- Quinta plaga:
Éxodo 9:1-4 – «Entonces YHVH dijo a Moisés: Entra a la presencia de Faraón, y dile: YHVH, el Dios de los hebreos, dice así: Deja ir a mi pueblo, para que me sirva. (2) Porque si no lo quieres dejar ir, y lo detienes aún, (3) he aquí la mano de YHVH estará sobre tus ganados que están en el campo, caballos, asnos, camellos, vacas y ovejas, con plaga gravísima. (4) Y YHVH hará separación entre los ganados de Israel y los de Egipto, de modo que nada muera de todo lo de los hijos de Israel»
En misericordia, Dios le dijo a Moisés que diera otra advertencia, para que Faraón tuviera la oportunidad de arrepentirse.
«…Deja ir a mi pueblo, para que me sirva…» – En esta petición dos cosas eran seguras:
- El pueblo de Israel le pertenecía a Dios, no a Faraón.
- Era claro de que Dios quería que Faraón dejara ir a los hijos de Israel por el bien de YHVH mismo, no tanto por el bien de los hijos de Israel.
“Faraón era el responsable de tratar bien a Israel por el bien del Señor, no tanto por el bien de Israel. De la misma manera, debemos de tratar a los demás de una buena manera, no solamente por el bien de nuestros hermanos o hermanas, pero también por el bien del Señor. Se lo debemos a Él mucho más de lo que se lo debemos a los demás” |
Hasta aquí las plagas habían sido dirigidas contra los egipcios mismos y no contra sus propiedades. Las propiedades pueden haber sufrido algo durante la plaga precedente – (ver cap. 8: 24), pero las diversas aflicciones sólo habían causado alguna molestia y dolor. Ahora las propiedades iban a ser afectadas. Estaba por verse si Faraón quedaría más impresionado por las calamidades que empobrecieran a sus súbditos que por las que sólo les causaran sufrimiento personal. Teniendo esto en cuenta, la mano de Dios hirió primero el ganado de ellos o, más bien, todos sus animales domésticos.
Esta es la plaga decisiva. Si Faraón no se arrepiente ahora ya no habrá más oportunidad para ser salvo y su alma se perderá, y después de la resurrección de los muertos, será echado con cuerpo y alma en el lago de fuego para ser destruidos para siempre, como está escrito en Mateo 10:28:
“Y no temáis a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma; más bien temed a aquel que puede hacer perecer tanto el alma como el cuerpo en el infierno”
Mateo 25:41 – “Entonces dirá también a los de su izquierda: “Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno que ha sido preparado para Satanas y sus ángeles”
«…Y YHVH hará separación entre los ganados de Israel y los de Egipto, de modo que nada muera de todo lo de los hijos de Israel…» – En medio de las plagas de los últimos tiempos habrá una providencia especial de parte de nuestro Padre celestial, de modo que podremos sobrevivir de manera sobrenatural, incluso cuando no tendremos derecho de comprar ni vender, (Apocalipsis 13:17), como el profeta Elias durante los tres años y medio de sequía, cuando los cuervos vinieron con comida y hubo multiplicación de los pocos alimentos que quedaban en la casa – (1 Reyes 17:4, 6, 14, 16).
Éxodo 9.5-7 – «Y YHVH fijó plazo, diciendo: Mañana hará YHVH esta cosa en la tierra. (6) Al día siguiente YHVH hizo aquello, y murió todo el ganado de Egipto; mas del ganado de los hijos de Israel no murió uno. (7) Entonces Faraón envió, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto uno. Mas el corazón de Faraón se endureció, y no dejó ir al pueblo»
Se fijó un tiempo definido para la llegada de la plaga, como en el caso anterior (cap. 8:23), a fin de que Faraón pudiera reconocer en ella un castigo de Dios, También habría un tiempo para que aquellos que creyeran a Moisés recogieran sus animales del campo – (cap. 9:3).
«…Y murió todo el ganado de Egipto…» – Esta plaga fue dirigida en contra del dios Egipcio Hut-Hor (Hathor) quien se creía que era una madre diosa con la forma de una vaca. Además, la religión Egipcia consideraba al ganado como sagrado y la vaca era considerada a menudo el símbolo de la fertilidad. Dios le muestra a Faraón y a todo Egipto de que Él era

dios Hathor
más poderoso que éste imaginario dios pagano.
i. Cole cita una antigua referencia de una batalla que los Egipcios perdieron debido a que sus enemigos pusieron una horda de ganado al frente de su tropa de avanzada. Funcionó porque los soldados Egipcios no dispararían al ejército opuesto porque temían matar accidentalmente a lo que ellos consideraban como un ganado sagrado.
«…Entonces Faraón envió, y he aquí que del ganado de los hijos de Israel no había muerto uno…» – Moisés le dijo a faraón de que los Israelitas serían librados, y Faraón creyó lo suficiente para confirmarlo. Sin embargo, él no cambió su corazón cuando fue probado de que Moisés y su Dios estaban en lo correcto.
- Sexta plaga:
Éxodo 9:8-12 – «Y YHVH dijo a Moisés y a Aarón: Tomad puñados de ceniza de un horno, y la esparcirá Moisés hacia el cielo delante de Faraón; (9) y vendrá a ser polvo sobre toda la tierra de Egipto, y producirá sarpullido con úlceras en los hombres y en las bestias, por todo el país de Egipto. (10) Y tomaron ceniza del horno, y se pusieron delante de Faraón, y la esparció Moisés hacia el cielo; y hubo sarpullido que produjo úlceras tanto en los hombres como en las bestias. (11) Y los hechiceros no podían estar delante de Moisés a causa del sarpullido, porque hubo sarpullido en los hechiceros y en todos los egipcios. (12) Pero YHVH endureció el corazón de Faraón, y no los oyó, como YHVH lo había dicho a Moisés»
La sexta plaga, al igual que la tercera, vino sin anuncio previo, aunque el milagro había de ser efectuado en presencia del rey. Quizá esto ocurrió cuando él estaba yendo hacia el río para los ritos diarios que allí realizaba – (caps. 7: 15; 8: 20).
«…Ceniza de un horno…» – “Sería negra y fina. Quizás ‘hollín’ sería una mejor palabra que la describa, puesto que es descrita como un ‘polvo’ muy fino la cual sopla en el viento”.
«…y hubo sarpullido que produjo úlceras tanto en los hombres como en las bestias…»
“Por primera vez las vidas humanas son atacadas y puestas en peligro, y esta era una sombra de la terrible décima plaga” – (Kaiser)
La idea detrás de la antigua palabra Hebrea para sarpullido es el de “quemar.” Da la idea de una hinchazón, inflamación de la piel. Este sarpullido doloroso y úlceras afectaron a personas y animales.
Quizá un «absceso» o un «forúnculo que se abría formando ampollas«. No es clara la naturaleza exacta de esta enfermedad. Algunos han pensado que se trata de los así llamados forúnculos del Nilo, de los cuales sufría mucho el pueblo de Egipto hacia el fin de la inundación anual y que provocaba una picazón casi insoportable. Puesto que esta dolencia es común en Egipto, difícilmente podría haber sido considerada como sobrenatural a menos que se presentara con una gravedad sin precedentes. Algunos han pensado que la plaga fue viruela o una enfermedad de la piel similar a la lepra.
«…Y los hechiceros no podían estar delante de Moisés a causa del sarpullido…» – Esta plaga

Imhotep
probablemente estaba dirigida al dios Egipcio Imhotep, quien se dice que era el dios de la medicina. Incluso aquellos que se pensaba que estaban más cerca de los dioses Egipcios (los hechiceros de la corte) fueron golpeados con esta plaga.
Parece que hasta entonces los magos siempre pudieron estar presentes cuando se efectuaban los milagros, aunque a veces no habían podido falsificarlos. En esta ocasión la plaga cayó sobre ellos con tal gravedad que no pudieron acompañar al rey, sino que huyeron a sus hogares en procura de protección y tratamiento.
«…YHVH endureció el corazón de Faraón: Aquí, por primera vez, se dice que YHVH endureció el corazón de Faraón…» – Previamente Dios había anunciado de que él endurecería el corazón de Faraón. (Éxodo 4:21 y 7:3), y este era el cumplimiento de ello. Aún así, seis ocasiones se dice que Faraón endureció su propio corazón – (Éxodo 7:13, 7:22, 8:15, 8:19, 8:32, 9:7). Vemos que el endurecimiento del corazón de Faraón por parte de Dios era el reforzamiento de lo que él había puesto en si mismo desde el inicio.
“Esta es la primera ocasión en la que estas palabras se utilizan después de una plaga. Previamente la posición siempre había sido puesta del otro lado: Faraón había endurecido su propio corazón. La moraleja es que Dios endurece a aquellos que se endurecen a si mismos” – (Cole)
“‘Endurecer’ es la expresión, no del propósito divino, sino el resultado de desobedecer a la solicitud divina. De hecho, todas las plagas fueron intencionadas y calculadas para ablandar, si solamente Faraón hubiera tenido la voluntad de ceder” – (Thomas)
«…Como YHVH lo había dicho a Moisés…» – Todo fue de acuerdo al plan de Dios, aún el endurecimiento del corazón de Faraón.
En la próxima parte del capitulo 9 veremos la 7 plaga y como se va acercando la liberación del pueblo de Dios…