El cristianismo ha proclamado a través de los siglos que la Biblia ha sido, es y será la Palabra infalible de Dios, y con esta declaración se quiere significar que, al contrario de todos los libros que se consideran sagrados, la Biblia es la verdadera revelación verbal inspirada que Dios le dejó al ser humano.
Pero, ¿podemos probar esta aseveración?
Independientemente de todas las evidencias anteriores que hemos estudiado, veamos algunas más.
Primero, para que un libro sea llamado verdaderamente la revelación del Dios único, vivo y verdadero, debemos esperar que ciertas cosas sean verdad y éstas características incluirían:
- Debe decir que es la Palabra de Dios.
- Debe ser exacta histórica y geográficamente cuando habla sobre historia y geografía.
- Los autores deben haber sido personas de suma reputación moral y confianza.
- El libro debe ser temáticamente unificado y sin contradicciones.
- Las copias deben coincidir con los manuscritos originales.
En segundo lugar, por causa de que Dios es único, Su Libro debe contener características que sean verdad solo en su Libro.
Estas características serían las siguientes:
- Contener declaraciones que revelen un conocimiento acerca de la manera en que las cosas operen más allá del conocimiento de nuestra época.
- Predicciones acerca del futuro que no podrían haber sido conocidas en el tiempo en que se hicieron.
- Sus palabras deben contener un poder transformador.
Estas características distinguirían el Libro de Dios de cualquier otro libro, de manera que no pudiera ser falsificado. Ahora, veamos todas estas características arriba mencionadas para confirmar si en verdad son ciertas en la Biblia.
- Características Sobrenaturales – La Biblia dice ser la Palabra de Dios:
1. Sus Autores Dijeron Hablar la Palabra de Dios.
La mayor parte de la Biblia fue escrita por profetas hebreos, los cuales fueron comisionados para hablar exactamente lo que Dios les había ordenado decir, ni más ni menos:
Jeremías 26:2 – «Así ha dicho YHVH: Ponte en el atrio de la casa de YHVH y habla todas las palabras que yo te mande hablarles, no retengas mis palabras»
El apóstol Pablo dio testimonio de la inspiración de la Biblia:
2 Timoteo 3:16 – «Toda Escritura es inspirada por Dios…»
El Apóstol Pedro enfatizó la inspiración de la Biblia:
2 Pedro 1:21 – «Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo»
2 Samuel 23:2 – «Y David dijo: El Espíritu de YHVH ha hablado por mí y su palabra ha estado en mi lengua»
2. Jesucristo Dijo que la Biblia Hablaba de Él y Era de Dios:
Escribiendo acerca de todo el Antiguo Testamento, el Señor Jesucristo dijo a sus discípulos después de su resurrección:
Lucas 24:25,44 – «¡Oh insensatos y tardos de corazón para creer todo lo que los profetas han dicho! ¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas y que entrara en su gloria?…….Estas son las palabras que os hablé estando aún con vosotros: que era necesario que se cumpliera todo lo que está escrito de mí en la ley de Moisés, en los profetas y en los Salmos»
Y durante su ministerio terrenal, citó continuamente la autoridad e inspiración de la Biblia:
Juan 5:39 – «Escudriñad las Escrituras porque a vosotros os parece que en ellas tenéis la vida eterna y ellas dan testimonio de mi»
Mateo 4:4 – «Y dijo: No solo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios»
Juan 10:35 – «….la Escritura no puede ser quebrantada…»
Mateo 22:29 – «Erráis ignorando las Escrituras y el poder de Dios»
Juan 17:17 – «Santifícalos en tu palabra, tu palabra es verdad»
Además, Cristo consideró la Biblia como históricamente auténtica y verdadera, pues citó sucesos del Antiguo Testamento relacionados con su vida:
Mateo 12:40 – «Porque como estuvo Jonás en el vientre de un gran pez por tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches»
- La Biblia es históricamente exacta:
La Biblia no es un mero libro conteniendo teología no relacionada con la historia, sino que sus declaraciones teológicas están integralmente ligadas a los eventos históricos.
Por ejemplo: El apóstol Pablo enseñó que si la resurrección corporal de Cristo no era un hecho histórico, entonces nuestra fe sería falsa y en vano:
1 Corintios 15:7 – «…y si Cristo no resucitó, vuestra fe es vana, aún estáis en vuestros pecados»
Las historias contenidas en la Biblia han sido confirmadas una y otra vez por diferentes descubrimientos arqueológicos de cada año.
El famoso y conocido arqueólogo de fama internacional, Nelson Glueck (1900-1971), y Director de la Universidad Hebrea Unión desde 1947 hasta su muerte, dijo las siguientes palabras:
“Se puede establecer categóricamente que ningún descubrimiento arqueológico ha contradicho ninguna referencia contenida en la Biblia, pues cientos de descubrimientos arqueológicos han confirmado la exactitud y veracidad de las Sagradas Escrituras”
(Glueck, 31)
El arqueólogo, también famoso, Millar Burrows (1889- 1980), autoridad en los Rollos del Mar Muerto y profesor emérito de la Universidad Yale de Divinidades, escribió:
“Más de un arqueólogo ha encontrado y sentido respeto después de todas las excavaciones hechas en la Palestina y descubriendo que la Biblia es perfecta en su historia”
(Burrows, 1)
- La confiabilidad de los autores bíblicos:
Como vimos anteriormente, los autores de la Biblia declaran haber recibido de Dios directamente sus mensajes. Si estos autores hubieran sido conocidos como personas mentirosas o que hubieran sufrido de alucinaciones en su tiempo, podríamos entonces considerarlos indignos de creer.
Pero todos y cada uno de ellos fueron personas de integridad moral por las siguientes razones:
1. Enseñaron las normas más elevadas de ética, moral e integridad jamás escritas, incluyendo la obligación de hablar siempre con la verdad.
El apóstol Pablo escribió a la iglesia de Éfeso:
Efesios 4:25 – «Por los cual, desechando la mentira, hablen cada uno verdad con su prójimo»
El apóstol Juan, fue quien recibió el mensaje y revelación del Apocalipsis, escribió:
Apocalipsis 22:15 – «Todo aquel que ama y hace mentira tendrá su parte en el Lago de Fuego»
2. Los autores de la Biblia pagaron un precio muy alto por su fidelidad a la Palabra de Dios.
Por ejemplo: Todos los apóstoles de Jesucristo fueron encarcelados, torturados y finalmente, murieron como mártires por su testimonio y predicación del evangelio de la gracia de Dios.
El apóstol Pablo, encontrándose en una prisión romana y en la antesala de la muerte, le escribió sus últimas palabras a su discípulo Timoteo:
2 Timoteo 4:6-7 – «Porque yo ya estoy para ser sacrificado y el tiempo de mi partida está cercano; he peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe»
Escribiendo acerca de los mártires que morirán en un futuro de las manos del Anticristo, Juan escribió:
Apocalipsis 14:13 – «Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen»
Las copias que poseemos son exactas a los manuscritos originales.
En el año 1948, unos pastores beduinos encontraron en las cuevas de Qumrán, cerca del Mar Muerto, algunos manuscritos originales del Antiguo Testamento.
Fueron 800 escritos en hebreo y arameo con una antigüedad de 150 A.C. – 70 D.C. Actualmente, se encuentran en el Museo de Israel, en Jerusalén. Estos manuscritos, escondidos por casi dos mil años, comprobaron una vez más, la autenticidad, veracidad y exactitud de las Sagradas Escrituras.
¿Qué fue lo que exactamente encontraron los científicos cuando compararon estos manuscritos con las copias presentes?
El arqueólogo, Millar Burrows, que fue una de las autoridades en certificar los Rollos del Mar Muerto, escribió:
“Es un asunto para maravillarse que después de miles de años los textos no hayan podido ser alterados en lo más mínimo”
(Geisler-1986, págs.366-67).
El científico, Gleason Archer (1916-2004), Doctorado de la Universidad de Harvard, Massachusets y especializado en Lenguas Semíticas, escribió acerca de los Rollos del Mar Muerto:
“Estos rollos prueban ser idénticos, palabra por palabra, con el libro de Isaías del Antiguo Testamento”
(Geisler-1986, pág.367)
Pero, ¿qué acerca de la exactitud textual del Nuevo Testamento?
El grado de exactitud del Nuevo Testamento excede el 99%, lo cual es más grande que cualquier otro libro antiguo.
La razón para esta asombrosa exactitud es que, respecto a la Biblia, el número de manuscritos del Nuevo Testamento que actualmente tenemos es más grande que cualquier otro libro del mundo antiguo y los manuscritos bíblicos están mucho más cercanos al tiempo a los originales que aquellos de tiempos antiguos.
Consideremos esta verdad a continuación:
Libro – Autor |
Tiempo entre el original y las copias |
Número de Copias |
Historia de Heródoto |
1,350 años |
8 |
Historia de Tucídedes |
1,300 años |
8 |
Platón |
1,300 años |
7 |
Demóstenes |
1,400 años |
200 |
Anales de Tácito |
1,000 años |
20 |
Historia de Plinio |
750 años |
7 |
Nuevo Testamento |
100 años |
5,366 |
- La singularidad de su mensaje:
El libro de Romanos nos resume la singularidad del mensaje de la Biblia:
Romanos 6:23 – «Porque la paga del pecado es la muerte, pero el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús»
En contraste con todos los libros que se consideran sagrados, la Biblia es el único que nos revela la causa y el origen de la condición pecaminosa en que se encuentra el ser humano.
Todos los escritores, psicólogos, sociólogos, antropólogos, filósofos y científicos han estado de acuerdo que el ser humano padece de un problema grave en su ser y que se ha tratado de calificar de diferentes maneras:
- Marx, le llamó…..la lucha de clases.
- Carlos Darwin le llamó……la sobrevivencia del más fuerte.
- Sigmund Freud le llamó…..el medio ambiente y la sexualidad infantil.
- William Shakespeare le llamó……..el defecto trágico.
Pero la Biblia le llama…… ¡pecado!
¿Quién puede negar esta condición de pecado en que se encuentra el ser humano?
¿Quién puede negar que a un niño no se le enseña a portarse mal, sino a portarse bien?
¿Por qué?
Porque el mal ya lo traemos ¡desde el nacimiento! – El rey David escribió:
Salmo 51:5 – «He aquí en maldad he sido formado y en pecado me concibió mi madre«
a) La Muerte Espiritual:
El mensaje del evangelio describe la condición espiritual en que se encuentra sumergida la humanidad entera:
Romanos 3:23, 10-11 – «Por cuanto todos pecaron y todos se encuentran alejados de la gloria de Dios…..no hay justo ni aún uno, no hay quien busque a Dios»
Todos los seres humanos fuimos creados originalmente por Dios con un espíritu, un alma y un cuerpo – (Génesis 1:26; 2:7). Sin embargo, al rebelarnos contra sus leyes, nuestro espíritu quedó separado de Dios, por lo que, desde Adán, todos nacemos con un alma y un cuerpo nada mas, porque nacimos muertos (separados) espiritualmente de Dios – (Efesios 2:1).
Este vacío espiritual con el cual nacimos, ha sido tratado de llenar con religiones, placeres, fama, riquezas, poder, etc., pero el ser humano continua, después de haber probado todas esta cosas, ¡más vacío que nunca!
¿Por qué?
Porque fuimos creados para Dios, para conocerlo, adorarle y servirle y hasta que no hagamos la paz con El mediante la muerte de su Hijo Jesucristo, no la podremos encontrar en ninguna cosa de este mundo, pues… ¡todo es vanidad de vanidades!
b) La Vida Eterna:
El mensaje cristiano también es singular porque le ofrece al ser humano el perdón de sus pecados, ¡totalmente gratis!
Efesios 2:8-9 – «Porque por gracia sois salvos por medio de la fe, y esto no de vosotros, pues es don de Dios, no por obras para que nadie se gloríe»
En contraste con todas las demás religiones que el ser humano ha inventado y que por medio de buenas obras y sacrificios buscan el perdón de Dios o la entrada al cielo, el cristianismo nos ofrece un perdón jamás imaginado:
¡Sin hacer absolutamente nada, solo creer lo que Jesús hizo en la cruz en nuestro lugar!.
Hace más de 750 años, el profetas Isaías escribió acerca del Mesías-Salvador que vendría enviado por Dios:
Isaías 53:4-5 – «Ciertamente llevó él nuestras enfermedades (del alma) y sufrió nuestros dolores….mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados, el castigo de nuestra paz fue sobre él y por su llaga fuimos nosotros curados»
La fe, en el sacrificio de Cristo en nuestro lugar en la cruz, es lo único que Dios demanda para regalarnos el perdón de nuestros pecados y la vida eterna.
¿No quisieras tú, en este instante en que el Espíritu de Dios está aplicando estas palabras a tú corazón, recibir al Señor Jesucristo como tú Salvador y Señor?
- El poder transformador de la Biblia:
El mensaje que se encuentra contenido dentro de la Biblia no son solo letras muertas, como lo son cuando se lee cualquier otro libro.
Jesús dijo:
Juan 6:63 – «Mis palabras son espíritu y son vida»
O sea, las palabras escritas en la Biblia tienen un poder transformador espiritual, pues penetran hasta partir el alma y el espíritu – (Hebreos 4:12).
Son palabras que llegan no solo a la mente o intelecto, sino que penetran hasta lo más profundo del ser humano: su espíritu.
Esta sola característica es la que la hace diferente a cualquier otro libro.
La Biblia convence y redarguye de pecado, cimbra la conciencia y sus palabras nos dan testimonio en lo más profundo de nuestro ser… que es la verdad y nada más que la verdad:
Juan 20:31 – «Pero éstas cosas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo tengáis vida en su Nombre»
No cabe duda que las evidencias de la inspiración sobrenatural de la Biblia y las evidencias de la existencia de Dios se encuentran en este libro maravilloso.
Entonces, ¿por qué el ateísmo? ¿Son los ateos personas que no han podido encontrar Evidencias de la existencia de Dios? ¡De ninguna manera!
El ateísmo existe, no porque falte evidencia de la existencia de Dios, sino porque a los ateos, ¡no les conviene creer en Dios!
El 90% de los ateos son personas sumamente amargadas contra un Ser, que para ellos ¡no existe!, o son personas cuyas vidas están manchadas, generalmente, por la inmoralidad, por lo que no les conviene someterse a las leyes de un Dios Santo.
(No te pierdas las próximas partes en: – Las evidencias de la Biblia)