Éxodo 35:1-3 – «Moisés convocó a toda la congregación de los hijos de Israel y les dijo: Estas son las cosas que YHVH ha mandado que sean hechas: (2) Seis días se trabajará, mas el día séptimo os será santo, día de reposo* para YHVH; cualquiera que en él hiciere trabajo alguno, morirá. (3) No encenderéis fuego en ninguna de vuestras moradas en el día de reposo»
Continuamos recibiendo los mandamientos que se le dieron al pueblo de Israel como parte del pacto y aquí se repite el mandamiento del Shabat agregándose un detalle a la observancia de este, que aparece en el versículo 3 en donde se prescribe no encender fuego en nuestras moradas en el día de reposo. A pesar de que hemos estudiado muchísimo acerca de este tema, éste estudio tiene la finalidad de aclarar cualquier duda que se pudiera tener al respecto, ya que ésto va a influir y sera fundamental el resto de nuestras vidas, si hemos en verdad abrazado el pacto del Dios de Israel como dice Isaias 56. De la manera en cómo interpretemos el día de reposo y cómo entendamos su esencia, será la manera de observarlo, ya sea con un espíritu correcto o incorrecto; de manera que en ésta ocasión, estudiaremos de una manera más profunda, pero a la vez mas simple, las definiciones de los conceptos dados en otros estudios para asegurarnos de que nuestra manera de observar el día de reposo es basado en lo que verdaderamente dice la Palabra de Dios y no conforme a las tradiciones de los hombres, ya que Yeshúa, en su época, entró en diversos conflictos respecto de la observancia del día de reposo, debido a dichas tradiciones y costumbres judias. Esto es algo que nosotros vamos a enfrentar en nuestras vidas y es muy importante que estemos completamente convencidos de que lo que nosotros aprobemos o desaprobemos hacer en Shabat es verdaderamente conforme a la palabra y no nada más son tradiciones de los hombres.
En Israel, una de las razones por la que la mayoría de la gente no guarda Shabat como lo prescribe la Alaja (tradición o interpretación judía de la ley) es porque constituye una carga pesada o un yugo difícil de llevar para la mayoría, ya que como en Israel casi todos trabajan de domingo a viernes, por tanto el sabado es el unico dia que tendrian para pasear o recrearse, pero como la tradicion oral prohibe usar el coche, y muchas cosas relacionadas con recreaciones, pues automaticamente muchos deciden dejar la religion o lo que conocen como torah, porque no les suena logico cumplir todas las exigencias de dicha tradicion, y terminan haciendose totalmente escepticos de la Biblia o totalmente seculares, porque la tradicion distorsiono su entendimiento de lo que realmente dice Dios.
A Yeshúa lo criticaron porque hizo cargar su camilla en shabat a un paralítico a quien sano, (Juan 5:10, lo cual estaba prohibido por la tradición oral), tambien lo criticaron porque sus discípulos estaban cortando y frotando unas espigas para comer en Shabat, de manera que el cúmulo de restricciones que establecieron los líderes de Israel, ha sido un tropiezo y ha impedido que la gente guarde el día de reposo completamente, ya que la única idea que tienen del día de reposo es en base a las restricciones humanas por encima de la esencia de lo que en realidad Dios prohibe… Entonces lo que debemos de hacer si queremos restaurar la esencia del Shabat, es estudiar lo que realmente dice la escritura respecto de cómo se debe guardar, porque podría ser que nos estemos poniendo cargas y restricciones y aun peor, imponiendoselas a otra gente y ni siquiera representan lo que Dios quiso expresar, y con ello, también transgredimos el mandamiento de no añadirle ni quitarle a la Toráh, porque tan malo es dejar de observar cosas que dice la Toráh como aumentarle cosas que no dijo Dios, ambas cosas están prohibidas y son graves.
v.1 – «…Toda la congregación…» – Ahora los israelitas estaban listos para comenzar a construir y levantar el tabernáculo que ya se había planeado (caps. 25-31), pero cuya ejecución se había demorado a causa de su apostasía (cap. 32). Puesto que todos tenían un interés vital en la construcción del tabernáculo debido a su participación mediante sus ofrendas (cap. 25: 2-7) y su trabajo (caps. 28: 3; 35: 10,25; 36: 4; 39: 42), Moisés «convocó» al pueblo para darle las instrucciones preliminares.
∇ – «Moshé había descendido de la montaña un día antes, en lom Kipur, con las segundas Tablas de la Ley, las que representaban el perdón de Dios y Su renovado amor hacia el pueblo de Israel. A partir de esto, merecían ahora construir el Tabernáculo de Dios (Rashi, Rambán). Moshé transmitió este mandato a todo el pueblo reunido -hombres, mujeres y niños- porque todo mundo debía de una u otra manera contribuir para el Tabernáculo o participar en su edificación – (Rambán; Or HaJaím)».
∇ – «Esto incluye a toda la congregación de los hijos de Israel, hombres y mujeres, ya que todos habian traido generosamente sus donaciones … Es posible que esto haya ocurrido en el mismo dia en que Mosheh descendió del Monte Sinai v comunicó a todos la construcción del Mishcan, A Mosheh ya le habia sido ordenado esto antes de haber quebrado las Tablas de la Torah, Pero, como D’s perdonó al pueblo de Israel y le entregó a Mosheh las Segundas Tablas de la Torah, concertó con él un nuevo Pacto diciendo que D ‘s estaría en el seno del pueblo, volviendo a la situación anterior y al «amor de sus desposorios'».Esto aseguró lo que ya habia sido dicho con anterioridad: «Ellos Me Izarán un Santuario y Yo residiré entre ellos» (Exodo 25:8). Es por eso que Mosheh ahora transmite al pueblo todo lo concerniente a la construcción del משכן «Mishcan» Tabernáculo-» (Ramban)»
∇ – «…Estas son las cosas…» – Esto se refiere a las categorías de labor que eran necesarias para edificar el Tabernáculo, y los Sabios derivan exegéticamente de este término que las mismas eran treinta y nueve. A partir de la yuxtaposición de los versículos sobre los trabajos del Tabernáculo con los dos versículos siguientes que tratan del Shabat, los Sabios derivaron que las treinta y nueve categorías de labor son en efecto el número de las labores que están prohibidas en el Shabat – (Shabat 97b). Muchos comentaristas derivan de esta relación un útil marco de referencia para la vida humana: todo trabajo posee valor sólo en la medida que guarda un propósito tanto sagrado como secular y, si está desprovisto de tal equilibrio, es intrínsecamente trivial. Y aquí radica la razón por la cual la Torá enseña que las actividades pro ductivas en el mundo material son precisamente aquellas que también son necesarias para construir un espacio para poder desarrollar la santidad».
∇ – «En esta Sidra, Moshé se dirige a toda la nación y le confiere el privilegio de edificar el Tabernáculo, según las instrucciones dadas en los capítulos precedentes. Mucho de este texto es una repetición virtual de las directivas impartidas en Terumá, Tetzavé y parte de Ki Tisá, todo lo que ya ha sido comentado anteriormente; por ello, el comentario aquí sólo tocará nuevo material. En tal sentido, en primer orden debe decirse que la gran significación del Tabernáculo se manifiesta en el hecho de que la mayoría de las ultimas tres sidrot y casi todo Vaiakhel y Pekudei están dedicadas a mismo. Esto es debido a que la capacidad de Israel de crear un contexto adecuado para la presencia de Dios manifiesta en cierta medida su grandeza como pueblo, y ciertamente es una de las principales razones de su existencia. De aquí observamos que su historia girará en torno a si será merecedor o no de tener el Templo de Jerusalén pues, cuando Israel no fue fiel al encargo que se depositó en su confianza, la Presencia de Dios se retiraba del Templo, el que quedaba únicamente como un edificio vacío, desprovisto de su santidad interior. Invariablemente, una vez que esto sucedía, la destrucción del mismo y el exilio para el pueblo no tardaron en producirse. En tal sentido, vemos que el desafio planteado a Israel es retornar a su antiguo nivel espiritual y que por medio de ello eventualmente se produzca el advenimiento del Mashíaj y se edifique el Tercer Templo. En realidad, este anhelo se expresa en nuestras plegarias diarias en el sentido de que Dios nos haga retornar a Jerusalén y nos conceda el Templo, sobre el cual, además, siempre expresamos el voto de que sea edificado en nuestros días.
La frecuente repetición en la Torá de aspectos de la construcción del Tabernáculo y la mención del papel que la nación desempeñó en su edificación, muestran el amor de Dios por Israel y Su consideración por sus obras para ser virlo. Ya hemos encontrado en la Torá más de un caso en el cual a partir de la extensión y el inaudito nivel de detallismo del relato, los Sabios entienden que la Torá da al tema en cuestión una trascendencia muy especial. El más evidente es cuando Eliézer va en busca de una esposa para Itzjak. Allí la Torá nos relata el episodio con lujo de detalles y lo repite por segunda vez con los mismos detalles. A partir de esos datos aparentemente redundantes, los exégetas imparten enseñanzas morales y conductuales acerca de la benevolencia esperada de una matriarca de Israel, entre otras cosas (Or HaJaím; véase Rashi a Bereshit 24:42)».
v.2 – «…Seis días…» – Los hebreos habrían de estar ocupados en una empresa sagrada y podrían llegar a pensar que ésta fuese una excusa para trabajar en sábado. Pero no debían permitir que la naturaleza sagrada de su obra los engañara llevándolos a descuidar la sagrada observancia de ese día o a pisotear las horas sagradas.
En esto hay una lección para los ministros y las demás personas que hacen la obra de Dios en el día de Dios. La construcción del tabernáculo, mediante diversos expertos y con diferentes materiales, era un asunto secular, y por lo tanto no constituía una ocupación apropiada para el santo día de Dios.
El sentido de los seis días que se trabaja, en el hebreo no implica que necesariamente se tenga que trabajar, la esencia en hebreo significa que en seis días tenemos que completar nuestro trabajo, es decir, que lo que tengamos que hacer como trabajo, tenemos que completarlo en seis días, incluso dicen algunos rabinos que si guardas el Shabat Dios te va a ayudar para que tu trabajo sea más eficiente y lo completes cada seis días. El séptimo día nos será santo (distingido, consagrado, apartado, dedicado a Él).
∇ – «…Durante seis días…» – Los mandamientos del Tabernáculo son introducidos con otra exhortación adi cional a observar el Shabat. En su sentido literal, esto fue para informar a la nación que a pesar de la trascendental importancia del Tabernáculo, no puede ser construido en el Shabat (Rashi): el día que testifica sobre la existencia de Dios guarda precedencia por sobre el Tabernáculo, donde se sirve a Dios. Vemos que el reconocimiento de Dios precede lógicamente al servicio de Dios. Or HaJaím profundiza en el precepto de la observancia del Shabat como un prerrequisito para la construcción del Tabernáculo. Los Sabios enseñan que la adoración de ídolos constituye un repudio de los 613 mandamientos (Horaiot 8a); de aquí se desprende que para que la contrición de Israel fuese completa, y para que mereciese un Tabernáculo en su seno, tenía que aceptar sobre sí de nuevo todos los mandamientos. Empero, como Shabat es equivalente a toda la Torá – (Shemot Raba 25:12), por medio de la reiteración del mandamiento del Shabat en ese momento, Dios le estaba dando a Israel la fórmula de aceptar de nueva cuenta todos los 613 mandamientos. El versículo 1 alude a ello por medio de la frase aparentemente superflua para hacerlas, redundancia que alude a la necesidad de hacer algo adicional, pues en este contexto el mandamiento de observar el Shabat era el medio para reparar el daño causado por el Becerro de Oro».
v2b – «...cualquiera que en él hiciere trabajo alguno, morirá…» – Estamos hablando de un mandamiento del que, cuya consecuencia de desobedecerlo es muy grave porque dice que quien lo desobedezca va a morir, el sentido en que va a morir quien desobedezca el mandamiento es el siguiente:
Los encargados de ejecutar el cumplimiento de éstas leyes en ésta época era Moisés, y los jueces que Dios estableció, lo que implica que en la actualidad no necesariamente la persona va a morir literalmente porque en el país de Israel no existe una corte de justicia que se encuentre bajo el gobierno de la Toráh, es decir, conforme a la instrucción de Dios; de manera que en el contexto de aquella época sí lo tenían que matar porque efectivamente gobernaba el sistema de justicia establecido por Dios.
Entonces, en Shabat nos tenemos que asegurar de no hacer lo que Dios prohíbe que se haga, es decir,no debemos trabajar, si trabajas eres merecedor de la muerte desde la perspectiva divina, así que la manera de no transgredir el mandamiento es simplemente no trabajar, sin embargo, la controversia de los siglos que provocó que los rabinos se pusieran a interpretar lo que constituye la prohibición fue cuando definieron la palabra trabajo.
La palabra trabajo entendida en su sentido más antiguo, de la época de Moisés, hace que sea mucho más fácil comprender a lo que se refiere la escritura con éste término, la palabra trabajo es la palabra melaká – מְלָאכָה.
melaká
H4397; propiamente delegación, i.e. ministerio; generalmente empleo (nunca servil) o trabajo (abstracto o concreto); también propiedad (como resultado del trabajo): activo, arte, artesano, asunto, bien, cosa, hacienda, labor, material, negocio, obra, oficio, servicio, tarea, trabajar, trabajo, usar, uso.
Y la raíz de la palabra melajá son las letras לאך . Todas las palabras en hebreo tienen una raíz de tres letras actualmente, sabiendo el significado de ésa raíz podemos saber qué significa y después a la palabra se le agregan los prefijos, sufijos etc. de manera que la palabra cambia dependiendo si se emplea en la conjugación, pero la raíz no cambia, de manera que conociendo la raíz lo único que se tiene que agregar son los componentes que determinan si la palabra se está empleando en pasado, presente, futuro, etc. si tiene algún articulo, o si esta conjugada en primera, segunda, tercera persona, masculino, femeninos, singular, plural, etc.
En la antigüedad la raíz de las palabras no eran tres letras sino dos y si se conocía el significado de esas dos letras se conocía el significado de la palabra; todo éste tema de las palabras lo hemos aprendido en el estudio de Génesis capítulo 1, por ejemplo en el caso de la palabra Papá que es la palabra Abba, la raíz son dos letras, ab בב en el caso de la letra alef se representaba con el dibujo de una cabeza de toro y la letra bet se representaba dibujando una casa, el toro representa la fortaleza y la bet representa una casa, y las dos letras representan “la fuerza de la casa” o el liderazgo de la casa.
Y así, cada palabra en hebreo en la antigüedad, te daba un sentido en cada letra; Volviendo a la palabra para trabajo, melajá, la raíz de ésta palabra en su forma mas primitiva o antigua, son las letras לשָּ (lamed) y la letra כשָּ (caf),esa es la raíz de dos letras de ésta palabra; la letra lamed en la antigüedad se dibujaba como un bastoncito de un pastor y la caf se representaba con la palma de una mano, a diferencia de la yud que se representaba con el brazo entero, pero en éste caso, la caf es la palma de una mano, por eso la palabra melajá también tiene que ver con la palabra maljut que es la palabra reino o la palabra mélej que es rey, porque la palma de la mano representa señal de que te detengas como si se estuviera dando una orden, de manera que quien te hace esa señal, se encuentra en autoridad. En la antigüedad los nómadas usaban el bastón o la vara para salir a caminar en busca de comida, con el propósito de protegerse de los animales o de apoyarse al subir y bajar por brechas llenas de ramas, o muy empinadas.
De modo que el sentido de la prohibición es que no debemos hacer nada que busque nuestra provisión, lo mismo que se dijo en el desierto cuando se dio el maná, que en seis días podrían salir a buscar maná, el sexto día se les daba doble porción en virtud de que en Shabat estaba prohibido salir a buscar su sostenimiento, de manera que la palabra esencial de la palabra melajá es un trabajo que tiene que ver con nuestra provisión o sostenimiento, de manera que eso es lo que está prohibido en Shabát; tenemos seis días para eso, para preocuparnos de nuestra provisión y de nuestro sostenimiento material y el séptimo día no debemos preocuparnos de eso, el sexto preparamos todo lo que necesitemos en el ámbito material, porque el Shabat nos vamos a dedicar a lo espiritual.
Así que ahora si, ya podemos estar seguros al entender el origen de la palabra trabajo (melaja), a que trabajo o actividad especifica se refería Dios. y no prohibir cosas que el no prohibió, como lo hicieron las tradiciones de los hombres.
Ahora vayamos a Isaías 58:13 que es otro pasaje que se utiliza frecuentemente como fundamento de prohibiciones de shabat, y veamos que esta en completa armonia con lo que acabamos de estudiar en éxodo.
Isaías 58:13-14 – «…13 Si retrajeres del día de reposo tu pie, de hacer tu voluntad en mi día santo, y lo llamares delicia, santo, glorioso de YHVH; y lo venerares, no andando en tus propios caminos, ni buscando tu voluntad, ni hablando tus propias palabras, 14 entonces te deleitarás en YHVH; y yo te haré subir sobre las alturas de la tierra, y te daré a comer la heredad de Jacob tu padre; porque la boca de YHVH lo ha hablado»
Para entender de manera mas exacta este pasaje, tenemos una vez mas que irnos a la definición mas primitiva y simple de la palabra voluntad que aquí se menciona, ya que es justo lo que el profeta nos dice que debemos evitar: hacer nuestra voluntad… pero
¿Que es voluntad?ֵ
ח ֶפץ – kjéfets
La raíz de esta palabra jefetz, son las letras hei, fei y tzadiֵ חֶפח en el sentido primitivo, o en palio hebreo la raíz de dos letras es la letra jet y la letra fei. La letra jet es como una especie de pared y la fei es como una boca, es decir, que implica una pared en la boca; esto significa que en el sentido primitivo más simple significa: guardar la boca, “guardar algo muy valioso”, como si fuese un tesoro, de manera que en su sentido más primitivo, la palabra voluntad tiene que ver con algo que tu atesoras, algo que es muy importante como para atesorarlo o guardarlo.
Lo que el ser humano más atesora en la vida es hacer dinero por cuanto le proporciona la seguridad de su provisión. Es a lo que dedica la mayor parte de su tiempo, el contexto del capítulo 58 de Isaías habla de que algunos solo ayunaban para sacar provecho egoísta, porque había gente que ayunaba para pedirle a Dios que les diera cosas materiales en base a su egoísmo, de manera que Isaías está hablando del ayuno que en realidad quisiera el Señor; ello no quiere decir que no busquemos estar mejor sino que debemos cuidar que no sea nuestra obsesión, por eso Isaías les está reprendiendo;
Isaías 58:6-7 – «(6) ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los quebrantados, y que rompáis todo yugo? (7) ¿No es que partas tu pan con el hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano?»
Eso es lo que realmente desea Dios que hagamos; la reprensión de Isaías tuvo que ver con la codicia de que era objeto el pueblo, leamos lo que dice un capitulo anterior:
Isaías 57:15-17 – «(15) Porque así dijo el Alto y Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de espíritu, para hacer vivir el espíritu de los humildes, y para vivificar el corazón de los quebrantados. (16) Porque no contenderé para siempre, ni para siempre me enojaré; pues decaería ante mí el espíritu, y las almas que yo he creado. (17) Por la iniquidad de su codicia me enojé, y le herí, escondí mi rostro y me indigné; y él siguió rebelde por el camino de su corazón»
La gente abusa de los más necesitados por codicia, en su búsqueda de mas dinero y poder, por eso el capítulo 58 viene a confrontarnos exponiendo que la vida no consiste en eso, sino en ser como es Dios, generoso y entonces el capítulo termina hablando del Shabat como el antídoto contra la codicia y el temor de que te va a faltar, porque Dios te va a suplir todas tus necesidades. En Shabat no debemos buscar nuestro tesoro, ese día debemos permanecer tranquilos. Entonces, todo está relacionado con dinero, con provisión material.
Así que en resumen, tanto éxodo como Isaías están en armonia con respecto a lo que debemos evitar: Utilizar el shabat como un día mas, igual a los demás en que trabajamos por las cosas materiales de este mundo, por los tesoros temporales a los que Yeshua se refirió. Es un día para confiar en que nuestro creador y proveedor es el Dios de Abraham Isaac y Yacov y no nosotros mismos, cada semana tenemos una oportunidad para probar si en verdad confiamos en que hay un creador que hizo pacto con nosotros y que nos prometio que si guardábamos sus mandamientos nunca tendríamos necesidad de nada…
Teniendo claro ahora la prohibición especifica de shabat, en relación a trabajo profesional, remunerado, ahora si podemos decidir mas simplemente que cosas permitimos en casa a nuestros hijos, y que no permitimos. Todas las preguntas que generalmente hacen los niños o jóvenes, o los que empiezan a guardar el shabat, sobre actividades controversiales como juegos, deportes, televisión, o actividades del mundo moderno etc. Siempre y cuando no transgredan las definiciónes de trabajo o voluntad en su sentido mas primitivo que ya estudiamos, entonces pueden hacerse en base a la conciencia de cada quien, una vez que verdaderamente se estudio el tema y en verdad se quiere agradar a Dios y se tiene temor de ofenderle.
Aunque para evitar riesgos, no deberiamos preguntar que esta prohibido, sino que esta permitido, que debo hacer en shabbath, lo cual será mas simple de contestar ya que tenemos un gran ejemplo en la palabra de Dios que se hizo carne…
Yeshua uso el shabat no para su beneficio, sino para beneficiar a otros, que es todo el sentido de Isias 58.
El uso el dia de reposo para beneficiar espiritualmente al hombre como dice Marcos 2:27
«…(27) También les dijo: El día de reposo fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo…»
Yeshua lo uso para leer las escrituras, para enseñar, para sanar, para predicar, para convivir con las personas. De manera que si cada semana hacemos lo mismo, entonces nuestras familias y el mundo seria muy diferente. En realidad 24 horas es muy poco tiempo, si le quitamos por ejemplo 8 horas de dormir, 4 de comidas festivas y relajadas, 1 de aseo personal, etc. entonces quizás nos queden cuando mucho 11 horas que podrian parecer mucho, pero que generalmente nunca tendriamos ningun otro dia, para orar, estudiar, conversar con gente que amamos y quizás no vemos en toda la semana o casi nunca, visitar enfermos o necesitados, compartir el mensaje de salvación, etc. etc. Si contamos todos los días de reposo que nos quedan, y todas las cosas que deberíamos hacer en ellos, entonces no nos estaríamos preguntando si podemos hacer cosas controversiales, ya que hay muchas cosas mas que estamos seguros no solo que podemos, sino que DEBEMOS HACER Y NO NOS ALCANZARIA LA VIDA PARA COMPLETAR. AL FINAL DE TU VIDA NO DIRAS QUE TE SOBRO TIEMPO PARA HACER EL BIEN.
v.3 – «…No encenderéis fuego…» – Antaño encender un fuego exigía considerable esfuerzo. El clima relativamente cálido de la zona del Sinaí hacía innecesaria la calefacción, y el fuego sólo hubiera servido para cocinar.
La palabra encender en hebreo es la palabra baar בָּעַר.
Raíz primaria; encender, i.e. consumir (por fuego o comiendo); también (como denominativo de H1198) ser (hacerse) brutal: abrasar, arder, ardiente, barrer, consumir, destruir, desvanecer, devastación, devorar, echar, embrutecer, encender, fuego, gastar, infatuar, inflamar, necio, hacer pastar, quemar, quitar, rudo, sacar, temerario.
Entonces la palabra encender significa consumir, destruir, quemar, entonces el mandamiento es de no encender fuego con el propósito de destruir, con el propósito de consumir materia; la explicación es la siguiente, el Shabat es un recordatorio de la creación, todo lo que Dios hizo en seis días fue, CREAR, EDIFICAR y fuego es lo opuesto, el fuego es la destrucción, de hecho en 2a de Pedro dice que todos los elementos van a ser destruidos por fuego, de manera que quemar algo es lo opuesto a la creación; cuando Dios creó, fue algo positivo, lo opuesto a lo que hace el fuego que es destruir, consumir, así que el fuego va en contra de todo lo que celebramos en Shabat que es la creación de Dios.
Entonces la esencia del mandamiento de no encender fuego, debe entenderse en ése sentido, de no destruir con fuego en Shabat; algunos rabinos también interpretan éste texto con el tema de las relaciones interpersonales, por ejemplo la palabra baar, que como ya dijimos es la palabra en hebreo para encender y de ahí también la palabra “bárbaro” palabra que se utiliza en alguien que echa a perder todo, por eso algunos rabinos interpretan que el Shabat es un día para estar en paz, para edificar, construir, para ayudar a otros como ya mencionamos anteriormente.
Para tener una referencia de la transgresión de éste mandamiento veamos lo que dice Número 15;
Números 15:32-36 – «(32) Estando los hijos de Israel en el desierto, hallaron a un hombre que recogía leña en día de reposo. (33) Y los que le hallaron recogiendo leña, lo trajeron a Moisés y a Aarón, y a toda la congregación; (34) y lo pusieron en la cárcel, porque no estaba declarado qué se le había de hacer. (35) Y YHVH dijo a Moisés: Irremisiblemente muera aquel hombre; apedréelo toda la congregación fuera del campamento. (36) Entonces lo sacó la congregación fuera del campamento, y lo apedrearon, y murió, como YHVH mandó a Moisés»
Éste hombre no estaba prendiendo fuego pero estaba trabajando y en ésa época la leña se usaba para cocinar, o lo que implicaba su sostenimiento y como ya vimos, y que se tenia que preparar antes del 7o día.
Por ejemplo, manejar un coche implica quemar combustible, por tanto si vas a manejar para ir a proveerte de sostenimiento (melajá) obviamente que estas transgrediendo el Shabat, aunque si estas usando el coche para otra cosa que no sea para tu sostenimiento sino para ayudar a alguien o para ir a aprender la palabra de Dios, en éstos casos sí se justifica porque tiene prescedencia, ademas de que en el templo, en Shabat se estaban haciendo ofrendas también y había fuego encendido en Shabat.
Por otro lado, es lícito trasladarse con el propósito de llevar la palabra a otras personas porque entonces promoveremos que el número de personas que guarden Shabat crezca.
En el caso de la electricidad, obviamente que en ésa época no había electricidad y en los tiempos actuales los rabinos tuvieron que regular lo relacionado con la electricidad y en un momento se pensó que con la electricidad se creaba fuego pero finalmente se concluyó que no es que con la electricidad se cree fuego, sino que más bien se está cerrando un circuito y como una de las 39 leyes de Shabat en el judaísmo dice que no se puede completar ningún trabajo, entonces se determinó que tampoco se debe usar la electricidad. Pero se le da la vuelta a la restriccion con relojes para shabat, elevadores para shabat, etc. Sin embargo si nosotros solo seguimos y obedecemos la escritura, no nos regimos por esas 39 leyes de Shabat o categorías de trabajo porque todas esas leyes fueron interpretadas por los rabinos más no están descritas en la ley escrita; Yeshúa mismo lo dijo cuando sus discípulos fueron acusados por transgredir una de esas 39 leyes al estar frotando las espigas para comer, Yeshúa les dijo a los acusadores que esa eran tradiciones no la ley de Dios.
Si una prohibición tiene que ver con las tradiciones orales del judaísmo, entonces para nosotros en ése sentido tiene más peso lo que está escrito, sin embargo, no tenemos que poner tropiezo a alguien que si sigue la ley oral. El judaísmo caraíta solo se basa por ejemplo en la Toráh escrita no en la ley oral, de manera que es también una alternativa legitima de judaísmo en Israel. Para mayor información de este tema de las diferencias entre la ley escrita y la ley oral, es muy importante que tengamos clara la doctrina de los apóstoles al respecto, la cual se expresa de manera mas detallada en la carta de Pablo a los Galatas:
El apóstol Pablo que fue un maestro a los gentiles dijo “cada quien esté convencido en su propia conciencia…” y “bienaventurado la persona que no se condena en lo que aprueba”, Asi que si tu estas en pacto con el Dios de Abraham Isaac y Yacov, tienes la señal del pacto que es el shabat, y cada cosa que haces en este día sagrado la pasas por el filtro de lo que estudiamos hoy, y tu consciencia no te condena, entonces eres bienaventurado.
i. Este mandato es observado estrictamente todavía, aun en lugares de clima frío, por los judíos caraítas, quienes no permiten encender ni luz ni fuego en sus casas durante el día sábado. Sin embargo, muchos judíos consideran que esta orden era de carácter transitorio, y encienden luces y fuego, incluso en Israel. Pero los judíos ortodoxos estrictos no cocinan hoy ningún alimento en día sábado.
Éxodo 35:4-9 – «Y habló Moisés a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: Esto es lo que YHVH ha ordenado, diciendo: (5) Recoged de entre vosotros una ofrenda para YHVH. Todo aquel de corazón generoso llevará la ofrenda para YHVH: oro, plata y bronce, (6) azul, púrpura y carmesí, lino fino y pelo de cabras, (7) pieles rojas de carneros, pieles de tejones y madera de acacia, (8) aceite para el alumbrado, especias aromáticas para el aceite de la unción y para el incienso aromático, (9) y piedras de ónice y piedras de engaste para el efod y para el pectoral»
Lo que dice aquí, pareciera un poco contradictorio a lo que dice la interpretación rabínica de donde salen esas 39 leyes prohibitivas. Acabamos de hablar del Shabat e inmediatamente después de hablar del Shabat se está hablando de la obra del tabernáculo, de manera que si lo leemos así, tal cual, en el contexto del pasaje vemos que se podía construir el tabernáculo en Shabat. En el capítulo 31 de Éxodo primero se habla del tabernáculo y después se habla del Shabat; los rabinos sacaron las 39 prohibiciones de aquí mismo, ellos dedujeron que como en el capítulo 31 primeramente se habla del tabernáculo, la obra del tabernáculo cuando se habla del Shabat, porque para hacer el tabernáculo se necesitaba hacer cosas que implicaban trabajo (39 categorías de trabajo) las cuales estarían prohibidas en Shabat; sin embargo aquí en el capítulo 35, vemos que primero está el Shabat y luego está lo del tabernáculo; de aquí aprendemos que si sólo leemos el texto y lo comprendemos tal cual, no tendríamos por qué tener otro tipo de deducciones porque eso no es lo que dice el texto, porque un entendimiento natural es: haz el tabernáculo y el séptimo día descansa.
v.5 – «…Recoged de entre vosotros una ofrenda para YHVH…» – Esto nos enseña que las ofrendas que son dadas por la coacción de los líderes no sirven ni para agradar al Eterno ni para la obra del Eterno. Las ofrendas agradables al Eterno son las que vienen de los corazones alegres y generosos – (Corintios 9:7). Si un líder predica de manera que los oyentes sienten una obligación de dar ofrenda, no deben hacerle caso. Su forma de sacar dinero del pueblo no es conforme al corazón del Eterno y posiblemente tiene motivos impuros detrás de esa coacción. Una ofrenda no puede ser dada por obligación o con mala gana.
Esto también nos enseña acerca de la importancia del respeto a la propiedad privada. Aunque el Eterno sea el dueño de todo el oro y toda la plata – (Hageo 2:8), él respeta la administración individual de esos bienes y sólo recibe las ofrendas voluntarias. Hasta el día del juicio, cada uno tiene la libertad para decidir qué hacer con los bienes que tiene bajo su administración. En el hebreo no existe la palabra “tener”. Para decir “yo tengo” se dice yesh li que significa “hay para mí”. Esto nos enseña que todo lo que existe es del Eterno y nosotros sólo somos administradores de sus bienes – (Salmo 24:1; 50:12). Sin embargo, el Eterno respeta nuestra administración de sus bienes, porque nos ha delegado esa autoridad y no la puede violar y no nos es quitada hasta el día del juicio cuando vamos a entregar cuentas de cómo hemos administrados sus bienes.
∇ – «Asi como el pueblo habia ofrecido espontáneamente su oro Y sus joyas para la confección del becerro de oro, trayendo estos elementos ellos mismos a Aharon asimismo deberán ellos mismos aportar sus ofrendas para la construcción del Mishcan y no por medio de recaudadores. «(Minhah Belulah)»
∇ – «El énfasis del versículo en la motivado el donante indica que el requerimiento principal no es valor monetario del donativo, pues Dios no necesita nuestros obsequios, sino el deseo sincero del donante de elevarse y unirse a El (OrHaJaím)».
Éxodo 35:10-19 – «Y de entre vosotros, todo hábil artesano vendrá y hará todas las cosas que YHVH ha ordenado: (11) El Tabernáculo, su Tienda y su cobertor, sus corchetes, sus tablones, sus barras, sus columnas y sus basas, (12) el Arca y sus varas, el propiciatorio y el velo de la cortina, (13) la mesa, sus varas, todos sus utensilios, y el pan de la proposición, (14) el candelabro de la iluminación, sus utensilios, sus lamparillas, y el aceite para la iluminación, (15) el altar del incienso y sus varas, el aceite de la unción y el incienso aromático, la cortina de la puerta para la entrada del Tabernáculo, (16) el altar del holocausto y su rejilla de bronce, sus varas, y todos sus utensilios, la fuente con su base, (17) las cortinas del atrio con sus columnas y sus bases, y la cortina de la entrada del atrio, (18) las estacas del Tabernáculo, las estacas del atrio y sus cuerdas, (19) las vestiduras ornamentadas para ministrar en el Santuario, las vestiduras sagradas para el sacerdote Aarón, y las vestiduras de sus hijos para servir como sacerdotes»
v.11 – «…El Tabernáculo…» – Tal y como fue explicado anteriormente (26:1, 7, 14), la estructura tenía tres (o cuatro) cubiertas. La de abajo, la que servía como techo y era visible desde el interior, era llamada משכן, Tabernáculo; y por encima de la misma estaba el אהל o Tienda, y sobre ésta estaba la מכםה o Cubierta.
En cinco ocasiones son enumerados todos los objetos del mishkán. Esto nos enseña que esta casa es muy importante para el Eterno y él desea que nos fijemos en cada detalle de ella. De esta manera abrimos nuestras mentes para poder recibir las revelaciones espirituales que están escondidas detrás de estos objetos sagrados.
v.12 – «…el Arca y sus varas…» – Como hemos dicho antes, los nueve objetos más sagrados del tabernáculo representan las nueve manifestaciones del Espíritu del Mesías en la congregación mesiánica.
El que tiene el ministerio de Malki-Tsedek puede servir en el tabernáculo celestial – (Juan 4:21-24). El que ha recibido el Espíritu del Mesías, que fue dado después de la resurrección, podrá servir en cada uno de los objetos de este tabernáculo celestial, con estas manifestaciones sobrenaturales.
La manifestación inferior es la de hablar sobrenaturalmente en otros idiomas – “hablar en lenguas”. Esta manifestación está simbolizada por la puerta de entrada al atrio y en el altar de bronce. Son los objetos más lejanos del lugar santísimo. La manifestación superior es la palabra de sabiduría, representada por la cubierta del arca donde está el trono del Eterno.
Las nueve manifestaciones espirituales están mencionadas en 1 Corintios 12 en el mismo orden que cuando los objetos del tabernáculo fueron presentados por primera vez a Moshé. Sin embargo, vemos que hubo un cambio de orden entre la revelación celestial y la misma construcción.
Cuando Betsalel construyó estas cosas empezó con el tabernáculo y luego siguió con los objetos sagrados, según vemos en esta parashá.
En Mateo 22:29 está escrito:
“Pero Yeshúa respondió y les dijo: Estáis equivocados por no comprender las Escrituras ni el poder de Dios”
Estas dos cosas son vitales para no equivocarse. Si uno no conoce las Escrituras va a errar en la vida, y si uno no conoce el poder de Dios, también va a errar en la vida.
Las manifestaciones sobrenaturales del Espíritu revelan el ministerio del Mesías Yeshúa. En las nueve manifestaciones encontramos dos ingredientes básicas, palabras y poder. Estas dos corresponden al fuego que tiene los dos ingredientes, luz y calor. Las manifestaciones son canales por medio de los cuales el Eterno puede dar al hombre revelaciones de su luz y manifestaciones de su poder, como está escrito en Marcos 6:2:
“Cuando llegó el día de reposo, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos que le escuchaban se asombraban, diciendo: ¿Dónde obtuvo éste tales cosas, y cuál es esta sabiduría que le ha sido dada, y estos milagros (lit. poderes) que hace con sus manos?”
Lo que sale del Mesías es sabiduría y poder – (Job 12:13). Estas dos cosas fueron canalizadas por las nueve manifestaciones sobrenaturales que estaban operando por medio de Yeshúa en todo su ministerio.
En Lucas 5:15 está escrito:
“Y su fama se difundía cada vez más, y grandes multitudes se congregaban para oírle y ser sanadas de sus enfermedades”
Vinieron para oír la revelación sobrenatural y para recibir el poder sobrenatural, la luz y el calor. Todas estas manifestaciones que venían por medio del Espíritu del Mesías fueron activadas por su amor en dos direcciones: amor hacia el Padre celestial que le había dado la orden de dar al mundo estas cosas, y amor al hombre necesitado de la revelación y el poder del cielo, como está escrito en Mateo 14:14:
“Y al desembarcar, vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos y sanó a sus enfermos”
En Marcos 6:34 está escrito:
“Al desembarcar, El vio una gran multitud, y tuvo compasión de ellos, porque eran como ovejas sin pastor; y comenzó a enseñarles muchas cosas”
Los relatos citados de Mateo y Marcos hablan del mismo evento en la vida del Maestro. En Mateo dice que él tuvo compasión de la gran multitud y sanó a sus enfermos, y en Marcos dice que tuvo compasión de la gran multitud y comenzó a enseñarles muchas cosas. Así que el motor detrás del ministerio del Mesías de dar poder y revelación al pueblo fue el amor y la compasión que sentía por ellos.
En Mateo 15:32 está escrito:
“Entonces Yeshúa, llamando junto a sí a sus discípulos, les dijo: Tengo compasión de la multitud, porque hace ya tres días que están conmigo y no tienen qué comer; y no quiero despedirlos sin comer, no sea que desfallezcan en el camino”
En Mateo 20:34 está escrito:
“Entonces Yeshúa, movido a compasión, tocó los ojos de ellos, y al instante recobraron la vista, y le siguieron”
Todas las enseñanzas y los milagros que Yeshúa hizo, fueron hechos por amor y compasión. Si amamos a las personas necesitadas del conocimiento de las Escrituras y del poder de Dios, vamos a buscar las manifestaciones sobrenaturales del Espíritu para poder suplir sus necesidades. El pueblo no necesita solamente conocimiento intelectual de la Torá. ¡El pueblo necesita palabras llenas del Espíritu y de vida!, como está escrito en Juan 6:63:
“El Espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”
En Juan 7:46 está escrito:
“Los alguaciles respondieron: ¡Jamás hombre alguno ha hablado como este hombre habla!”
Si amamos a las personas necesitadas de sanidad en sus cuerpos y liberación de los demonios, buscamos las manifestaciones espirituales para poder sanarles y liberarles, como está escrito en Mateo 8:16:
“Y al atardecer, le trajeron muchos endemoniados; y expulsó a los espíritus con su palabra, y sanó a todos los que estaban enfermos”
En Juan 14:12 está escrito:
“En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores que éstas hará, porque yo voy al Padre”
En Hechos 5:14-16 está escrito:
“Y más y más creyentes en el Señor, multitud de hombres y de mujeres, se añadían constantemente al número de ellos , a tal punto que aun sacaban los enfermos a las calles y los tendían en lechos y camillas, para que al pasar Kefa, siquiera su sombra (o radiación) cayera sobre alguno de ellos. También la gente de las ciudades en los alrededores de Jerusalén acudía trayendo enfermos y atormentados por espíritus inmundos, y todos eran sanados”
El ministerio del Mesías se revela en las nueve manifestaciones del Espíritu. Si no buscamos estas manifestaciones con fervor, no vamos a poder ser discípulos fieles del Mesías Yeshúa, porque un talmid hace lo mismo que su rabino.
Ser seguidor del Mesías no es solamente seguir la Torá de Moshé como él la siguió, sino también vivir en la esfera espiritual de manifestaciones sobrenaturales en la cual él vivía. Aquí hace falta que el pueblo creyente en el Mesías se arrepienta y humildemente reconozca que ha recibido demasiada enseñanza de maestros que no están llenos del Espíritu del Mesías y que se mueven solamente en el área intelectual y no en su espíritu porque están espiritualmente muertos. Hemos dejado lo espiritual por lo intelectual. Necesitamos arrepentirnos de esto y volver al Padre buscando las verdaderas manifestaciones del Mesías para que él pueda ser revelado al mundo necesitado a través de nosotros.
Cuando hablamos la Torá, de nuestras bocas tiene que salir el Espíritu de la Torá, porque la letra de la Torá acerca, pero el Espíritu de la Torá da vida – (2 Corintios 3:6). Es muy bueno dar dinero y consolar a los enfermos, ¡pero es mejor sanarlos! Es muy bueno enterrar a los que mueren antes de tiempo, ¡pero es mejor resucitarlos! Si no nos arrepentimos de la autosuficiencia en nuestra vida cómoda no vamos a ser parte de esa redención final en la cual el Eterno hará mayores milagros que cuando sacó a nuestro pueblo de Egipto.
¿Dónde está nuestro fuego para obtener las manifestaciones del Espíritu? ¿Estamos más interesados en decir las palabras hebreas correctas que fluir bajo la unción del Mesías? ¿Estamos más interesados en decir Ruaj en lugar de “Espíritu”, que en la misma esencia de las cosas celestiales?
Entonces hemos caído en la trampa de fijarnos más en las apariencias que en las cosas verdaderas. Hemos dejado de anhelar los dones del Espíritu y sólo alimentamos nuestras mentes con conocimiento intelectual. Este es el primer paso en el camino de la apostasía, adorar las cosas creadas en lugar del Creador.
¡Entonces es tiempo de arrepentirnos!
La esencia del judaísmo no se encuentra fuera de Yeshúa, sino bajo la unción de Yeshúa. Esa unción fue la que inspiró la Torá, y esa unción fue dada a Yeshúa. Esa unción es Mashíaj y es dada a todos los que creen en Yeshúa HaMashíajconforme a las Escrituras, para que vivan una vida sobrenatural en todo momento.
En el Nombre del Mesías hago un llamado a todo el mundo creyente en el Mesías de ¡salir del intelectualismo y volver a las sendas antiguas de poder en las cuales anduvieron nuestros antepasados! ¡Es tiempo de clamar! ¡Es tiempo de ayunar! ¡Es tiempo de orar durante horas hasta que el Eterno derrame de su poder! ¿Por qué no vivimos esos milagros mayores que el Mesías nos prometió? Porque estamos buscando las cosas de la mente en lugar de las del Espíritu. En lugar de buscar la revelación que el Espíritu está dando de la Torá estamos tragando enseñanzas intelectuales como si fueran palabras reveladas del cielo. Por esta razón algunos han salido de nosotros y ahora están negando a Yeshúa. Salieron del espíritu y cayeron en la mente. Prefirieron el árbol del conocimiento antes que el árbol de la vida.
¡Ay de nosotros si solamente predicamos palabras! ¡Ay de nosotros si solamente aprendemos las cosas de memoria! ¡Ay de nosotros si vivimos una fe sin milagros!
¿Cómo el mundo va a conocer a Yeshúa si no mostramos que nuestro mensaje es verdad mediante el poder del Espíritu?
En Mateo 9:6 está escrito:
“Pues para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados (entonces dice al paralítico): Levántate, toma tu camilla y vete a tu casa”
En Juan 14:11está escrito:
“Creedme que yo estoy en el Padre, y el Padre en mí; y si no, creed por las obras mismas”
En Juan 15:24 está escrito:
“Si yo no hubiera hecho entre ellos las obras que ningún otro ha hecho, no tendrían pecado; pero ahora las han visto, y me han odiado a mí y también a mi Padre”
En 1 Corintios 4:20 está escrito:
“Porque el reino de Dios no consiste en palabras, sino en poder”
En 1 Corintios 2:1-5 está escrito:
“Cuando fui a vosotros, hermanos, proclamándoos el testimonio de Dios, no fui con superioridad de palabra o de sabiduría, pues nada me propuse saber entre vosotros, excepto a Yeshúa el Mesías, y éste colgado en un madero. Y estuve entre vosotros con debilidad, y con temor y mucho temblor. Y ni mi mensaje ni mi predicación fueron con palabras persuasivas de sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no descanse en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios”
La fe mesiánica no puede descansar en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios. La palabra de sabiduría de la cual se habla en 1 Corintios 12 no es una sabiduría natural sino sobrenatural. Las manifestaciones del Espíritu no son naturales, no son intelectuales, no son mentales, no son sicológicas, son sobrenaturales, son espirituales. Son poderes espirituales, que influyen sobre la mente y los cuerpos, pero su origen no es de carácter intelectual. El “hablar en lenguas” no es aprender un idioma nuevo, ni hablar en hebreo, es una manifestación sobrenatural, controlada por el Espíritu del Eterno, en todos aquellos que tienen hambre y sed de lo espiritual. Los dones de sanidad no son capacidades médicas para ayudar a los enfermos, sino dones sobrenaturales para dar sanidad divina a los enfermos. Las manifestaciones espirituales se mueven en una esfera donde el alma natural no tiene control, sino donde tiene que ser controlada. Las manifestaciones espirituales son sumamente sobrenaturales pero se canalizan en lo natural. Por esto las personas que son dominadas por su alma natural tienen una actitud crítica contra estas manifestaciones, porque no las pueden entender mentalmente y porque no quieren bajar se su confianza segura en su propia mente – (1 Cor 2:14; 1 Tes 5:20). Las manifestaciones espirituales también son rechazadas y menospreciadas por la crítica del mundo que odia el Espíritu del Mesías entre nosotros.
En el cometario de la parashá número 7 – VaYetsé – dijimos que el texto griego en 1 Corintios 12:8-10 está dividiendo las nueve manifestaciones espirituales en tres grupos, como está escrito:
“Pues a uno le es dada palabra de sabiduría por el Espíritu; a otro[1], palabra de conocimiento según el mismo Espíritu; A OTRO[2], fe por el mismo Espíritu; a otro, dones de sanidades por el único Espíritu; a otro, poderes de milagros; a otro, profecía; a otro, discernimientos de espíritus; A OTRO[3], diversas clases de idiomas, y a otro, interpretación de idiomas.” (LBLA revisada)
La palabra griega héteros aparece dos veces en este texto. Ha sido traducida como “A OTRO”, y para marcar donde aparece en el texto griego la hemos escrito con letras mayúsculas en esta traducción. Estas dos palabras dividen las manifestaciones en tres grupos, que corresponden a las tres divisiones del tabernáculo (ver dibujo).
- Palabra de sabiduría por el Espíritu – la Cubierta, cf. Éxodo 25:17-22.
- Palabra de conocimiento según el mismo Espíritu – el Arca, cf. Éxodo 25:10-16.
DIVISIÓN – el velo, cf. Éxodo 26:31-32, la revelación, 1 Corintios 13:2; 14:30.
- Fe por el mismo Espíritu – la Mesa, cf. Éxodo 25:23-29.
- Dones de sanidades – una hilera de seis Panes, cf. Éxodo 25:30; Levítico 24:5-6.
- Obras de poderes – otra hilera de seis Panes, cf. Éxodo 25:30; Levítico 24:5-6.
- Profecía – las siete Lámparas, cf. Éxodo 25:37-40.
- Discernimientos de espíritus – el Candelabro, cf. Éxodo 25:31-36.
DIVISIÓN – la pantalla, Éxodo 26:36-37, simboliza la profecía, cf. 1 Corintios 13:2; 14:29.
- Diferentes clases de idiomas – el Altar de bronce, cf. Éxodo 27:1-8.
- Interpretación de idiomas – la Fuente de bronce, cf. Éxodo 30:17-21.
En el tabernáculo hay tres puertas, cada una representando un nivel más alto de santidad y de gloria, como está escrito en 1 Corintios 14:27-30:
“Si alguno habla en idiomas, que hablen dos, o a lo más tres, y por turno, y que uno interprete; pero si no hay intérprete, que guarde silencio en la congregación y que hable para sí y para Dios. Y que dos o tres profetas hablen, y los demás juzguen. Pero si a otro que está sentado le es revelado algo, el primero calle”
Los que hablan sobrenaturalmente en otros idiomas e interpretan esos idiomas están sirviendo en el atrio, el nivel más bajo en el tabernáculo celestial. El nivel de la profecía es superior que el nivel de hablar en otros idiomas. Por eso los que tienen profecía tienen preferencia sobre los que hablan en otros idiomas e interpretan en la congregación, porque al moverse en el nivel del lugar santo pueden transmitir al pueblo con más claridad lo que está sucediendo en el cielo. Pero el nivel de la revelación es superior al nivel de la profecía. La revelación está relacionada con la Torá que está dentro del arca. Por lo tanto los que se mueven en el nivel de la revelación de la Torá tienen preferencia sobre los que profetizan. De esto aprendemos que cuanto más subamos en el espíritu acercándonos al lugar santísimo, más se aclaran las cosas para la mente de manera espiritual, no natural. Por eso el altar de bronce representa la oración en el espíritu que no es entendida por la mente, como está escrito en 1 Corintios 14:2, 14:
“Porque el que habla en otros idiomas no habla a los hombres, sino a Dios, pues nadie lo entiende, sino que en su espíritu habla misterios… Porque si yo oro en otros idiomas, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto”
En 1 Corintios 13:1-2 está escrito:
“Si yo hablara idiomas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe. Y si tuviera profecía, y entendiera todos los misterios y todo conocimiento, y si tuviera toda la fe como para trasladar montañas, pero no tengo amor, nada soy”
Aquí vemos otra vez como se está hablando de los tres niveles de santidad en el tabernáculo celestial, hablar sobrenaturalmente en otros idiomas, profecía y revelación de los misterios. El metal que resuena hace referencia al altar de bronce en el atrio y el címbalo que retiñe hace referencia a las campanillas de oro en el manto del efod del sumo sacerdote (ver los comentarios de la Parashá 20 – Tetsavé). Los tres niveles están representados por el velo, la pantalla y la puerta.
- Hablar otros idiomas – la puerta para entrar en el atrio.
- Profecía – la pantalla para entrar en el lugar santo.
- Revelación – el velo para entrar en el lugar santísimo.
Como hemos dicho antes, los dos altares representan dos maneras de orar. El altar de bronce en el atrio representa la oración y el canto en otros idiomas, con el espíritu, y el altar de oro en el lugar santo representa la oración y el canto con el entendimiento, como está escrito en 1 Corintios 14:15:
“Entonces ¿qué? Oraré con el espíritu, pero también oraré con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero también cantaré con el entendimiento”
Estas cuatro maneras de dedicarse en la vida de oración hace que una persona siempre pueda andar en el Espíritu. Querido lector, no descuides ninguna de estas cuatro maneras de orar en tu vida de oración diaria, por la mañana, por la tarde y por la noche.
“el arca y sus varas, la cubierta” – El arca y su cubierta constituyen una unidad. Por esto el texto de 1 Corintios 12:8 está hablando de que la palabra de sabiduría y la palabra de conocimiento son “según el mismo Espíritu”. La palabra griega que ha sido traducida como “según” es katá[4]. Es la única vez que esta palabra aparece en este texto. Así que hay una relación muy íntima entre la palabra de sabiduría y la palabra de ciencia. La palabra de sabiduría es la más alta.
En estas dos manifestaciones espirituales se usa la palabra “palabra”. Esto nos enseña que tiene que ver con la transmisión de la Palabra del Eterno, la Torá, la instrucción. La palabra griega que ha sido traducida como “palabra” es logos[5], que significa “dicho”, “tema”, “razonamiento”, “cálculo”, “razón”, “prédica”, “doctrina”, “discurso”. La palabra logos es la traducción de la palabra hebrea davar[6], que significa “palabra”, “acontecimiento”, “hecho”, “acción”, “objeto”, “asunto”, “cuestión”, “cuerpo”, “cosa”. Esto nos enseña que al transmitir palabra de sabiduría y palabra de conocimiento no son transmitidas sólo palabras, sino palabras con sustancia espiritual, con cuerpo. Las palabras espirituales son acciones y cosas. Tienen poder para dirigir y transformar el tiempo y el espacio, la historia y la materia.
Encima de la cubierta del arca se manifestaba la presencia divina. Fue el lugar donde Moshé entró para hablar cara a cara con el Eterno y recibir palabras de sabiduría. Allí fue instruido en toda la Torá dada del cielo para poder dirigir al pueblo de manera sabia. La palabra de sabiduría revela los secretos de la Torá especialmente en relación con el Mesías Yeshúa – (Lucas 24:27, 32, 44-47).
La cubierta del arca estaba hecha de oro puro, lo cual corresponde a la sabiduría de arriba que en primer lugar es pura, como está escrito en Jacobo 3:17:
“Pero la sabiduría de lo alto es primeramente pura, después pacífica, amable, condescendiente, llena de misericordia y de buenos frutos, sin vacilación, sin hipocresía”
En Efesios 1:16-21 está escrito:
“pidiendo que el Dios de nuestro Señor Yeshúa el Mesías, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en un mejor conocimiento de El. Mi oración es que los ojos de vuestro corazón sean iluminados, para que sepáis cuál es la esperanza de su llamamiento, cuáles son las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál es la extraordinaria grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, conforme a la eficacia de la fuerza de su poder, el cual obró en el Mesías cuando le resucitó de entre los muertos y le sentó a su diestra en los lugares celestiales, muy por encima de todo principado, autoridad, poder, dominio y de todo nombre que se nombra, no sólo en este siglo sino también en el venidero”
El espíritu de sabiduría revela en primer lugar quién es el Eterno. Luego revela los planes del Eterno en tres áreas:
- El futuro del llamado que hemos recibido.
- Las riquezas de su herencia en nosotros los santos.
- La grandeza de su poder para los creyentes conforme al poder de la resurrección.
En 1 Corintios 2:6-16 está escrito:
“Sin embargo, hablamos sabiduría (palabra de sabiduría) entre los que han alcanzado madurez (los que están en el nivel del lugar santísimo); pero una sabiduría no de este siglo (no natural ni intelectual), ni de los gobernantes de este siglo, que van desapareciendo, sino que hablamos sabiduría de Dios en misterio (palabra de sabiduría), la sabiduría escondida (detrás del velo en el lugar santísimo) que, desde antes de los siglos, Dios predestinó para nuestra gloria; la sabiduría que ninguno de los gobernantes de este siglo ha entendido, porque si la hubieran entendido no habrían colgado en un madero al Señor de gloria; sino como está escrito:
COSAS QUE OJO NO VIO, NI OÍDO OYÓ, NI HAN ENTRADO AL CORAZÓN DEL HOMBRE, son LAS COSAS QUE DIOS HA PREPARADO PARA LOS QUE LE AMAN.
Pero Dios nos las reveló por medio del Espíritu, porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las profundidades de Dios. Porque entre los hombres, ¿quién conoce los pensamientos de un hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Asimismo, nadie conoce los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios.
Y nosotros hemos recibido, no el espíritu del mundo, sino el Espíritu que viene de Dios, para que conozcamos lo que Dios nos ha dado gratuitamente, de lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría humana (según la mente natural), sino con las enseñadas por el Espíritu (palabra de sabiduría), combinando pensamientos (o palabras) espirituales con palabras (o a hombres)espirituales. Pero el hombre natural (que se dirige sólo por su mente) no acepta las cosas del Espíritu de Dios, porque para él son necedad; y no las puede entender, porque se disciernen espiritualmente. En cambio, el que es espiritual juzga (evalúa y discierne) todas las cosas; pero él no es juzgado por nadie.
Porque ¿QUIEN HA CONOCIDO LA MENTE HASHEM, PARA QUE LE INSTRUYA? Mas nosotros tenemos la mente del Mesías”
Podríamos resumir diciendo que la palabra de sabiduría es una manifestación espiritual que es dada al hombre para que pueda conocer algo del plan que ha sido trazado en la mente del Eterno y revelado en las Escrituras y aplicarlo en su vida personal, familiar, comunitaria, nacional e internacional, por ejemplo Mateo 22:31-33 donde está escrito:
“Y en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo: «YO SOY EL DIOS DE AVRAHAM, Y EL DIOS DE YITSJAK, Y EL DIOS DE YAAKOV»? El no es Dios de muertos, sino de vivos. Al oír esto, las multitudes se admiraban de su enseñanza”
Otro ejemplo es Marcos 12:17 donde está escrito:
“Entonces Yeshúa les dijo: Dad al César lo que es del César, y a Dios lo que es de Dios. Y se maravillaban de El”
La palabra de conocimiento es una manifestación sobrenatural de conocimiento y entendimiento de las Escrituras dada en una situación de necesidad, por ejemplo Mateo 4:10-11 donde está escrito:
“Entonces Yeshúa le dice: ¡Vete, Satanás! Porque escrito está: «AL Eterno TU DIOS ADORARÁS, Y SÓLO A EL SERVIRÁS.» Hasatán entonces le deja; y he aquí, ángeles vinieron y le servían”
En 2 Pedro 1:19-21 está escrito:
“Y así tenemos la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en prestar atención como a una lámpara que brilla en el lugar oscuro, hasta que el día despunte y el lucero de la mañana aparezca en vuestros corazones. Pero ante todo sabed esto, que ninguna profecía de la Escritura es asunto de interpretación personal, pues ninguna profecía fue dada jamás por un acto de voluntad humana, sino que hombres inspirados por el Espíritu de santidad hablaron de parte de Dios”
Para entender la Palabra escrita hace falta revelación espiritual. Esa revelación es suministrada por medio de la palabra de sabiduría y la palabra de conocimiento, como está escrito en Juan 14:26:
“Pero el Consolador, el Espíritu de santidad, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas (palabra de sabiduría), y os recordará todo lo que os he dicho (palabra de conocimiento)”
En 1 Juan 2:20, 27 está escrito:
“Pero vosotros tenéis unción del Santo, y todos vosotros lo sabéis… Y en cuanto a vosotros, la unción que recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; pero así como su unción os enseña acerca de todas las cosas, y es verdadera y no mentira, y así como os ha enseñado, permanecéis en él”
Un profeta necesita las dos manifestaciones de palabra de sabiduría y palabra de conocimiento para funcionar en su ministerio.
v.13 – «...la mesa, sus varas, todos sus utensilios, y el pan de la proposición…» – La mesa representa la revelación de la fe sobrenatural. No es una fe natural la cual todos los hombres poseen, sino una fe sobrenatural dada en una situación de necesidad. En la mesa el Eterno está ofreciendo al hombre sus beneficios, y el medio por el cual el hombre podrá obtener esos beneficios el la fe. La palabra “fe” tiene que ver con confianza en el Eterno y en sus promesas en situaciones que necesitan una intervención sobrenatural. Un ejemplo de esta manifestación se encuentra en Hechos 27:20-25 donde está escrito:
“Como ni el sol ni las estrellas aparecieron por muchos días, y una tempestad no pequeña se abatía sobre nosotros, desde entonces fuimos abandonando toda esperanza de salvarnos. Cuando habían pasado muchos días sin comer, Pablo se puso en pie en medio de ellos y dijo: Amigos, debierais haberme hecho caso y no haber zarpado de Creta, evitando así este perjuicio y pérdida. Pero ahora os exhorto a tener buen ánimo, porque no habrá pérdida de vida entre vosotros, sino sólo del barco. Porque esta noche estuvo en mi presencia un ángel del Dios de quien soy y a quien sirvo, diciendo: «No temas, Pablo; has de comparecer ante el César; y he aquí, Dios te ha concedido todos los que navegan contigo.» Por tanto, tened buen ánimo amigos, porque yo confío en Dios, que acontecerá exactamente como se me dijo”
Las dos hileras de panes representan los dones de sanidades por un lado y las obras de poderes milagrosas por el otro. En el texto griego estas manifestaciones aparecen de forma plural porque hay muchos diferentes tipos de sanidades y de milagros. Los panes están colocados sobre la mesa. Esto nos enseña que las sanidades y los milagros necesitan de una fe sobrenatural para poder funcionar, como está escrito en Hechos 14:9-10:
“Este escuchaba hablar a Pablo, el cual, fijando la mirada en él, y viendo que tenía fe para ser sanado, dijo con fuerte voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él dio un salto y anduvo”
Una sanidad puede ser una obra de poder, pero en el sentido estricto de la palabra más bien es una intervención sobrenatural para mejorar el funcionamiento de un cuerpo que no está bien. Un ejemplo de un don de sanidad se encuentra en Lucas 4:39 donde está escrito:
“E inclinándose sobre ella, reprendió la fiebre, y la fiebre la dejó; y al instante ella se levantó y les servía”
Un ejemplo de una obra de poder se encuentra en Marcos 7:26-30 donde está escrito:
“La mujer era gentil, sirofenicia de nacimiento; y le rogaba que echara fuera de su hija al demonio. Y El le decía: Deja que primero los hijos se sacien, pues no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos. Pero ella respondió y le dice: Es cierto, Señor; pero aun los perrillos debajo de la mesa comen las migajas de los hijos. Y El le dijo: Por esta respuesta, vete; el demonio ha salido de tu hija. Cuando ella volvió a su casa, halló que la niña estaba acostada en la cama, y que el demonio había salido”
Aquí vemos como Yeshúa está llamando el milagro de expulsar un demonio de una niña como “pan”. De esto aprendemos que esta manifestación espiritual corresponde a los panes en el tabernáculo celestial que, en primer lugar, es ofrecido a los hijos del pacto, pero también a los que están fuera del pacto. En Marcos 9:38-39 vemos como la expulsión de un demonio es considerado como un milagro, una obra de poder.
En una obra de poder hay una parte humana y una parte divina. El hombre tiene que hacer algo natural y con ese acto confiar en que el Eterno hará su parte sobrenatural. Tenemos el ejemplo cuando Kefa caminaba sobre las aguas. No era nada sobrenatural caminar. Lo sobrenatural fue que el agua le llevaba. Kefa tenía que hacer su parte, su obra, y salir del barco y así el Eterno hizo el milagro con el agua, cf. Mateo 14:29. Otro ejemplo es cuando Kefa toma la mano de un paralítico y lo levanta, sabiendo que con esa obra natural el Eterno va a responder con una manifestación sobrenatural, cf. Hechos 3:7. Si el hombre no hace su parte natural el Eterno no responde con su poder, como está escrito en Mateo 12:13:
“Entonces dice al hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada, sana como la otra”
El profeta Daniel recibió fe sobrenatural para poder sobrevivir en el foso de los leones. Si Shimshón (Sansón) hubiera estado allí hubiera despedazado a los leones por medio del poder sobrenatural que tenía. En estos dos ejemplos vemos la diferencia entre la manifestación sobrenatural de la fe y una obra de poder.
El pan de semblantes fue cambiado cada shabat y luego comido por los sacerdotes. De la misma manera el Mesías sanaba a los enfermos y expulsaba los demonios en shabat, más que en los otros días de la semana, cf. Juan 5:9-10, 16.
En la mesa había 12 panes, correspondiente a las 12 tribus de Israel. Esto nos enseña que en la unción mesiánica está la sanidad y liberación final de las 12 tribus de Israel que han sido dañadas y perdidas entre las naciones. Estamos viviendo en el tiempo cuando las 12 tribus están empezando a ser restauradas.
v.14 – «…el candelabro de la iluminación, sus utensilios, sus lamparillas, y el aceite para la iluminación…» – Las siete lámparas representan la profecía en su máxima expresión. La palabra profética es un fuego – (Jeremías 23:29). El fuego transmite luz y calor. De la misma manera la profecía se manifiesta por un lado dando luz sobre secretos escondidos y por el otro lado transmitiendo inspiración divina. No es lo mismo tener el espíritu de profecía que profetizar. No es lo mismo profetizar que ser profeta. Tener el espíritu de profecía es tener la capacidad de poder ver y oír cosas por medio del espíritu que el ojo natural y el oído natural no pueden percibir – (Romanos 12:6; 1 Corintios 13:2; Apocalipsis 19:10).
Profetizar es el hecho de transmitir a otros lo que uno ve u oye en el espíritu. Ser profeta es tener un ministerio para profetizar. Podríamos compararlo de esta manera. Fulano tiene la capacidad de conducir un automóvil. Esa capacidad corresponde al espíritu de profecía. Mengano está conduciendo su automóvil en este momento. Esto corresponde al hecho de profetizar. Zutano, sin embargo es taxista. Esto corresponde al profeta.
En Hechos 21:4-15 está escrito:
“Después de hallar a los discípulos, nos quedamos allí siete días, y ellos le decían a Pablo, por el Espíritu (tenían el espíritu de profecía), que no fuera a Jerusalén. Y pasados aquellos días partimos y emprendimos nuestro viaje mientras que todos ellos, con sus mujeres e hijos, nos acompañaron hasta las afueras de la ciudad. Después de arrodillarnos y orar en la playa, nos despedimos unos de otros. Entonces subimos al barco y ellos regresaron a sus hogares. Terminado el viaje desde Tiro, llegamos a Tolemaida, y después de saludar a los hermanos, nos quedamos con ellos un día. Al día siguiente partimos y llegamos a Cesarea, y entrando en la casa de Felipe, el predicador de buenas nuevas, que era uno de los siete, nos quedamos con él. Este tenía cuatro hijas doncellas que profetizaban (hablaban según lo que veían y oían en el espíritu). Y deteniéndonos allí varios días, descendió de Yehudá cierto profeta (que tenían el ministerio de ser profeta) llamado Agabo, quien vino a ver nos, y tomando el cinto de Pablo, se ató las manos y los pies, y dijo: Así dice el Espíritu de santidad: «Así atarán los judíos en Jerusalén al dueño de este cinto, y lo entregarán en manos de los gentiles.» Al escuchar esto, tanto nosotros como los que vivían allí le rogábamos que no subiera a Jerusalén. Entonces Pablo respondió: ¿Qué hacéis, llorando y quebrantándome el corazón? Porque listo estoy no sólo a ser atado, sino también a morir en Jerusalén por el nombre del Señor Yeshúa. Como no se dejaba persuadir, nos callamos, diciéndonos: Que se haga la voluntad del Señor. Después de estos días nos preparamos y comenzamos a subir hacia Jerusalén”
En el primer caso vemos que en Tiro había unos discípulos que tenían la capacidad de ver proféticamente, pero su mensaje no correspondía a la voluntad del Eterno, sólo tenían una percepción en el Espíritu de lo que le esperaba al shaliaj Shaúl en Jerusalén y por esa percepción le dijeron que no fuera. No profetizaban, sólo expresaban lo que percibían proféticamente. Lo que percibieron fue del Eterno pero no lo que dijeron, porque no estaba de acuerdo con la voluntad del Eterno. Uno que tiene profecía debe ser muy cuidadoso a la hora de profetizar, porque la mente puede malinterpretar el mensaje que viene por el Espíritu, como en este caso. El impacto profético que alcanzó sus espíritus fue correcto, pero no su manera de transmitirlo. Dijeron algo que iba en contra del plan del Eterno.
En el segundo caso vemos que las hijas vírgenes de Felipe “profetizaban”. Es posible que durante la visita del rabí Shaúl y sus compañeros, estas cuatro hermanas hayan hablado proféticamente de lo mismo que los discípulos en Tiro habían sentido en su espíritu, pero al profetizar transmitieron mensajes de parte del Eterno, no sus propias deducciones de la percepción profética.
En el tercer caso encontramos un profeta, que estaba experimentado en la materia y sabía cómo transmitir las cosas correctamente. Él profetizó mediante un acto profético y pronunciando las palabras: “así dice el Espíritu de santidad…”. La profecía puede venir mediante acciones o palabras.
En 1 Corintios 13:8-10 está escrito:
“El amor nunca deja de ser; pero si hay profecías, se acabarán; si hay idiomas, cesarán; si hay conocimiento, se acabará. Porque en parte conocemos, y en parte profetizamos; pero cuando venga lo perfecto, lo incompleto se acabará”
Nuestra capacidad para transmitir las cosas del cielo está limitada. Cuando dice que en parte profetizamos significa que nuestras profecías no dan la imagen completa de toda la verdad, sino una parte de ella. Por eso es importante que los oyentes evalúen lo que se está profetizando, cf. 1 Corintios 14:29; 1 Tesalonicenses 5:20-21. Lo que es una parte no debe ser despreciado. Es mejor tener una parte que nada, pero cuando venga lo perfecto, no hará falta la profecía. Está escrito que el hablar sobrenaturalmente en diferentes idiomas, las profecías y las manifestaciones de palabra de conocimiento van a acabar cuando lo perfecto venga, no antes. Todavía no ha venido lo perfecto, así que todavía necesitamos buscar fervientemente y practicar los tres niveles de manifestaciones espirituales, como está escrito en 1 Corintios 12:31a y 14:1:
“Mas desead ardientemente los mejores dones… Procurad alcanzar el amor; pero también desead ardientemente las manifestaciones espirituales, sobre todo que profeticéis”
¿Por qué debemos desear profetizar más que ninguna otra cosa?
Porque la profecía es la capacidad sobrenatural que es dada al hombre para percibir lo que está sucediendo en el cielo en cada momento y transmitirlo en la tierra. Esta capacidad es la puerta que abre para las manifestaciones superiores. Si no hay profecía no hay fe, porque la fe viene del oír, y para oír hay que tener espíritu de profecía. Si no hay profecía no hay palabra de conocimiento ni palabra de sabiduría, porque para recibir esas revelaciones hay que tener la capacidad de ver y oír lo que viene del cielo. El espíritu de profecía corresponde a la cortina, o pantalla, que abre para el lugar santo. A partir de allí se puede alcanzar las siete manifestaciones superiores que se encuentran en el tabernáculo. Las lámparas en el candelabro representan el hecho de profetizar, transmitir el fuego espiritual mediante luz o calor. La luz da revelación y el calor da inspiración. Por esto podemos encontrar entre los profetas dos acciones principales, transmisión de mensajes que revelan la luz del cielo sobre lo que pasó, lo que está pasando y lo que vendrá – (Apocalipsis 1:19), y transmisión de sonidos mediante cantos e instrumentos que transmiten inspiración divina, como está escrito en 1 Samuel 10:5:
“Después llegarás a la colina de Dios donde está la guarnición de los filisteos; y sucederá que cuando llegues a la ciudad, allá encontrarás a un grupo de profetas que descienden del lugar alto con arpa, pandero, flauta y lira delante de ellos, y estarán profetizando”
En 1 Crónicas 25:2b-3 está escrito:
“los hijos de Asaf estaban bajo la dirección de Asaf, que profetizaba bajo la dirección del rey. De Yedutún, los hijos de Yedutún… con la lira, que profetizaban dando gracias y alabando a HaShem”
La meta de la profecía es transmitir en la tierra lo que hay en el cielo. La función de un profeta no es solamente transmitir las palabras que vienen del cielo, sino oír los sonidos que hay en el cielo y transmitirlos en la tierra. David oía los sonidos del cielo y por eso tuvo que inventar propios instrumentos que sonaran de la misma manera, puesto que hasta entonces no había instrumentos en la tierra que podían transmitir en la tierra los sonidos qué él oía del cielo – (1 Crónicas 23:5; 2 Crónicas 7:6; Amos 6:5). En 1 Corintios 14 vemos cuáles son los siete propósitos de la profecía:
- Edificación, 14:4.
- Ánimo, 14:4, 31.
- Consolación, 14:4.
- Señal (para los creyentes), 14:22.
- Convencimiento, 14:24.
- Juicio (descubrir los secretos), 14:24-25.
- Aprendizaje, 14:31.
Todos los que han sido bautizados en el Espíritu de Santidad podrán profetizar, como está escrito en 1 Corintios 14:5, 24, 31:
“Yo quisiera que todos hablarais en lenguas, pero aún más, que profetizarais; pues el que profetiza es superior al que habla en lenguas, a menos de que las interprete para que la congregación reciba edificación… Pero si todos profetizan, y entra un incrédulo, o uno sin ese don, por todos será convencido, por todos será juzgado… Porque todos podéis profetizar uno por uno, para que todos aprendan y todos sean exhortados”
“el candelabro” – El candelabro es un árbol. Los detalles de los brazos hablan de diferentes niveles de crecimiento. El aceite que hace alumbrar las lámparas es el producto de los frutos maduros de un árbol. Así que el candelabro nos habla de crecimiento y madurez espiritual. Por lo tanto el candelabro representa el discernimiento de espíritus, que es una manifestación sobrenatural que tiene la capacidad de crecer con el uso, como está escrito en Hebreos 5:14:
“Pero el alimento sólido es para los adultos, los cuales por la práctica tienen los sentidos ejercitados para discernir el bien y el mal”
La manifestación de discernimientos de espíritus es dada al creyente para que pueda saber sobrenaturalmente de dónde viene la fuente de un pensamiento, una palabra o una acción. Hay muchos diferentes espíritus, el Espíritu del Eterno y de sus ángeles, el espíritu del satán y sus ángeles caídos (los demonios) y el espíritu del hombre. El que recibe discernimientos de espíritus no es engañado por doctrinas de demonios, porque tiene la capacidad para saber si un mensaje viene del cielo, si es una invención de la emoción de un hombre o si viene de un demonio. Tenemos un ejemplo de discernimientos de espíritus en Hechos 16:16-18:
“Y sucedió que mientras íbamos al lugar de oración, nos salió al encuentro una muchacha esclava que tenía espíritu de adivinación, la cual daba grandes ganancias a sus amos, adivinando. Esta, siguiendo a Pablo y a nosotros, gritaba diciendo: Estos hombres son siervos del Dios altísimo, quienes os proclaman el camino de salvación. Y esto lo hacía por muchos días; mas desagradando esto a Pablo, se volvió y dijo al espíritu: ¡Te ordeno, en el nombre de Yeshúa el Mesías, que salgas de ella! Y salió en aquel mismo momento”
Las palabras de esta niña fueron correctas, pero el espíritu que estaba detrás venía de un demonio. El shaliaj Shaúl pudo discernir qué tipo de demonio estaba operando por medio de ella y no se dejó engañar.
El candelabro es el que sostiene las siete lámparas de oro. De esto aprendemos que la manifestación espiritual de discernimientos de espíritus es la que da la capacidad para discernir si una profecía es de origen celestial, demoníaco o humano. Muchos profetizan por su propia inspiración, no lo que viene del cielo. Necesitamos urgentemente buscar y recibir esta capacidad para poder filtrar entre nosotros y sacar lo vil de lo precioso que viene del cielo, para que el pueblo no confíe en mentiras y sea desviado por caminos equivocados, cf. Jeremías 23:9-40; Ezequiel 13:1-16.
35:15 – “el altar del incienso y sus varas, el aceite de la unción, el incienso aromático y la cortina de la puerta a la entrada del tabernáculo” – El altar de incienso representa la oración con una mente dirigida por el espíritu, no una mente carnal, puesto que el altar está dentro del área de la profecía. La mente puede tener dos enfoques, la carne y el espíritu, como está escrito en Romanos 8:5-9:
“Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz; ya que la mente puesta en la carne es enemiga de Dios, porque no se sujeta a la Torá de Dios, pues ni siquiera puede hacerlo, y los que están en la carne (los que no se sujetan a la Torá) no pueden agradar a Dios. Sin embargo, vosotros no estáis en la carne sino en el Espíritu, si en verdad el Espíritu de Dios habita en vosotros. Pero si alguno no tiene el Espíritu del Mesías, el tal no es de él”
Un hombre espiritual ha aprendido a dominar y sujetar su mente para que sea puesta en las cosas espirituales. Así que la oración con el entendimiento ofrecida en el altar de oro es la oración que sale de una mente espiritual que está inspirada por las palabras de la Torá, como está escrito en Oseas 14:2a:
“Tomad con vosotros palabras, y volveos a HaShem”
v.16 – “…el altar de la ofrenda de ascensión con su enrejado de bronce, sus varas y todos sus utensilios, y la fuente con su base…” – El altar de cobre, o bronce, representa la oración con el espíritu en otros idiomas. Tal como hay varios tipos de sacrificios, hay varias maneras de hablar en otros idiomas. Hay idiomas que se hablan a los hombres y otras que se hablan al Eterno. Cuando los discípulos del Mesías fueron investidos en su ministerio celestial en el día de shavuot recibieron la capacidad de hablar en otros idiomas humanas delante de los hombres, como está escrito en Hechos 2:4-11:
“Todos fueron llenos del Espíritu de santidad y comenzaron a hablar en otros idiomas, según el Espíritu les daba habilidad para expresarse. Y había judíos que moraban en Jerusalén, hombres piadosos, procedentes de todas las naciones bajo el cielo. Y al ocurrir este estruendo, la multitud se juntó; y estaban desconcertados porque cada uno los oía hablar en su propia lengua. Y estaban asombrados y se maravillaban, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que están hablando? ¿Cómo es que cada uno de nosotros los oímos hablar en nuestra lengua en la que hemos nacido? Partos, medos y elamitas, habitantes de Mesopotamia, de Yehudá y de Capadocia, del Ponto y de Asia, de Frigia y de Panfilia, de Egipto y de las regiones de Libia alrededor de Cirene, viajeros de Roma, tanto judíos como prosélitos, cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestros idiomas de las maravillas de Dios”
Aquí vemos como esta manifestación espiritual dio a los hombres la capacidad de hablar las maravillas de Dios en idiomas humanas para así impactar sobre los hombres de los diferentes países. El Espíritu les inspiró a hablar en otros idiomas delante de otras personas con el fin de manifestar lo sobrenatural. El Espíritu también puede dar un tipo de idioma que no es humana sino angélica, como está escrito en 1 Corintios 13:1:
“Si yo hablara idiomas humanas y angélicas, pero no tengo amor, he llegado a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe”
Ese tipo de hablar en idiomas no es dado para hablar en público, sino en privado para Dios, como está escrito en 1 Corintios 14:2-25:
“Porque el que habla en otros idiomas sobrenaturalmente no habla a los hombres, sino a Dios, pues nadie lo entiende (en contraste con Hechos 2), sino que en su espíritu habla misterios (no es una cosa aprendida sino sobrenatural). Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, ánimo y consolación.
El que habla en otros idiomas sobrenaturalmente, a sí mismo se edifica (su espíritu se fortalece), pero el que profetiza edifica a la congregación. Yo quisiera que todos hablarais en otros idiomas sobrenaturalmente (esta capacidad es para todos), pero aún más, que profetizarais; pues el que profetiza es superior al que habla en otros idiomas sobrenaturalmente, a menos de que las interprete para que la congregación reciba edificación.
Ahora bien, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en otros idiomas sobrenaturalmente, ¿de qué provecho os seré a menos de que os hable por medio de revelación, o de conocimiento, o de profecía, o de enseñanza? Aun las cosas inanimadas, como la flauta o el arpa, al producir un sonido, si no dan con distinción los sonidos, ¿cómo se sabrá lo que se toca en la flauta o en el arpa? Porque si la trompeta da un sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla? Así también vosotros, a menos de que con la boca pronunciéis palabras inteligibles, ¿cómo se sabrá lo que decís? Pues hablaréis al aire. Hay, quizás, muchas variedades de idiomas en el mundo, y ninguno carece de significado. Pues si yo no sé el significado de las palabras, seré para el que habla un extranjero, y el que habla será un extranjero para mí (en contraste con Hechos 2 donde el efecto fue contrario). Así también vosotros, puesto que anheláis manifestaciones espirituales, procurad abundar en ellas para la edificación de la congregación.
Por tanto, el que habla en otros idiomas sobrenaturalmente (en la congregación), pida en oración para que pueda interpretar. Porque si yo oro en otros idiomas sobrenaturalmente, mi espíritu ora (usando la lengua para expresarse), pero mi entendimiento queda sin fruto (en el sentido de no entender, pero la mente puede luego ser beneficiada por el espíritu que ha sido edificado por medio de lo que se habló en otros idiomas). Entonces ¿qué? Oraré con el espíritu (no es una cosa rechazable, sino buena y edificante), pero también oraré con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero también cantaré con el entendimiento.
De otra manera, si bendices sólo en el espíritu, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias el que ocupa el lugar de ignorante, puesto que no sabe lo que dices?Porque tú das gracias bien, pero el otro no es edificado. Doy gracias a Dios porque hablo sobrenaturalmente en otros idiomas más que todos vosotros (el rabí Shaúl hablaba muchísimo en otros idiomas sobrenaturalmente); sin embargo, en la congregación prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para instruir también a otros, antes que diez mil palabras en otros idiomas sobrenaturalmente (no es raro hablar 10.000 palabras en otros idiomas a solas, porque son ríos inagotables que salen del interior). Hermanos, no seáis niños en la manera de pensar; más bien, sed niños en la malicia, pero en la manera de pensar sed maduros.
En la Torá está escrito: POR HOMBRES DE IDIOMAS EXTRAÑOS Y POR BOCA DE EXTRAÑOS HABLARE A ESTE PUEBLO, Y NI AUN ASÍ ME ESCUCHARAN, dice el Señor. Así que el hablar en otros idiomas sobrenaturalmente son una señal, no para los que creen, sino para los incrédulos; pero la profecía es una señal, no para los incrédulos, sino para los creyentes.
Por tanto, si toda la congregación se reúne y todos hablan en otros idiomas sobrenaturalmente, y entran ignorantes o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? Pero si todos profetizan, y entra un incrédulo, o ignorante, por todos será convencido, por todos será juzgado; los secretos de su corazón quedarán al descubierto, y él se postrará y adorará a Dios, declarando que en verdad Dios está entre vosotros”
Según este texto vemos como hay siete propósitos para hablar sobrenaturalmente en otros idiomas:
- Fluir del espíritu para edificación propia (si no son interpretadas), 14:2, 5.
- Alabanza, 14:7; Hechos 2:11.
- Guerra espiritual, 14:8.
- Oración espiritual, 14:14-15.
- Canto espiritual, 14:15.
- Bendición y acción de gracias, 14:16-17.
- Señal para incrédulos, 14:22.
El hablar sobrenaturalmente en otros idiomas es una puerta de entrada en el tabernáculo celestial. Por esto vemos como esta manifestación sobrenatural fue la primera que practicaron los seguidores del Mesías Yeshúa después de la resurrección – (Hechos 8:17-18; 10:44-45; 19:6). Es una manera de acercarse a las profundidades espirituales y avanzar hacia el nivel superior de la profecía. El que habla sobrenaturalmente en idiomas está orando en su espíritu para ser fortalecido en su interior. El espíritu fortalecido puede luego ser sensible a las otras manifestaciones espirituales y también puede tener la fuerza para dominar sobre la mente y el cuerpo. Así que es muy bueno hablar mucho en otros idiomas en la vida de oración personal.
No todos obtienen la capacidad sobrenatural de hablar diferentes tipos de idiomas para el público – (1 Corintios 12:48), pero todos los que han nacido de nuevo podrán hablar en otros idiomas personales de oración – (1 Corintios 14:5, 23). El que va en contra de esta práctica está apagando el Espíritu – (1 Corintios 14:39; 1 Tesalonicenses 5:19).
“…la fuente con su base…” – La fuente y su base representan la interpretación sobrenatural de otros idiomas. Como la interpretación constituye una revelación mayor que el hablar en otros idiomas, la fuente está colocada más cerca del lugar santo que la puerta de entrada y el altar. La manifestación de interpretación tiene diferentes niveles de intensidad y de claridad, como todas las nueve manifestaciones. Un nivel bajo de esta manifestación consiste en la capacidad de entender el tema general de lo que uno mismo u otros están hablando. La capacidad de hablar en otros idiomas es dada para influenciar en el mundo espiritual, y la interpretación de estos idiomas es dada para que no solamente el espíritu esté involucrado en esta actividad, sino también la mente. Cuando la mente es activada en oración junto con el espíritu hay mayor impacto en el mundo espiritual, y así la interpretación de los idiomas constituye una herramienta útil en la vida de oración personal y comunitaria.
El nivel superior de esta manifestación implica entender todo el mensaje que se está hablando en otros idiomas, palabra por palabra, tanto de uno mismo como de otros. Según mi entendimiento, en 1 Corintios 14:26-28 uno que tiene esta capacidad es llamado “intérprete” según está escrito:
“¿Qué hay pues, hermanos? Cuando os reunís, cada cual aporte salmo, enseñanza, revelación, idiomas o interpretación. Que todo se haga para edificación. Si alguno habla en otros idiomas sobrenaturalmente (en la congregación), que sean dos, o a lo más tres (para que haya dos o tres testigos de lo que está sucediendo en el cielo en ese momento), y por turno, y que uno interprete; pero si no hay intérprete, que guarde silencio en la congregación y que hable para sí y para Dios”
Vemos que no todos tienen la capacidad de poder interpretar sobrenaturalmente palabra por palabra las cosas que se hablan en otros idiomas.
La fuente fue hecha de cobre, o bronce. Ese metal simboliza juicio, en el sentido de evaluar y purificar. De la misma manera también el agua dentro de la fuente purificaba a los que servían en el tabernáculo. El cobre venía de los espejos de las mujeres, cf. 38:8; 1 Corintios 13:12. Los espejos simbolizan la Torá que es como un espejo para el hombre, como está escrito en Jacobo 1:22-25:
“Sed hacedores de la palabra y no solamente oidores que se engañan a sí mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra, y no hacedor, es semejante a un hombre que mira su rostro natural en un espejo; pues después de mirarse a sí mismo e irse, inmediatamente se olvida de qué clase de persona es. Pero el que mira atentamente a la Torá perfecta, la Torá de la libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, éste será dichoso en lo que hace”
El agua también simboliza la Palabra del Eterno – (Deuteronomio 32:2; Isaías 55:10-11; Efesios 5:26). Esto nos enseña que la Torá es la base para poder “purificar”, interpretar correctamente, los otros idiomas.
v.18 – «…Las estacas…» – Se trata de estacas clavadas en el suelo para sostener las cuerdas que, a su vez, mantenían en su lugar la tienda que cubría el tabernáculo y los postes del cerco del atrio.
Éxodo 35:20-22 – «Entonces toda la congregación de los hijos de Israel salió de la presencia de Moisés. (21) Y todo aquel a quien su corazón impulsaba, y todo aquel a quien movía su espíritu, iba llevando la ofrenda a YHVH para la obra de la Tienda de Reunión, y para todo su servicio, y para las vestiduras santas. (22) Acudieron pues los hombres y las mujeres, todos los de corazón generoso, y llevaron aretes,° zarcillos, sortijas y collares, toda clase de joyas de oro, también todo aquel que hubiera mecido una ofrenda mecida de oro para YHVH»
La gente que participó en ofrenda para hacer el tabernáculo fueron los de sabio corazón y los voluntarios de corazón, los que estaban agradecidos. De aquí aprendemos el siguiente principio: es imposible y no es correcto tratar de forzar a alguien o hacer que alguien sea generoso, es muy difícil presionar para que alguien de; lo que dice aquí es que la gente que dio lo hizo de todo corazón, por gratitud. Es muy desagradable que cuando un padre le pide algo a un hijo, éste lo haga de mala gana:
Colosenses 3:23-24 – «(23) Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres; (24) sabiendo que del Señor recibiréis la recompensa de la herencia, porque a Cristo el Señor servís»
La única manera de que los hijos no amarguen cuando hacen las cosas para otro es que lo hagan de corazón como para el Señor y no para los hombres, así que cada cosa que nosotros hagamos hagámosla como para Yeshúa, porque a fin de cuentas es de Él de quien recibimos recompensa, sin embargo no es bueno hacer las cosas por las recompensas que Él nos dará, nosotros debemos darle a Yeshúa porque le amamos pero porque Él nos amó primero.
1ª Juan 4:19 – «…Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero…»
Así que si le vamos a dar y vamos a hacer algo para Él, pensemos que no lo vamos a hacer para las personas y no lo vamos a hacer por recibir algo porque ya recibimos.
Lucas 7:36-50 – «… (36) Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en casa del fariseo, se sentó a la mesa. (37) Entonces una mujer de la ciudad, que era pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; (38) y estando detrás de él a sus pies, llorando, comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y besaba sus pies, y los ungía con el perfume. (39) Cuando vio esto el fariseo que le había convidado, dijo para sí: Este, si fuera profeta, conocería quién y qué clase de mujer es la que le toca, que es pecadora. (40) Entonces respondiendo Jesús, le dijo: Simón, una cosa tengo que decirte. Y él le dijo: Di, Maestro. (41) Un acreedor tenía dos deudores: el uno le debía quinientos denarios, y el otro cincuenta; (42) y no teniendo ellos con qué pagar, perdonó a ambos. Di, pues, ¿cuál de ellos le amará más? (43) Respondiendo Simón, dijo: Pienso que aquel a quien perdonó más. Y él le dijo: Rectamente has juzgado. (44) Y vuelto a la mujer, dijo a Simón: ¿Ves esta mujer? Entré en tu casa, y no me diste agua para mis pies; mas ésta ha regado mis pies con lágrimas, y los ha enjugado con sus cabellos. (45) No me diste beso; mas ésta, desde que entré, no ha cesado de besar mis pies. (46) No ungiste mi cabeza con aceite; mas ésta ha ungido con perfume mis pies. (47) Por lo cual te digo que sus muchos pecados le son perdonados, porque amo mucho; más aquel a quien se le perdona poco, poco ama. (48) Y a ella le dijo: Tus pecados te son perdonados. (49) Y los que estaban juntamente sentados a la mesa, comenzaron a decir entre sí: ¿Quién es éste, que también perdona pecados? (50) Pero él dijo a la mujer: Tu fe te ha salvado, ve en paz…»
La actitud de Simón el fariseo respecto de la forma en que se comportó Yeshúa con ésta mujer fue de arrogancia, de modo que en la respuesta de Yeshúa, le hizo saber al fariseo que no solo sabía qué clase de mujer era la que lloraba a sus pies sino que aún sabía lo que había en su corazón en comparación al corazón del fariseo; en aquella época era costumbre que cuando alguien llegaba a la casa de una persona con posibilidades económicas, los sirvientes le lavaban los pies a las visitas, como una cuestión básica de educación y de cultura de aquella época, pero en éste caso no sucedió así con Yeshúa, de modo que lo que le está diciendo Yeshúa al fariseo es que no tuvo hospitalidad con Él, la razón fue porque no invitó a Yeshúa con una actitud de humildad, de querer aprender de Él, sino para ver en que se equivocaba, como una cuestión de competencia y de arrogancia pero no porque lo esperara con muchos deseos, ni siquiera entendía el concepto de que el Mesías tenía que sufrir y padecer, por eso el fariseo menospreció a Yeshúa. Otro aspecto era el saludo, culturalmente en Israel se acostumbra a saludar con dos besos por eso Yeshúa le dice que no lo besó y en cambio la mujer desde que llegó no había dejado de besar sus pies; AL QUE MUCHO SE LE PERDONA MUCHO AMA.
Si nosotros no entendemos que nosotros representamos a la mujer adúltera y que el cuerpo de Yeshúa fue entregado por nosotros y que en el tabernáculo estaba expresado el cuerpo de Yeshúa y las ofrendas por el pecado en el tabernáculo expresan el perdón de nuestros pecados, si no entendemos eso, no vamos a dar, no vamos a ser generosos.
∇ – vs.21 – «…Cuyo corazón lo inspiró [literalmente lo «elevó»]. Esto se refiere a quienes llegaron a hacer trabajos de tejeduría, costura, construcción, etcétera. Debido al infe rior estatus social de los israelitas en Egipto, donde no había una clase artesanal de estas características, pues los egip cios no les enseñaban oficios ni les permitían desarrollar sus talentos y destrezas, se dio la circunstancia de que no había artesanos entre los Hijos de Israel. Sin embargo, sí había israelitas que, a pesar de no tener formación al respecto, de manera natural estaban dotados de ciertas destrezas. Fueron ellos quienes se inspiraron y motivaron a sí mismos y se ofrecieron como voluntarios para cualquier cosa que debiera ser realizada, teniendo confianza en que Dios los ayudaría a hacer Su voluntad de manera apropiada (Rambán).
Había dos clases de donantes: aquellos cuyo espíritu los motivaba para donar lo que podían, de manera voluntaria y de todo corazón. Y había asimismo otra clase más noble de gente, cuyo corazón los inspiraba a hacer más de lo que podían dar, pues así de inmenso era su deseo de participar en la edificación del Tabernáculo (OrHaJaím)».
∇ – vs.22 – «…Con las mujeres…» – Según Rambán, ello implica que los hombres fueron secundarios a las mujeres en este esfuerzo. Esto se debió a que la joyería mencionada, en este capítulo sobre todo, fue la que usaban las mujeres y»en tal sentido, la Torá les rinde tributo aquí: ni bien oyeron que eran necesarios metales preciosos, de inmediato se quitaron sus joyas más preciadas y corrieron a ofrecerlas (Rambán, OrHaJaím).
Éxodo 35:23-29 – «Y todo hombre que poseía azul, púrpura o carmesí, o lino fino, o pelo de cabras, o pieles rojas de carneros, o pieles de tejones, lo traía. (24) Todo aquel que alzaba una ofrenda de plata o de bronce, aportaba al donativo para YHVH. Y todo el que poseía madera de acacia para cualquier obra del servicio, la traía. (25) Además, toda mujer con habilidad, hilaba con sus manos y llevaba hilado el azul, el púrpura, el carmesí, y el torzal de lino fino. (26) Todas las mujeres cuyo corazón las había impulsado con sabiduría, tejieron el pelo de cabra. (27) Los magnates aportaron piedras de ónice, piedras de engaste para el efod y para el pectoral, (28) especias y aceite para la iluminación, para el aceite de la unción y para el incienso de las especias. (29) Todo hombre y mujer de los hijos de Israel, cuyo corazón los impulsaba a contribuir en toda la obra que YHVH había ordenado hacer por medio de Moisés, llevaron ofrenda voluntaria a YHVH»
v.25 – «…Hilaban…» – El hilado era una ocupación habitual entre las mujeres de ese tiempo, desde las más ricas hasta las más humildes. Había trabajo para todos en la construcción del tabernáculo y de sus enseres. Dios considera que toda obra realizada para él es de gran valor e importancia, ya sea la contribución de los «príncipes» que trajeron «piedras de ónice» y piedras preciosas y las costosas «especias aromáticas» (vers. 27, 28), o el trabajo de las humildes mujeres que «hilaron pelo de cabra» (vers. 26). Ver en los caps. 25 al 31 las instrucciones detalladas para la construcción del tabernáculo.
v.27 – «…Los magnates aportaron piedras de ónice, piedras de engaste para el efod y para el pectoral…» – Para ser líder se requiere más sacrificio en todo sentido. Así que los privilegios que gozan los jefes son contrastados por sus sacrificios.
v.28 – «...especias y aceite para la iluminación, para el aceite de la unción y para el incienso de las especias…» – Los líderes son los que transmiten la unción al resto – (Hechos 8:14-17; Mateo 25:9b).
v. 29 «…Ofrenda voluntaria…» – El espíritu de generosidad manifestado por el pueblo de Israel debe haber agradado a Dios, porque «Dios ama al dador alegre» (2 Cor. 9: 7). No significa tanto la cantidad que se da (Luc. 21: 3), como el espíritu con el que se lo da (vers. 4). La buena voluntad y la fidelidad son lo que hace aceptable nuestro servicio a Dios, y él nos recompensa de acuerdo con la generosidad del propósito divino.
∇ – vs 27 y 28 «…Los líderes…» – Cuando los israelitas estaban a punto de abandonar Egipto y Moshé les ordenó que solicitaran diferentes objetos de valor de los egipcios, era natura que cada quien los solicitase según su gusto y condición social. Por este motivo, sucedio que los lideres solicitaron piedras preciosas, las que ahora contribuian para la edificación del Tabernáculo. Dado que en tales piedras preciosas se debían inscribir los nombres de las tribus para que ello fuese un memorial ante Dios, era natural que los líderes fuesen quienes deseasen aportarlas para sus respectivas tribus (Jizkuni). Por lo demas, cabe destacar como algo bastante extraordinario que después de tantos meses en el Desierto aún tenían aceite de buena calidad para la Menorá (Ibn Ezra).
Rashi cita a Rabí Natán (BamidbarRabá 12:16), quien hace notar que el vocablo נשאם, líderes, está escrito sin las dos letras ludque normalmente debería llevar נשיאים. Esta forma defectuosa de escribir su título denota una crítica implícita a estos por no haber llevado sus contribuciones sino hasta que todo lo demás había sido ya donado. Aunque esto fue con buena intención, debido a que asumieron que las con tribuciones generales no serían suficientes y esperaron a ver qué es lo que faltaría, de todas maneras la respuesta general fue tan entusiasta que virtualmente no dejó cabida a que los líderes contribuyesen nada. Así, debido a que fueron ‘indolentes’ al no acudir de inmediato, la Torá escribe su título de manera defectuosa -pues si hubiesen tenido tanto fervor por el Tabernáculo como la gente ‘ordinaria’, se hubieran sumado a ese generoso esfuerzo colectivo sin dilación alguna. Sin embargo, al ver que su comportamiento había dejado algo que desear, los líderes no repitieron su error cuando se celebraron las festividades de la dedicación del Tabernáculo: entonces llevaron sus donativos de inmediato (Bamidbar; cap. 7).
∇ – v.29 – «…«Este versiculo no es una repetición del versiculo 21. Lo que la Torah quiere recalcar es que todo el pueblo trajo sus ofrendas demostrando su generosidad y además haciéndolo en nombre de D ‘s y de Su precepto, y no para hacerse ver o demostrar su generosidad ante las persa «las. Lo trajeron en nombre de D’s y no con’ alguna otra finalidad.» (Abarbanel)»
Éxodo 35:30-35 – «Y dijo Moisés a los hijos de Israel: Mirad, YHVH ha llamado por nombre a Bezaleel ben Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá, (31) y lo ha llenado del Espíritu de Dios en sabiduría, inteligencia y ciencia y en toda suerte de obra (32) para proyectar diseños, para labrar el oro, la plata y el bronce, (33) y en talla de piedras para engastes, y para entallar maderas, para trabajar en toda labor ingeniosa. (34) También ha dotado su corazón para enseñar, tanto él como Oholiab ben Ahisamac, de la tribu de Dan, (35) a los cuales ha colmado el corazón de talento para que hagan toda obra de artesanía y de diseño, de bordado en azul y en púrpura, en carmesí y en torzal de lino fino, y de tejedor y hábil diseñador para toda clase de obra primorosa»
v.30 – «…YHVH ha llamado por nombre a Bezaleel ben Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá…» – Según Rashí, Jur fue hijo de Miryam, la hermana de Moshé. Betsalel es una figura profética del Mesías que finalmente construirá el templo, como está escrito en 1 Crónicas 17:12:
“El me edificará una casa, y yo estableceré su trono para siempre”