Éxodo 33 – Intercesión de Moshé

Éxodo 33:1-6 – «Habló YHVH a Moisés: Ve, sube de aquí, tú y el pueblo que hiciste subir de la tierra de Egipto, a la tierra de la cual juré a Abraham,° Isaac° y Jacob,° diciendo: La daré a tu descendencia. (2) Y enviaré delante de ti mi ángel, y expulsaré al cananeo, al amorreo, al heteo, al ferezeo, al heveo y al jebuseo, (3) a una tierra que fluye leche y miel, porque no subiré en medio de ti, no sea que te consuma en el camino, pues eres un pueblo de dura cerviz.° (4) Cuando el pueblo oyó esta mala noticia, prorrumpió en llanto y ninguno se vistió sus atavíos. (5) Porque YHVH había dicho a Moisés que dijera a los hijos de Israel: Vosotros sois pueblo de dura cerviz. Si por un momento me presentara en medio de ti, te consumiría. Ahora pues, quita tus atavíos de sobre ti, para que Yo sepa lo que he de hacer contigo. (6) Por lo cual los hijos de Israel se despojaron de sus atavíos del monte Horeb en adelante»

v.1 – «…Ve sube de aquí…» – Esto reafirma lo que el Señor le dijera a Moisés en el cap. 32: 34, luego de que Moisés le hubiera rogado a Dios que perdonase el pecado del pueblo cuando hizo el becerro de oro. Dios permanecería fiel a la promesa hecha a Abrahán, Isaac y Jacob – (Gén. 12: 7; 26: 3; 28: 13).

Cuando uno viaja a Israel, siempre sube. La tierra de Israel es la más elevada de todas las tierras. Todavía el Eterno no dice que Israel es su pueblo. Tampoco dice que él va a ir con ellos.

«Según Ibn Hezra con este versículo se retorna la idea enunciada en Exodo 32:34 donde leemos: «Y ahora, ve, conduce al pueblo hacia donde Yo te había hablado. He aquí que Mi Emisario irá delante de ti…»

De acuerdo con el autor de Minhah Belulah, estas palabras de D’s ya indican un עת רצון «het ratson», o sea, un momento de conciliación. Así como en momentos de furor, D’s le dice a Mosheh (Exodo, 32:7): » Ve, desciende, ya que ha dañado tu pueblo «; ahora le dice: «Ve, asciende» ya que el mérito de Mosheh desciende o asciende según la conducta del pueblo.

Por otra parte, Nahnanides hace notar el tono conciliatorio de las palabras de D’s, que refiriéndose a Israel lo llama «el pueblo» y no «tu pueblo», al que hiciste ascender de la tierra de Egipto. Esta conciliación se debe también a un factor determinante que es la promesa de D’s a los patriarcas de Israel».

v.2 – «…Y enviaré delante de ti mi ángel…» – Aquí sólo se mencionan seis de las siete naciones. Según el Midrash y Rashí, el guirgashita había salido del país por su propia voluntad delante de los israelitas.

En el Talmud de Jerusalén se menciona que antes de proceder a la conquista Yeshoshúa envió un mensaje a los pueblos de Kenáan ofreciéndoles dos opciones: o se iban en paz o se quedaban. Si se quedaban serían exterminados. El pueblo guirgashí optó por abandonar la tierra y dirigirse a África.

 — «Véase nuestra nota a Exodo 23:20 —Algunos comentaristas notan, en el hecho de que D’s designe un Emisario para ir ante el pueblo, cierta distancia entre la Divinidad y el pueblo de Israel. Si bien el versículo 3 nos ofrece la razón, cuando dice: «…Pues no voy a ascender en medio de ti, ya que pueblo duro de cerviz eres tú; no sea que te extermine en el camino.» No obstante, la reacción del pueblo fue de congoja. Algunos comentaristas quieren ver en la congoja del pueblo (versículo 4) un arrepentimiento profundo en el episodio del becerro de oro»

∇ — «…Al cananeo…» – La lista de las naciones cananeas omite a los guergueseos debido a que se fugaron de la tierra y no hubo pues necesidad de expulsarlos – (Rashí).

v.3 – «…A la tierra…» – Continúa aquí el pensamiento del vers. 1. El vers. 2 representa un paréntesis. Con amor Dios le dice a Israel que es mejor que él no los acompañe. Si nuevamente violaban su pacto, su presencia directa iba a provocar su destrucción completa. Hay veces cuando Dios en su misericordia se aparta de nosotros. Nunca nos obliga a aceptar su presencia – (Mat. 13: 53-58).

Esto significaría que el proyecto del tabernáculo quedaba suspendido. El carácter de una cerviz dura puede servir para bien o para mal. En cuanto a no inclinarse y aceptar la voluntad del Eterno es malo, pero en cuanto a resistir las presiones de los pueblos, es bueno. El pueblo judío ha podido decir no a la idolatría y la asimilación de las naciones por esa dura cerviz. En ese caso ha servido para bien.

—  «…Porque no ascenderé con ustedes…» Debido a que es un pueblo duro de cerviz y por ello siempre existe el riesgo de que peque y cause Mi enojo, no puedo permanecer en su seno, por lo que mandaré a Mi ángel con ustedes. Esta declaración incluía dos aspectos del disgusto Divino: que Dios no los acompañaría y que incluso el ángel estaría con ellos sólo hasta que ocupasen la tierra, y después de ello partiría – (Rambán)».

v.4 – «…Vistieron luto…» – Los israelitas comenzaron a darse cuenta de lo que significaría para ellos el estar separados del Señor. Un «ángel» no prometía la seguridad que Dios mismo podría darles. Había hondo pesar por la transgresión. El arrepentimiento es condición indispensable para lograr la restauración al favor divino pues no puede haber salvación sin él – (Luc. 13: 8; Hech. 3: 19; Apoc. 2: 5, 16).

Como señal de penitencia y humillación el pueblo se quitó sus «atavíos«, o «galas» (BJ). El quitarse los adornos implica duelo y reforma – (Gén. 35: 4; Eze. 26: 16). Los hombres probablemente llevaban pulseras, brazaletes y ajorcas. Estas últimas eran usadas por los egipcios.

—  «…Sus joyas…» – Las joyas eran alegóricas. Los Sabios enseñan que al proclamar su voluntad de aceptar sin cuestionamientos los preceptos y la enseñanza de Dios, los israelitas dijeron: “haremos y entenderemos”. Como reconocimiento a semejante devoción, descendieron ángeles y ‘les colocaron dos ‘coronas espirituales’ en la cabeza, una en honor de “haremos” y otra en honor de “entenderemos”. Ahora sin embargo, perdieron dichas ‘coronas’ – (Rashi). Rabenu Bejaie sostiene que literalmente se despojaron de sus joyas para simbolizar su congoja por haber perdido las «coronas».

∇ — «Ibn Hezra entiende este versículo literalmente y dice que el pueblo de Israel, se despojaron de «sus ropas de gloria» y se vistieron con ropas de duelo durante todos sus días por haber incurrido en el episodio del becerro de oro y cita en su apoyo el versículo 6, que dice: «Y se despojaron los hijos de Israel de sus atavíos del Monte Horeb (desde el Monte Horeb)».

Sin embargo, de acuerdo con Rashi, la palabra atavío es un lenguaje simbólico, que hace referencia a «las dos coronas» con que fueron coronados los hijos de Israel cuando habían dicho: » .. .Todo lo que ha dicho Adonai haremos y aceptaremos». (Exodo 24:7) Según Rashi, el pueblo había tomado conciencia de su descenso espiritual después del episodio del becerro de oro. El Talmud dice al respecto: «En la montaña Horeb ellos fueron investidos y en la misma montaña ellos fueron despojados.» (T.B.Tratado Shabbat 88 A).

v.5 – «…Subiré…» – En respuesta al evidente arrepentimiento del pueblo de Israel, Dios le aseguró que no sería totalmente abandonado. No podía aún aceptar su cambio de corazón porque su arrepentimiento no había sido todavía lo suficientemente profundo – (Ose. 6: 4; 7: 8, 14-16). Con esta demora Dios se proponía crear en sus corazones un ansia más profunda de tener comunión con él – (Joel 2: 12, 13; Ose. 10: 12).

∇ —  «…Despójense de sus joyas…» – Lo que habían ya hecho por su cuenta (v. 4) no fue suficiente, por lo que ahora Dios les dijo que se quitaran todos los símbolos de la elevación espiritual que Ies había sido concedida en el Sinaí (Sforno). Seqún otros comentaristas, estos ‘adornos’ eran de hecho las metafóricas ‘vestimentas’ que tenían sobre ellas la sangre del pacto (Rabenu Bejaie): pues como se explicó anteriormente (última nota a v. 32:19), las primeras Tablas de la Ley representaban liberación de la muerte, y ahora, al ser conscientes de la gravedad de su pecado, la gente comprendió que ya no merecían vida eterna, lo que demostró el grado de profundidad de remordimiento por lo que habían hecho – (Rambán)». 

v.6 – «…Desde el monte Horeb…» – Es decir que de ese momento en adelante, al menos por un tiempo, los israelitas dejaron de usar adornos, o «atavíos» o «galas» , como señal del sincero propósito que tenían de obedecer a Dios.

∇ — «v.1-6 – «…Epílogo del incidente del Becerro de Oro…» – Explayándose sobre el mandamiento anterior – (32:34) en el sentido de que Moshé seguirá conduciendo al pueblo a la tierra de Israel, Dios dice que cumplirá Su promesa dada a los Patriarcas y expulsará a las naciones cananeas. Sin embargo, Dios estaba aún molesto con la nación, por que la sola referencia a tal juramento implicaba que el pueblo no era digno de heredar la tierra a partir de su propio mérito. A pesar de las súplicas de Moshé, la ejecución de los pecadores a manos de los levitas y la plaga, la impronta del pecado sólo había sido reducida mas no eliminada».

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Éxodo 33:7-11 – «Y tomaba° Moisés la Tienda y la levantaba lejos, fuera del campamento; y la llamó Tienda de Reunión. Y todo el que buscaba a YHVH, salía a la Tienda de Reunión que estaba fuera del campamento. (8) Y sucedía que, cuando salía Moisés a la Tienda, todo el pueblo se levantaba, y cada cual estaba en pie a la entrada de su propia tienda, y observaban° a Moisés hasta que él entraba en la Tienda. (9) Y ocurría que cuando Moisés entraba en la Tienda, la columna de nube descendía y permanecía en la entrada de la Tienda mientras Él hablaba con Moisés. (10) Y todo el pueblo veía la columna de nube detenida en la entrada de la Tienda, y todo el pueblo se levantaba y se postraba, cada uno a la entrada de su propia tienda. (11) Y YHVH hablaba con Moisés cara a cara, como un hombre suele hablar con su amigo. Luego volvía al campamento, pero el joven Josué ben Nun nunca se apartaba de en medio de la Tienda»

v.7 – «…Tomó el tabernáculo/La tienda…» – Era una tienda que se estaba usando provisoriamente hasta que se completara el más permanente «tabernáculo de reunión». Moisés no podía siempre ascender al monte Sinaí a fin de encontrarse con Dios, pues el campamento necesitaba de su supervisión, sobre todo en esos momentos. El hecho de que llevara la tienda lejos, «fuera del campamento», simbolizaba que la presencia de Dios se apartaba del pueblo a causa de su iniquidad.

∇ —  «…Y Moshé tomaba la Tienda…» – Esto es lo que empezó a ocurrir a partir del episodio del becerro de oro. La tienda tendida fuera del campamento quería significar la distancia que la Divinidad tomó, no permaneciendo en el seno del pueblo.

Sin embargo, se dará la oportunidad a todo aquel que quisiera buscar a Adonai. Esta persona tendría que hacer un esfuerzo para lograr lo que antes tenía más cerca de él. (Basado en Rashi) Los versículos 8, 9 Y 10 nos explican en detalle como ocurrirá esto último y como Mosheh seguía recibiendo la profecía y la Palabra Divina».

∇ v.7b – «…Quienquiera que buscaba a Hashem…» – Todo aquel que buscaba acercarse a Dios se dirigía a la tienda de Moshé a consultarlo. La Torá no dice ‘todo aquel que buscaba a Moshé’ debido a que es posible referirse con el Nombre de Dios a una persona justa que sirve de manantial de donde fluye la palabra Divina (Rabenu Bejaié).

Este versículo demuestra que quien quiere estudiar Torá debe estar dispuesto a exilarse para hallarla (Baal HaTurim)».

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v.8 – «…Cuando salía Moisés…» – Con temor y temblor los israelitas enfocaron su atención en la tienda de reunión para ver si Dios recibiría a su representante y les concedería una señal de haber sido restaurados a la protección divina. El mismo hecho de que el alejamiento de la presencia de Dios fuese tan sentido por el pueblo,  prometía un arrepentimiento genuino.

v.9 – «…La columna de nube…» – Esta señal, ya conocida por el pueblo, era evidencia de que Dios seguiría siendo su guía y protector – (cap. 13: 21, 22).

v.10b – «…y todo el pueblo se levantaba y se postraba…» – Columna de Fuego.jpg

∇ — «Lo que quiere decir que el pueblo toma conciencia manifiesta de la veracidad de la profecia, se arrepiente y retorna hacia D ‘s. «(Minhah Belulah)».

v.11b – «…Y YHVH hablaba con Moisés cara a cara…» – 

∇ «De acuerdo con Tseror Harnmor esto quiere decir que no había ningún intermediario entre la palabra de D’s y Mosheh. La palabra de D’s no le sobrevenía por medio de עמוד הענן «hamud hehanan» –columna de nube– ni cosa otra alguna. De acuerdo con la versión aramea de Onkelos, פנים אל פנים «Panim el panim» -rostro a rostro quiere decir que tanto D’s hablaba con Mosheh, como Mosheh hablaba con D’s. Por otra parte, 10 que la Torah quiere indicar cuando dice que D’s hablaba con Mosheh פנים אל פניםl «Panim el panim» -rostro a rostro– es dejar establecida la diferencia entre la profecía de Mosheh y la de los demás profetas que surgirán en Israel. A estos últimos la profecía les sobrevendrá siempre a través’ de visión o sueño profético, mientras que a Mosheh la profecía le sobreviene siempre sin intermediario o mediación alguna. (Véase Números 12:6 y s.s.).

Rabbi Itshak Arama establece una diferencia entre los términos פנים אל פנים «panim el panim» empleados aquí y los términos פנים בפנים «panim befanim», que es cuando D’s Se reveló en Sinai a todo Israel. Para poner al alcance nuestro esa diferencia, este autor utiliza dos elementos como símbolos, uno es el vidrio y él dice que cuando dos personas separadas por un vidrio se hablan, pueden percibirse mutuamente, ése era el caso de Mosheh. El otro símbolo es el de un espejo, quiere decir que cuando D’s Se revela al pueblo de Israel, todo el pueblo se percibe y se divisa entre sí, como un grupo de personas que están congregadas frente a un espejo. Todas las personas se ven, pero no pueden ver más allá del espejo, a través de él. Lo cual expresa que la Revelación de D’s al pueblo ha sido una vivencia colectiva que deja un testimonio innegable.

Otro símbolo que usa Rabbi Itshak Arama para explicar la «reciprocidad» entre la palabra de D’s que le sobreviene a Mosheh Y las palabras de Mosheh a D’s es como una «caverna» sita al borde del mar. Cuando se produce la pleamar la caverna se colma con el agua ~el mar, mientras que cuando se produce la bajamar, la caverna «devuelve» agua al mar, en un movimiento de reciprocidad. Sin embargo, la caverna puede devolver agua al mar por haberla recibido una primera vez del mismo mar.

Por último, de acuerdo con el diccionario gramático de Ibn Janah, la etimología de פנים «panim» -rostro– es igual que la de פנים «penim» -interno o interior-o Probablemente, basados en esta etimología, los cabalistas entienden el concepto פנים אל פנים «panim el paním», como queriendo decir que la profecía le sobreviene a Mosheh desde lo recóndito de la Divinidad, en hebreo לפני ולפנים «lifnai velifním» y Mosheh lo aprehende y lo siente.

Recanatti, en su comentario a Exodo 6:2, cita esta idea y además nos proporciona un ejemplo para ponerla un poco a nuestro alcance. El ejemplo es que «si ponemos delante de la luz del sol un lienzo de lino blanco, muy fino, rl sollo iluminará con toda su luz, pero la persona puede fijar sus ojos en ese lienzo y tolerar 11 fulgor del sol más que si tuviere que observar rl sol en directo; y a medida que pongamos más tenzos entre el sol y nuestros ojos podremos tolerar más el fulgor del sol. Aunque todos los lienzos son finos y blancos, cada uno de ellos oscurece un poco la luz del sol, hasta el punto rue si hubieren diez lienzos entre los ojos de a persona y la luz del sol, se podría observar ijamente esa luz sin ser dañado. Lo mismo xurre con los profetas. Todos los profetas de srael, excepto Mosheh, recibieron la profeia, de acuerdo con nuestro ejemplo, a través del último de los diez lienzos, que se llama מדת לילה «middat lailah ‘; ya que el último lienzo oscurece en alguna medida el fulgor del sol. Pero Mosheh capta la profecia por medio de מדתהרחמים «middat harahamim » -el atributo de Misericordia de D’s llamado מדת יום ‘middat iom», que es la luz recóndita y por eso la profecía le sobreviene a Mosheh únicamente de día. .. «

Véase, además, en el libro Mishneh Torah de Maimónides, Hiljot lesode Torah, capítulo 7, donde se establecen las diferencias existentes entre la profecía de Mosheh y la de los demás profetas de Israel».

– v.11c – «…Hijo de Nun…» – Aunque existen otros casos en la Escritura en los que la palabra ‘hijo’ se dice bin en vez de ben, no deja de ser inusual. Rambán brinda dos explicaciones de este empleo en relación con lehoshúa. Puesto que él era el mejor discípulo de Moshé, la gente lo llamaba bin, aludiendo a בינה, la biná o entendimiento, a partir de lo cual se combinarían los voca­blos bin y Nun para hacer בינון, persona con entendimiento. También, quizás la palabra bin era así para aludir al entendi­miento; mientras que por otra parte nun, tal y como es usada en Tehilim 72:17, sugiere grandeza. Así pues, lehoshúa era alguien cuyo entendimiento lo condujo a la grandeza».

– v.11d – «…Un joven…» – lehoshúa tenía 56 años (o, según Seder Olam, 42), mas la Torá lo llama joven porque se conducía con Moshé como si fuese un sirviente joven – (Ibn Ezra), o debido a que es normal en hebreo designar a un amo o maestro como hombre y a su subordinado como joven, independientemente de su edad – (Rambán)».

– v.11e – «…No salía…» – lehoshúa se ganó el derecho de ser el Principal discípulo de Moshé y aquel a quien transmitió su Tora debido a que desde su juventud hizo de lado todo bienestar material para estar en la tienda de estudio de Torá, por medio de lo cual adquirió una reputación impecable – (Rashí Avot 1:1).


Éxodo 33:12-16 – «Entonces Moisés respondió a YHVH: He aquí Tú me dices: Lleva a este pueblo; pero no me has hecho saber a quién enviarás conmigo, aunque dijiste: Te conozco por nombre, y también: Has hallado gracia ante mis ojos. (13) Ahora, si he hallado gracia ante tus ojos, te ruego que me hagas conocer tu camino, para que te conozca y halle gracia ante tus ojos. Y considera que esta nación es tu pueblo. (14) Y Él dijo: ¿Mi presencia habrá de ir contigo y darte reposo? (15) Y le dijo: Si tu presencia no ha de ir, no nos hagas subir de aquí. (16) Pues ¿en qué podrá ahora conocerse que yo y tu pueblo hemos hallado gracia ante tus ojos? ¿No es acaso en que Tú vayas con nosotros para que yo y tu pueblo seamos distinguidos de todos los pueblos que hay sobre la faz de la tierra?»

Tras el pecado del Becerro de Oro, Moisés subió de nuevo al Monte Sinaí para buscar el perdón de Dios para el pueblo – (Exo. 32:30-32). Él no sólo iba a pedir misericordia, sino que estaba dispuesto a que su nombre fuera borrado del libro de la vida con tal que el pueblo fuera perdonado. Dios no aceptó esa “oferta”, explicando que cada hombre debe pagar por su propio pecado – (Exo. 32:33-34; Eze. 18:4). Por otro lado, Moisés no era completamente justo como para pagar por los pecados de todo el pueblo – (Eclesiastés 7:20). Pero todo esto sirve como sombra de lo que Yeshua iba a hacer, muriendo en la cruz y pagando así por nuestros pecados con el fin de reconciliarnos con Dios – (Rom. 8:5-11).

v.12 – «…Mira, tú me dices a mí…» – Los vers. 12 y 13 constituyen un ejemplo de la forma íntima en que hablaba Moisés con Dios – (Núm. 12: 8). La amistad con Dios da a los hombres confianza para acercársele, porque la verdadera amistad echa fuera el temor – (Heb. 4: 15, 16; 1 Juan 4: 18).

Moisés deseaba fervientemente tener la información completa en cuanto a lo que el Señor se proponía hacer con su pueblo, y a quién designaría para dirigirlos. Moisés creyó que seguramente el Señor le revelaría esto, puesto que había «hallado gracia» ante sus ojos. Moisés le recordó a Dios que «esta gente es pueblo tuyo«, implicando de esta manera que Dios tenía una responsabilidad para con ellos.

La base de la oración de Moshé es la palabra que el Eterno ha dicho. Para que una oración tenga éxito tendrá que estar basada en la Escritura.

No podemos quitarle el mérito a Moisés como intercesor del pueblo, pero tampoco podemos llegar a creer que él era “más bueno” que Dios, porque no es así. Moisés no va a “convencer” a Dios, sino que a través de esta experiencia él va a conocer tanto la justicia como la misericordia del Señor.

En el capítulo anterior vimos que Moisés pidió a Dios que no destruyera al pueblo. Y la petición no la hizo por beneficio propio ni aún por el pueblo, sino pensando en el Nombre de Dios. Moisés dio las siguientes dos razones:

  1. Para que el nombre de YHVH no fuera deshonrado ante las demás naciones – (Exo. 32:12).
  2. Para que fuera cumplida la promesa hecha a los patriarcas – (Exo. 32:13), “a tu descendencia daré esta tierra” – (Gen. 12:7; 13:15-16; 15:18; 17:8).

«…Mira…» – Tal y como es entendido por Rashí, Moshé dijo que había logrado entender suficientemente lo que Dios había dicho, mas de cualquier manera no estaba de acuerdo con Él respecto a un elemento muy importante: Dios había asignado a Moshé para que condujese al pueblo desde el exilio hasta su tierra a través del Desierto, mas no le informó qué clase de acompañamiento Celestial haría eso posible.

Por ello, como respuesta a la afirmación de Dios en el v.2 que Dios mandaría un ‘ángel’, Moshé replicó que esa no era la nueva que esperaba recibir, pues no quería una variedad inferior de acompañamiento, sino deseaba que Dios Mismo fuese con Israel. Además agregó que Dios le había afirmado que “lo distinguía por nombre”, es decir, Dios había distinguido a Moshé y lo había elevado sobre todos los demás seres humanos por medio de la relación cercana que Dios ha­ bía entablado con él cuando le dijo que aparecería en la nube [sobre el monte Sinaí] y que Israel creería en su profecía para siempre – (19:9). Agregado a eso, Moshé continuó su queja en el versículo siguiente, diciendo que quería saber el alcance de esta promesa, es decir, qué es exactamente lo que Dios quiso decir al afirmar que Moshé había logrado Su gracia».

v.13 – «…Ahora, si he hallado gracia ante tus ojos…» – Este deseo de conocer al Eterno es el deseo más sublime que el hombre pueda tener. Moshé pidió tres cosas para sí mismo:

  1. Conocer el camino del Eterno. El camino del Eterno es su proceder, su manera de actuar.
  2. Conocer al Eterno. Es más profundo. Uno que conoce otra persona no solamente conoce lo que hace o dice sino también el motivo detrás de lo que hace y dice.
  3. Ver la gloria del Eterno, v. 18. Esto es el peso de la manifestación del Eterno.
  1. Hazme conocer ahora tu camino, para que te conozca y halle gracia;
  2. Hazme conocer Tu recompensa;
  3. Considera que Israel es Tu pueblo, y no “de Moisés” (ya que repetidas veces, Dios había dicho a Moisés que el pueblo de Israel era “suyo”).

Moshé también pidió que el pueblo fuera reconocido como el pueblo del Eterno.

Gracia” en hebreo es: Jen, que también se traduce como: favor, aceptación, bondad. El diccionario lo define como un beneficio o un favor que se hace sin merecimiento particular. Es un don o regalo gratuito.

Moisés no le está pidiendo a Dios que haga a un lado su justicia con tal de perdonar el pecado del pueblo. Más bien, lo que él pide es que el Señor le muestre Su voluntad en esta situación. Y esta petición la hace también a favor de todo el pueblo.

Un Salmo de David refleja perfectamente la oración que aquí hizo Moisés:

Salmo 25:4-14 – «Muéstrame, oh YHVH, tus caminos; enséñame tus sendas. Encamíname en tu verdad, y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación;
En ti he esperado todo el día. Acuérdate, oh YHVH, de tus piedades y de tus misericordias, que son perpetuas. De los pecados de mi juventud, y de mis rebeliones, no te acuerdes; conforme a tu misericordia acuérdate de mí, por tu bondad, oh YHVH. Bueno y recto es YHVH; por tanto, él enseñará a los pecadores el camino. Encaminará a los humildes por el juicio, y enseñará a los mansos su carrera. Todas las sendas de YHVH son misericordia y verdad, para los que guardan su pacto y sus testimonios. Por amor de tu nombre, oh YHVH, perdonarás también mi pecado, que es grande. ¿Quién es el hombre que teme a YHVH? El le enseñará el camino que ha de escoger. Gozará él de bienestar, y su descendencia heredará la tierra. La comunión íntima de YHVH es con los que le temen, y a ellos hará conocer su pacto»

Tanto David como Moisés reconocen que en Su misericordia, Dios no puede dejar de ser justo. Si Dios perdona a Su Pueblo no es para que sigan haciendo lo que quieran, sino para darles otra oportunidad de rectificar. YHVH es perfecto en justicia y en misericordia—y eso es lo que a veces nos cuesta entender.

«…Y Ahora…» – Si es cierto que he hallado gracia ante Tus ojos entonces en efecto me corresponde pedir aun más, pues en realidad desconozco cuánta recompensa puede implicar esta gracia».

«…De manera que yo comprenda…» – Debo entender Tu manera de conceder recompensa para que sepa lo que me reservas al decirme que hallo gracia a Tus ojos. ¿Exactamente cómo se expresa tal gracia? Este es el sentido literal del versículo según Rashi. En su comentario a Berajot 7a y Kohélet 8:17, Rashi explica que Moshé quería la respuesta a la antiquísima interrogante de por qué los justos sufren y los malvados prosperan en este mundo».

«…Y considera…» – Habiendo mencionado que halló gracia a los ojos de Dios, Moshé repite ahora su insistencia previa de que Dios no destruya a Israel y empiece una nueva nación con los descendientes de él mismo, para lo cual enfatiza que esta nación [Israel] es Tu pueblo.

– «…Que tu pueblo es esta nación…» – «Pues a pesar de que han errado son Tu pueblo y por ellos yo formulo mi pedido, no para mí» (Tseror Hammor)»

v.14 – «…Mi presencia ira contigo…» El pedido de Moisés es concedido. La presencia de Dios mismo iría con ellos, y también les daría «descanso«, es decir, la posesión de la tierra de Canaán – (Deut. 3: 20; 12: 9, 10; 25: 19; Heb. 4: 8).

Aquí el Eterno promete que su presencia, literalmente “rostro”, va a ir con Moshé. A partir de ahora el trato que el Eterno tiene con el pueblo es en relación con Moshé. Como Moshé halló gracia, el pueblo halló gracia.

«…Mi Presencia irá…» – Dios accedió a la petición de Moshé anunciando que Su Presencia y no un ángel acom­pañará a Israel y lo proveerá de protección, a lo cual Moshé respondió (v. 15) reiterando su queja de que, a menos que ese sea el caso, Dios no debe pedir de Su nación que levante campamento. Sforno comenta que Moshé hubiese preferido permanecer en el desierto de Sinaí en vez de entrar a la Tierra Prometida sin la Presencia de Dios, pues en ese caso, sin duda alguna Israel sería pronto exilado de la misma. Por cierto, la trágica realidad fue que, una vez que los pecados de la gente en la Tierra Prometida causaron que la Shejiná Ies abandonara, el exilio no tardó en precipitarse.

Rambán plantea objeciones a gran parte de la interpreta­ ción de Rashi y afirma que sin comprender los misterios de la creación del universo no es posible entender el diálogo que tuvo lugar. En resumidas cuentas, lo explica así: mucho antes del pecado del Becerro de Oro, se le había dicho a Moshé que un ángel acompañaría al pueblo, lo cual no le molestó a Moshé porque Dios había dicho que Su Nombre reposaría en ese ángel (23:20-21).

Ahora Moshé quería asegurarse de dos cosas: que el ángel anunciado en el v. 2 sería el mismo ángel, sin que ello menoscabara la cercanía de Dios; y -ya que Moshé había logrado ser favorecido por Dios- quería saber cómo lograr más reconocimiento de Su Jnidad de tal manera que pudiese lograr ser favorecido aun más. Moshé añadió que formulaba tales peticiones en aras de Israel por que, a fin de cuentas, esta nación es Tu pueblo (v.13). Por su parte, Dios concordó con que Su Presencia sí estaría con el ángel’ mas no sería tan benevolente como Moshé esperaba, pues el ángel representaría el Atributo de Justicia, aunque Dios moderaría Su juicio con misericordia, lo que hizo que Moshé suplicara incluso más (v. 15), solicitando que el ángel fuese de misericordia pura, y de hecho Dios accedió también a este requerimiento»

«…Y te concedere descanso…» – Esto quiere decir que te procuraré la paz de todos tus adversarios en derredor. Véase el uso de este verbo «te concederé reposo a ti», como queriendo decir «conceder la paz», en Deuteronomio 25:29.

«…A ti…» – Quiere decir a Israel de acuerdo con los Sabios del Midrash: משה נקרא על שם ישראל«Mosheh nikra Hal shem Israel» -el nombre de Mosheh implica a todo Israel-. (Shemot Rabba, Capítulo 30).

v.15 – «…Si tu presencia…» –  Moisés no estaba satisfecho aún. Dios había dicho literalmente: «Te daré descanso», en singular, lo que parecía restringir la bendición solamente para Moisés. Pero para Moisés esto no bastaba; la promesa debía también abarcar a «tu pueblo».

Significa que Mosheh quiere que la presencia Divina esté con él y con el pueblo de Israel, y. de allí la reiteración que hace Mosheh en el versículo 16. Esta interpretación no está acorde con la interpretación del Midrash arriba mencionada.

v.16 – «…Seamos apartados…» – Es decir, diferentes de todas las otras naciones. La presencia de Dios estaba con ellos y ellos eran su pueblo – (cap. 19: 5, 6).

Vemos que la gracia dada a Moshé es pasada al pueblo. La palabra “gracia” en hebreo jen – חֵן, significa “gracia”, “belleza”, “favor”, “aprecio”. La raíz de jen es janán חָנַן, que significa “inclinarse para mostrar benevolencia a un inferior”, “compadecerse”, “conceder un favor”. La palabra “jen” aparece seis veces en este contexto. La primera vez que aparece en las Escrituras es en Génesis 6:8 donde está escrito:

“Mas Noaj halló gracia (jen) ante los ojos de HaShem”

El Midrash dice:

“Noaj fue salvado no porque lo merecía, sino porque halló gracia”

Moshé halló gracia en los ojos del Eterno y el pueblo de Israel recibió el perdón por el pecado del becerro por medio de la gracia y el pacto fue renovado a base de esa gracia.

Según esta parashá, hallar gracia ante los ojos del Eterno implica cinco cosas:

  • Conocer los caminos del Eterno, v. 13.
  • Conocer al Eterno, v. 13.
  • Caminar con el Eterno, v. 16.
  • Distinguirse de todos los pueblos de la tierra, v. 16-17, cf. 34:9.
  • Obtener el perdón del Eterno, 34:9.

Sin ti no iré”. Sin duda esta es la frase que Dios quería oír. Fue la respuesta de alguien que ama a Dios con todo su corazón. Para Moisés, lo más importante era su relación con el Señor, y así debe ser para todo el pueblo.

¿De qué les serviría ganar el mundo si habían perdido a Dios?

Lo que hace de Israel un pueblo especial es su relación con Dios—y nada más. El propósito de la Redención no es sólo llegar a la “Tierra Prometida”, sino “estar con Dios”Moisés no quería ir a ningún lado sin Dios, y pidió lo mismo para el pueblo de Israel.

«…Seamos distinguidos…» – Esta es una nueva solicitud. Moshé pide que el pueblo de Israel sea situado en un plano distinto del de todas las demás naciones y que la Presencia Divina en toda Su Santidad, incluidos los niveles superiores de profecía, reposase sólo en Israel (Rashi). En el versículo siguiente Dios también accedió a esta petición. Rambán intuye que la aceptación de Dios pudo haber tenido lugar al final de este período de rezo de cuarenta días [lo que sugería que Moshé avanzó lenta pero firmemente en su camino de búsqueda de reconciliación en la medida que sus rezos y el remordimiento de Israel lograron el favor de Dios]».

«…de todos los pueblos que hay sobre la faz de la tierra…» – Evidentemente, el episodio del becerro de oro había conmovido los fundamentos mismos de la fe de Israel. En aquel episodio hemos visto tanto el castigo implacable como el perdón magnánimo concedido por D’s.

Por otra parte, la Torah lleva a la cúspide la relación de intimidad espiritual y el grado de percepción profética de Mosheh. Esta idea está plasmada en las palabras siguientes: ודבר ה´ אל משה פנים אל פנים «Vedibber Hashem el Mosheh panim el panim» -y hablaba Adonai a Mosheh rostro a rostro-. Esto ha sido la consecuencia del amor manifestado por D’s a Mosheh desde los inicios, pues así leemos en Exodo 6: 3: «Yo me aparecí a Abraham, a Itshak y a Iahacov por El-Shaddai, empero por Mi Nombre Adonai no Me he dado a conocer a ellos.»

Como consecuencia de este grado de cercanía veremos que Mosheh pedirá «conocer los caminos de D’s». Esto no será una mera «curiosidad» u osadía espiritual, sino 1′»‘~~ bien, el poder conocer los caminos de D’s para poder conducir al pueblo de Israel en tiempos difíciles como había sido el מעשה העגל «mahaseh haheguel» -episodio del becerro de oro-.

En estos versículos comprendidos entre el 12 y el 23 del capítulo 33, estamos muy limitados. Todos los comentaristas de la Biblia abordan el texto con mucha aprehensión, ya que el mismo nos conduce hasta los límites mismos del conocimiento de D’s, límites impuestos por los alcances de la razón humana. El texto hace alusión a lo que está más allá de la razón, posiblemente para indicarnos que existe un dominio trascendente, inaccesible a nuestro entendimiento. Esta limitación interpretativa está reflejada notablemente en los comentarios de Abarbanel cuando escribe que él ha encontrado tres caminos posibles para interpretar el texto bíblico, pero deja al lector en libertad para elegir cualquiera de los tres. Por otra parte, el mismo Maimónides ha desparramado comentarios de este pasaje a través de todo su libro llamado Guía de los Perplejos, por lo cual no resulta fácil conocer su pensamiento exacto al respecto.

En cuanto a los autores inspirados en la Kabbalah nos recomiendan cautela en cuanto al tratamiento interpretativo del texto y nos advierten acerca de las limitaciones nuestras. En síntesis: el camino que nos queda es reunir todos los elementos que el Tanaj ofrece al respecto, limitándonos a ellos, por supuesto, y tomando las palabras siempre en su contexto. El esquema resultante sería el siguiente: de acuerdo con Exodo 23:20, D’s le dice a Mosheh: «He aquí que Yo envío a un Emisario delante de ti para custodiarte en el camino y para traerte al lugar que Yo he predispuesto». Esta promesa corre peligro de ser alterada por el  מעשה העגל «mahaseh haheguel»  -epísodio del becerro de oro-; así leemos en Exodo 32: 10: «Y ahora déjame y que se encienda Mi furor contra ellos y los exterminaré. Mas haré de ti un pueblo grande.»

Ante la oración de Mosheh D’s desiste de ello. Pero, de acuerdo con ‘Éxodo 33:10, no será D’s quien estará con Su pueblo en lo sucesivo, pareciendo que la Divinidad se «alejaría» del pueblo de Israel.

Pero Mosheh, amparado en el perdón prodigado por D’s por el episodio del becerro de oro, encuentra un עת רצון  «het ratson» -tiempo de benevolencia– para tratar de restablecer la cercanía de D’s con Su pueblo Israel. La misericordia de D’s es eterna, mientras que Su ira es efímera y por eso Mosheh formulará dos pedidos, a saber: conocer los caminos de D’s y ver la manifestación de Su gloria. Como respuesta al primer pedido D’s le contesta: » .. Yo haré pasar toda Mi bondad ante ti y proclamaré el Nombre de Adonai ante ti, y agraciaré a quien agracie y Me apiadaré de quien Me apiade» (Exodo 33: 19), quiere decir que D’s hará conocer Sus atributos de bondad y misericordia. Al segundo pedido, la respuesta fue: » .. No podrás ver Mi presencia, ya que no puede verme el hombre y vivir.» (Exodo 33:20); quiere decir que lo que Mosheh podrá conocer serán los caminos de D’s a través de Sus acciones, en la naturaleza y en la historia. En palabras del Salmista: » … El hace conocer Sus camínos a Mosheh y Sus acciones a los hijos de Israel. .. » (Salmos 1 03: 7). Como consecuencia de este עת רצון  «het ratson»  -tiempo de benevolenciaD’s le dirá a Mosheh que recibirá otra vez: » … Dos tablas de piedra como las primeras y Yo escribiré sobre las tablas las palabras que estaban sobre las tablas primeras, que quebraste» (Exodo 34: 1). Este acto,

que denota el perdón prodigado por D’s, devolverá las cosas a su estado anterior, y culminará con la concertación de un pacto entre D’s y el pueblo de IsraelAsí leemos en Exodo 34: 10: «Dijo El: he aquí que Yo voy a concertar un pacto; frente a todo tu pueblo habré de hacer portentos que no han sido obrados en .tíerra alguna ni en pueblo alguno. Y verá todo el pueblo -el que tú estás en medio de élla obra de Adonai, ya que imponente es, lo que Yo voy a hacer contigo».


Éxodo 33:17-23 – «Y YHVH dijo a Moisés: También cumpliré esta palabra que has hablado, por cuanto has hallado gracia ante mis ojos, y Yo te he conocido por nombre. (18) Entonces él dijo: ¡Te ruego que me permitas ver tu gloria! (19) Y le respondió: Yo mismo haré pasar toda mi bondad delante de ti, y proclamaré delante de ti el nombre° de YHVH. Tendré misericordia del que tendré misericordia y me compadeceré del que me compadeceré. (20) Dijo también: No podrás ver mi rostro, pues no me verá el hombre y vivirá. (21) Y añadió YHVH: He aquí un lugar junto a mí, donde tú estarás en pie sobre la roca, (22) y sucederá que cuando pase mi gloria, te pondré en la hendidura de la roca y te cubriré con la palma de mi mano hasta que haya pasado. (23) Después apartaré la palma de mi mano, y verás mis espaldas, pero mi rostro no se dejará ver»

v.17 – «…También haré esto…»  Dios le concedió a Moisés lo que pedía. La «oración eficaz» de Moisés había logrado mucho – (Sant. 5: 16). No «desmayó«, y su pedido fue concedido – (Luc. 18: 1). Las oraciones perseverantes, especialmente aquellas que se hacen en favor de otros, son una demostración de fe. Tales fueron las oraciones de Abrahán en favor de Sodoma – (Gén. 18: 23-33), de Daniel por su pueblo – (Dan. 9: 4-19), y la de Mashiaj por sus discípulos – (Juan 17).

¿Por qué Moisés se atrevía a pedir con tanta libertad? La explicación la da Juan:

1 Juan 5:14-15 – «Y esta es la confianza que tenemos delante de Él, que si pedimos cualquier cosa conforme a su voluntad, Él nos oye. Y si sabemos que Él nos oye en cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le hemos hecho»

Algo que no debemos perder de vista es que la función de Moisés como intermediario e intercesor sirve como sombra del rol del Mesías – (Col. 2:17).

 1 Timoteo 2:5-6 – «Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo» (RV1960)

Juan presenta a Yeshua como “el abogado defensor”, pero también como “la Moises en el Sinai.jpgpropiciación”:

1 Juan 2:1-2 – «Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo. Y él es la propiciación por nuestros pecados; y no solamente por los nuestros, sino también por los de todo el mundo»

«…Dijo Adonai a Moshé: Tambien esta cosa que has manifestado…» – Esto hace referencia a las palabras del versículo anterior. (Rashi, Rashbam). El autor de Tseror Hammor, sin embargo, entiende que esto es la respuesta de D’s a la voluntad de Mosheh de conocer Sus caminos».

v.17b – «…Te he conocido por tu nombre….» – Moisés era amigo personal de Dios. En las tierras orientales, aún más que en el Occidente, la amistad personal sirve para abrir puertas que de otro modo permanecerían cerradas.

v.18 – «…Que me muestres tu gloria…» – Aunque en su misericordia Dios había contestado sus oraciones en favor de Israel, Moisés anhelaba tener aún más evidencias del favor divino. En repetidas ocasiones ya había estado en la presencia misma de Dios, pero la solemne comprensión de la tarea que le tocaba le hacía sentir la necesidad de una comunión aún más íntima con Dios.

Esto lo llevó a formular un pedido que hasta entonces nadie había hecho, pero que Moisés creía que lo fortalecería para la realización de la tarea que le había sido señalada. Había pedido mucho para su pueblo; no era incorrecto que ahora pidiese para sí mismo la seguridad de que en su trabajo lograría el éxito. Sabía bien que ningún poder terrenal podría ocupar el lugar de la presencia continua de Dios con él y del conocimiento logrado mediante una comunión personal con Dios – (Jer. 9: 23, 24).

Muchas veces es una conciencia culpable la que nos hace rehuir la presencia del Señor de la vida. Esto ocurrió con nuestros primeros padres cuando «se escondieron» – (Gén. 3: 8). Siendo que la vida de Moisés estaba en armonía con la voluntad de su Hacedor, él podía estar en la presencia del Señor sin tener temor. Cuanto más conoce un hombre a Dios, tanto más anhela conocerle. En la presencia divina hay «plenitud de gozo» y delicias a su «diestra para siempre» – (Sal. 16: 11).

 La palabra hebrea para “gloria” es kavod, que significa “peso”, “carga”, “honor”, “importancia”, “nobleza”, “majestad” “gloria”.

Moisés quería más de Dios. Sabiendo que estuvo a punto de perderlo, se le abrió el hambre por más de Él. Moisés ya no podía vivir sin el Señor. Recordemos que Moisés ya había disfrutado de estar en la Presencia de Dios; sin embargo, estaba sumergido en la nube espesa, y ahora quería tener la oportunidad de verlo sin ese “velo”.

«…Dijo El: Hazme ver, ahora, Tu gloria…» – «Tu esencia’: (Ibn Hezra)

«Cómo puede todo lo existente captar Tu existencia a pesar de la lejanía que hay entre la existencia y Tú. » (Sefomo).

«Lo que ha pedido Mosheh es la afirmación por parte de D ‘s del Pacto concertado con Israel, tanto como lo había pedido nuestro patriarca Abraham (Génesis 15). Y en realidad esto se desprende de la secuencia de los versículos pues D ‘s manifiesta Sus atributos a Mosheh (Exodo 34:6) y acto seguido, D’s concerta un pacto con Israel (Exodo 34: 10)» (Rashbam]»

«…Viendo que era un עת רצון, tiempo de gracia…» – Moshé se envalentonó para solicitar un nivel de percepción más elevado que ni él ni nadie más había tenido nunca (Rambán): poder entender del todo la Divinidad (Or HaJaím) y saber cómo es que Dios transmite el flujo de Su Divina influencia a todas partes del universo (Sforno). Según Rashbam, Moshé no era tan pretencioso como para solicitar eso, sino más bien pidió una señal de que Dios ha­cía un trato con él garantizando las promesas del versículo precedente».

v.19 – «…Yo haré pasar…» – Lo que podría parecer presunción no lo fue en el caso de Moisés. El amor y el respeto mutuos acercaban al Creador a su criatura.

Moshé pidió ver la gloria del Eterno y Él responde hablando de toda su bondad. La gloria del Eterno es toda su bondad, cf. v. 22.

Ver su gloria es ver la esencia de su bondad. En el versículo 20 parece ser que toda esa bondad está expresada en el rostro del Eterno. Moshé no podía ver el rostro del Eterno, lo cual corresponde a toda su bondad y toda su gloria. Sólo podía ver la espalda de toda esa bondad. El rostro del Eterno transmite luz, misericordia y paz, según está escrito en Números 6:24-26:

“HaShem te bendiga y te guarde; HaShem haga resplandecer su rostro sobre ti, y tenga de ti misericordia; HaShem alce sobre ti su rostro, y te dé paz”

v.19b – «…Mi bien…» –  Literalmente, «mi hermosura» o «mi excelencia». La LXX reza «mi gloria».

«…Y me apiadare de quien me apiade…» – y allí te manifestaré Mis atributos.» (Rashbam).

«…Todo Mi bien…» – Ha llegado el momento de mostrarte tanto bien Divino como seas capaz de comprender.

En especial, Dios estaba a punto de mostrarle a Moshé el alcanze de Su atributo de Misericordia y cómo es que Israel podía incluirlo en sus plegarias. Al implorarle a Dios que salvara al pueblo luego del pecado del Becerro de Oro, Moshé invocó a los Patriarcas, porque pensó que únicamente en su mérito podía albergarse esperanza de que Dios le mostrará a Moshé que se equivocaba. Le enseñará la oración con los Trece Atributos de Misericordia (34:6), a la que siempre puede acudirse y es siempre eficaz, pues, aunque el mérito de los Patriarcas puede agotarse, la misericordia de Dios no tiene fin (Rashí)».

«…Y llamaré con el nombre de Hashem…» Según Rashí, ésta era una promesa de enseárle a Moshé los Trece Atributos, los que empiezan con el nombre de Hashem. Rambán comenta que Dios le dijo a Moshé que le permitiría oír Su Nombre Inefable, mas Moshé no podría verlo (queriendo ello decir que el significado y santidad últimos del Nombre están más allá del poder humano de comprensión).

Sforno brinda una novedosa interpretación del versículo. Dios 

Moshé proclamó su intención de hacerlo, Dios respondió que le mostraría todo Su favor y misericordia, otorgándole el más elevado nivel de revelación. Aunque Moshé no sería capaz de comprender todo (cap. 20), ello podría achacarse a limitantes humanas, no a falta de generosidad de Dios.

«…Tendré gracia cuando la haya de tener. Los Sabios enseñaron que Dios favorece incluso a personas que no lo merecen (Berajot 7a). Dios le enseñó a Moshé todo ámbito Celestial lleno de tesoros de recompensas destinadas a los justos. Sin embargo, después Moshé vio un gran ámbito no designado especificamente y le pregunto a Dios a quiénes estaba destinado. Dios le respondió que era lo reservado a quienes no contaban con méritos propios: era pues el tesoro del favor Celestial (Ialkut 393), con lo que Dios le hacía ver a Moshé lo que recién le había enseñado: incluso cuando Israel no cuenta con méritos propios, de todas maneras puede rezar por la misericordia de Dios».

– vs.19-23 – «…Los límites de la visión de Moshé…» – Dios respondió que había límites a lo que incluso los más grandes profetas podían percibir de los caminos de Dios pues incluso los ángeles, quienes son seres puramente espirituales, no pueden acercarse a conocer la plenitud de la esencia de Dios. Sin embargo, Dios estuvo de acuerdo en mostrar a Moshé el nivel más elevado de revelación y entendimiento que el hombre es capaz de comprender. Y además de ello Dios le enseñó a Moshé el orden de plegaria más eficaz».

v.20 – «…No podrás ver…» –  Si ante la aparición de un ángel en la tumba del Mashiaj resucitado los soldados romanos quedaron como muertos – (Mat. 28: 4), ¿qué podría esperarse cuando un hombre pecador entrase en la misma presencia de Dios? Jacob se maravilló de haber visto a Dios «cara a cara» y de haber quedado con vida – (Gén. 32: 30).

Los ángeles de Dios están viendo su rostro continuamente, como está escrito en Mateo 18:10:

“Mirad que no despreciéis a uno de estos pequeñitos, porque os digo que sus ángeles en los cielos contemplan siempre el rostro de mi Padre que está en los cielos”

Después de la resurrección seremos capaces de ver el rostro del Eterno, como está escrito en Mateo 5:8:

“Dichosos los de limpio corazón, pues ellos verán a Dios”

En Revelación 22:4 está escrito:

“Ellos verán su rostro, y su nombre estará en sus frentes”

El Infinito no tiene cuerpo, y por lo tanto no tiene rostro. La Torá habla el idioma humano y por eso la expresión “rostro” tiene que ver con la mayor revelación que existe del Eterno en este mundo.

Dios accedió a la petición de Moisés de conocer más de Él. El Señor ofreció mostrarle su bondad y conocer Su Santo Nombre; sin embargo, no podría ver Su rostro. En cuanto a extender misericordia al pueblo, Dios se reservó ese derecho diciendo: “tendré misericordia del que tendré misericordia”.

Pablo cita esta Escritura y explica que la misericordia divina no viene por pedirla, sino por la voluntad de Dios.

Romanos 9:15-16 – «Pues a Moisés dice: Tendré misericordia del que yo tenga misericordia, y me compadeceré del que yo me compadezca. Así que no depende del que quiere, ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia»

Dios va a permitir que Moisés vea su bondad, su mano y sus espaldas, pero no su rostro ni su gloria (sólo el reflejo). La mano representa las acciones y las espaldas hablan de lo que ya pasó (el pasado); por otro lado, el rostro habla de lo que está por delante. Muchas veces no podemos ver o percibir cuando Dios está obrando en el presente, pero cuando vemos para atrás se hace evidente. En ese sentido, vemos “la Mano de Dios y Sus Espaldas”, pero no Su Rostro.

La Biblia dice que veremos a Dios cara a cara hasta después del Milenio, cuando el Señor haga cielos nuevos y tierra nueva, y el Señor haga tabernáculo en medio de Su Pueblo (Apoc. 21 & 22)—porque ése también es el deseo de Dios.

«…Ya que no puede verme el hombre y vivir…» – » … Mientras está vivo no puede verme el hombre, pero sí puede en la hora de morir…» (Minhah Belulah]».

«…Mi faz…» – Este simil se refiere a una percepción íntegra y fiel de Dios. Esto en sí resultaba imposible, pero Dios permitió que Moshé Lo viera desde atrás (v. 23), es decir, con un nivel de percepción más difusa. La distinción entre estos grados de visión se asemeja a la diferencia que hay entre ver el rostro de una persona con nitidez y tan sólo atisbarlo desde atrás».

«…Y sobrevivir…» – Literalmente hablando, un ser humano no puede sobrevivir a un encuentro directo con la gloria de Dios, de la misma manera que la vista humana no puede quedar intacta si observa directamente el sol. Por este motivo, para salvar a Moshé de ese daño potencial, Dios lo condujo a una cueva, a la hendidura de una roca en el monte Sinaí, pro­tegiéndolo así de un brillo mayor de lo que hubiera podido soportar. Sólo entonces, cuando el nivel de revelación fuese lo suficientemente “opaco” como para soportarlo, Dios le permitiría verlo.

OrHaJaim comenta que incluso una persona que aún esta espiritualmente viva, es decir cuya alma no ha sido contami­nada por las tentaciones del cuerpo, no puede sobrevivir a la contemplación de la Presencia de Dios».

v.21 – «…He aquí un lugar…» – Las tradiciones referentes a la ubicación precisa de este lugar no tienen ningún valor. Esto debe haber ocurrido en la parte superior de la montaña.

Cerca del Eterno hay un lugar para Moshé. En realidad hay un lugar para cada uno de los hombres cerca del Eterno. Ningún otro podrá ocupar el lugar que el Eterno tiene preparado para ti, sólo tú. Si no ocupas ese lugar, quedará vacío. El Eterno te espera cada mañana en ese lugar, para que te presentes allí delante de él, junto con otros miles de sus siervos.

La peña simboliza al Mesías. Para poder estar delante del Eterno tienes que estar puesto sobre el Mesías. Él es el fundamento sobre el cual podemos estar cerca del Padre.

«…He aqui un lugar ante mi: Y habras de erguirte sobre la roca…» – Esto hace referencia a la roca en Horeb mencionada en Exodo 17:6″ (Tseror Hammor). «De acuerdo con el Midrash, de este versículo deriva uno de los nombres de D’s המקום«Hamakom ‘: usado generalmente en la Tradición Oral y en la literatura rabínica» (Rashi, M;n~ah Belulah)»

v.22 – «…Te cubriré…» – Las diversas precauciones aquí mencionadas tenían por objeto proteger a Moisés. El hombre nunca ha visto el rostro del Señor – (Juan 1: 18; 6: 46; 1 Tim. 1: 17; 1 Juan 4: 12).

No deja de haber armonía entre estos textos, que afirman que ningún hombre ha visto el rostro de Dios, y los muchos textos que nos dicen que Dios caminó entre los hombres en la persona de Yeshua y fue visto por multitudes – (1 Juan 1: 1-3; 1 Tim. 3: 16; etc.). En el primer grupo de textos, los escritores bíblicos están hablando de Dios en su gloria resplandeciente; en el segundo, de Dios «manifestado en carne«, y por lo tanto con su gloria velada, El capítulo 33 comienza con el panorama del hombre que está desalentado y deprimido por causa de estar alejado de Dios, y acaba con la idea de que el hombre puede recibir seguridad y fuerza al acercarse a la presencia divina.

v.22b – «…Y te cobijare con mi mano…» – Esto hace referencia a la columna de nube que acompañará la Revelación de los atributos de D’s, como dice el versículo: «Adonaí Se reveló, circundado por las nubes…»(Exodo 34:5) – (Basado en Tseror Harnmor)».

«Según Rashí, el Eterno se presentó cubierto en un talit rezando los 13 atributos de misericordia para que Israel aprendiera a rezar así».

v.23 – «...y verás mis espaldas, pero mi rostro no se dejará ver…» – Maimónides resumió la creencia judía en 13 principios. El principio número tres dice:

“Yo creo con perfecta fe que Él no es corpóreo ni tiene aspecto corpora”

Cuando la Escritura habla de que el Eterno se manifiesta como si fuera un hombre, se entiende en el judaísmo tradicional como una manera metafórica de hablar de sus diferentes cualidades. Moshé pidió ver la gloria, y el Eterno habla de su rostro. Así que la gloria, una cosa abstracta, es comparada con el rostro, una cosa concreta. Maimónides enseña que cuando se habla de las espaldas del Eterno, no se debe de entender como algo concreto, como una forma física, sino sólo es una manera de hablar de sus atributos.

«…Y podras ver en pos de mi, mas por delante de mi, no se podra ver…» – Esta traducción está basada en Onkelos, Rashi, basado en nuestros Sabios, de bendita memoria, dice que D’s le hizo ver a Mosheh el nudo de los תפילין «Tefílín» -Filacterias (que se colocan por detrás de la cabeza). Esto está basado en una alegoría del Talmud. Esta alegoría puede ser interpretada como diciendo que Mosheh captará los atributos de D’s y no la esencia misma, o sea que podrá conocer los efectos derivados de la existencia Y no la Causa Primera».

 – «…Mí espalda…» – Rashi cita a los Sabios en el sen­tido de que Dios le mostró a Moshé ‘el nudo de Sus tefllín [filacterias]’ (Berajot 7a). Allí, el Talmud enseña que, por así decirlo, los pasajes bíblicos contenidos en los tefllín de Dios hablan de la grandeza y unicidad del pueblo de Israel, de la misma manera que en nuestros tefllín se habla de la grande­za y unicidad de Dios. Es decir, el concepto de los ‘tefllín’ de Dios simboliza Su amor por Su pueblo, por lo que el ‘nudo de tefílín que le mostró a Moshé simbolizaba que deseaba continuar enlazado a Israel; y al enseñárselo a Moshé expre­saba asi mismo Su amor por él – (Rabí Guedalia Schorr)».


(Pulse aquí para ver mas comentarios del libro de Éxodo)

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