Sobre la parashat Bereshit (La mano de obra del Creador Gen 2:1-3)

«En esta semana estamos estudiando la parashat Parashat 01 Bereshit פרשת בְּרֵאשִׁית se encuentran en: Génesis 1:1 – 6:8 — (Bereshit) significa: “En el principio»

Esta Parasha nos cuenta el relato de la creación del mundo y del hombre, pero algo llama poderosamente la atención al finalizar toda su obra creadora (Gen 2:1-3):

1 Así quedaron terminados los cielos y la tierra, y todo lo que hay en ellos. 2 Al llegar el séptimo día, Dios descansó porque había terminado la obra que había emprendido. 3 Dios bendijo el séptimo día, y lo santificó, porque en ese día descansó de toda su obra creadora.

International Bible Society, Nueva Versión Internacional (East Brunswick, NJ: Sociedad Bı́blica Internacional, 1979), Gn 2.

Estos versículos constituyen una hermosa conclusión del relato de la creación, que se hace eco de los versículos iniciales y los equilibra. 2:1, que menciona «el cielo y la tierra», y 2:3, «que Dios creó», están enlazados quiasticamente con 1:1, y 2:2-3, con su triple mención del descanso de Dios en el séptimo día, se centran en el carácter único de ese día.

El AT tiene dos palabras principales para «trabajo», melāʾ ḵá y ʿaḇō ḏá. La segunda palabra enfatiza la mano de obra bruta y no cualificada. La primera מלאכה -y la que se utiliza aquí- designa la mano de obra cualificada, el trabajo que realiza un artesano o un manual. Tal es la medida de la delicadeza y profesionalidad de la obra de Dios.

מלאכה (melāʾ ḵá) La palabra «trabajo» aparece tres veces en los vv 2-3. Es la palabra habitual para el trabajo humano cualificado (cf. 39:11; Éx 20:9), por lo que resulta un poco inesperado que se describa así la extraordinaria actividad divina implicada en la creación del cielo y la tierra.

La fraseología de Éxodo 40:33, «Y Moisés terminó la obra», es particularmente cercana a este versículo y sugiere que la erección del tabernáculo se está comparando con la creación del mundo por parte de Dios.

El trabajo y la labor nunca han sido considerados malos, más bien son considerados como la ocupación natural del hombre en el mundo. Aun en el estado de inocencia, al hombre, al representante de toda la creación ante Dios (Gn. 2:15ss.), se le dio trabajo que realizar como parte de su existencia normal. Esto es contrario a muchos conceptos modernos que adoptan la actitud de que el hombre debería evitar, y si es posible eludir, el trabajo por ser algo malo.

Al mismo tiempo, la Biblia repite en forma continua que el pecado del hombre ha corrompido y degradado el trabajo. Gn. 3:17s. establece en forma específica que el trabajo, a causa del pecado, cambiará su carácter para transformarse en la causa de la desintegración física final del hombre.

Ésta parecería ser la razón por qué el trabajo, en porciones subsiguientes de la Biblia, a menudo expresa la idea de cansancio. De hecho, este es el tema del Libro de Eclesiastés en que el Predicador establece que toda la labor del hombre, que realiza bajo el sol, es vanidad. El hombre como pecador trabaja sólo con fines mundanos, siendo el resultado un sentimiento de frustración y desesperación, porque finalmente desaparecerá de esta tierra y con él sus obras (Ec. 2). Sólo en la medida que interprete su trabajo bajo la luz de la eternidad cambiará su entendimiento de esto.

Sin embargo el trabajo de Dios es muy diferente al que hoy el hombre natural hace, cuando el hombre redimido trabaja lo hace imitando a Dios quien es el trabajador por excelencia, aunque su obra es una obra mas excelsa y perfecta que la nuestra.

Encontramos como Dios trabaja de diversas maneras en las Escrituras, veamos algunos pasajes:

El SEÑOR cumplirá en mí su propósito. Tu gran amor, SEÑOR, perdura para siempre; ¡no abandones la obra de tus manos!

International Bible Society, Nueva Versión Internacional (East Brunswick, NJ: Sociedad Bı́blica Internacional, 1979), Sal 138:8.

5 Así como no sabes por dónde va el viento ni cómo se forma el niño en el vientre de la madre, tampoco entiendes la obra de Dios, creador de todas las cosas.

International Bible Society, Nueva Versión Internacional (East Brunswick, NJ: Sociedad Bı́blica Internacional, 1979), Ec 11:5.

Estos entre otros muchos mas versículos que hablan de la obra de Dios en muchos ámbitos, nos lleva a un atributo de Dios llamado como la Providencia.

La providencia de Dios significa la acción continua de Dios para conservar su creación y guiarla hasta conseguir los propósitos pretendidos. Conservar significa que Dios mantiene la creación a la que ha dado la existencia. Gobernar significa que Dios está implicado activamente en la consecución de sus propósitos en la creación y que el pecado no puede frustrar estos propósitos.

Hay al menos siete características de la actividad gobernadora de Dios. Aunque la oración no cambia a Dios, pone al cristiano de acuerdo con los propósitos de Dios, permitiendo así que Dios consiga esos propósitos. Dios escoge de vez en cuando contrarrestar la ley natural para cumplir sus propósitos; esto sucede en los milagros. Para un creyente, Dios siempre está presente y activo cuidando de él o de ella.

Mientras que la creación es la obra originaria de Dios con respecto al universo (Su obra), la providencia es su continua relación con él. Por providencia entendemos la continua acción de Dios para conservar la creación a la que él ha dado la existencia, y guiarla hasta conseguir los propósitos pretendidos (su obra constante). En términos de la dinámica diaria de nuestras vidas, por tanto, la providencia tiene en muchos casos mayor pertinencia que la doctrina de la creación. La palabra procede del latín providere, que significa literalmente prever. Pero es más que simplemente saber el futuro. La palabra también tiene la connotación de actuar con prudencia o preparar para el futuro.

La providencia es en cierta manera clave para la conducta de la vida cristiana. Significa que podemos vivir con la seguridad de que Dios está presente y activo en nuestras vidas (El siempre esta obrando). Estamos a su cuidado y por lo tanto podemos afrontar el futuro con confianza, sabiendo que las cosas no suceden por casualidad. Podemos orar, sabiendo que Dios escucha y actúa según nuestras oraciones. Podemos afrontar el peligro, sabiendo que él no está ignorante ni despreocupado.

La doctrina de la providencia a menudo aparece en discusiones de la revelación general y en los argumentos de la teología natural, ya que se preocupa por los aspectos de la obra de Dios que en gran medida son accesibles para todos. Al menos es posible ver la mano de Dios en las obras de la historia y la naturaleza. Aquí, entonces, habrá cierta superposición entre la teología y las áreas de la historia y la ciencia. En la medida en que la historia no sea meramente una crónica de eventos que ocurren, sino también un intento de interpretarlos o encontrar cierto tipo de patrón en ellos, el trabajo de los historiadores puede apoyar la doctrina de la providencia. Pero si los historiadores no ven un patrón, su trabajo contradecirá la doctrina. Es más, la providencia tal como se describe en la Biblia se extiende hasta los eventos inusuales llamados milagros, que parecen de alguna manera desafiar la imagen de regularidad del universo que tiene la ciencia. Por tanto existe la posibilidad de conflicto entre la ciencia y la doctrina cristiana de la providencia.

Se puede pensar que la providencia tiene dos aspectos. Un aspecto es la obra de Dios para conservar la existencia de su creación, manteniéndola y sosteniéndola; a esto se le suele denominar conservación o sustento. La otra es la actividad de Dios guiando y dirigiendo el curso de los acontecimientos para cumplir con sus propósitos. A esto se le denomina gobierno o providencia propiamente dicha. No se debería pensar en la conservación y el gobierno como actos de Dios claramente separados, sino como aspectos distinguibles de su obra unitaria.

Obviamente de estos dos aspectos de la providencia nos daría para hablar mucho pero ya en lo expuesto tenemos un atisbo de como Dios obra para bien de la creación y para bien de sus propósitos que incluyen la buena voluntad para el hombre caído.

Por tanto el Señor trabaja de muchas maneras y formas, no es un Dios estático que solo demanda una pleitesía narcisista y egolatra, es un Dios personal que trabaja para el bien de Su creación, la persevera y la sustenta, a la vez que también refrena el mal muchas veces en su providencia.

Anteriormente mencionamos la similitud lingüística de estos versos en Génesis 2:1-3 de la culminación de la creación divina con la creación del Tabernáculo en el Éxodo 40:33, y estos dos pasajes se relacionan con lo mencionado antes de la providencia, Dios es arquitecto y obrador de la creación y a la vez sustentador guiándola a sus propósitos salvificos (en similitud con el tabernáculo ya que el tabernáculo era el centro de actividad espiritual para Israel).

Para dar cierre a esta reflexión sobre la mano de obra del creador, encontramos una controversia (entre tantas) entre los fariseos y Jesús en Juan 5:16-17:

16 Precisamente por esto los judíos perseguían a Jesús, pues hacía tales cosas en sábado. 17 Pero Jesús les respondía:
Mi Padre aún hoy está trabajando, y yo también trabajo.

International Bible Society, Nueva Versión Internacional (East Brunswick, NJ: Sociedad Bı́blica Internacional, 1979), Jn 5:16–17.

Jesús señala la actividad incesante del Padre. Sin él, todo el universo creado cesaría, y las potencias (su motor) se derrumbarían, de igual manera.

Mas tarde los teólogos de Israel se dieron cuenta de que Dios no dejaba realmente de trabajar incluso en sábado asi como surgio la controversia en Juan. Hay toda una serie de afirmaciones rabínicas (Bernard, I, p. 236; Barrett, p. 213; Dodd, Interpretation, pp. 321-22) en el sentido de que la Providencia Divina permanecía activa tambien el sábado, pues de lo contrario, razonaban los rabinos, toda la naturaleza y la vida dejarían de existir.

En particular, por lo que respecta a los hombres, la actividad divina era visible de dos maneras: los hombres nacían y los hombres morían también en sábado. Puesto que sólo Dios podía dar la vida (2 Reyes 5:7; 2 Mac 7:22-23) y sólo Dios podía ocuparse del destino de los muertos en el juicio, esto significaba que Dios estaba activo el sábado.

Como dijo el rabino Joḥanan (TalBab Taanith 2a), Dios tiene en su mano tres llaves que no confía a ningún agente: la llave de la lluvia, la llave del nacimiento (Gn 30:22) y la llave de la resurrección de los muertos (Ez 37:13). Y era obvio para los rabinos que Dios utilizaba estas llaves incluso en sábado.

Esto nos lleva a ver este ultimo pasaje de Juan, a que la obra de Dios en todas sus magnitudes siempre sera, la obra por excelencia (digna de imitar, e inalcanzable en su magnitud y potencia)… Como dice la carta a los hebreos el es el «obrador por excelencia» u arquitecto…

1 Por lo tanto, hermanos, ustedes que han sido santificados y que tienen parte en el mismo llamamiento celestial, consideren a Jesús, apóstol y sumo sacerdote de la fe que profesamos. 2 Él fue fiel al que lo nombró, como lo fue también Moisés en toda la casa de Dios. 3 De hecho, Jesús ha sido estimado digno de mayor honor que Moisés, así como el constructor de una casa recibe mayor honor que la casa misma. 4 Porque toda casa tiene su constructor, pero el constructor de todo es Dios. 5 Moisés fue fiel como siervo en toda la casa de Dios, para dar testimonio de lo que Dios diría en el futuro. 6 Cristo, en cambio, es fiel como Hijo al frente de la casa de Dios. Y esa casa somos nosotros, con tal que mantengamos nuestra confianza y la esperanza que nos enorgullece.

International Bible Society, Nueva Versión Internacional (East Brunswick, NJ: Sociedad Bı́blica Internacional, 1979), He 3:1–6.

Descansemos en el autor y consumador de nuestra fe, el obrador perfecto quien como afirma Pablo a los filipenses (Fil 1:6):

estando persuadido de esto, que el que comenzó en vosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo

Reina Valera Revisada (1960) (Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas, 1998), Flp 1:6.

Les dejo este canto llamado Way maker relacionado con la obra de Dios, la letra traducida al español diría lo siguiente:

Aquí estás, te vemos mover
Te adoraré
Te adoraré
Aquí estás, obrando en mí
Te adoraré
Te adoraré

Milagroso, abres camino
Cumples promesas, luz en tinieblas
Mi Dios, así eres tú
Milagroso, abres camino
Cumples promesas, luz en tinieblas
Mi Dios, así eres tú

Aquí estás, sanando mi corazón
Te adoraré
Te adoraré
Aquí estás, tocando mi corazón
Te adoraré
Te adoraré

Aquí estás, tocando mi corazón
Te adoraré
Te adoraré (¡Aquí estás!)
Aquí estás, sanando mi corazón
Te adoraré
Te adoraré

Milagroso, abres camino
Cumples promesas, luz en tinieblas
Mi Dios, así eres tú

Así eres tú, así eres tú
Así eres tú, así eres tú
Así eres tú, así eres tú
Así eres tú, así eres tú


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