “Porque yo no he hablado por mi propia cuenta, sino que el Padre mismo que me ha enviado me ha dado mandamiento sobre lo que he de decir y lo que he de hablar”
Juan 14:10 – «¿No crees que yo soy en el Padre, y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las hablo por mi propia cuenta, sino que el Padre que mora en mí, él hace las obras»
Éxodo 4:13-17 – «Y él dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar. (14) Entonces YHVH se enojó contra Moisés, y dijo: ¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien? Y he aquí que él saldrá a recibirte, y al verte se alegrará en su corazón. (15) Tú hablarás a él, y pondrás en su boca las palabras, y yo estaré con tu boca y con la suya, y os enseñaré lo que hayáis de hacer. (16) Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios. (17) Y tomarás en tu mano esta vara, con la cual harás las señales»
«…Y él dijo: ¡Ay, Señor! envía, te ruego, por medio del que debes enviar…» –Aunque Moisés le pide a Dios que mande a otra persona, no se le releva de su responsabilidad. Dios, sin embargo, cambia la vía de comunicación. Dios le hablará a Moisés y éste le hablará a Aarón, quien a su vez le hablará a la gente. Moisés es el agente de Dios, y Aarón el vocero de Moisés.
Algo que algunos mencionan es que esta declaración de Moisés es una referencia al Mesías.
«…¿No conozco yo a tu hermano Aarón, levita, y que él habla bien?…» – Cuando Dios trajo a Aaron para ayudar a liderar con Moisés, fue una expresión de Su castigo a Moisés, no de Su aprobación o de ceder ante Moisés. Aarón fue más un problema para Moisés que una ayuda.
Aaron si se convirtió en una fuente de problemas para Moisés. Aaron instigó la adoración al becerro de oro, moldeando al becerro él mismo y edificó también el altar – (Éxodo 32:1-6). Los hijos de Aarón blasfemaron contra Dios al traer ofrendas impuras – (Levíticos 10:1-7). En cierto tiempo, Aarón abiertamente llevó a cabo un motín en contra de Moisés – (Números 12:1-8).
Mientras estos episodios se desenvolvían, Moisés seguramente vio atrás y se pregunto el porqué el Señor le dio a Aarón como compañero – debido a que Dios estaba enojado contra la indisposición de Moisés.
«…Y él hablará por ti al pueblo; él te será a ti en lugar de boca, y tú serás para él en lugar de Dios…» – Moisés recibió la función de ser elohim, juez supremo, con máxima autoridad. La palabra hebrea “elohim” no es un nombre personal del Creador, sino una función, un título. El no se llama Elohim, él ES Elohim.
Un hombre puede obtener varios cargos, tener varias funciones, puede ser abogado, padre, amigo y presidente. Todos estos títulos son funciones, pero ninguno de ellos es su nombre personal. El nombre personal de alguien no es lo mismo que la función que ejerce.
Por ejemplo: “Miguel es policía”. Su nombre es Miguel y él ejerce el cargo de policía. Lo mismo ocurre cuando está escrito: “YHVH es Elohim”, Deuteronomio 4:39. Su nombre es YHVH y él ejerce el cargo de Elohim. El Creador tiene un nombre personal con el cual se revela, YHVH, como está escrito en Éxodo 15:3 – “YHVH es fuerte guerrero; YHVH es su nombre”.
Este es su nombre personal. Los demás nombres suyos son nombres genéricos, son títulos, que representan sus diferentes funciones, y “Elohim” es uno de ellos. Esta función de ser elohim, fue delegada a Moisés. De la misma manera, el Mesías ha recibido la autoridad del Dios invisible para ser Elohim:
Juan 1:1 – “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”
La Palabra, la Torá, estaba con Elohim el Padre, y la Torá ejercía la función de elohim, máxima autoridad y poder. Esa Torá luego fue hecha carne, y habitó entre nosotros,:
Juan 1:14 – “Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”
- Salmo 5:11 – “Pero permite que todos los que se refugian en ti se alegren, ¡qué para siempre den gritos de júbilo! Protégelos; y ellos se alegrarán, Aquellos que aman Tu Nombre”.
- Salmo 9:10 – “Aquellos que conocen Tu Nombre ponen su confianza en ti, porque no has abandonado a los que te buscan, YHVH”.
- Salmo 20:1 – “YHVH te responda en tiempo de aflicción, que El Nombre del Dios de Jacob te proteja”.
- Salmo 44:5 – “Contigo echamos fuera a nuestros enemigos, por medio de Tu Nombre pisoteamos a nuestros asaltantes” (Y si no sabemos el Nombre…como lo invocaremos?).
- Salmo 69:36 – “Los descendientes de sus siervos la heredarán, [Jerusalén) ] y aquellos que aman Su Nombre habitarán allí”.
- Salmo 79:6 – “Derrama tu ira sobre las naciones que no te conocen, sobre los reinos que no invocan Tu Nombre”.
- Salmo 89:16 – “Ellos se regocijan en Tu Nombre todo el día y son levantados por tu rectitud”.
- Salmo 91:14 – “»Porque él me ama, Yo lo rescataré; porque conoce Mi Nombre, Yo lo protegeré”.
- Salmo 105:3 – “Gloria en Su Nombre Santo. todos los que buscan a YHVH tengan corazón alegre”.
- Salmo 118:10 – “Todas las naciones me rodean, en el Nombre de YHVH las destruyo”.
- Salmo 119:55 – “Me acordé en la noche de tu nombre, oh YHVH, Y guardé tu ley – (Tu Torah).
En Éxodo 4:16 la forma plural “Elohim” está empleada sobre un hombre que representa al Todopoderoso en la tierra – (Éxodo 21:22; 22:8-9). Si el término “Elohim” hubiera sido usado únicamente para mostrar pluralidad, no se podría usar sobre un solo hombre. Moisés no es más que una persona. Y cuando él recibe la autoridad de representar al Todopoderoso en la tierra no es llamado con los términos hebreos “El” o “Eloha”, que son dos formas singulares, sino con la palabra plural “Elohim” que es la forma plural de “Eloha”.
Esto nos enseña que la palabra “Elohim” no denota pluralidad de personas, sino autoridad en extremo. El término “Elohim” es usado aquí sobre una sola persona humana, que ha recibido la autoridad plena de actuar en lugar del Todopoderoso en la tierra.
Esto fue cierto en el caso de Moisés y es cierto en el caso de Yeshúa el Mesías, pero en este último su autoridad no está limitada a Egipto solamente, sino ha recibido toda autoridad en el cielo y en la tierra:
Mateo 28:18 – “Y acercándose Jesús, les habló, diciendo: Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra”
- De camino a Egipto:
Éxodo 4:18-20 – «Así se fue Moisés, y volviendo a su suegro Jetro, le dijo: Iré ahora, y volveré a mis hermanos que están en Egipto, para ver si aún viven. Y Jetro dijo a Moisés: Ve en paz. (19) Dijo también YHVH a Moisés en Madián: Ve y vuélvete a Egipto, porque han muerto todos los que procuraban tu muerte. (20) Entonces Moisés tomó su mujer y sus hijos, y los puso sobre un asno, y volvió a tierra de Egipto. Tomó también Moisés la vara de Dios en su mano»
(El suegro de Moisés tenía siete nombres: Reuel, Yéter, Yitró, Kení, Jovav, Jéver y Putiel).
Moisés fue un buen ejemplo en verdad, pues al servir a Dios no significa el ser negligente con tu empleador. Moisés se aseguró de que estuviera todo en claro para que él pudiera salir.
“Aún el llamado de Dios no quitó la necesidad de la cortesía humana y el de respetar a su suegro”
«…Ve y vuélvete a Egipto, porque han muerto todos los que procuraban tu muerte…» – Vemos un caso exactamente identico en los tiempos del nacimiento de Jesús, de la misma manera el padre adoptivo de Yeshúa recibió el mensaje de volver a la tierra de Israel.
Mateo 2:20 – “Levántate, toma al Niño y a su madre y vete a la tierra de Israel, porque los que atentaban contra la vida del Niño han muerto”
«…Entonces Moisés tomó su mujer y sus hijos, y los puso sobre un asno, y volvió a tierra de Egipto. Tomó también Moisés la vara de Dios en su mano…» – De la misma manera el Mesías vino sobre un asno, como está escrito en Zacarías 9:9:
“Alégrate mucho, hija de Sion; da voces de júbilo, hija de Jerusalén; he aquí tu rey vendrá a ti, justo y salvador, humilde, y cabalgando sobre un asno, sobre un pollino hijo de asna”
Éxodo 4:21-23 – «Y dijo YHVH a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo. (22) Y dirás a Faraón: YHVH ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito. (23) Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito»
«…pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo…» – Dios sabía que Moisés estaba seguro en Egipto, y le dio reposo a su mente de la ansiedad; pero Dios también sabía que Él endurecería el corazón de Faraón, y que tomaría la muerte de su primogénito antes de que Faraón estuviera de acuerdo en liberar a los hijos de Israel.
Algunas veces dice que Dios endureció el corazón de Faraón – (Éxodo 4:21). Otras veces dice que Faraón endureció su propio corazón – (Éxodo 8:15). Otras veces simplemente dice que el corazón de Faraón estaba endurecido, no se dice quien lo endureció – (Éxodo 7:13).
Quién fue quien endureció el corazón de Faraón? Podríamos decir que fue Dios y Faraón; pero siempre que Dios endurecía el corazón de Faraón, Él nunca lo hacía en contra de la voluntad de Faraón.
Faraón nunca dijo, “Oh, yo quiero hacer lo que es correcto y bueno y yo quiero bendecir al pueblo de Israel” y Dios le respondería, “¡No, pues Yo endureceré tu corazón en contra de ellos¡”
Cuando Dios endureció, Él permitió al corazón de Faraón hacer lo que el Faraón quería hacer – Dios entrego a Faraón a sus propios pecados. – (Romanos 1:18-32).
“Dios no endurece a los hombres al colocar la maldad en ellos, sino al no darles misericordia”
(Augustine)
«…Y dirás a Faraón: YHVH ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito…» – Ser primogénito no significa siempre ser el primer nacido, sino también puede denotar grandeza – (Salmo 89:27).
Israel es la más joven de las naciones de la tierra que fueron formadas en Génesis 10. Aun así, Israel ejerce, como primogénito de las naciones, la función de recibir la doble herencia del Padre, de ser sacerdote y de gobernar. Israel es la cabeza de las naciones – (Éxodo 19:5-6). El Mesías es la encarnación de Israel.
Él es el primogénito del Padre para cumplir con estas tres funciones.
Cuando Israel fue sacado de Egipto, el hijo de Dios salió:
Oseas 11:1 – “Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo”
Mateo 2:15 – “y estuvo allá hasta la muerte de Herodes; para que se cumpliese lo que dijo el Señor por medio del profeta, cuando dijo: De Egipto llamé a mi Hijo”
«…Y dirás a Faraón: YHVH ha dicho así: Israel es mi hijo, mi primogénito…» – A manera de retrato, Dios consideró a Israel como a Su primogénito y Dios sabía que habría un intercambio entre Su primogénito (Israel) y el primogénito de Egipto.
«…Ya te he dicho que dejes ir a mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir; he aquí yo voy a matar a tu hijo, tu primogénito…» – Por este propósito, todo Israel se prometió al Todopoderoso YHVH. Por misericordia fue liberado Israel de Egipto para cumplir el propósito de YHVH, y así también para cumplir el Pacto con sus patriarcas.
Lamentablemente Israel no cumplió su misión Divina, debido al cerco rabínico que se impuso a la Toráh para prevenir que otros gozaran de su luz y misericordia. Estas añadiduras hechas por hombres, y estas cercas diseñadas a mantener al no-Judío fuera de la luz de la Toráh, fueron desaprobadas y desagradables para YHVH. El se dirigiría hacia este asunto en el futuro – (Éx 12:29; Sal 78:51; 105:36; 135:8).
Éxodo 4:24-26 – «Y aconteció en el camino, que en una posada YHVH le salió al encuentro, y quiso matarlo. (25) Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre. (26) Así le dejó luego ir. Y ella dijo: Esposo de sangre, a causa de la circuncisión»
«…YHVH le salió al encuentro, y quiso matarlo…» – Este es un evento misterioso; pero al parecer Dios esta confrontando a Moisés – de una manera fuerte – debido a que Moisés no había aún circuncidado a su hijo. Dios demanda que esto se haga de la manera correcta antes de que Moisés entrara a Egipto y empezara a cumplir el llamado de Dios.
“No debe de haber duda de que por alguna razón, la cual no se registró, Moisés falló en llevar a cabo la instrucción divina concerniente a la circuncisión … de una obediencia completamente establecida todo se mueve hacia adeltante”
Ahora pondremos algunas interpretaciones midrasicas a este versículo tan misterioso – (Ojo no estamos citando midrash (historias) como verídicas, simplemente lo citamos para si acaso darnos algo de luz al tema o simplemente para los curisosos):
Según Rashí: El angel enviado por Dios procuro matar a Moisés este no había circuncidado a su hijo Eliezer. Y porque había sido moroso en hacerlo, mereció ser castigado con la pena de muerte.
Otra interpretación midrasica nos dice sobre este texto:
“Así pues, tomó a su esposa e hijos (uno de ocho días) consigo y se encaminó a Egipto.
Ese día, más temprano debía haberle practicado la milá -circuncisión- a su hijo menor, pero la aplazó argumentando que estando en el camino el niño podría enfermar.
Este retraso en cumplir una de las mitzvot -preceptos- que enlazan íntimamente al hebreo con Dios, le valió recibir la visita de un enviado del Eterno que tenía como misión enfermarlo de modo tal que recordará cumplir (Nedarim 32a) con la circuncisión de su hijo…. (Continua en el proximo versiculo…)”
Rabi Yosí dijo:
“¡El Cielo no lo quiera! Moisés no fue moroso en circuncidar a su hijo, sino que se habia dicho a si mismo:
Si lo circuncido ahora y luego emprendo el camino, ello pondra al niño en peligro durante los tres dias iniciales despues de la circuncisión. Y circuncidarlo ahora y esperar tres dias antes de partir, tampoco puedo hacerlo, ya que el Eterno me ha ordenado: “Ve, regresa a Egipto”
Por esta razón demoro la circuncisión. Entonces…
¿Por que razón mereció la pena de muerte?
Porque en el mesón se ocupo primero de otros asuntos en vez de hacer la circuncisión inmediatamente después de llegar. Y el ángel adopto la forma de una serpiente y engullo a Moisés desde la cabeza hasta los muslos, y luego lo engullo desde los pies hasta “ese lugar”.
Al ver esto, su esposa Séfora comprendió que ello se debía a la demora en realizar la circuncisión.
«…Entonces Séfora tomó un pedernal afilado y cortó el prepucio de su hijo, y lo echó a sus pies, diciendo: A la verdad tú me eres un esposo de sangre…» – Algunos se preguntan el porqué la esposa de Moisés se muestra amargada aquí. Quizás fue la primera vez que ella reconoció la seria naturaleza del llamado de su esposo y de lo importante que era que toda la familia caminara en los caminos del Señor.
Quizás Séfora se opuso al rito de la circuncisión. Ella no era Israelita y quizá pensaba que era una costumbre barbárica. Quizás esta era la razón por la cual Dios hacía responsable a Moisés (por no hacer lo que era correcto, aún cuando a su esposa no le gustara), pero incapaz Moisés de hacerlo entonces Séfora tuvo que hacer la circuncisión ella misma.
Realmente no lo sabemos a ciencia cierta pero lo que sospechamos es que esto ocurrió debido a que Moisés no circuncido al niño y esto desagrado al Eterno…
Otra interpretación midrashica ligada a la segunda cita que pusimos en el versiculo anterior:
“…Cuando su esposa, Séfora, circuncidó de manera urgente al bebé, inmediatamente echó a los pies de su marido el prepucio seccionado, como un acto simbólico, como queriendo demostrar que la causa de la dolencia ya había sido eliminada, por lo tanto, Moisés debía ser liberado para recobrar su salud. Pues, se dieron cuenta de que no era una enfermedad común, sino un padecimiento provocado por una condición espiritual.
Así que, lo tiró a los pies de Moisés, al cual llamó esposo de sangre; pues, hasta ese momento era su esposo, pero a partir de ahora el lazo matrimonial se vio fortalecido por la entrega, por el coraje demostrado por la esposa, que no quería en Moisés a un simple compañero, o al que le diera protección material; sino que quería en Moisés al hombre que la completaba, aquel que forma parte integral de su ser, el que es sangre de su sangre, como una sola carne”
El Tárgum Onkelos traduce referente a esto:
«Por cuenta de esta sangre de la circuncisión deja que mi esposo sea devuelto a mí. Y cuando El había destinado para él (Moisés), ella dijo: «Si no fuera por la sangre de esta circuncisión mi esposo hubiera sido condenado a morir»
Por otro lado, hay teólogos mesiánicos que ven en el discurso de Séfora («esposo de sangre»), un adelanto de la Iglesia desposada con el Cordero tras el derramamiento de sangre, y consideran al hijo de Moisés como prefiguración del cristiano renacido y circuncidado «de corazón» – (Romanos 2:29).
Dato: – “Instrumentos afilados de piedra [cuchillos de piedra] eran retenidos para propósitos de rito aún mucho después de la introducción de implementos de metal” – (Kaiser).
«…Así le dejó luego ir…» – El angel, a Moisés.
Según Rashí: Séfora penso que la pena de muerte contra Moisés era irrevocable porque no había circuncidado a su hijo. Pero ahora, viendo que después de que ella circuncido al niño el angel solto a Moisés, comprendió que no había venido a matarlo por su falta pasada, sino que había venido en plan de advertencia para que circuncidara a su hijo
Éxodo 4:27-31 – «Y YHVH dijo a Aarón: Ve a recibir a Moisés al desierto. Y él fue, y lo encontró en el monte de Dios, y le besó. (28) Entonces contó Moisés a Aarón todas las palabras de YHVH que le enviaba, y todas las señales que le había dado. (29) Y fueron Moisés y Aarón, y reunieron a todos los ancianos de los hijos de Israel. (30) Y habló Aarón acerca de todas las cosas que YHVH había dicho a Moisés, e hizo las señales delante de los ojos del pueblo. (31) Y el pueblo creyó; y oyendo que YHVH había visitado a los hijos de Israel, y que había visto su aflicción, se inclinaron y adoraron»

“Aarón, quien fue a encontrarse con Moisés, podía hablar bien; pero el era un hombre débil, cuya alianza con Moisés causo a su noble hermano menor mucha ansiedad y dolor” – (Meyer).
Sucedió como Dios lo había dicho. Dios había prometido entonces de que ellos escucharían su voz – (Éxodo 3:18), y el pueblo de Israel lo hizo – y su emoción era real pues anticipaban la liberación de la nación.
«…Y habló Aarón acerca de todas las cosas que YHVH había dicho a Moisés, e hizo las señales delante de los ojos del pueblo…» – Las tres señales que Moisés ofreció al pueblo fueron:
- El bastón que se convirtió en serpiente.
- La mano de Moisés que milagrosamente quedó afectada de «tzaraat» – (especie de lepra).
- El agua del Nilo que se convirtió en sangre.
«…Y el pueblo creyó…» – Unos años atrás cuando Moisés se ofreció para liberar a Israel, ellos le rechazaron. Ahora el tiempo y las circunstancias eran las correctas, y el destino de Dios para la vida de Moisés empezaría cumplirse.
José había hablado unas palabras claves en cuanto a la salida de Egipto
Gémesos 50:24-25 – «Y José dijo a sus hermanos: Yo voy a morir; mas Dios ciertamente os visitará, y os hará subir de esta tierra a la tierra que juró a Abraham, a Isaac y a Jacob. (25) E hizo jurar José a los hijos de Israel, diciendo: Dios ciertamente os visitará, y haréis llevar de aquí mis huesos»
Las palabras claves son: “visitando visitará”, en hebreo “pakod yifkod”.
Moisés vuelve a hablar de la misma manera, diciendo que el Eterno los ha visitado. Por esto los hijos de Israel reconocieron que era la voz del Eterno que estaba hablando, y creyeron.
La primera vez cuando aparece la palabra “visitar” es en Génesis 21:1, donde habla de que el Eterno visitó a Sará para causar el milagro del nacimiento sobrenatural del hijo de la promesa. De la misma manera ha venido ahora para producir algo que para los hombres es imposible, la salida de los hijos de Israel de Egipto.
En el proximo capitulo veremos el encuentro entre Moisés y Faraón y como se desenvuelve los acontecimientos, respecto a lo que YHVH demando a Moisés…
[…] el capitulo anterior (Éxodo 4) vimos como el Eterno mostró como deberían creer su pueblo que El le enviaba, le mostró a […]
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