Después de Shem, el linaje mesiánico continúa por lo menos por nueve generaciones antes de que Di-s llame a su descendiente Abraham. Abraham vivía en el Valle del Tigris-Éufrates, la cuna de la civilización, cuando recibió el llamado del Señor:
Génesis 12:1-3 – “Sal de tu país, de tu pueblo y de la casa de tu padre y ve a la tierra que te mostraré. Te haré una gran nación y te bendeciré; haré grande tu nombre, y serás bendición. Bendeciré a los que te bendigan, y al que te maldiga lo maldeciré; y todos los pueblos de la tierra se bendecirán por medio de ti”
El llamado aquí fue triple: Está el primer llamado físico a la tierra de Israel; está en segundo lugar el llamado nacional, que Abraham sería el progenitor de una gran nación; y en tercer lugar, está la promesa espiritual de que el Mesías descendería de Abraham.
En cuanto a la promesa espiritual del Mesías, el Señor dice:
“En [Abraham] se bendecirán todas las naciones de la tierra”
Él clarifica esto en un pasaje posterior cuando dice:
Génesis 22:18 – “En tu simiente se bendecirán todas las naciones de la tierra”
La palabra para simiente en hebreo es Zerá que se traduce literalmente “semilla” es contenida en este pasaje, se refiere a un descendiente, el Mesías, quien descendería de Abraham y bendeciría a las naciones.
La promesa abrahámica fue transferida a Isaac cuando Di-s dijo:
Génesis 21:12 – “Porque en Isaac será llamada tu simiente”
Isaac fue el resultado de un milagro. Sarah, previamente estéril, lo concibió cuando a los 90 años de edad, largo pasada la edad de tener hijos. Abraham tenía 100 años. Aunque Ishmael, el hijo mayor de Abraham, por Hagar, iba a ser el heredero natural de Abraham, Di-s escogió a Isaac como aquel por medio de quien continuaría el linaje mesiánico.
La elección de Isaac como heredero de la promesa se confirmó cuando Abraham mostró su disposición a sacrificar a su único hijo legítimo. Este llamado fue la manera Di-s para probar la fe de Abraham. Di-s no se proponía que Isaac muriera. Después que Abraham probó su fe, Di-s le dijo:
Génesis 22:18 – “Y en tu simiente se bendecirán todas las naciones de la tierra, porque has obedecido mi voz”
Jacob fue el siguiente heredero de la promesa, aun cuando era el menor de los dos gemelos de Isaac. Di-s hizo esta selección cuando los niños estaban aún en el vientre de Rebeca, cuando le dijo:
Génesis 25:23 – “El mayor servirá al menor”
A Jacob se le aseguró la promesa mesiánica en un sueño, cuando el Señor le dijo:
Génesis 28:14 – “Y en ti y en tu simiente se bendecirán todas las familias de la tierra”
Jacob, entonces, supo sin dudas que él continuaría el linaje de su padre Isaac, y de su abuelo Abraham, de alguna manera significativa conocida por el Todopoderoso.