30 Al probar Jesús el vinagre, dijo:
International Bible Society, Nueva Versión Internacional (East Brunswick, NJ: Sociedad Bı́blica Internacional, 1979), Jn 19:30.
—Todo se ha cumplido (consumado es).
Luego inclinó la cabeza y entregó el espíritu.
Dadas las fechas que estamos celebrando (La Pascua) quisiera examinar un poco lo que los evangelios nos relatan de las ultimas palabras de Jesús, Los evangelios relatan que Jesús antes de morir dio un gran grito (previamente dio uno: “Elí, Elí, ¿lama sabactani?”), pero el grito final es descrito por el evangelio de Juan detalladamente, vemos como Jesús murió con el grito del Vencedor en los labios «Consumado es». No es el gemido del vencido, ni el suspiro de la paciente resignación. Es el reconocimiento triunfante de que ya ha realizado plenamente la obra que vino a hacer. 78
“Consumado es” es una traducción de la palabra griega tetelestai τετέλεσται, el tiempo perfecto de indicativo pasivo de la palabra telos τέλος, que suele significar terminar; para completar; llegar a una conclusión; para completar; para lograr; para cumplir; o para terminar, (c.f, para otros usos ver articulo: ¿El fin de la ley es cristo?).
La palabra que ha sido traducida como “consumado es” en la mayoría de Biblias, en griego es “tetelestai” τετέλεσται. Esa expresión es referencia a la palabra “Nishlam” נִשְׁלָם que en hebreo algunos afirman que el Sumo Sacerdote exclamaba ?¿ cuando se sacrificaba el ultimo cordero de la Fiesta de la Pascua*1, aquel cordero que había sido escogido y seleccionado cuidadosamente por no tener ningún defecto.
La palabra hebrea Nishlam נִשְׁלָם se usa para declarar que una deuda ha sido pagada completamente, es quedar a paz y salvo. Una deuda que era impagable, ha sido pagada en su totalidad.
Un término nifal del verbo Shalam, que significa pacificar o culminar*2 (como Shalom, que es Paz). Las cosas todavía no están pacificadas, vivimos inmersos en la gran discordia de la historia y de la vida, esperando el Shalom, que es la paz. Pues bien, culminado su camino, poniendo su vida en manos de Dios, Jesús dice Nishlam: Todo ha sido «pacificado». Así ha entendido esta expresión la carta a los Efesios, donde se dice que Cristo en la Cruz pacificó todas las cosas, de manera que los antes enemigos pueden ya reconciliarse (Ef 2:11-21).
Por eso, el Mesías al estar en la cruz exclamó: ¡Nishlam! En referencia a que Él había pagado nuestra deuda que teníamos ante Dios, ahora el nos a reconciliado y por lo cual íbamos a ser condenados. La deuda impagable, fue cancelada en su totalidad por nuestro Mesías, pues Él la pagó con su propia vida.
Un erudito señala que todo lo que ha alcanzado el telos ha llegado a su plenitud, madurez o perfección. Había muchos matices en esta palabra, pero cuatro de ellos tienen un gran significado con este momento decisivo del sacrificio de Cristo. Aquí hay cuatro aplicaciones específicas de las últimas palabras de Jesús en la cruz.
- Consumada es la obra/voluntad del Padre, la que había venido a hacer (Juan 6:38).
- Consumados y plenos son los sacrificios expiatorios/reconciliatorios (Heb 9:12).
- Consumada es la deuda, pagada esta (Col 1:14), (El termino tetelestai se empleaba en el mundo griego para saldar una deuda monetaria).
- Consumadas son las profecías que señalan la obra del Cordero de Dios prescritas en el pacto de los antiguos (A.T) algunas descritas explícitamente con el termino «para que se cumpliese la escritura».
Sobre este ultimo punto quisiera compartir una cita extraída de un sermon de C.H. Spurgeon en el Tabernáculo Metropolitano de Newington, Londres que dice lo siguiente:
Y después dijo: “Consumado es.” Esto nos conduce a ver su significado claramente, que toda la Escritura se había cumplido ahora; que cuando dijo: “Consumado es,” el Libro entero, desde el principio hasta el fin, tanto en la ley como en los profetas, todo había sido consumado en Él.
No hay una sola joya de promesa, desde esa primera esmeralda que cayó en el umbral del Edén, hasta la última piedra de zafiro de Malaquías, que no haya estado incrustada en el pectoral del verdadero Sumo Sacerdote. Es más, no hay ningún tipo, desde la vaca alazana hasta la tórtola, desde el hisopo hasta el propio templo de Salomón, que no se haya cumplido en Él; y ni una sola profecía, ya sea que hubiera sido dada junto al río Quebar, o en las márgenes del Jordán; ningún sueño de los sabios, ya sea que lo hubieran soñado en Babilonia, o en Samaria, o en Judea, que no haya sido obrado con plenitud en Cristo Jesús.
Y, hermanos, ¡qué cosa tan maravillosa es que una multitud de promesas, y profecías, y tipos, aparentemente tan heterogéneos, se hayan cumplido todos en una persona! Supongamos que quitáramos a Cristo por un momento, y que le diera el Antiguo Testamento a cualquier sabio de la tierra, diciéndole: “Toma esto; esto es un problema; vete a casa y construye en tu imaginación un carácter ideal que se ajuste con exactitud a todo lo que fue prefigurado aquí; recuerda, debe ser un profeta como Moisés, y también un campeón como Josué; debe ser un Aarón y un Melquisedec; debe ser tanto David como Salomón, Noé y Jonás, Judá y José. Es más, no debe ser únicamente el cordero que fue inmolado, y el chivo expiatorio que no fue inmolado, la tórtola que era sumergida en sangre, y el sacerdote que sacrificaba al ave, sino que debe ser también el altar, el tabernáculo, el propiciatorio, y el pan de la proposición.”
Es más, para confundir todavía más a este sabio, le recordamos las profecías tan aparentemente contradictorias, que uno pensaría que no se podrían conciliar nunca en un solo hombre. Como estas: “Todos los reyes se postrarán delante de él; todas las naciones le servirán;” y sin embargo, es “Despreciado y desechado entre los hombres.” Debe comenzar por mostrar a un hombre nacido de una madre virgen: “He aquí que la virgen concebirá, y dará a luz un hijo.” Debe ser un hombre sin mancha ni arruga, y sin embargo alguien en quien el Señor concentra las iniquidades de todos nosotros. Debe ser alguien glorioso, un Hijo de David, y sin embargo, debe ser una raíz de tierra seca.
Ahora, y lo digo sin ningún temor, si todos los más grandes intelectos de todas las edades se pusieran a resolver este problema, a inventar otra clave para los tipos y las profecías, no podrían hacerlo. Los veo, hombres sabios, ustedes están descifrando estos jeroglíficos; alguien sugiere una clave, y abre dos o tres de estas figuras, pero no puede proseguir, pues la siguiente figura lo desconcierta. Otro estudioso sugiere otra clave, pero resulta que falla allí donde es más necesaria, y otro, y otro, y así estos maravillosos jeroglíficos trazados antaño por Moisés en el desierto, deben quedar sin explicación, hasta que alguien pasa al frente y proclama: “La cruz de Cristo, Hijo de Dios encarnado;” entonces todo se aclara, de tal forma que uno que corre puede leer y un niño puede entender.¡Bendito Salvador! En Ti vemos cumplido todo lo que Dios habló desde el principio por medio de los profetas; en Ti descubrimos que todo ha sido consumado con plenitud, todo aquello que Dios había establecido para nosotros en la sombría niebla del humo sacrificial. ¡Gloria sea dada a Tu nombre! “Consumado es,” todo está compendiado en Ti.
Carlos H. Spurgeon y Allan Román, Sermones de Carlos H. Spurgeon (Bellingham, WA: Logos Research Systems, Inc., 2008).
Cita del mismo sermón otra ilustración de lo acontecido en el evangelio:
Así, cuando el Salvador clamó: “Consumado es,” había derrotado al Pecado y a Satanás; igualmente había vencido a la Muerte. La muerte había venido en Su contra, como lo expresa Christmas Evans, con su dardo encendido que hundió en el Salvador, hasta el punto fijado en la cruz, y cuando intentó sacarlo de nuevo, dejó allí su aguijón. ¿Qué más podía hacer? Estaba desarmado. En ese instante Cristo liberó a algunos de sus prisioneros; pues muchos de los santos se levantaron y fueron vistos por muchas personas: entonces le dijo: “Muerte, te arrebato tus llaves; debes vivir todavía un poco de tiempo más, para ser el guarda de esas camas en las que dormirán mis santos, pero dame tus llaves.” Y ¡he aquí!, el Salvador tiene hoy las llaves de la muerte que cuelgan de Su cinturón, y espera la hora que vendrá de la que nadie sabe nada, cuando la trompeta del arcángel sonará como las trompetas de plata del Jubileo, y entonces Él dirá: “Suelta mis cautivos.” En ese momento las tumbas serán abiertas en virtud de la muerte de Cristo, y los cuerpos de los santos vivirán otra vez en una eternidad de gloria.
Carlos H. Spurgeon y Allan Román, Sermones de Carlos H. Spurgeon (Bellingham, WA: Logos Research Systems, Inc., 2008).
Por tanto este hecho es altamente importante, somos perdonados y completamente libres de deudas, pero tambien somos libres de la muerte final. “PAGADO POR COMPLETO” ha sido estampado en nuestro registro pecaminoso y sentenciario porque Jesús pagó el precio de nuestra redención con Su propia sangre.
Isaías dijo: “Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y llevó nuestros dolores; nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras transgresiones, molido por nuestras iniquidades: el castigo de nuestra paz fue sobre él; y con su llaga fuimos nosotros curados” (Isaías 53:4,5). Así que recuerda:
- Si te consume el dolor, recuerda que Jesús llevó tu dolor.
- Si te abruman los dolores, recuerda que Él llevó tu dolor.
- Si estás atrapado en una vida de transgresión, recuerda que Él fue herido por tus transgresiones.
- Si estás viviendo en pecado, puedes ser perdonado porque Él fue molido por tus iniquidades.
- Si estás atormentado y no tienes paz, recuerda que Él fue castigado por tu paz.
- Si estás física o mentalmente enfermo, recuerda que Él fue herido para tu curación.
Jesús pagó la precio nuestra salvación, por nuestra liberación, por nuestra sanidad física, y por nuestra co restauración completa. Cuando el precio de tu perdón fue completo, Jesús inclinó la cabeza y murió.
El detalle de inclinar la sólo menciona Juan, y que posiblemente sea el toque de un testigo ocular. Quizá merezca la pena señalar que la misma expresión se utiliza para referirse a acostarse: «el Hijo del hombre no tiene donde reclinar la cabeza» (Mt. 8:20; Lc. 9:58). Mateo y Lucas tienen ποῦ τὴν κεφαλὴν κλίνῃ, mientras que la expresión de Juan es κλίνας τὴν κεφαλήν (cama de la cabeza). Ese lugar de reposo para su cabeza que no tenía en la tierra lo encontró en la cruz.
Existe el pensamiento de una muerte pacífica, la muerte de quien confía en su Padre. Beasley-Murray cita un comentario pintoresco de Orígenes diciendo lo siguiente: Jesús «inclinó la cabeza y se despidió en el acto de apoyarla, por así decirlo, en el regazo del Padre, que podía abrigarla y fortalecerla en su seno».
Juan continúa: «y entregó (paredōken) su espíritu». Esta no es la forma habitual de referirse a la muerte.81 De hecho, en ninguno de los cuatro Evangelios se emplea ninguna expresión habitual para describir la forma del final de Jesús. Su relación con la muerte no es la misma que la de otras personas. Quizá sea ir demasiado lejos decir que «despidió su espíritu», pero parece haber un elemento de voluntariedad que no se encuentra en el caso de otros82.
Nadie le arrebató la vida; tenía autoridad para entregarla por su propia voluntad (Juan 10:17, 18), el acto culminante de obediencia filial (Juan 8:29; 14:31). (La sugerencia de algunos que esto significa que entregó el Espíritu Santo a sus seguidores se contradice por el flujo del argumento en el cap. 20).
Uno de los mejores resúmenes del significado de la muerte de Jesús, un pequeño poema de S. W. Gandy, es particularmente apropiado aquí, porque refleja el uso que Juan hace de la ironía para ayudar a sus lectores a ver:
He hell in hell laid low;
Made sin, he sin overthrew;
Bowed to the grave, destroyed it so,
And death, by dying, slew.
El infierno en el infierno derribó;
Hecho pecado, el pecado derribó;
Inclinó a la tumba, así la destruyó,
Y la muerte, al morir, mató
- Notas:
77 En griego se trata de una palabra, τετέλεσται, que es otro de los términos ambiguos de Juan. Podría significar que la vida de Jesús había terminado (es decir, que estaba a punto de morir). Esto es parte del significado, pero es muy improbable que sea todo el significado. Más importante es la verdad de que la obra de Jesús estaba terminada. El vino a hacer el trabajo de Dios, y esto significó morir en la cruz por la salvación del mundo. Esta poderosa obra de redención ha llegado a su consumación. Está terminada. La misma palabra se utilizó en el v. 28 (NVI, «se completó»); la repetición da énfasis.
78 Anton Baumstark ve en esto el punto central para Juan: «En la mente del gran Apóstol de Asia Menor, San Juan, el Discípulo Amado, que permaneció bajo la Cruz del Maestro moribundo hasta el Consummatum est final, ni siquiera la Resurrección pudo añadir nada al recuerdo de aquel grito triunfante» (Comparative Liturgy [Londres, 1958], p. 174). A. Corell puede decir: «Seguramente no es exagerado pensar que τετέλεσται es la palabra clave del Cuarto Evangelio, la clave para la solución de su problema teológico.» Y prosigue: «Todo el Cuarto Evangelio es realmente el relato de la muerte de Jesús considerada como un hecho escatológico» (Consummatum Est [Londres, 1958], p. 106). Así también Marsh: «Nunca se insistirá demasiado en que para Juan la cruz es el instrumento y el punto de la victoria, no el punto de la derrota que hay que invertir en la mañana de Pascua.»
81 παρέδωκεν τὸ πνεῦμα. De la Potterie señala que esta expresión no se utiliza nunca en ningún otro lugar para morir (p. 163). Bernard señala que el hebreo de Isa. 53,12, «derramó su alma hasta la muerte», bien podría traducirse παρέδωκεν εἰς θάνατον τὴν ψυχὴν αὐτοῦ. Piensa que Juan bien puede estar aludiendo a este pasaje. Sigue sosteniendo que el verbo παραδιδόναι «expresa un acto voluntario.»
82 Otra interpretación de esta última frase es que Jesús entregó el Espíritu a los creyentes reunidos junto a la cruz (cf. 7:37-39). Esto me parece muy difícil de sacar del texto, pero Hoskyns, a la luz de I Juan 5:8, lo encuentra «no sólo posible, sino necesario». M. F. Wiles, sin embargo, nos dice que entre los comentaristas patrísticos πνεῦμα aquí «nunca se interpreta del Espíritu Santo» (The Spiritual Gospel [Cambridge, 1960], p. 67). En otro lugar nos dice que la expresión utilizada «se interpreta casi universalmente del carácter esencialmente voluntario de su muerte» (p. 62).
*1 no he encontrado por ningún sitio la fuente que verifique esta teoría, puede haber sido inventada por alguna persona, quizas Rick Renner o otros anteriormente a el..
*2 Xavier pikaza – https://www.religiondigital.org/el_blog_de_x-_pikaza/Consummatum-est_7_2113958591.html
Finalmente me gustaria recomendarles un libro sobre la obra de Cristo en el madero titulado: La cruz de Cristo por John Stott
Muy bueno pero quedo incompleta. ¿Podrían volverlo a reenviar? Gracias
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Hola anomar ¿Que quedo incompleta?… saludos
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Muchísima gracias! ¡Que rápido respondieron! Este artículo es buenísimo. Bendiciones, y un abrazo solidario a la distancia a todos desde Puerto Rico.
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