Luego de haber estado veinte años en el exilio, Jacob finalmente iba en camino de regreso a la Tierra Prometida.
Su retorno marca el momento en que los descendientes de Abraham finalmente dejaron atrás su tierra de origen y su parentela. Esta separación se hizo formal con el “pacto de separación” entre Labán y Jacob (tal como lo vimos en el cap. 31).
Ya no había vuelta atrás. Jacob había quemado el puente por el que podía huir. Ahora no le quedaba más que ir hacia adelante y enfrentar al hermano que lo amenazó de muerte muchos años atrás…
En ese momento, Dios le envió un mensaje de ánimo a Jacob, haciéndole ver que el Señor estaba complacido con su retorno a la Tierra Prometida.
Génesis 32:1-2 – «Y cuando Jacob siguió su camino, los ángeles de Dios le salieron al encuentro. (2) Y al verlos, Jacob dijo: Este es el campamento de Dios; por eso le puso a aquel lugar el nombre de Mahanaim»
Dios les envió ángeles para cuidarlos en su camino.
Salmo 91:9-11 – «Porque has puesto al SEÑOR, que es mi refugio, al Altísimo, por tu habitación. (10) No te sucederá ningún mal, ni plaga se acercará a tu morada. (11) Pues El dará órdenes a sus ángeles acerca de ti, para que te guarden en todos tus caminos»
Salmo 34:7-9 – «El ángel del SEÑOR acampa alrededor de los que le temen, y los rescata. (8) Probad y ved que el SEÑOR es bueno. ¡Cuán bienaventurado es el hombre que en El se refugia! (9) Temed al SEÑOR, vosotros sus santos, pues nada les falta a aquellos que le temen»
Literalmente, Jacob observó que estaba en un campamento doble no estaba solo; Dios tenía un campamento de ángeles con él en Mahanaim.
No era como si los ángeles de Dios solo se acababan de juntar con Jacob. Ellos habían estado con el todo el tiempo. Ahora, Jacob podía ver los ángeles de Dios que estaban con él y le dio mucho ánimo.
Los ángeles, aunque son seres más “altos” que nosotros, son puestos por Dios para servirnos a nosotros (Hebreos 1:14) y ellos nos sirven a nosotros aun como servían a Jesús (Mateo 4:11).
John Paton, un misionero de las islas de Vanuatu, contó como una noche los indígenas hostiles se habían puesto alrededor de las oficinas centrales de su misión, pretendieron quemar la casa para que salieran los Paton y matarlos.
Él y su esposa oraron a través de la noche entera, y cuando al fin amaneció sus atacantes se fueron. Un año después, un jefe de la tribu llegó a ser cristiano, y Paton le preguntó de aquella noche. El jefe contestó: “¿Quiénes fueron todos esos hombres que tenían allí consigo?” El misionero explicó que solamente él y su esposa habían estado allí.
El jefe insistió que había visto a cientos de hombres grandes con ropa y espadas que brillaban caminando alrededor de la oficina central de la misión, así que los indígenas tenían miedo de atacar.
(Billy Graham – Ángeles, Los Agentes Secretos de Dios, página 3).
Aquella noche en las islas NEW HEBRIDES, ciertamente había un campamento doble.
Jacob necesitaba saber que el Señor lo acompañaba en su regreso, ya que iba a encontrarse con su hermano Esaú.
El mundo nos enseña a huir de las dificultades, pero el Señor nos enseña a enfrentar cualquier cosa que se nos ponga delante cuando avanzamos en el camino. Si estamos en la voluntad de Dios, Él nos ayudará a sobrepasar cualquier obstáculo.
- Jacob contacta con su hermano:
Antes de cruzar el río Jordán para entrar a la Tierra Prometida, Jacob se dispuso a contactar a su hermano Esaú.
Para entonces, Esaú no estaba viviendo en la Tierra Prometida. Esaú ya no vivía cerca de sus padres en Hebrón, sino que se había trasladado a Seir. En la Biblia no dice que él fue expulsado de la tierra, sino que se fue por su propia voluntad. Seir era el territorio al sur del Mar Muerto, lo que hoy es el sur de Jordania. Es una tierra bastante desértica, y por ello, despoblada. Esaú tomó ese territorio y lo hizo suyo. El se convirtió en el rey de Seir, y le dio a esa tierra un nuevo nombre: su apodo, Edom (que significa: rojo).
Jacob pudo tratar de pasar desapercibido, pero no lo hizo. Aunque Esaú estaba lejos, Jacob decidió enviarle un mensaje contándole de su regreso. En lugar de “evadir” la confrontación, podría decirse que la provocó. Sin embargo, lo hizo de una forma humilde. Él quería arreglar las cosas con su hermano de una vez por todas.
Génesis 32:3-5 – «Entonces Jacob envió mensajeros delante de sí a su hermano Esaú, a la tierra de Seir, región de Edom. (4) Y les dio órdenes, diciendo: Así diréis a mi señor Esaú: Así dice tu siervo Jacob: He morado con Labán, y allí me he quedado hasta ahora. (5) Tengo bueyes, asnos y rebaños, siervos y siervas; y envío a avisar a mi señor, para hallar gracia ante tus ojos»
Jacob, buscando reconciliarse con su hermano (quien, hace 20 años, juró matarlo), primero empezó por humillarse y enviar el mensaje: “…tu siervo Jacob…”
La palabra hebrea para “mensajeros” es “malajim” que normalmente se traduce como ángeles. El hombre no tiene autoridad para enviar ángeles del Eterno.
No hay ninguna base escritural que muestre que el hombre pueda mandar sobre los ángeles de Dios. Hay muchos casos donde la palabra “malajim” hace referencia a los hombres, no solamente a los ángeles del Eterno.
La palabra hebrea se traduce al griego como “ángelos” y tiene el mismo significado que la palabra “malajim” – (Lucas 7:24; Stg 2:25; Apocalipsis 2:1).
“…Tengo vacas, asnos, ovejas, y siervos y siervas…” – Jacob no se está jactando. Quiere que Esaú sepa que es un hombre rico y que no había venido para tomar nada de Esaú. Vemos a Jacob intentando adivinar lo que Esaú está pensando y contestar sus preguntas
¿Cómo respondió Esaú al mensaje?
Génesis 32:6 – «Y los mensajeros regresaron a Jacob, diciendo: Fuimos a tu hermano Esaú, y él también viene a tu encuentro y cuatrocientos hombres con él»
Esaú no respondió al mensaje de Jacob. Simplemente salió a su encuentro, acompañado de 400 hombres. Eso no daba la impresión de ser un encuentro amistoso, sino el preámbulo de un ataque.
Ante esto, Jacob reaccionó de dos formas:
a. Posición de Defensa:
Jacob dividió a la familia en dos y los mandó al otro lado del río para protegerlos.
Génesis 32:7-8 – «Entonces Jacob tuvo mucho temor y se angustió; y dividió la gente que estaba con él, y las ovejas, las vacas y los camellos, en dos campamentos (8) y dijo: Si Esaú viene a un campamento y lo ataca, entonces el campamento que queda escapará»
“…Jacob tuvo gran temor, y se angustió…” – Cuando Labán confrontó a Jacob con una milicia hostil, Jacob se paró valiente, y le contestó diciéndole lo que pensaba – (Génesis 31:36-42).
Pero con Esaú, Jacob tenía miedo salir a su encuentro. Esto era porque Jacob sabía que él estaba en lo correcto ante Labán, pero que estaba en lo incorrecto con Esaú. Shakespeare tenía razón cuando escribió: “La conciencia nos hace cobardes a todos”.
En una manera similar, muchos cristianos casi no pueden caminar por razón de su pasado. Sus pecados anteriores todavía les espanta y les es difícil creer que Jesús realmente terminó con todo y que quiere que avancen y confíen en él.
“…y dividió la gente que estaba con él…” – Esta es la primera vez que el pueblo de Israel es dividido en dos. La división de Israel en dos campamentos ha seguido desde entonces.
En tiempos del rey David había una división entre la casa de Juda y la casa de Israel. David reinó siete años sólo sobre la casa de Juda y 33 años sobre todo Israel – (2 Samuel 2:4, 11; 5:5).
Con la muerte del rey Salomón el reino fue dividido en dos naciones y la casa de Israel ha estado dividida de la casa de Juda hasta hoy – (1 Reyes 12:19; 2 Crónicas 10:19)
Dos esposas, Lea y Raquel. La casa de Judá, liderada lógicamente por Judá, llamada la casa de David, es hija de Lea.
La casa de Israel, liderada por José quien recibió la bendición tanto de la primogenitura como de la descendencia numerosa, es hija de Raquel.
Temen a Esaú: Actualmente el conflicto es el mismo. El pueblo musulmán descendiente directo de Esaú, se prepara y amenaza con destruir el pueblo de YHVH: La casa de Judá y el hoy llamado cristianismo, del que se esta levantando actualmente gran parte de la casa de Israel..
Hebreos 8:8 – “Porque reprendiéndolos dice: He aquí vienen días, dice el Señor En
que estableceré con la casa de Israel y la casa de Judá un nuevo pacto”
¿Con quien hizo YHVH el llamado Nuevo Pacto, sellado con la presencia del Espíritu Santo?
¿Si Jesús vino para fundar un grupo independiente, porque el nuevo pacto es solamente con la casa de Israel y la casa de Judá?
¿Pueden ver ahora la profecía dentro del texto de Génesis?
Es voluntad del Padre Eterno que estemos divididos en dos grupos. Nos preparamos para enfrentar a Esau (el pueblo musulmán) y seremos unidos en una sola casa, la casa de Israel completa en la mano de YHVH, justo antes de la venida de Yeshua el Mesías de Israel – (Ezequiel 37).
Ezequiel 37 – “Hijo de hombre, toma ahora un palo, y escribe en él: Para Judá, y para los hijos de Israel sus compañeros. Toma después otro palo, y escribe en él: Para José, palo de Efraín, y para toda la casa de Israel sus compañeros. Júntalos luego el uno con el otro, para que sean uno solo, y serán uno solo en tu mano”
Frente al temor de ser destruido por Esaú, como fue su promesa, Jacob reúne a su familia, dos esposas y dos siervas y once hijos, sus criados y animales y los divide pensando que si Esau destruye uno, al menos quedara el otro campamento para escapar.
Esta decisión de Jacob, así como el hecho de tener dos esposas, una para cada campamento, es un hecho profético que resume la voluntad del Padre para estos últimos tiempos.
Jacob tomó sus precauciones, pero la defensa más importante fue la siguiente…
b. Oración:
Jacob clamó a Dios pidiéndole protección. En ese momento, él le recordó a Dios la promesa que El le había hecho de traerlo con bien de regreso a la Tierra.
Génesis 32:9-12 – «Y dijo Jacob: Oh Dios de mi padre Abraham y Dios de mi padre Isaac, oh SEÑOR, que me dijiste: Vuelve a tu tierra y a tus familiares, y yo te haré prosperar, (10) indigno soy de toda misericordia y de toda la fidelidad que has mostrado a tu siervo; pues con sólo mi cayado crucé este Jordán, y ahora he llegado a tener dos campamentos. (11) Líbrame, te ruego, de la mano de mi hermano, de la mano de Esaú, porque yo le tengo miedo, no sea que venga y me hiera a mí y a las madres con los hijos. (12) Y tú dijiste: De cierto te haré prosperar, y haré tu descendencia como la arena del mar que no se puede contar por su gran cantidad»
Jacob apeló a lo que Dios le había dicho- (Decretos de Dios). Jacob había obedecido, y ahora le pedía a Dios que cumpliera Su parte. También hizo referencia a la promesa de Abraham, la cual él recibió de su padre como herencia espiritual. Jacob ya había visto que Dios cumple Su Palabra, y por eso oró con fe, sabiendo que Dios es bueno y justo. También oró con humildad, reconociendo que no merecemos la misericordia divina, pero Dios la da porque nos ama.
La oración de Jacob está basada en tres cosas fundamentales:
- Confianza en las promesas – “me dijiste”
- Humildad – “indigno soy”
- Sinceridad – “le tengo miedo”
Hay una enseñanza que ha salido por el mundo, que dice que solamente hay que confesar la Palabra todo el tiempo y no hablar de lo negativo en ningún momento para poder lograr tener éxito en toda circunstancia
Es verdaderamente muy bueno confesar la Palabra en todo momento, pero también hay que sacar a luz la verdad de las cosas negativas que existen y ser sincero delante del Eterno. Dios aprecia más nuestra sinceridad que nuestra fe fingida.
1 Timoteo 1:5-6 – “Pero el propósito de nuestra instrucción es el amor nacido de un corazón puro, de una buena conciencia y de una fe no fingida. Pues algunos, desviándose de estas cosas, se han apartado hacia una vana palabrería”
Y en 2 Timoteo 1:5 está escrito:
“Porque tengo presente la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Lois y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también”
George Muller, un gran hombre de fe y la oración, le preguntaron:
¿cuál era la parte más importante de la oración?
Él contestó: “Los quince minutos después de que yo haya dicho ‘amén’.”
No importe que buena fue la oración de Jacob, se verá su fe en lo que hace después de la oración.
Era la hora de la verdad. Esaú tenía poder y deseo para matarlo. La razón por la que Jacob había vuelto a la tierra prometida, fue por una orden divina. Jacob no podía con-
fiar en su propia fuerza ni en sus propios méritos, sino sólo en la misericordia y las promesas del Eterno para su vida. Tampoco escondía su temor. Con plena sinceridad sacó a la luz lo que había en su interior, sin fingir, sin aparentar algo que no era.
- Regalos para Esaú:
El mundo nos enseña a ser orgullosos, a no mostrar miedo ni darnos por vencido. Pero el Señor nos enseña a ser humildes.
Proverbios 15:1 – «La suave respuesta aparta el furor, mas la palabra hiriente hace subir la ira»
Jacob no reaccionó violentamente a la amenaza de Esaú viniendo acompañado de tantos hombres, sino que se quedó en su lugar, esperando la llegada de su hermano. Pero no se quedó con los brazos cruzados, sino que dispuso hacer algo para ganarse su favor: enviarle regalos por adelantado.
Génesis 32:13-21 – «Y pasó la noche allí. Entonces de lo que tenía consigo escogió un presente para su hermano Esaú: (14) doscientas cabras y veinte machos cabríos, doscientas ovejas y veinte carneros, (15) treinta camellas criando con sus crías, cuarenta vacas y diez novillos, veinte asnas y diez asnos; (16) y los entregó a sus siervos, cada manada aparte, y dijo a sus siervos: Pasad delante de mí, y poned un buen espacio entre manada y manada. (17) Y ordenó al primero, diciendo: Cuando mi hermano Esaú te encuentre y te pregunte, diciendo: ¿De quién eres y adónde vas, y de quién son estos animales que van delante de ti?, (18) entonces responderás: Son de tu siervo Jacob; es un presente enviado a mi señor Esaú; y he aquí, él también viene detrás de nosotros. (19) Ordenó también al segundo y al tercero, y a todos los que iban tras las manadas, diciendo: De esta manera hablaréis a Esaú cuando lo encontréis, (20) y diréis: He aquí, tu siervo Jacob también viene detrás de nosotros. Pues dijo: Lo apaciguaré con el presente que va delante de mí. Y después veré su rostro; quizá me acepte. (21) El presente pasó, pues, delante de él, y él durmió aquella noche en el campamento»
Los regalos siempre tienen un efecto positivo. Con ellos se busca quedar bien con las personas que lo reciben. Aun puede calmar la ira, como lo dice el proverbio:
Proverbios 21:14 – «El presente en secreto pacifica el enojo, y la dádiva en el seno, la fuerte ira»
Aun así, Jacob no podía poner su confianza total en los regalos. Sabía que tenía que proteger a su familia y ponerlos a salvo, en caso que los regalos no fueran suficiente para ganarse el favor de Esaú.
Jacob hizo tres cosas para enfrentarse con su hermano, 1. envió un regalo, 2. oró y 3. se preparó para la guerra.
Ahora las circunstancias habían llegado a tal punto que ya no quedaba más remedio que enfrentar la situación y rectificar lo que se había hecho mal desde el principio. Jacob había engañado a su hermano y ahora tenía que enfrentar las consecuencias de esta realidad y no huir más. La huida de los problemas no los resuelve.
Dios siempre nos llevará de vuelta al punto donde hemos huido de nuestra responsabilidad, para que aprendamos la lección de ser maduros y responsables de nuestros hechos y para que podamos rectificar los errores.
Génesis 32:22-23 – «Y aquella misma noche se levantó, y tomó a sus dos mujeres, a sus dos siervas y a sus once hijos, y cruzó el vado de Jaboc. (23) Los tomó y los hizo pasar el arroyo, e hizo pasar también todo lo que tenía»
Jacob llevó a su familia al otro lado del río. La rivera de ese río es muy accidentada, lo cual lo hace difícil cruzar. De esta forma, los protegería, o por lo menos haría difícil que los alcanzaran.
Pero Jacob se quedó del lado del río en que venía Esaú.
En el próximo capítulo (cap. 33) leeremos sobre el encuentro con Esaú… pero antes veremos otro encuentro que Jacob tuvo esa noche de espera…
Pregunta ¿Alguien sabe por qué Yaacov-Jacob elige regresar a Canaán por el lado este del Jordán y encontrarse con Esav-Esaú, pudiendo evitar este complicado momento regresando por el camino que emprendió al inicio, esto es el lado Oeste del Jordán?.
Gracias y que Dios les bendiga y les ilumne su andar.
OVV
Me gustaMe gusta