Shalom amados en el Mesías nuestro Señor y Rey de reyes.
Hoy vamos a compartirles un concepto que ha perdido su esencia en los dos últimos milenios, se trata de lo que se conoce como la “Ira de Dios” y que aparece de esa forma traducido en las versiones de habla hispana.
La primera vez que aparece la palabra ”ira” con relación al Todopoderoso, es en éxodo 4:14.
(Ex 4:14 [BXT-III]) – «Entonces la ira de YHVH se encendió contra Moisés, y dijo: ¿No es Aarón el levita tu hermano? Yo sé que ciertamente él hablará, y también he aquí, él sale a tu encuentro. Cuando él te vea, se alegrará en su corazón»
וַיִּֽחַר־ אַ֨ף יְהוָ֜ה בְּמֹשֶׁ֗ה וַיֹּ֙אמֶר֙ הֲלֹ֨א אַהֲרֹ֤ן אָחִ֙יךָ֙ הַלֵּוִ֔י יָדַ֕עְתִּי כִּֽי־ דַבֵּ֥ר יְדַבֵּ֖ר ה֑וּא וְגַ֤ם הִנֵּה־ הוּא֙
La parte en rojo se translitera: Vayijar-af YHVH beMosheh
Literalmente sería así:
“Y se encendió la nariz de Hashem por Moshé.”
Donde “yijar” es una conjugación en pasado del verbo jarah, que significa calentar o encender. La palabra af, sin embargo, no signfica ”ira” o ”enojo” sino simplemente nariz.
De modo que no debemos leer de ahora en adelante ”se encendió la ira de Hashem” sino simplemente que se encendió su nariz.
Pero… ¿Qué significa que se le encendió o se le calentó la nariz?.
Debemos entender que estamos ante una expresión idiomática o hebraísmo, luego no hablamos de algo literal, que a Adonay se le caliente la nariz y le salga humo de ella… Como en español diriamos “vete a freir morcilla” que lo usamos para decir a una persona muy molesta que nos deje tranquilos, no para que literalmente vaya y se fría unas morcillas… Pues en hebreo hay expresiones también por el estilo, como es este el caso.
Vamos a buscar entonces en las escrituras el significado de esta expresión.
(1Cr 13:9-10 [BXT-III]) – «Pero cuando llegaron a la era de Quidón, Uza extendió su mano al Arca para sostenerla, porque los bueyes tropezaban. Y la ira de YHVH se encendió contra Uza y lo hirió, porque había extendido su mano al Arca, y murió allí delante de ’Elohim»
Aqui aparece de nuevo la misma expresión, marcada en rojo, y vemos que sucede un hecho que puede resultar ”exagerado” para algunos. Había una ordenanza en la Torah que indicaba que solo los levitas santificados podían tocar los utensilios sagrados del tabernáculo, como es el caso del arca del pacto, y de hecho la cogían mediante unas barras de madera, ni siquiera la tocaban directamente, y esta se cubría con un manto cuando era transportada. Resulta que Uza no era levita, y al no haber los israelitas cumplido la ordenanza correctamente, sino que usaron unos bueyes para transportar el arca, cometieron una imprudencia – (Leer 1 Crónicas 15:11-15, donde David instruye a que no se vuelva a repetir este caso).
Esto nos enseña una lección muy interesante, la escritura y sobre todo la Torah está llena de sombras y figuras que usó Adonay para instruirnos. En primer lugar, nadie se puede acercar al Dios de Israel, y menos a su Templo, si no está santificado (apartado del mal), ”Dios es fuego consumidor” – (Hebreos 12:29).
(Sal 15:1-3 [BXT-III]) – «Oh YHVH, ¿quién habitará en tu Tabernáculo? ¿Quién morará en tu santo monte? El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón.
El que no calumnia con su lengua, Ni hace daño a su prójimo, Ni hace agravio a su conciudadano (…)»
Ahora bien, tenemos que aclarar una cosa. La razón por la que estamos separados de El, no es que Dios sea duro o inaccesible. Sino que nosotros nos hemos apartado de El, voluntariamente:
(Is 59:1 [BXT-III]) – «…He aquí que no se ha acortado la mano de YHVH de modo que no puede salvar, Ni su oído se ha endurecido de modo que no puede oír.
Son vuestras transgresiones las que se interponen entre vosotros y vuestro Dios; Son vuestros pecados los que os ocultan su rostro, e impiden que os oiga;
Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, Y vuestros dedos de iniquidad; Vuestros labios dicen mentiras, Y vuestras lenguas murmuran perversidades.
Nadie pleitea con justicia, Nadie juzga con rectitud; Se apoyan en la mentira, afirman la falsedad, Conciben engaños y dan a luz la maldad…»
Aqui podemos empezar a entender lo que es la expresión ”calentarse la nariz”, y para ello vamos a introducir el concepto conocido en la sociedad actual de ”alergia” o ”reacción alérgica” .
Sabemos que Dios es incompatible con el pecado, como vemos en este pasaje del profeta. Cuando nosotros tenemos alergía a algun animal en concreto o alguna sustancia, al ponernos en contacto con ella, nuestro cuerpo (el sistema inmune) reacciona para eliminar todo rastro de ella, porque es incompatible. De la misma manera Dios cuando se pone en contacto con el pecado, produce de un modo alegórico esa reacción contra ese elemento, por eso en hebreo la expresión “calentura de nariz” o “encender la nariz” se refiere a que Dios (que es la vida) en esencia no puede tolerar un elemento nocivo y que conduce a la muerte, como es el pecado, y como consecuencia Dios reacciona para eliminar ese mal ¿Como? “Estornudando” O bien se oculta, apartándose, como describe Isaías, o simplemente lo destruye directamente.
Por eso no vemos a Dios físicamente, por eso El se ha apartado, para que no muramos, porque somos pecadores por naturaleza desde la caída de Adán y la apariencia de Dios es como el Sol, mas brillante aun, para que nos hagamos una idea…. Como Dios le dijo a Moshé:
(Ex 33:20 [BXT-III]) – «…Dijo también: No podrás ver mi rostro, pues no me verá el hombre y vivirá…»
De modo que cuando Uza toca el arca que se estaba cayendo, tocó algo que no le correspondía, y esa falta de santidad y de respeto a lo sagrado en Uza es lo que provocó la reacción alérgica de Hashem , y la muerte de Uza.
¿Qué representaba el arca?
El trono de Dios o sea su Reino y por analogía su pueblo, estaba en el lugar santísimo, y sobre el arca descansaba la shejiná (Presencia divina, su gloria) … De la misma manera que nosotros no podemos acercarnos a donde está Dios (el Cielo) porque seriamos consumidos por su gloria… asi también nadie podía tocar lo sagrado sin estar santificado. A añadir también que ese acto de Uza fue un acto de presunción y desconfianza hacia el Eterno, como si El no cuidara de lo suyo y permitiera que su propia arca (su Trono, su Reino, su Pueblo) cayerá al suelo y sufriera daño. Esto nos enseña que Hashem cuida de que sus propósitos se lleven a cabo en la tierra y su Reino prospere sin necesidad de intervención humana alguna (salvo en casos en los que El requiera de ello).
Afortunadamente Dios a través del mesías Yehoshúa nos ha reconciliado y abierto un camino para volver a estar con El en un futuro no muy lejano. El hace habitar su presencia en nuestro templo, que es el cuerpo. Porque sabemos que Dios es fuego consumidor, pero solo para los que no confian en El. Para los que confian en El , el Señor es amor inextinguible, inmutable y fidedigno:
(Cnt 8:7 [BXT-III]) – «…Las muchas aguas no podrán apagar el amor, Ni los ríos podrán extinguirlo. Si uno diera por el amor todas las riquezas de su casa, De cierto sería menospreciado…»
Dios no se enoja o se enfada con nosotros, y se desahoga mandando sus juicios… “No hay enojo en mi” – (Isaias 27:4).
Por eso todo acto de Dios es amor entrañable y misericordia. Baruj Hashem, bendito sea su nombre. Shalom javerim (amigos) nos vemos en un próximo artículo. Lehitraot.
(Fuente: http://www.Sendasantiguas.es)