Dios santo y eterno, el Creador de lo visible e invisible, ha prometido en su Palabra proteger a su pueblo a pesar de los intentos de destruirlo durante miles de años.
Salmo 121:4 – «Por cierto, no se adormecerá ni dormirá el que guarda a Israel»
Joel 3:16-17 – «Y YHVH rugirá desde Sion, y dará su voz desde Jerusalén, y temblarán los cielos y la tierra; pero YHVH será la esperanza de su pueblo, y la fortaleza de los hijos de Israel. (17) Y conoceréis que yo soy YHVH vuestro Dios, que habito en Sion, mi santo monte; y Jerusalén será santa, y extraños no pasarán más por ella»
La Biblia advierte que no se haga daño a la niña del ojo de Dios y exhorta consolar y bendecir a Israel.
Zacarías 2:8 – «Porque así ha dicho YHVH de los ejércitos: Tras la gloria me enviará él a las naciones que os despojaron; porque el que os toca, toca a la niña de su ojo»
Isaías 40:1 – ««¡Consolad, consolad a mi pueblo!», dice vuestro Dios»
Génesis 12:3 – «Bendeciré a los que te bendigan, y a los que te maldigan maldeciré; y serán benditas en ti todas las familias de la tierra»
El plan de Dios para la salvación de la humanidad seguramente no sería llevado a cabo si dependiese sólo del hombre. Pero Dios es fiel y guarda su Palabra hasta su cumplimiento – (Isaias 1:12).
Conforme a la «Tradición de Elías» presentada por los rabinos, los seis días de la creación y un día de descanso reflejan la historia del mundo: primero hay una época caótica de 2000 años sin ley, luego viene una época de 2000 años de la ley, seguida por la época mesiánica de 2000 años y al final viene una época sabática de 1000 años, pero «por nuestros pecados, que son grandes, pasó lo que pasó«.
La esperanza de la venida del Mesías sigue palpitando cada vez más fuerte en el corazón de muchos. Según la Biblia el Mesías ya estaba allí antes de la creación del mundo – (Éxodo 3:22, 11:6-7, Miqueas 5:1, Proverbios 8:22-31, Juan 8:58, 17:5).
Génesis 1:26 – «Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza»
La tradición judía denominada «Zohar» habla de las tres naturalezas de Dios, el secreto de la cifra tres que el Mesías revelaría.
La Biblia hebrea usa también una palabra en plural, Elohim, refiriendo a Dios que es uno, y contiene alusiones del hijo de Dios.
Salmo 2:7-8 – «Yo publicaré el decreto; YHVH me ha dicho: Mi hijo eres tú; yo te engendré hoy. Pídeme, y te daré por herencia las naciones y como posesión tuya los confines de la tierra»
Proverbios 30:4 – «;Quién subió al cielo y descendió? ¿Quién encerró los vientos en sus puños? ;Quién recogió las aguas en un paño? ¿Quién afirmó todos los confines de la tierra? ¿Cuál es su nombre y, si lo sabes, el nombre de su hijo?»
Los seguidores de Jesús creen que las profecías del Antiguo Testamento se cumplieron en Yeshua, y entienden que el Mesías vino primero como siervo sufrido del Señor (Mesías ben José) poniendo su vida en expiación por el pecado en la muerte en la cruz – (Zacarías 12:10, Isaías 53).
El hombre es protegido de la muerte mediante la sangre del Mesías de la misma manera que la sangre de un cordero sin defecto en los postes de las casas protegió los primogénitos israelís de la muerte en Egipto.
Según la epístola a los Romanos 11:17-24 la iglesia ha sido injertada al buen olivo, o sea, al pueblo de Israel. Las ramas y las raíz han tenido un propósito distinto.
Actualmente, se estima que haya unos dos mil millones de cristianos en el mundo. Las distintas denominaciones de la iglesia se han formado a lo largo de la historia teniendo hoy en día cada una sus características particulares, siendo la importancia de la fe también diferente para cada uno de sus miembros.
Los cristianos nacidos de nuevo y los judíos mesiánicos esperan la segunda venida del Mesías, y entonces vendría como el León de Judá, como Rey y Príncipe de paz (Mesías ben David).
Apocalipsis 1:7-8 – «He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra harán lamentación por él. Sí, amén. (8) Yo soy el Alfa y la Omega, principio y fin, dice el Señor, el que es y que era y que ha de venir, el Todopoderoso»
Los imperios han nacido y caído a lo largo de la historia. La Biblia dice, sin embargo, que el reino de Dios es eterno y para siempre. Dios hará un día un nuevo cielo y una nueva tierra, donde ya no habrá muerte ni lágrimas ni dolor, porque lo viejo habrá pasado.
Salmo 102:12, 25-26 – «Mas tú, YHVH, permanecerás para siempre y tu memoria de generación en generación. Desde el principio tú fundaste la tierra, y los cielos son obra de tus manos. Ellos perecerán, mas tú permanecerás»
Isaías 60:18-21 – «Nunca más se hablará de violencia en tu tierra, ni de destrucción o quebrantamiento en tu territorio, sino que llamarás «Salvación» a tus muros, y a tus puertas «Alabanza». El sol nunca más te servirá de luz para el día ni el resplandor de la luna te alumbrará, sino que YHVH te será por luz eterna y el Dios tuyo será tu esplendor. No se pondrá jamás tu sol ni menguará tu luna, porque YHVH te será por luz eterna y los días de tu luto se habrán cumplido. Todo tu pueblo, todos ellos, serán justos. Para siempre heredarán la tierra; serán los renuevos de mi plantío, obra de mis manos, para glorificarme»
Isaías 25:8 – «Destruirá a la muerte para siempre, y enjugará YHVH el Señor las lágrimas de todos los rostros y quitará la afrenta de su pueblo de toda la tierra; porque YHVH lo ha dicho»
Isaías 65:17 – «Porque he aquí que yo crearé nuevos cielos y nueva tierra. De lo pasado no habrá memoria ni vendrá al pensamiento»
Isaías 66:22 – «Porque como los cielos nuevos y la nueva tierra que yo hago permanecerán delante de mí», dice YHVH, así permanecerá vuestra descendencia y vuestro nombre»
Apocalipsis 21:1-4 – «Entonces vi un cielo nuevo y una tierra nueva, porque el primer cielo y la primera tierra habían pasado y el mar ya no existía más. Y yo, Juan, vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de parte de Dios, ataviada como una esposa hermoseada para su esposo. Y oí una gran voz del cielo, que decía: «El tabernáculo de Dios está ahora con los hombres. Él morará con ellos, ellos serán su pueblo y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá más muerte, ni habrá más llanto ni clamor ni dolor, porque las primeras cosas ya pasaron»
Apocalipsis 5:5 – «El León de la tribu de Judá, la raíz de David, ha vencido»
(No te pierdas las próximas partes en: Pueblo escogido, Pueblo perseguido)