El último juez fue el profeta Samuel, a quien le habían llevado como niño al santuario de Silo para ser discípulo de Eli. Samuel andaba hacia las distintas tribus para exhortar al pueblo a dejar la idolatría, arrepentirse y servir al Señor.
1 Samuel 3:20-21 – «Todo Israel, desde Dan hasta Beerseba, supo que Samuel era fiel profeta de YHVH. Y YHVH volvió a aparecer en Silo, porque en Silo se manifestaba a Samuel la palabra de YHVH»

Samuel ungió a Saúl, según el deseo del pueblo, como rey de Israel alrededor del año 1020 antes de nuestra era. Saúl luchó contra los pueblos enemigos y procuró unir las tribus de Israel en una nación. Pero Saúl no se mantenía fiel al Señor.
1 Samuel 15:28 – «Entonces Samuel le dijo: —YHVH ha desgarrado hoy de ti el reino de Israel y lo ha dado a un prójimo tuyo mejor que tú»
El Señor envió Samuel a Isaí de Betel porque Él había elegido el próximo rey entre sus hijos. Isaí fue el nieto de Rut de Moab y Boas de Betel. El espíritu del Señor llenó a David, el hijo menor de Isaí, cuando Samuel le ungió en medio de sus hermanos.
1 Samuel 16:21 – «David se presentó ante Saúl y se puso a su servicio. Saúl lo amó mucho y lo hizo su paje de armas»
David sirvió al rey Saúl primero como músico de la corte y paje de armas, y después como militar. Jonatán, el hijo de Saúl hizo mucha amistad con David y la hija de Saúl, Mical, llegó a ser una de sus esposas.
1 Samuel 18:5 – «Y salía David a dondequiera que Saúl lo enviaba, y se portaba prudentemente. Entonces lo puso Saúl al frente de su gente de guerra, y era bien visto por todo el pueblo, y también por los siervos de Saúl»
Saúl empezó a odiar a David por su éxito y David tuvo que huir de Saúl a territorios dominados por los filisteos.
1 Samuel 18:14-16, 28-29 – «David se conducía prudentemente en todos sus asuntos y YHVH estaba con él. Al ver Saúl que se portaba tan prudentemente, tenía temor de él. Pero todo Israel y Judá amaba a David, pues salía y entraba a la cabeza de ellos. Al ver esto Saúl, comprendió que YHVH estaba con David, y que su hija Mical lo amaba. Por eso tuvo más temor de David, y fue enemigo de David todos los días de su vida»
1 Samuel 31:1-3 – «Los filisteos, pues, pelearon contra Israel, y los de Israel, huyendo ante los filisteos, cayeron muertos en el monte Gilboa. Los filisteos siguieron de cerca a Saúl y a sus hijos, y mataron a Jonatán, a Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl. La batalla arreció contra, Saúl; lo alcanzaron los flecheros y tuvo mucho miedo de ellos»
Saúl murió en la misma batalla con sus hijos, matándose arrojando sobre su propia espada. Después de la muerte de Saúl su hijo Isboset reinó durante dos años.
Cuando David conoció la muerte de Saúl y sus hijos, hizo guardar luto y entonó un himno de lamentación por Saúl y Jonatán. Los hombres de Judá ungieron a David como rey de la tribu de Judá en Hebrón – (Aproximadamente el año 1004 antes de nuestra era).
2 Samuel 3:1 – «Hubo una larga guerra entre la casa de Saúl y la casa de David; pero David se iba fortaleciendo, mientras que la casa de Saúl se iba debilitando»
David reinó en Judea durante siete años y después en todo Israel y Judea durante treinta y tres años.
2 Samuel 5:3-5 – «Vinieron, pues, todos los ancianos de Israel ante el rey en Hebrón. El rey David hizo un pacto con ellos allí delante de YHVH; y ungieron a David como rey de Israel. Tenía David treinta años cuando comenzó a reinar, y reinó cuarenta años. Reinó en Hebrón sobre Judá durante siete años y seis meses, y reinó en Jerusalén treinta y tres años sobre todo Israel y Judá»
David, el rey salmista, expandió su reino que duró un total de 400 años. David trató con justicia a sus súbditos, fue respetado y su fama se extendió por todo el mundo. Tuvo a su servicio sacerdotes pajes de armas, escribanos, guardas de tesorerías, vigilantes de almacenes, mayordomos, consejeros, jueces y un capitán del ejército.
David trajo al arca del pacto a Jerusalén con los levitas, y con todo el pueblo. Era la ciudad que David había conquistado de los jebusitas para edificar allí un altar al Señor. Dios no permitió que David edificase un Templo en Jerusalén, pero prometió que a través del Mesías el reino de David sería eterno. David eligió un lugar para el Templo en el monte Moría, y adquirió materiales de construcción para el Templo venidero: cedros, madera para las vigas, piedras, oro, plata, hierro, bronce. Reunió a extranjeros residentes en la tierra para extraer piedras de la cantera y tallarlas para el Templo.
1 Crónicas 22:8-10 – «…Tú has derramado mucha sangre, y has hecho grandes guerras; no edificarás casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí. He aquí te nacerá un hijo, el cual será varón de paz, porque yo le daré paz de todos sus enemigos en derredor; por tanto, su nombre será Salomón, y yo daré paz y reposo sobre Israel en sus días.El edificará casa a mi nombre, y él me será a mí por hijo, y yo le seré por padre; y afirmaré el trono de su reino sobre Israel para siempre«
David dijo a su hijo Salomón, su sucesor, que edificase un Templo para el Señor y oró por él de la siguiente manera:
1 Crónicas 29:19 – «Asimismo da a mi hijo Salomón corazón perfecto, para que guarde tus mandamientos, tus testimonios y tus estatutos, para que haga todas las cosas, y te edifique la Casa para la cual yo he hecho preparativos»
David murió aproximadamente el año 965 antes de nuestra era, satisfecho de la riqueza de su vida y de la mucha honra. Fue sepultado en Jerusalén.
1 Reyes 2:12 – «Salomón se sentó en el trono de David, su padre, y su reino muy estable»
El rey Salomón reinó en todo Israel desde Jerusalén durante un total de 40 años.
1 Reyes 4:29, 32, 34 – «Dios dio a Salomón sabiduría y prudencia muy grandes, y tan dilatado corazón como la arena que está a la orilla del mar. Compuso tres mil proverbios, y sus cantares fueron mil cinco. Para oír la sabiduría de Salomón venían de todos los pueblos y de parte de todos los reyes de los países adonde había llegado la fama de su sabiduría»

Salomón, el autor de Proverbios, Cantares, y posiblemente también de Eclesiastés, edificó en el monte Moría el primer Templo de Jerusalén.
1 Reyes 6:1, 7, 9, 15, 19, 22 – «En el año cuatrocientos ochenta después que los hijos de Israel salieron de Egipto, el cuarto año del reinado de Salomón sobre Israel, en el mes de Zif, que es el mes segundo, comenzó él a edificar la casa de YHVH. Cuando se edificó la Casa, la construyeron con piedras que traían ya talladas, de tal manera que no se oyeron en la Casa ni martillos ni hachas, ni ningún otro instrumento de hierro, cuando la edificaban. Construyó, pues, la Casa, la terminó y la recubrió con artesonados de cedro. Recubrió las paredes de la Casa con tablas de cedro, revistiéndola de madera por dentro, desde el suelo de la Casa hasta las vigas de la techumbre. Recubrió también el pavimento con madera de ciprés. Salomón preparó el Lugar santísimo por dentro en medio de la Casa, para poner allí el Arca del pacto de YHVH. Recubrió pues, de oro toda la Casa de arriba abajo, y asimismo recubrió de oro todo el altar que estaba frente al Lugar santísimo»
Se trajo el arca del pacto al Templo al haber terminado la obra alrededor del año 955 antes de nuestra era.
1 Reyes 8:6, 10-11 – «Después, llevaron los sacerdotes el Arca del pacto de YHVH su lugar, en el santuario de la Casa, al Lugar santísimo, debajo de las alas de los querubines. Al salir los sacerdotes del santuario, la nube llenó la casa de YHVH. Y los sacerdotes no pudieron permanecer para ministrar a causa de la nube, porque la gloria de YHVH había llenado la casa de YHVH»
Salomón bendijo a la congregación de Israel, dedicó el Templo y sacrificó miles de bueyes y ovejas como sacrificio de paz para el Señor.
1 Reyes 8:57-58 – «Esté con nosotros YHVH, nuestro Dios, como estuvo con nuestros padres, y no nos desampare ni nos deje. Incline nuestro corazón hacia él, para que andemos en todos sus caminos y guardemos sus mandamientos, los estatutos y decretos que mandó cumplir a nuestros padres»
1 Reyes 9:3-5 – «Y (el Señor) le dijo: «He oído tu oración y el ruego que has hecho en mi presencia. He santificado esta casa que tú has edificado, para poner mi nombre en ella para siempre; en ella estarán mis ojos y mi corazón todos los días. Y si tú andas delante mí como anduvo David, tu padre, en integridad de corazón en equidad, haciendo todas las cosas que yo te he mandado y guardando mis estatutos y mis decretos, yo afirmaré el trono de tu reino sobre Israel para siempre, como le prometí a tu padre David, cuando dije: «Nunca faltará un descendiente tuyo en el trono de Israel?»
Sadoc, quien había ungido a Salomón de rey, actuó de sumo sacerdote en el Templo. Sólo el sumo sacerdote podía entrar en el Santo de los santos para realizar el sacrificio especial al Señor de parte del pueblo. Además del sumo sacerdote, los sacerdotes del Templo y los levitas, en el Templo había jueces, porteros, tesoreros, cantores y músicos. Los sacerdotes ministraban los sacrificios y ofrendas, enseñaban la ley y guardaban la tradición religiosa tanto escrita como verbal.
Además del Templo, Salomón edificó un palacio real y canteras de hierro. Salomón tenía 1400 carruajes de guerra, miles de caballos y jinetes y una armada en el Mar Rojo. Salomón dividió su reino en doce provincias y nombró gobernadores en ellas. Tuvo buenas relaciones comerciales con los países lindantes. Se exportaba trigo, miel, aceite de oliva, bálsamo, confitería, cosmética y madera, entre otras cosas. Se importaba piedras preciosas, oro, cobre, marfil, especies y cedro. Sin embargo, la riqueza no estaba repartida con justicia dentro del pueblo.
Una de las esposas de Salomón era la hija faraón de Egipto. Las esposas de Salomón inclinaron su corazón poco a poco tras los dioses de ellas y Salomón empezó a hacer el mal a los ojos del Señor.
1 Reyes 11:4, 6, 9-13 – «Cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres le inclinaron el corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era ya perfecto con YHVH, su Dios, como el corazón de su padre David. E hizo Salomón lo malo ante los ojos de YHVH, pues no siguió cumplidamente a YHVH como su padre David. Y se enojó YHVH: contra Salomón, por cuanto su corazón se había apartado de YHVH, Dios de Israel, que se le había aparecido dos veces y le había mandado sobre este asunto que no siguiera a dioses ajenos pero él no guardó lo que le mandó YHVH. Entonces YHVH dijo a Salomón. «Por cuanto has obrado así, y no has guardado mi pacto y los estatutos que yo te mandé, te quitare el reino y lo entregaré a tu siervo. Sin embargo, no lo haré en tus días, por amor a David tu padre; lo quitaré de manos de tu hijo. Pero no te quitaré todo el reino, sino que le daré una tribu a tu hijo por amor a David, mi siervo, y por amor a Jerusalén, la cual yo he elegido»
Después de la muerte de Salomón (sobre el año 926 antes de nuestra era) el reino se dividió en el reino de Israel (reino del norte), que comprendía diez tribus, y el reino de Judá (el reino del sur) – (para mas información ver nuestras enseñanzas Israel las dos casas), que comprendía las tribus de Judá y Benjamín. En ambos reinos vivía también gente cananea. El hijo de Salomón llamado Roboam reinó en Judá, cuya capital era Jerusalén, durante diecisiete años. El primer rey del reino de Israel fue Jeroboam y la primera capital fue Siquem, después Tirsa y a posteriori Samaria.
Roboam y Jeroboam estaban en una guerra continua. Los sacerdotes y levitas y todos aquellos que querían servir al Señor de entre las tribus de Israel se trasladaron al lado de Roboam, fortaleciendo de esta forma el reino de Judá. Pero Roboam desechó la ley del Señor y se hizo en Judá el mal a los ojos del Señor. Sisac, el rey de Egipto, atacó Jerusalén en el quinto año del reinado de Roboam robando los tesoros del palacio real y del Templo. También Jeroboam hizo el mal delante del Señor, y se practicaba idolatría en el reino de Israel.
Los reyes de Judá después de Roboam fueron:
- Abian – (aprox 913-911 a.C).
- Asa – (aprox 911-870 a.C).
- Josafat – (aprox 870-849 a.C).
- Joram – (aprox. 849-842 a.C.).
- Ocozías – (aprox, 842-842 a.C.).
- Atalía (aprox 842-837 C.).
- Joás – (aprox 837-800 a.C).
- Amasías – (aprox. 800-783 a.C.).
- Uzías – (aprox 783-742 a.C.).
- Jotam – (aprox 742-735 a.C.).
- Acaz – (aprox 735-715 a.C.).
- Ezequías – (aprox 716-687 a.C.).
- Manasés – (aprox. 687-642 a.C.).
- Amón – (aprox. 642-640 a.C.).
- Josias – (aprox. 640- 609 a.C.).
- Joacaz – (aprox. 609 a.C.).
- Joacim – (aprox. 609-598 a.C.).
- Joaquín – (aprox. 598 a.C.).
- Sedequías – (aprox. 597-587 a.C.).
En Israel y Judá había profetas que declararon la voluntad del Señor y abrieron el camino para el Mesías, a los que el Señor hablaba a través de los sueños y visiones. Los profetas exhortaban al pueblo para amar y servir al Señor y dejar de oprimir a los débiles y hacer otras iniquidades. Los profetas avisaban del juicio del Señor si el pueblo no se arrepentía de sus pecados y de la idolatría, pero también consolaban a los arrepentidos con la misericordia del Señor. Servir al Señor, en vez de cumplir formalmente con unas reglas, tenía que brotar del corazón y afectar la vida y las obras cotidianas para el bien del prójimo. Los «falsos profetas» que actuaban en la zona buscaban, sin embargo, más el favor de la gente que el favor del Señor, y con ánimo de lucro profetizaban conforme con los intereses de la gente.
Elías fue el profeta en Israel (aprox. 850 a.C.) que luchó contra la idolatría dedicada a Baal. Eliseo, hijo de Safat el agricultor, siguió el ministerio de Elías como profeta de Israel y hombre de milagros cuando Elías había ascendido al cielo en los carros de fuego.
Amós, originario de la zona de Belén, cultivaba higos y de profesión era pastor de ovejas. Fue profeta en el reino del norte – (aprox. 760 a.C.) llamando la atención a la injusticia social y la opresión de los pobres, la idolatría y la hipocresía religiosa. Amós advirtió al pueblo de las consecuencias del pecado y les amonestó para que anduviesen cerca del Señor. Amós profetizó que el pueblo sería deportado al cautiverio, pero también, que un día la casa derribada de David sería reconstruida.
Oseas fue profeta en el reino del norte – (aprox. 760-720 a.C.). El matrimonio de Oseas se rompió por el adulterio de su esposa, pero Oseas la recibió de vuelta. De esa manera Oseas mostró alegóricamente el amor y la misericordia del Señor hacia su pueblo. La justicia del Señor demanda castigo al pecado pero su gran amor y misericordia traen perdón al arrepentido.
Oseas 3:5 – «Después volverán los hijos de Israel, buscarán a YHVH, su Dios, y a David, su rey; y temerán a YHVH y a su bondad al fin de los días»
Isaías era de una familia noble y fue profeta y consejero real en Judá – (aprox. 740-700 a.C.) durante los reinados de Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías. Isaías tenía familia y también discípulos. Habló de la santidad, soberanía y misericordia del Señor y advirtió de las consecuencias del pecado y de los juicios del Señor. Isaías profetizó sobre la destrucción de Judá, pero también sobre la venida del Mesías y la salvación del Sión.
Miqueas fue profeta en Judá alrededor de los años 740-690 a.C. Advirtió el pueblo de las consecuencias del pecado y les exhortó a andar con humildad delante del Señor. Miqueas también consoló al pueblo hablando de la gran misericordia del Señor y de la venida del Mesías.
(No te pierdas las próximas partes en: Pueblo escogido, Pueblo perseguido)