Éxodo 38:1-7 – «…Igualmente hizo de madera de acacia el altar del holocausto; su longitud de cinco codos, y su anchura de otros cinco codos, cuadrado, y de tres codos de altura. (2) E hizo sus cuernos a sus cuatro esquinas, los cuales eran de la misma pieza, y lo cubrió de bronce. (3) Hizo asimismo todos los utensilios del altar; calderos, tenazas, tazones, garfios y palas; todos sus utensilios los hizo de bronce. (4) E hizo para el altar un enrejado de bronce de obra de rejilla, que puso por debajo de su cerco hasta la mitad del altar. (5) También fundió cuatro anillos a los cuatro extremos del enrejado de bronce, para meter las varas. (6) E hizo las varas de madera de acacia, y las cubrió de bronce. (7) Y metió las varas por los anillos a los lados del altar, para llevarlo con ellas; hueco lo hizo, de tablas…»
Los vers. 1-8 tienen que ver con los muebles del atrio (ver com. caps. 27: 1-5; 30: 18).
El altar del holocausto estaba hecho de madera de acacia recubierta de bronce. Medía 5 codos de largo, de 5 codos de ancho y de 3 codos de alto (v. 1; = 2.25 m. x 2.25 m. x 1.35 m. aprox.). El altar era hueco, hecho de tablas (v. 7) y tenía aros de bronce con las varas recubiertas de bronce para transportarlo (vv. 6, 7); también, la rejilla era de bronce (v. 4). Posiblemente se llenaba el hueco con tierra para proteger la madera del calor del fuego y para conformarse a la ley antigua del altar (ver 20:24).

Holocausto es la palabra hebrea olá ייָּלכ que significa que sube. Según la tradición hebrea, uno de los milagros que se podían presenciar todos los días en el templo era que el humo que salía del altar de los sacrificios subía totalmente en forma vertical, y que no importaba que hubiera aire, el humo subía totalmente derecho.
El Holocausto representa una entrega de nuestra vida a Dios y si es un holocausto total, la entrega de nuestra vida es sin reservas.
Pablo expresa estas palabras en la carta a los Romanos:
Rom 12:1 – «…Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional…»
v.2 – «…E hizo sus cuernos a sus cuatro esquinas…» –
Se consideraba que los cuernos (v. 2) eran sagrados y alguien podía, asiéndose de ellos, obtener refugio de los que le buscaban la vida (ver 1Ki_1:50; 1Ki_2:28).

Los cuernos representan los cuatro ángulos de la tierra, estos tienen que ver con el pueblo disperso en todo el mundo, entonces a nivel práctico se usaban para atar a la víctima.
¿Para qué era el altar de bronce?
Para presentar los sacrificios, era como un asador de carne para quemar los sacrificios.
(Para mas información sobre el mobiliario ver nuestros estudios sobre El Tabernáculo)
Éxodo 38:8 – «…También hizo la fuente de bronce y su base de bronce, de los espejos de las mujeres que velaban a la puerta del tabernáculo de reunión…»
Entre el tabernáculo de reunión y el altar de holocausto colocaban una fuente de bronce. Antes de acercarse al altar para servir o para entrar en el tabernáculo los sacerdotes se lavaban las manos y los pies (30:19-21). La ceremonia simbolizaba la purificación de los sacerdotes; con las manos se trataban elementos sagrados y con los pies caminaban sobre tierra santa (ver 3:5).

Los espejos no se mencionan antes de este versículo, pero solían hacerse de bronce prolijamente lustrado, y tenían forma redonda u ovalada. Tales espejos eran usados por las mujeres egipcias, como también por las mujeres de los otros países orientales, desde épocas muy remotas. Puesto que no se registra ninguna orden de Moisés que dispusiera que las mujeres entregaran sus espejos, ellas deben de haberlos ofrecido con un loable espíritu de consagrada abnegación. Es evidente que los espejos eran de gran valor para sus dueñas, y su dedicación a Dios fue un excelente ejemplo de consagración con sacrificio – (Mat. 26: 6-13). Estas piadosas mujeres estimaban más el adorno del espíritu que el adorno de la apariencia externa – (1 Ped. 3: 1-5). Su dádiva testificaba que amaban más a Dios que lo que se amaban a sí mismas.
Según Rashí, cuando los maridos estaban fatigados por el duro trabajo en Egipto, las mujeres les llevaban comida y bebida para alimentarlos. Tomaban consigo los espejos y cada una se miraba juntamente con su marido en el espejo y así incitaba a su marido para sentir deseo sexual y así poder tener más hijos para que el pueblo se multiplicara. Según Rashí, aquí no se habla de mujeres que servían en el tabernáculo sino de las mujeres que se reunieron junto a la puerta para aportar su donación.
∇ – Comentario de Rashí – “De los espejos de la mujeres congregadas; las hijas de Israel tenían en su posesión espejos de cobre en los cuales se miraban cuando se adornaban además de todo lo demás que aportaron las mujeres no se abstuvieron de aportar incluso éstos espejos para la contribución del tabernáculo, pero Moshé, los rechazó porque los espejos son hechos para incitar la inclinación al mal; entonces El Santo Bendito Es le dijo: Acéptalos, pues esos espejos me son más queridos a mí que todo lo demás que han aportado ya que por medio de los espejos las mujeres fundaron legiones de israelitas en Mitzraín (Egipto), esto ocurrió así: cuando sus maridos estaban fatigados a causa de la dura labor de la esclavitud ellas se iban donde ellos estaban y les llevaban comida y bebida y los alimentaban, tomaban consigo los espejos y cada una de ellas se miraban en el espejo junto con su marido, incitándolo con sus palabras y diciéndole, yo soy más bella que tú, de éste modo atraían a sus maridos al sentir deseo sexual por ellas, por lo que tenían relaciones íntimas con ellos, a consecuencia de esto quedaban embarazadas y daban a luz ahí mismo como se declara: “bajo el manzanero te excité” a éstos espejos hace referencia lo dicho en éste versículo con los espejos de las congregadas. Y la fuente que quedó hecha con ellos, ya que su función era hacer la paz entre el marido y la mujer, pues de las aguas que había en su interior se daba a beber a la mujer cuyo marido había tenido celos de ella advirtiéndole que no se encerrase con otro hombre, a pesar de eso ellas se habían encerrado”.
Continúa el comentario con lo que relata en Número capítulo 5 respecto de la ley de los celos; que refiere que cuando un esposo estaba celoso de su mujer, a la mujer le daban a beber del agua de ésta fuente y si la mujer había sido infiel, la mujer se moría; lo cual es muy interesante porque justamente en Efesios capítulo 5 dice que Yeshúa lavó a su esposa con el agua de la Palabra, la analogía de Israel como la esposa adultera y Yeshúa nos lava con el agua de su Palabra.
Por ello es interesante el comentario del rabino Rashí, aclarando que eso es tradición, lo que no quiere decir que efectivamente sea así, simplemente en la Toráh no hay una explicación del porqué los espejos, por lo que esto sólo nos vale como una explicación de acuerdo a la tradición judía.
∇ – «El lavatorio «Klor» era un gran cuenco de cobre en el Patio del Tabernáculo en el cual se requería de los Cohanim que se laven las manos y pies antes de realizar el servicio.
Este no fue hecho de cobre a partir de las contribuciones voluntarias, puesto que el Lavatorio no está mencionado más adelante (vs 30-31) entre los objetos que fueron hechos de este material. Esto lo derivamos del hecho de que nuestro versículo nos dice que el Lavatorio fue fabricado exclusivamente a partir de las laminillas de cobre -muy brillantemente pulidas- que las mujeres usaban como espejos en aquellas épocas.
Cuando se lanzó la convocatoria para las contribuciones, las mujeres llegaron con sus espejos de cobre y los apilaron ante la residencia de Moshé, la que hasta antes de la edificación del Tabernáculo era conocida como la Tienda de Reunion (33:7). Sin embargo, Moshé quería rehusarse a aceptar tales donativos para el Tabernáculo debido a que los mismos habían sido usados para despertar deseos libidinosos en la intimidad. Pero Dios le dijo que se equivocaba, debido a que esos mismísimos espejos habían sido fundamentales para la supervivencia de la nación anteriormente. Nuestros Sabios nos enseñan que, en Egipto, los hombres solían llegar a sus casas exhaustos luego de un día de trabajo arduo en los campos y las mujeres empleaban tales espejos para inspirarlos a continuar una vida conyugal normal. Gracias a estos, multitudes de niños israelitas habìan nacido. Por ello, Dios dijo que no solamente deben ser aceptados los espejos, sino que, además, los mismos serían lo único de lo que se haría el Lavatorio. [Y la razón por lo que la Torá no estipule dimensión o medida alguna del mismo es que todos y cada uno de tales espejos debían ser utilizados en su hechura independientemente de cuán grande resultase; así de sacros eran -Ibn Ezra].
En tal sentido, el Lavatorio era efectivamente único en su género porque en el futuro su agua sería usada para hacer la paz entre el hombre y la mujer, probando la inociencia de mujeres falsamente acusadas de adulterio (Bamidbar 5:17,28). Es decir, los implementos que habían unido a hombres y mujeres en Egipto eran ahora usados exclusivamente para fabricar el utensilio que acabaría con sospechas en el matrimonio (Rashí)».
∇ – «…Que se reunieron…» – Las mujeres se congregaron en la tienda de Moshé para llevar sus espejos (Rashí). En efecto, las mujeres siempre se habían congregado en derredor de su tienda para rezar y oír las enseñanzas de Dios (Onkelos) y para deshacerse de tentaciones y bajos placeres de este mundo (Ibn Ezra)».
Éxodo 38:9-20 – «…Hizo asimismo el atrio; del lado sur, al mediodía, las cortinas del atrio eran de cien codos, de lino torcido. (10) Sus columnas eran veinte, con sus veinte basas de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata. (11) Y del lado norte cortinas de cien codos; sus columnas, veinte, con sus veinte basas de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata. (12) Del lado del occidente, cortinas de cincuenta codos; sus columnas diez, y sus diez basas; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata. (13) Del lado oriental, al este, cortinas de cincuenta codos; (14) a un lado cortinas de quince codos, sus tres columnas y sus tres basas; (15) al otro lado, de uno y otro lado de la puerta del atrio, cortinas de quince codos, con sus tres columnas y sus tres basas. (16) Todas las cortinas del atrio alrededor eran de lino torcido. (17) Las basas de las columnas eran de bronce; los capiteles de las columnas y sus molduras, de plata; asimismo las cubiertas de las cabezas de ellas, de plata; y todas las columnas del atrio tenían molduras de plata. (18) La cortina de la entrada del atrio era de obra de recamador, de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; era de veinte codos de longitud, y su anchura, o sea su altura, era de cinco codos, lo mismo que las cortinas del atrio. (19) Sus columnas eran cuatro, con sus cuatro basas de bronce y sus capiteles de plata; y las cubiertas de los capiteles de ellas, y sus molduras, de plata. (20) Todas las estacas del tabernáculo y del atrio alrededor eran de bronce…»
Con respecto a los vers. 9-20, ver com. cap. 27: 9-19.
El atrio era rectangular. Los lados sur y norte medían 100 codos (45 m. aprox.) y tenían 20 pilares en cada lado para sostener las cortinas. Las cortinas medían 5 codos (2.25 m. aprox.) de alto. Los lados oeste y este (la entrada) medían 50 codos cada uno (22.5 m. aprox.). El lado oeste tenía 10 pilares (27:12). El lado del este tenía dos mamparas de 15 codos (6.75 m. aprox.), uno en ambos lados (27:13-15); además, en el medio había una puerta de entrada que medía 20 codos (9 m. aprox.). La puerta tenía una cortina de material azul, de púrpura, de carmesí y de lino torcido, obra de bordador (27:16).
Los pilares y sus bases eran de bronce (nótense las tres categorías de materiales que reflejaban los grados de santidad del tabernáculo: el atrio, el lugar santo, y el lugar santísimo; bronce, plata, y oro); estaban ceñidos de plata, los ganchos eran de plata (v. 17) y sus capiteles estaban recubiertos de plata (v. 17). Usaban estacas de bronce (27:20), evidentemente para asegurar los pilares; sogas o cuerdas atadas a estacas metidas en la tierra servían de amarraderos.
¿Cómo se obtenía el lino torcido?
El lino se obtenía machacando la flor de donde se obtenía el lino.
Así como Bezaleel hizo todas las cosas que el Señor mandó a Moisés, de la misma manera Yeshúa ha cumplido todo lo que Dios dijo a través de Moisés; lo que significa que es una absoluta blasfemia lo que se dice en la cristiandad en el sentido de que ya no hay que obedecer la ley de Moisés.