Éxodo 29 – Consagración de los Sacerdotes

Éxodo 29:1-6 – «Esto es lo que les harás para consagrarlos, para que sean mis sacerdotes: Toma un becerro de la vacada, y dos carneros sin defecto; (2) y panes sin levadura, y tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura untadas con aceite; las harás de flor de harina de trigo. (3) Y las pondrás en un canastillo, y en el canastillo las ofrecerás, con el becerro y los dos carneros. (4) Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta del tabernáculo de reunión, y los lavarás con agua. (5) Y tomarás las vestiduras, y vestirás a Aarón la túnica, el manto del efod, el efod y el pectoral, y le ceñirás con el cinto del efod; (6) y pondrás la mitra sobre su cabeza, y sobre la mitra pondrás la diadema santa»

Es decir, con relación a la ceremonia de consagración – (cap. 28:41). El «becerro» y los «dos carneros» tenían que estar listos para el sacrificio que debía seguir a la investidura y al ungimiento, lo que explica la razón por la cual se menciona primero esta parte de los preparativos.

«…Sin defecto…» – Literalmente, «perfectos«, puesto que de otra manera hubieran sido

aaron-consagracion-carneros-500.jpg una ofensa para Dios – (Mal.1:6-14). Todos los detalles de la consagración hacían resaltar la necesidad de la santidad. Todo ministro del Evangelio haría bien en estudiar cuidadosamente los caps. 28 y 29 de Exodo a fin de lograr una comprensión cabal de la naturaleza y las responsabilidades de su sagrada investidura.

El Midrash comenta que el objetivo de estos animales era purgar a Aharón de toda culpa por haber participado en el incidente del Becerro de Oro – (32:1-5).

– «Por su involucramiento en aquella tragedia nacional, el y su familia habrían sido aniquilados si Dios no Se hubiera apiadado de ellos. Al final, él y dos de sus cuatros hijos, Eleazar e Itamar, se salvaron. Por lo tanto, el novillo expió el pecado de Aharon y los dos carneros expiaron el de Eleazar e Itamar. Si bien sus otros dos hijos, Nadav y Avihu, aun estaban con vida, no se les prescibio ninguna ofrenda debido a que Dios anticipó que más tarde habrían de morir – (Levítico 10:2). ¿Como sabemos que los hijos de Aharón necesitaban expiación? Esto queda demostrado por el requisitó expresado en el versiculo 10 respecto a que tanto ellos como su padre debian apoyar las manos sobre la cabeza del novillo, que es un ritual que implica confesión y expiación» – (Ramban sobre v.14; Rabenu Bejaie v. 1,14).

«…y panes sin levadura, y tortas sin levadura amasadas con aceite, y hojaldres sin levadura…» – Esta clase de pan era ceremonialmente más puro que el pan leudado, puesto que la fermentación es un símbolo del pecado y de la corrupción – (Exo.12:15; Mat.16:6,12; 1 Cor. 5:6-8).

Había tres tipos de pan sin levadura, hechos de trigo, pero preparados de diferente manera.

  1. El primero que se menciona, “lejem matsot”, se preparaba hirviendo su masa en agua hasta hacerla comestible. Luego se horneaba un poco y después se freía en aceite de oliva.
  2. El segundo tipo de pan, “jalot matsot”, fue hecho de harina mezclada con aceite de oliva y luego horneado, sin hervir ni freír.
  3. El tercer tipo, “rekikei matsot” fue hecho horneando su masa que no tenía aceite y luego fue untado con aceite.

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i. Habían diez panes de cada clase (Rashí).

– «Los tres tipos de pan ázimos para simbolizar que los Cohanim(sacerdotes)  no poseerían una riqueza autónoma: su sustento dependería de la dadivosidad de la nación. Los panes se preparaban con distintas cantidades de aceite, yendo desde los panes ázimos que se amasaban con el doble de aceite que las hogazas ázimas, hasta las obleas, que se horneaban sin aceite. Esto simbolizaba que los Cohanim debían sentirse orgullosos y felices de ser los sirvientes de Dios, independientemente del nivel de riquezas y bienes que poseyeran» – (Rabí Hirsch).

«…Y llevarás a Aarón y a sus hijos a la puerta…» – Los lavamientos rituales eran una parte importante del ceremonial de la mayoría de las religiones antiguas. Esto era natural; la limpieza física es un símbolo adecuado de la limpieza moral y espiritual. A los sacerdotes se les exigía realizar estos lavamientos cada vez que entraban en el tabernáculo u ofrecían sacrificios en el altar de los holocaustos (cap. 30:20), pues debían estar libres de las manchas y de la contaminación del pecado antes de ministrar en favor de otros – (Sal. 51:7; Isa. 52:11; Juan 13:10,11). Además los sacerdotes debían presentar los sacrificios traídos por pecados específicos – (Lev. 4:3-12). El lavamiento tenía que ver con el pecado en un sentido más general, y tenía que ver más con la función oficial del sacerdote que con su vida privada.

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La palabra hebrea para lavar, “rajats” significa en este caso una inmersión total de todo el cuerpo en aguas purificadoras – (Levítico 15:16; 2 Reyes 5:10, 14).

Esta es la inmersión que inicia todo servicio sacerdotal. Cuando el templo estaba en Yerushalayim, nadie podía entrar sin haber pasado todo su cuerpo desnudo en una “mikvé”, acumulación de aguas naturales y purificadoras – (Génesis 1:10).

Yeshúa tuvo que pasar por una tevilá, inmersión, en las aguas de la muerte pura y lana carmesí y para entrar en su ministerio sacerdotal – (Lucas 12:50). Primero vino como profeta – (Deuteronomio 18:15, 18; Hebreos 1:2). Después de su resurrección entró en su ministerio sacerdotal – (Salmo 110:4; Hebreos 6:20). En su segunda venida vendrá como rey – (1 Reyes 2:45; Isaías 9:7; Lucas 1:32). También todos los que van a entrar en el ministerio sacerdotal mesiánico en espíritu y verdad tendrán que pasar por las aguas purificadoras en el Nombre de Yeshúa.

«…Tomarás las vestiduras…» – El segundo paso para ser sacerdote es la investidura con las ropas sagradas. Este hecho corresponde lo que pasó con el Mesías.

Zacarías 3:1-5 – “Entonces me mostró al sumo sacerdote Yehoshúa (forma larga del nombre Yeshúa), que estaba delante del ángel de HaShem; y hasatán estaba a su derecha para acusarlo. Y el ángel de HaShem dijo a hasatán: HaShem te reprenda, hasatán. Repréndate HaShem que ha escogido a Yerushalayim. ¿No es éste un tizón arrebatado del fuego (la resurrección)? Y Yehoshúa estaba vestido de ropas sucias (por nuestros pecados), en pie delante del ángel. Y éste habló, y dijo a los que estaban delante de él: Quitadle las ropas sucias (el viejo hombre). Y a él le dijo: Mira, he quitado de ti tu iniquidad y te vestiré de ropas de gala (del sumo sacerdote). Después dijo: Que le pongan un gorro limpio en la cabeza. Y le pusieron un gorro limpio en la cabeza y le vistieron con ropas (sacerdotales); y el ángel de HaShem estaba allí”

«…La diadema santa…» – La lámina de oro con su cinta azul era un tipo de diadema considerada en el Oriente como emblema de realeza. Señalaba el carácter real del sumo

sacerdote, quien, como símbolo de Mashiaj, era tanto sacerdote como rey – (Lev. 8:9; Zac. 6:11-13; Mat. 2:2; 27:37).sacer

– Llama la atención que el Cohen Gadol (Sumo sacerdote), si bien carecía de todo porder político o militar, sea descripto como usando uan corona, en tanto que el capítulo que se erefiere al rey de Israel en ningún momento menciona este símbolo tan propio de la realeza. Por el contrario: lo que mas distinguía al rey era la obligación de escribir su propio rollo de la Torá y llevarlo consigo todo el tiempo. Esta peculiaridad nos enseña que la fuente del poder verdadero, representado por la imagen que evoca la corona, se encuentra en la santidad del Cohén Gadol. El rey, en cambio debe obtener sus valores mediante la Torá – (Oznaim LaTorá).

Éxodo 29:7 – «Luego tomarás el aceite de la unción, y lo derramarás sobre su cabeza, y le ungirás»

Sus ingredientes deben haber sido de óptima calidad (caps. 25:6; 30:23-25). Se usaba el aceite para iniciar a los profetas, los sacerdotes y los reyes en su ministerio. El aceite representa al Espíritu Santo y el derramamiento del Espíritu sobre los que lo han de recibir. El vocablo «Cristo» es el equivalente griego del hebreo Mashiaj – «Mesías«.aceite

Ambas palabras significan «ungido» – (ver Hech. 10: 38), Por lo tanto la unción de Aarón

indicaba su consagración al servicio de Dios. Del mismo modo, también debían ser ungidas todas las partes del tabernáculo – (Exo. 30:26-29).

Esto pasó cuando Yeshúa fue hecho Mashíaj, Ungido:

Hechos 2:36 – “Sepa, pues, con certeza toda la casa de Israel, que a este Yeshúa a quien vosotros crucificasteis, Elohim le ha hecho Señor y Mesías”

Los que creen en él conforme a las Escrituras recibirán la misma unción:

1 Juan 2:20, 27; 3:24; 4:13 – “Pero vosotros tenéis unción del Santo, y todos vosotros lo sabéis… Y en cuanto a vosotros, la unción que recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; pero así como su unción os enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no mentira, y así como os ha enseñado, permanecéis en él… El que guarda sus mandamientos permanece en Él y Elohim en él. Y en esto sabemos que Él permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado… En esto sabemos que permanecemos en Él y Él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu”

– «Los comentaristas rabinicos discrepan sobre la forma en que se llevaba a cabo este procedimiento. Ibn Ezra propone que se ungía la cabeza de Aharón antes de que le fuera colocado el Turbante. Sin emargo, Rambán, basándose en Vaikrá 8:9-12 (Lev 8:9-12), sostiene que Aharón ya estaba completamente vestido antes de que se lo ungiera con el aceite. Rashí comenta que se aplicaban varias gotas de aceite sobre la cabeza (debajo del Turbante) y entre las cejas, y luego Moshé las unía con el dedo. Rambán sostiene que el Turbante estaba enrollado alrededor de la cabeza de Aharón, por lo que el aceite podía colocarse en la parte superior de la cabeza descubierta».


Éxodo 29:8-9 – «(8) Y harás que se acerquen sus hijos, y les vestirás las túnicas. (9) Les ceñirás el cinto a Aarón y a sus hijos, y les atarás las tiaras, y tendrán el sacerdocio por derecho perpetuo. Así consagrarás a Aarón y a sus hijos»

«…Harás que se acerquen sus hijos…» – Es decir, hasta la puerta del tabernáculo (vers. 4). La investidura del sumo sacerdote constaba de nueve partes – (Lev. 8: 7-9), mientras que la de los sacerdotes regulares no exigía sino tres: la colocación de la túnica de lino, del cinto, y luego de la mitra.

«…Así consagrarás…» – Literalmente, «llenarás la mano de«. En los países orientales, la investidura solía hacerse poniendo en la mano del funcionario la insignia de su cargo. Aquí se usan ciertas porciones de las ofrendas para este propósito (vers. 24).


Éxodo 29:10-14 – «Después llevarás el becerro delante del tabernáculo de reunión, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del becerro. (11) Y matarás el becerro delante de YHVH, a la puerta del tabernáculo de reunión. (12) Y de la sangre del becerro tomarás y pondrás sobre los cuernos del altar con tu dedo, y derramarás toda la demás sangre al pie del altar. (13) Tomarás también toda la grosura que cubre los intestinos, la grosura de sobre el hígado, los dos riñones, y la grosura que está sobre ellos, y lo quemarás sobre el altar. (14) Pero la carne del becerro, y su piel y su estiércol, los quemarás a fuego fuera del campamento; es ofrenda por el pecado»

El cuarto paso para iniciar el ministerio sacerdotal es la presentación de sacrificios delante de HaShem. Estos sacrificios son un poco diferentes a los que son ordenados en Levítico.

Por ser sacrificios de inicio del ministerio sacerdotal son especiales y no se preparan exactamente igual que los demás sacrificios posteriores. El sacrificio del Mesías es la base para el ministerio sacerdotal de Melquisedec. Por medio de su sacrificio nosotros podemos presentar sacrificios espirituales.

«…Después llevarás el Becerro…» – Literalmente, «el toro» (vers. 1). Por el hecho de poner las manos sobre la cabeza del animal, Aarón y sus hijos se identificaban con él y, en forma figurada, le transferían la culpa de sus propios pecados e imperfecciones – (Exo. 29: 14; Lev. 4: 1-4).

No podía pasarse por alto el hecho de que la ley aceptaba como sacerdotes a hombres aquejados de enfermedades morales y espirituales – (Heb. 7: 28). Siendo pecadores, Aarón y sus hijos no estaban capacitados aún para presentarse ante Dios en favor de otros.

Necesitaban que se ofreciesen sacrificios en favor de ellos mismos. Eran tres los prescritos:

  1. Una ofrenda por el pecado – (Exo. 29: 10-15).
  2. Un holocausto – (vers. 15-19).
  3. Una ofrenda de paz – (vers. 19: 22).

Estos sacrificios, con las ceremonias que los acompañaban, debían repetirse durante siete días consecutivos – (vers. 35, 36). Puesto que el altar era profanado por el pecado de los que allí oficiaban, también debía ser limpiado por la sangre de la ofrenda por el pecado – (vers. 36, 37).

– «El novillo/becerro ya había sido traido antes (v.3), pero ahora era llevado a los Cohanim (sacerdotes) para que apoyaran las manos sobre él [a fin de confesar pecados y obtener expiación]» – (Ibn Ezra).

«…Y de la sangre del becerro tomarás…» – Dado que los cuernos del altar simbolizaban la gloria y el poder de la salvación – (Sal. 18:2), la sangre del becerro, representante de la vida – (Lev. 17: 14) de Aarón y de sus hijos, Y presentada en expiación por sus pecados, primero debía ser puesta en ellos.

La parte que no se utilizaba debía ser vertida en la base del altar. Tal era la práctica común respecto a las ofrendas por el pecado – (Lev. 4: 7), siendo éste el primer ejemplo.

«…Toda la grosura…» – Generalmente se consideraba que la gordura era la parte mejor de la ofrenda y, por lo tanto, la más aceptable a Dios – (ver com. Lev. 3: 3, 5). Es probable que esto se hubiera debido, al menos en parte, al hecho de que ardía con una llama viva y ayudaba a consumir el resto de la ofrenda.

«…La grosura de sobre el hígado…» – El «sebo» (BJ). El «redaño» (Val. ant.). Se refiere al omento, o sea la membrana que cubre la parte superior del hígado y lo une al estómago. Esta membrana suele cubrirse de grasa.

«…Pero la carne del becerro, y su piel y su estiércol, los quemarás a fuego…» – Las partes del sacrificio que se mencionan aquí eran incineradas de acuerdo con la ley que se aplicaba a las ofrendas por el pecado – (Lev. 4: 11, 12). La maldición del pecado que descansaba sobre ellas las hacía inaptas para ser usadas como alimento y aun indignas de ser enterradas dentro del campamento. De manera similar Cristo «padeció fuera de la puerta» – (Heb. 13: 11-13).

– «Rashí señala que en términos generales, el único sacrificio expiatorio que debía quemarse por completo era aquel cuya sangre era objeto de los rituales prescriptos dentro del Tabernáculo, como las ofrendas de Iom Kipur. Este es el único sacrificio que sigue esa regla.

Rambán ofrece un motivo para esta excepción, argumentando que si bien esta ofrenda servía de expiación para Aharón y, por lo tanto, entraba en la categoria de novillo del Cohénungido (Vaikrá 4:3-12), que era quemado por completo por ser sus sangre ofrendada dentro del Tabernáculo, no obstante eso, la sangre de este novillo no podía ser ingresada a que el Parójet/Velo en sí recién quedó santificado una vez concluidos los siete días del período de investidura».


Éxodo 29:15-18 – «Asimismo tomarás uno de los carneros, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero. (16) Y matarás el carnero, y con su sangre rociarás sobre el altar alrededor. (17) Cortarás el carnero en pedazos, y lavarás sus intestinos y sus piernas, y las pondrás sobre sus trozos y sobre su cabeza. (18) Y quemarás todo el carnero sobre el altar; es holocausto de olor grato para YHVH, es ofrenda quemada a YHVH»

«…Con su sangre rociarás…» –  Más bien, «la derramarás» (BJ), es decir de una vasija y no con la mano o con un hisopo.

La tradición rabínica dice que la sangre se derramaba en dos esquinas opuestas, la del noreste y la del suroeste mojando de esta manera los cuatro lados además de ser esparcida «sobre el altar alrededor».

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«…Cortarás el carnero en pedazos…» – Literalmente, «en sus pedazos«, es decir descuartizar o despedazar (BJ) el animal según las divisiones naturales de su cuerpo. Por «intestinos» se entiende «entrañas«. Luego de ser lavados, eran puestos con los otros «trozos«.

«…Y quemarás todo el carnero…» – La ley general de los holocaustos seguía esta práctica – (Lev. 1:9, 13, 17). El holocausto representaba el espíritu de sacrificio propio, entera consagración y dependencia constante de la sangre expiatoria de Cristo, que es aceptable ante Dios.

En el caso de la ofrenda por el pecado, la contaminación del pecado hacía que casi todo el sacrificio fuera inaceptable – (ver. 14).

La frase «olor grato» expresa en el lenguaje humano de la época el pensamiento de que Dios se agradaba de la ofrenda y aceptaba a quienes la presentaban – (Gén. 8: 21; Lev. 1: 9, 13, 17).

– «La fragancia en sí es secundaria. Este versículo nos dice que Dios, por decirlo de alguna manera, siente satisfacción por el aroma de la ofrenda mientras es consumida por el fuego, ya que atestigua que la nación cumplió con la orden Divina» – (Rashí).


Éxodo 29:19-21 – «Tomarás luego el otro carnero, y Aarón y sus hijos pondrán sus manos sobre la cabeza del carnero. (20) Y matarás el carnero, y tomarás de su sangre y la pondrás sobre el lóbulo de la oreja derecha de Aarón, sobre el lóbulo de la oreja de sus hijos, sobre el dedo pulgar de las manos derechas de ellos, y sobre el dedo pulgar de los pies derechos de ellos, y rociarás la sangre sobre el altar alrededor. (21) Y con la sangre que estará sobre el altar, y el aceite de la unción, rociarás sobre Aarón, sobre sus vestiduras, sobre sus hijos, y sobre las vestiduras de éstos; y él será santificado, y sus vestiduras, y sus hijos, y las vestiduras de sus hijos con él»

«…El otro carnero…» – Literalmente, «el segundo carnero» – (vers. 1, 3, 15). Se lo llama «carnero de consagración» en el vers. 22 y es probable que hubiera sido una «ofrenda de paz» – (ver Lev. 3).

«…Tomarás de su sangre…» – La aplicación de la sangre del carnero a la persona del sacerdote era especial y significativa: el acto culminante de la consagración. Esto implicaba la total dedicación de su vida y de sus aptitudes al servicio de Dios.

En forma simbólica, la sangre aplicada en la «oreja derecha» santificaba ese órgano para que oyera la palabra del Señor; puesta en la «mano derecha«, santificaba las manos del sacerdote para realizar su obra de mediador; puesta en el «pie derecho» santificaba su caminar por la vida como ejemplo para otros.

Dicho de otra manera, la vida consagrada (la sangre) del sacrificio que el sacerdote acababa de ofrecer le era devuelta, con el propósito de que su vida pudiera estar consagrada al servicio del Señor.

– «A través del oído, oímos y entendemos; gracias a la mano, actuamos; por medio de los pies, nos desplazamos. Los tres son consagrados para demostrar que el Cohén dedica todas sus facultades al servicio de Dios» – (Rabí Hirsch).

«…Y con la sangre…» – Esta «sangre» y la «unción» parecen ser los únicos ritos exigidos para la consagración de los sacerdotes regulares – (Lev. 8: 30). La mezcla del aceite con la sangre sugiere la necesidad de la justificación por la sangre expiatorio de Cristo (Rom. 3: 23-26) y la santificación por medio de la gracia del Espíritu Santo – (Rom. 15: 16).

Este es el quinto paso en la iniciación sacerdotal, la consagración. Este texto concuerda con:

1 Pedro 1:2 donde está escrito:

“(elegidos) según el previo conocimiento de Elohim Padre, por la obra santificadora del Espíritu, para obedecer a Yeshúa el Mesías y ser rociados con su sangre: Que la gracia y la paz os sean multiplicadas”


Éxodo 29:22-24 – «Luego tomarás del carnero la grosura, y la cola, y la grosura que cubre los intestinos, y la grosura del hígado, y los dos riñones, y la grosura que está sobre ellos, y la espaldilla derecha; porque es carnero de consagración. (23) También una torta grande de pan, y una torta de pan de aceite, y una hojaldre del canastillo de los panes sin levadura presentado a YHVH, (24) y lo pondrás todo en las manos de Aarón, y en las manos de sus hijos; y lo mecerás como ofrenda mecida delante de YHVH»

«…Una torta de pan…» – En cuanto a la «torta«, el «pan de aceite«, el «hojaldre» y el «canastillo«, ver los vers. 2 y 3. Al poner estas ofrendas en las manos de Aarón y de sus
hijos, Moisés debía tomar las manos de ellos en las suyas propias y «mecerlas» delante de Dios.

Es probable que el movimiento hacia adelante indicaba que la ofrenda pertenecía a Dios y que el movimiento hacia atrás indicaba que la ofrenda había sido aceptada por Dios, y devuelta, por así decirlo, con su bendición.

– «En su calidad de sacerdote durante estos siete días, Moshé al igual que los demás Cohanim, meció estas partes de los sacrificios en cuatro direcciones, reconociendo que Dios es Omnipresente» – (Rashí).

Este era el acto de la consagración mediante el cual se realizaba la toma de posesión del cargo. De este modo Moisés transfirió a su hermano y a los hijos de su hermano las funciones sacerdotales que hasta ese entonces él había desempeñado. Al mecer físicamente sus manos, los ayudó a realizar su primer acto sacerdotal.

«…porque es carnero de consagración…» – Tradución Rashí – «…un carnero de perfección…»

– «Si bien en todo el capítulo, esta palabra se traduce como investidura, aquí Rashí cambia la traducción porque en este versículo la palabra es sinónimo de שלמים ofrenda de paz, ya que los lexemas de ambas aplabras -שלם, completo y מלא, lleno expresan el mismo conepto de perfección. Como se afirma en los versiculos 22-28, este carnero fue dividido entre el Altar, Moshé – quien llevó a cabo el servicio – y los Cohanim, que trajeron la ofrenda. Por lo tanto, esta representaba la paz ya que todos los que habían tomado parte en ella recibieron una porción, imbuyéndoles una sensación de perfección.

El hecho de que el muslo derecho fuera quemado en el Altar es inusual, ya que en circunstancias normales, esta parte de la ofrenda de paz le era entregada al Cohén. Sforno, interpretando la palabra מלאים según su acepción usual de investidura, señala que, en el contexto de este versículo, el término se emplea para explicar el trato especial que se dispensaba al muslo. Esta excepción se debe al especial carácter inaugural de esta ofrenda: dado que los Cohanim realizan el servicio de sacrificios con la mano derecha (Menajot 10a), correspondia que el muslo derecho, que simboliza la diestra en el ser humano, fuera colocado sobre el Altar, con lo cual la ofrenda de consagración simbolizaría la dedicación total de los Cohanim al servicio Divino».


 Éxodo 29:25-29 – «Después lo tomarás de sus manos y lo harás arder en el altar, sobre el holocausto, por olor grato delante de YHVH. Es ofrenda encendida a YHVH. (26) Y tomarás el pecho del carnero de las consagraciones, que es de Aarón, y lo mecerás por ofrenda mecida delante de YHVH; y será porción tuya. (27) Y apartarás el pecho de la ofrenda mecida, y la espaldilla de la ofrenda elevada, lo que fue mecido y lo que fue elevado del carnero de las consagraciones de Aarón y de sus hijos, (28) y será para Aarón y para sus hijos como estatuto perpetuo para los hijos de Israel, porque es ofrenda elevada; y será una ofrenda elevada de los hijos de Israel, de sus sacrificios de paz, porción de ellos elevada en ofrenda a YHVH»

«…Después lo tomarás de sus manos…» – Sin embargo, Moisés debía completar el ritual sacerdotal relacionado con la ceremonia de consagración. Se quemaban porciones escogidas de la ofrenda de paz sobre el altar del holocausto – (Exo. 29: 22; Lev. 3: 3-5). En este caso Moisés meció el pecho de la ofrenda mecida. Más tarde Aarón y sus descendientes deberían seguir el mismo procedimiento al presentar tales ofrendas – (Lev. 7:31-35).

«…Y apartarás el pecho…» – Los vers. 27 y 28 se aplican a todas las futuras ofrendas de consagración. Desde esa ocasión en adelante el «pecho» y la «espaldilla» debían pertenecer a los sacerdotes.

La palabra hebrea traducida «espaldilla» (VVR) significa la parte superior de la pierna o el muslo («pierna», BJ). La «espaldilla» debía elevarse hacia el cielo en un solo movimiento, y el pecho debía mecerse con movimientos horizontales – (Lev. 7: 30-36; Núm. 18: 11).

«…y será para Aarón y para sus hijos…»

– «Este versículo habla de la categoria permanente que tendrían el pecho y el muslo de las ofrendas de paz en el futuro, a diferencia del procedimiento excepcional de los Siete Días de Investidura. Durante esta semana, como vimos anteriormente, Moshé recibia el pecho, en tanto que el muslo se quemaba en el altar. Pero en el futuro, el versículo nos enseña que ambos serían obsequiados a los Cohanim» – (Rashí; Rambán sobre el versiculo 26).


Éxodo 29:29-31 – «Y las vestiduras santas, que son de Aarón, serán de sus hijos después de él, para ser ungidos en ellas, y para ser en ellas consagrados. (30) Por siete días las vestirá el que de sus hijos tome su lugar como sacerdote, cuando venga al tabernáculo de reunión para servir en el santuario. (31) Y tomarás el carnero de las consagraciones, y cocerás su carne en lugar santo»

«…Y las vestiduras santas…» – Los vers. 29 y 30 también se aplican a los futuros servicios de consagración.

Las vestimentas preparadas para Aarón debían conservarse después de su muerte,

y serían usadas en lo sucesivo para la consagración de cada sumo sacerdote,
para que ellos también fuesen «ungidos en ellas» Y «en ellas consagrados».

Desde el momento en que iniciaba su tarea sacerdotal, cada sumo sacerdote debía llevar estas vestimentas durante siete días – (Exo. 29: 35; Núm. 20: 24-28).

Las mismas ropas quedaban lino trenzado, obra de consagradas. Esto significa que con la instalación de los sumos sacerdotales siguientes no hacía falta hacer estos sacrificios.

Parece que no se derramaba unción sobre el hijo de Aharón cuando tomó el puesto de su padre. Al recibir la ropa fue ungido y consagrado automáticamente – (Números 20:25-28).

– «Quien sea elegido entre los hijos de Aharón para sucederlo como Cohén Gadol vestirá sus ocho vestimentas y estas le elevarán, es decir, harán que alcance el rango de Cohén Gadol (Rashí). 

Esto se aplicó en especial en la época del Segun Templo, en que no había aceite de unción y el Cohén Gadol asumía el cargo al vesitr por primera vez las prendas del sumo sacerdocio. 

Según Sforno, el versículo tambien enseña que las ofrendas de los Siete Días de Investidura, en los que se invistió a Aharón, dejarían de aplicarse en el futuro».

«…Por siete días las vestirá…» 

∇ «Rashí explica el flujo del versículo del modo siguiente: Cada vez que se designa un nuevo Cohén Gadol -y si un hijo del Cohén Gadol anterior es digno del puesto, tiene precedencia por sobre todos los demás-, debe vestir las ocho prendas durante siete días consecutivos, independientemente de si durante esos dias vaa realizar el Servicio del Templo o no. En este contexto, el versículo enseña que el «Cohén Gadol» es aquel que entra en el Sanctasanctorum en Iom Kipur, un servicio que no puede llevar a cabo ninguna otra persona».

 

«…El carnero…» – La parte del carnero que no había sido quemada – (vers. 22-25) debía comerse»en lugar santo«, es decir «a la puerta del tabernáculo de reunión» – (Lev. 8: 31).
En relación con cada ofrenda de paz, se realizaba una comida ceremonial, de la cual participaban los sacerdotes que habían presentado la ofrenda – (Exo. 29: 27, 28; Lev. 7: 11-18).


Éxodo 29:32-35 – «Y Aarón y sus hijos comerán la carne del carnero, y el pan que estará en el canastillo, a la puerta del tabernáculo de reunión. (33) Y comerán aquellas cosas con las cuales se hizo expiación, para llenar sus manos para consagrarlos; mas el extraño no las comerá, porque son santas. (34) Y si sobrare hasta la mañana algo de la carne de las consagraciones y del pan, quemarás al fuego lo que hubiere sobrado; no se comerá, porque es cosa santa. (35) Así, pues, harás a Aarón y a sus hijos, conforme a todo lo que yo te he mandado; por siete días los consagrarás»

«…El pan…» – Es decir, los panes, las tortas y los hojaldres que quedaban en la canastilla luego de haberse ofrecido al Señor uno de cada uno – (vers. 2, 3, 23).

«…Y comerán aquellas cosas con las cuales se hizo expiación…» – Debían comer parte de aquello que había servido para su expiación y consagración. Todo sacrificio poseía, en mayor o menor grado, cualidades expiatorias. La ofrenda por el pecado era totalmente expiatorio – (Lev. 4: 2-5); el holocausto y la ofrenda de paz sólo lo eran en parte – (Lev. 1: 3; 3:1).

«Trad. – «»…Quienes obtuvieron expiación por medio de ellos…». A través del servicio de investidura, los Cohanim se elevaban de su anterior rango de personas ajenas al sacerdocio (Rashí).

La palaabra «expiación» no necesariamente se refiere a limpiar un pecado real, pues el hecho de ser levitas en vez de Cohanim no tiene nada de pecaminoso. Más bien, tal como ocurre en este caso, es posible que se refiera a ascender de un rango espiritual inferior hacia otro superior.

El versículo enseña que ellos fueron elevados y santificados al comer las porciones de la ofrenda que se les había asignado. Esto sigue el principio de que aquellos que traen una ofrenda obtienen expiación cuando los Cohanim consumen la carne de esta, pues es gracias a su mérito que los sirviente de Dios disfrutan de la ofrenda, como ordenó Dios. También en este caso, los Cohanim que traían la ofrenda obtenían la expiación y eran consagrados al realizar la mitzvá de comer su porción de aquella».

«…El extraño…» – No se refiere a un extranjero, sino al que no es sacerdote – (Exo. 12: 19; 20: 10).

«…porque son santas…»

∇ «La Torá explica por qué motivo el legom si bien puede comer de las ofrendas de paz comunes, no puede comer de esta en particular. Las otras ofrendas de paz tienen un grado de santidad meno, pero las ofrendas de investidura eran de una naturaleza totalmente diferente: sagradas son, lo cual significa que poseain un rango de mayor santidad y, por lo tanto, el extraño, el lego, es decir el que no es Cohén, tenía prohibido comerlas. De aquí se deduce que todo lego que coma las ofrendas más sagradas transgrede un precepto restrictivo» – (Rashí).

«…Siete días…» – El ritual de la consagración de Aarón y de sus hijos debía realizarse diariamente durante siete días consecutivos. Esta séptuple consagración simbolizaba la perfección ideal – (ver Jos. 6: 3, 4; 1 Rey. 18: 43, 44; 2 Rey. 5:14).

Puesto que los sacerdotes representan a los ministros de Dios de nuestros días, la consagración de aquéllos enseña la excelsa santidad de la función sagrada y la necesidad de preservarla separada del mundo.

Los mismos sacrificios fueron presentados durante siete días. Ese fue el tiempo que hacía falta para iniciar el ministerio sacerdotal levítico.


Éxodo 29:36-37 – «Cada día ofrecerás el becerro del sacrificio por el pecado, para las expiaciones; y purificarás el altar cuando hagas expiación por él, y lo ungirás para santificarlo. (37) Por siete días harás expiación por el altar, y lo santificarás, y será un altar santísimo: cualquiera cosa que tocare el altar, será santificada»

«…Purifícarás el altar…» – La «ofrenda por el pecado» que se ofrecía por el altar era el mismo becerro como el que se usaba en favor de Aarón y de sus hijos – (Exo. 29: 1, 10-14; Lev. 8:15). Moisés ungió el altar rociándolo siete veces con el aceite de la unción – (Lev. 8:11).

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«…Siete días…» – Toda la ceremonia de consagración debía repetirse siete veces, tanto para los sacerdotes como para el altar.

«…Santísimo…» – Literalmente, «santo de santos«, para indicar la gran santidad del altar – (Exo. 40:10). Por lo tanto «cualquiera cosa» que lo «tocare«, «será«, o debía ser, «santificada«.

«…cualquiera cosa que tocare el altar, será santificada…» 

∇ «No se puede colocar sobre el Altar aquellas partes de los sacrificios que quedan descalificadas; sin embargo, en ciertos casos que quedan descalificadas; sin embargo, en ciertos casos, si ya fueron puestas allí, pueden permanecer y ser consumidas por el fuego. Como implica esta frase, una vez que algo toca el Altar -si bien no tendría que haber estado allí- será santificado (véase Rashí y Zevajim 83a).

Rabí Moshé Feinstein señala que en este versículo y en 40:9, el Altar externo es descripto como el más sagrado, en tanto que, en 40:10, el Altar interno -que era el más sagrado de los dos y estaba dentro de la estructura del Tabernáculo- es descripto meramente como «sagrado».

Estas designaciones nos imparten dos enseñanzas éticas: 

a) El erudito de la Torá que pasa la mayor parte de su tiempo en el «tabernáculo» de la academia de estudio debe esforzarse por ser aún más santo cuando está «afuera», entre la gente común y corriente. Su estudio tiene que calar tan hondo en él que su comportamiento debería ser una santidad paradigmática, a tal grado que motive a los demás a seguir su ejemplo.

b) Alguien considerado «santo» entre sus colegas en la academia de estudios es visto como «santisimo» por las demás personas, en el sentido de que su comportamiento es escudriñado con mucho detenimiento y ojo crítico. Por lo tanto, debe cuidarse sobremanera para no profanar el Nombre de Dios».

 


Éxodo 29:38-42 – «Esto es lo que ofrecerás sobre el altar: dos corderos de un año cada día, continuamente. (39) Ofrecerás uno de los corderos por la mañana, y el otro cordero ofrecerás a la caída de la tarde. (40) Además, con cada cordero una décima parte de un efa de flor de harina amasada con la cuarta parte de un hin de aceite de olivas machacadas; y para la libación, la cuarta parte de un hin de vino. (41) Y ofrecerás el otro cordero a la caída de la tarde, haciendo conforme a la ofrenda de la mañana, y conforme a su libación, en olor grato; ofrenda encendida a YHVH. (42) Esto será el holocausto continuo por vuestras generaciones, a la puerta del tabernáculo de reunión, delante de YHVH, en el cual me reuniré con vosotros, para hablaros allí»

 «…Dos corderos…» – Los vers. 38-42 se refieren al sacrificio diario, que debía lógicamente seguirá la consagración del altar.

Los corderos no podían tener un año de edad, sino tenían que ser sacrificados durante su primer año de vida.

«…A la caída de la tarde…» – Literalmente, «entre las dos tardes» – (ver com. cap. 12: 6). Con referencia al propósito de estos sacrificios vespertinos y matutinos, ver com. Lev. 1:3. Estos sacrificios «continuos» – (cap. 29: 42) se hacían en ocasión del culto matutino y del culto vespertino en el campamento – (Sal. 16: 8; 55: 17; 1 Tes. 5: 17).

Este sacrificio fue llamado “tamid”, “continuo”, porque se hacía todos los días del año, incluso durante las fiestas.

En el libro de Ezequiel donde habla del tiempo del reino mesiánico, cuando el templo será restaurado, se puede encontrar todos los sacrificios establecidos en la Torá de Moshé, menos el de la tarde. Es probable que sea omitido porque en esa hora murió Yeshúa – (Ezequiel 46:13-15).

Caida de la tarde.jpg

 ∇ – La ofrenda de tamid «La ofrenda mencianada en este texto se acercaba todos los días del año y no tenía relación alguna con el ritual de investidura. La Torá la menciona en esta instancia para explicarnos que ya era ofrenda incluso antes de que el Tabernáculo adquiriera su santidad en grado pleno. Ibn Ezra y Jizkuni señalan que el tamid, al igual que las demás ofrendas de la semana de investidura, fue ofrendado por Moshé, en tanto que los Cohanim se hicieron cargo de dicha ofrenda el día primero de Nisán.

La ofrenda matutina de tamid iba acompañada de grandes festejos y ceremonias en el Templo. Citando la Mishná y Divrei Halamim, Rabenu Bejaie registra todo el proceso. Mientras el servicio se llevaba a cabo, los levitas, acompañados de instrumentos musicales, entonaban el Cántico del Dia (que en la actualidad se recita a diraio al final de la oración matutina), y una vez que conluía el servicio, todos se inclinaban en señal de reverenia, incluso el rey, si es que estaba presente.

Haamek Davar señala que este pasaje hace finalmente hincapié en que la Tienda de Reunión serña el lugar en que Dios se «reunirá» con Moshé y la nación, y donde Dios hará posar su Presencia sobre Israel. En el otro texto de la Torá referido al tamid (Bamidbar 28:1-8), no se menciona la Tienda. Por su parte, ese pasaje describe la ofrenda llamándola Mi alimento [o sea, de Dios], una refrencia que no figura aquí. Haamek Davar utiliza estas diferencias como fundamento para enseñar que la ofrenda del tamid en el Desierto cumplía la singular función de fortalecer incluso más los estrechos lazos forjados entre Dios e Israel, en tanto que las ofrendas del tamid realizadas en Éretz Israel -Mi alimento- tenían como finalidad traer bienestar material a la nación, ya que la expresión alimento se utiliza como metáfora para simbolizar la riqueza, insinuando de tal modo que si Israel dedicara toda su prosperidad al servicio de Dios, entonces Él recompensará al pueblo con una abundancia mayor».

«…Una décima parte de un efa…» – Es decir un omer – (Exo. 16:36; Núm. 15: 4, LXX). Esto equivaldría aproximadamente a unos dos litros o sea 1,7 kg. Se usaban varios cereales para estas oblaciones – (ver com. Lev. 2: 1). La «cuarta parte de un hin de aceite» corresponde a casi un litro – (0,9 l).

∇ – «Cada ofrenda de elevación y ofrenda de paz, tanto si es de naturaleza comunitaria como si quien la trae es un particular, va acompañada de una ofrenda farinácea, que se quema completamente en el Altar, y de una libación de vino, que se vierte sobre el mismo.

El vino es llamado נסך «libación» en tanto que la ofrenda farinácea es llamada מנחת נסבים, «ofrenda farinácea de las libaciones». Las cantidades prescriptas de harina, aceite y vino varían según la especie del animal sacrificado. En el caso del tamid, para el cual se ofrendaba una oveja, es un décimo de efá de harina (aproximadamente 2 kilogramos) y un cuarto de hin (aproximadamente 890 mililitros) de aceite y otro cuatro de hin de vino».


Éxodo 29:43-46 – «Allí me reuniré con los hijos de Israel; y el lugar será santificado con mi gloria. (44) Y santificaré el tabernáculo de reunión y el altar; santificaré asimismo a Aarón y a sus hijos, para que sean mis sacerdotes. (45) Y habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios. (46) Y conocerán que yo soy YHVH su Dios, que los saqué de la tierra de Egipto, para habitar en medio de ellos. Yo YHVH su Dios»

«…Allí me reuniré…» Conociendo las pruebas que afrontarían en su peregrinaje por el desierto, Dios les dio la seguridad de que su presencia los acompañaría. En ocasión de su dedicación, el tabernáculo se llenó con la «gloria» de Dios – (cap. 40: 34).

La presencia de la Shekinah constituía la verdadera consagración del tabernáculo, porque todo lo otro no era sino símbolos y figuras – (ver com. Gén. 3: 24). De esta manera Dios no sólo puso allí «su nombre» – (Deut. 12: 21), sino también su presencia visible.

«…Y santificaré…» – Esto se cumplió milagrosamente cuando Aarón colocó el primer sacrificio sobre el altar de bronce – (Lev. 9: 24).

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«…y seré su Dios…»

∇ – «Dios está presente entre nosotros para recibir favorablemente nuestras plegarias y nuestro servicio, guiando nuestro destino sin recurrir a intermediarios. En consecuencia, Israel no tiene motivo alguno para temer de las fuerzas de la naturaleza, puesto que estamos más cerca de Dios que cualquiera de aquellas, lo cual explica el porqué de la eternidad del pueblo hebreo (Sforno). Es posible que el versículo nos exhorte a tomar conciecia en meido de nostros, sino que tenemos la obligación de que Él es nuestro Dios y someternos a Su Voluntad. A nadie sensato se le podría ocurrir pensar que Dios no exige reciprocidad de parte nuestra.

El versículo siguiente repite que Hashem es nuestro Dios, lo cual es una obvia redundancia. Sin embargo, esto insinúa que incluso si nuestros pecados ahuyentaran Su Presencia de nosotros. Él seguirá siendo nuestro Dios y nosotros continuaremos siendo Su pueblo (Or Hajaim)».

«…Y habitaré entre los hijos de Israel…» – Ver com. cap. 25: 8. Esto se refiere en primer término a la Shekinah dentro del lugar santísimo, pero en un sentido más amplio respondía al cuidado divino, a la protección y a la salvación que en su misericordia Dios le ofrecía a su pueblo escogido año tras año.

«…Y conocerán que yo soy…» 

∇ – «Cuando Dios resida en medio de la nación -una situación ideal que en el Desierto quedó representada por el hecho de que la Tienda de Reunión estaba situada en el centro del campamento judio, rodeada por los campamentos de los levitas y los israelitas-, el pueblo se dará cuenta de que el propósito de Hashem al sacarnos de Egipto fue ser nuestro Dios y manifestarse entre nosotros (Ibn Ezra). Esto nos demuestra que Dios está entre nosotros no sólo para nuestro propio provecho, sino para el Suyo, por decirlo de alguna manera, pues Israel es la única nación que da testimonio de Su omnipresencia y Su grandeza» – (Rambán, Rabenu Bejaie).

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