En Mateo 23:35, Jesús está arremetiendo contra los escribas y fariseos, y dice antes en el verso 34: que enviaría profetas, sabios y escribas «a vosotros», es decir, a los escribas y fariseos.
Los profetas de Jesús les advertirían del juicio y les llamarían al arrepentimiento. Sus sabios les enseñarían la verdadera sabiduría divina en lugar de la necedad que ellos abrazaban en ese momento (23:27). Sus escribas les enseñarían la interpretación correcta de las Escrituras y cómo Jesús las había cumplido (13:52). La razón por la que Jesús envía a estos representantes a los escribas y fariseos es impactante.1
Los envía para revelar la verdadera maldad de los escribas y fariseos y para mostrar su justicia al desatar su ira sobre ellos. Los escribas y los fariseos responderían al mensaje de los representantes de Jesús azotándolos en sus sinagogas, clavándolos en cruces y asesinándolos como sus antepasados habían asesinado a los profetas. No mostrarían piedad alguna hacia los seguidores de Jesús.
Los únicos a los que no golpearían ni matarían serían aquellos a los que no pudieran atrapar, pero los perseguirían sin descanso de un pueblo a otro. El asesinato y la persecución de los representantes de Jesús «llenarían la medida de los pecados de sus antepasados». La paciencia de Dios se agotaría por fin y desataría sobre los escribas y los fariseos su justa ira por la muerte de todos sus mártires justos, tanto del pasado como del presente. Los escribas y los fariseos no solo sufrirían el castigo por la muerte de los profetas, sabios y escribas de Jesús, sino que también serían castigados por los asesinatos de todos los inocentes del Antiguo Testamento.2
Jesús les sigue diciendo:
«Para que caiga sobre vosotros toda la sangre justa derramada sobre la tierra, desde la sangre del justo Abel hasta la sangre de Zacarías hijo de Barequías, a quien matasteis entre el templo y el altar».
Compartirían la culpa y el castigo de Caín, que asesinó al justo Abel (Génesis 4:1-16). También compartirían la culpa y sufrirían el castigo incurrido por aquellos que asesinaron a Zacarías. Este Zacarías es identificado como uno de los asesinados en el templo entre el lugar santo y el altar.
Así, este Zacarías parece ser el profeta que fue apedreado en el patio del templo (2 Crón. 24:20-22).3 El único inconveniente de esta identificación de Zacarías es la descripción «hijo de Berequías» (Zac 1:1, 7), ya que 2 Cr 24:20 lo identifica como «hijo de Joiada, el sacerdote».
Veamos por tanto las diferente soluciones al problema textual que dificultan identificar a este Zacarías de la boca del Señor Jesús.
Propuestas al dilema
Se han propuesto varias soluciones para resolver este dilema.
El futuro Zacarías narrado por Josefo asesinado por los zelotes
Algunos estudiosos sugieren que Mateo se refiere a otro Zacarías que fue asesinado en el templo por los zelotes durante la revuelta judía (Josefo, J.W. 4.5.4 §§334-344).
Josefo habla del asesinato de Zacarías hijo de Baruc en Guerra Judía 4:334-343: Los vv 334-335 dicen:
«Y ahora bien, estos zelotes e idumeos estaban bastante cansados de apenas matar hombres, por lo que tuvieron la desfachatez de establecer tribunales ficticios y judicaturas para tal fin; y como pretendían hacer matar a Zacarías, hijo de Baruc, uno de los más eminentes de los ciudadanos, -lo que les provocó contra él fue, ese odio a la maldad y amor a la libertad que eran tan eminentes en él: era también un hombre rico, de modo que matándolo, no sólo esperaban apoderarse de sus bienes, sino también deshacerse de un hombre que tenía gran poder para matarlos»
Flavius Josephus y William Whiston, The works of Josephus: complete and unabridged (Peabody: Hendrickson, 1987), 680.
En esta historia, Zacarías hijo de Baruc era un hombre justo, y los zelotes y los idumeos querían su riqueza y temían su poder. Así, inventaron cargos contra él. Según el v 343, este Zacarías fue asesinado en medio del Templo.
Si éste es el Zacarías al que se refería Jesús en Mateo 23:35, entonces Jesús está hablando proféticamente, o está siendo representado como hablando proféticamente, ya que el acontecimiento que Josefo describe ocurrió décadas después de que Jesús viviera en la tierra.
Esta interpretación no se ajusta bien al contexto, ya que Jesús se refiere al martirio de Zacarías como un acontecimiento pasado.
Zacarías padre de Juan el Bautista
Una opinión es que el Zacarías que menciona Jesús es Zacarías el padre de Juan el Bautista (Lucas 1). Este Zacarías era sacerdote.
Recientemente me encontré con esta opinión cuando estaba leyendo el Protevangelion de Santiago, un documento cristiano del siglo II de nuestra era. En el capítulo 16, Herodes se dedica a matar bebés y busca a Juan, que está escondido. Zacarías se niega a decirle a Herodes dónde está Juan, así que Herodes lo manda matar entre la entrada del Templo y el altar.
El martirio de Zacarías, padre de Juan el Bautista, aparece también en otras fuentes, aunque la motivación del martirio es diferente. Orígenes (siglo III d.C.), en el Sermón 25 de su Comentario a Mateo, relata una tradición que recibió sobre cómo Zacarías llegó a ser martirizado.
Había un lugar en el Templo donde las vírgenes podían entrar para adorar a Dios, pero este lugar estaba prohibido a las mujeres que no eran vírgenes. María acababa de dar a luz a Jesús y se dirigía a este lugar del Templo para adorar. Pero el sacerdote Zacarías le permite adorar en ese lugar con las otras vírgenes, e intenta tranquilizar a la gente diciéndole que María sigue siendo virgen. Pensando que Zacarías transgrede la ley al permitir que María entre en el lugar de las vírgenes, los hombres de esa generación matan a Zacarías entre el Templo y el Altar.
Jerónimo (siglo IV d.C.), en su Comentario a Mateo 23:35, se refiere a la opinión de que Zacarías fue asesinado porque predijo el advenimiento del Salvador.
Sin embargo, Jerónimo descarta esta opinión, ya que Jerónimo cree que el Zacarías de Mateo 23:35 era Zacarías el hijo de Joida, el Zacarías de 2 Crónicas 24.
¿Cómo sortea Jerónimo el hecho de que el Zacarías de II Crónicas 24 era hijo de Joida, mientras que el mencionado por Jesús era hijo de Berequías?
Esencialmente, Jerónimo se centra en el significado de los nombres en hebreo: Berequías significa «bendito de Yahveh», y Jehoida significa «justicia» (según Jerónimo; en realidad, el nombre se relaciona más con el conocimiento de Yahveh).
Según Edmon L. Gallagher, lo que quiere decir Jerónimo es que Berequías y Jehoida son sinónimos. (Vale la pena consultar el artículo de Gallagher. Se titula «La sangre de Abel a Zacarías en la historia de la interpretación», y apareció en New Testament Studies 60 (2014): 121-138). Conocí las opiniones de Orígenes y Jerónimo sobre Zacarías gracias a este artículo.
Gallagher también menciona otras fuentes patrísticas que interpretan al Zacarías de Mateo 23:35 como Zacarías padre de Juan el Bautista:
- Basilio de Cesarea (Hom. in Sanctem Christi generationem 5, PG 31.1468c-1469a).
- Gregorio de Nisa (In diem natalem Salvadoris (ed. F. Mann, Gregorii Nysseni opera 10.2; Leiden: Brill, 1996) 248-250.
- Cirilo de Alejandría (Comm. in Lucam 11:47, PG 72.720b-721a).
Gallagher argumenta que los padres griegos preferían la interpretación de Zacarías padre de Juan el Bautista, mientras que los padres latinos preferían la interpretación de Zacarías hijo de Jehoida. Un factor significativo en la diferencia, según Gallagher, es que la traducción griega antigua de II Crónicas 24 decía que Azarías, y no Zacarías, era la persona que fue asesinada en II Crónicas 24.
El Zacarías de 2 Crónicas «hijo de Joiada» u Descendiente de Joiada
La referencia a este Zacarías en particular encaja muy bien en el contexto, ya que va precedida de la afirmación de que «Dios les envió profetas para que los trajeran de vuelta al Señor; ellos les amonestaron, pero el pueblo no escuchó» (2 Crón. 24:19). El tema del rechazo de los profetas es prominente en esta sección de Mateo (23:30, 31, 34, 37).
De igual forma refuerza la postura de este Zacarías el ver que 2 Crónicas probablemente fue el último libro en la disposición de las Escrituras hebreas durante la época de Jesús, tal y como aparece en el texto masorético que se utiliza hoy en día.5 Si es así, Jesús se refiere a toda la sangre derramada por los antepasados de los escribas y fariseos desde el primer libro del Antiguo Testamento (Génesis) hasta el último (2 Crónicas).
Además, al igual que la sangre de Abel clamó desde la tierra por justicia divina (Génesis 4:10), mientras Zacarías era apedreado, gritó:
«Que el Señor vea y pida cuentas» (2 Crónicas 24:22).
Hay una posible solución a la identificación del Zacarías de 2 Crónicas, «hijo de Joiada» en 2 Cr 24:20 significaría «descendiente de Joiada» e identifica a Joiada como el abuelo de Zacarías, lo que permitiría que Berequías, un personaje desconocido, fuera su padre5. Al igual que al profeta Zacarías se le da alternativamente el patronímico de su padre (Zac 1:1) o el de su abuelo (Esd 6:14), así es posible que Joiada fuera el abuelo (y no el padre) del Zacarías de 2 Crónicas 24, una sugerencia que hace más plausible que Joiada viviera hasta los 130 años (2 Cr 24:15), ya que el ministerio de Zacarías siguió inmediatamente a la muerte de Joiada.
Por lo tanto, un Berequías, por lo demás desconocido, habría tenido tiempo de engendrar a Zacarías, vivir hasta una edad avanzada y morir antes de que la muerte de su propio padre le diera la oportunidad de servir como sumo sacerdote. Eso daría tiempo para un padre llamado Berequías. Pero no lo sabemos.
Las incertidumbres sustantivas de la crítica textual en las tradiciones pertinentes (especialmente la LXX) complican el problema6.
El profeta canónico Zacarías
Quizás Mateo se refiere al profeta de Zac 1:1, pero Jesús sabía que este Zacarías corrió una suerte muy similar a la del anterior.
El Zacarías, que era hijo de Berequías, era el profeta cuyo ministerio comenzó en el 520 a. C. durante el exilio bajo Darío (Zac 1:1), y no el contemporáneo del rey Joás (que reinó aproximadamente entre el 835 y el 796 a. C.), descrito en 2 Cr 24. Algunos proponen que Mateo simplemente cometió un error y confundió a los dos Zacarías.8 Tal punto de vista está en contradicción con la inspiración divina del Evangelio de Mateo, la precisión del Evangelio en la preservación de las enseñanzas de Jesús y lo que se sabe de la familiaridad de Mateo con el Antiguo Testamento9.
El Targum palestino sobre Lam 2:20 dice que Zacarías, hijo de Iddo (véase Zac 1:1), fue asesinado en el santuario. Veamos:
Mira, Señor, y observa desde el cielo contra quién te has vuelto. Así, ¿es correcto que las hijas de Israel coman el fruto de sus vientres por inanición, los adorables niños envueltos en lino fino?». El Atributo de la Justicia replicó y dijo: «¿Es justo matar al sacerdote y al profeta en el Templo del Señor, como cuando matasteis a Zacarías hijo de Iddo, Sumo Sacerdote y fiel profeta en el Templo del Señor el Día de la Expiación porque os amonestó a no hacer el mal ante el Señor?».
Aunque esto se considera a menudo una confusión entre los Zacarías de 2 Crónicas 24 y las profecías de Zacarías, el hecho de que el Targum proporcione información adicional sobre la muerte del profeta puede indicar que sigue una tradición distinta.
Los detalles de la muerte de Zacarías que no están corroborados por 2 Crónicas 24 encajan muy bien con Mateo 23:35. Por ejemplo, el Targum indica que Zacarías fue asesinado en el Día de la Expiación.
Esta ocasión explicaría la referencia a la muerte de Zacarías «entre el santuario y el altar», es decir, el sumo sacerdote había sacrificado el animal, recogido su sangre y se dirigía del altar al Lugar Santo cuando fue asesinado. Tales acciones solo habrían ocurrido en el Día de la Expiación
Aunque el Libro de Zacarías no se refiere explícitamente a su autor como sacerdote o sumo sacerdote, Neh 12:16 lo identifica como el jefe de una familia sacerdotal. Sin embargo, no hay pruebas directas en el Antiguo Testamento que indiquen que el Zacarías postexílico fuera sumo sacerdote.9
Ademas este Zacarías, hijo de Baraquías, hijo de Iddó, no muere asesinado. Y algo a tener en cuenta es que es muy probable que durante su ministerio no hubiera Templo y su labor es encaminada precisamente a impulsar los trabajos de su reconstrucción (Esd 5:1; 6:15).
Zacarías hijo de Jeberquías
Otra posibilidad que se ofrece es el Zacarías, hijo de Jeberequías (c.a. 720 a.C.) que, junto con el sacerdote Urías, es invocado como testigo de uno de sus oráculos por Isaías (Is 8:2). Sin embargo, este Zacarías no muere asesinado y no está claro que sea un profeta; es más bien un testigo.
Este personaje sería abuelo del rey Ezequías. Es llamativo que en LXX se le designa como hijo de Baraquías (cercano a Jeberequías)10.
Corrupción textual
El problema puede ser el resultado de una corrupción textual.11 El paralelo en Lucas 11:51 se refiere simplemente a «Zacarías, que pereció entre el altar y el santuario» y no utiliza ningún patronímico («hijo de Berequías»).
Uno de nuestros manuscritos más antiguos de Mateo (Sinaítico; siglo IV) tampoco incluye la frase «hijo de Berequías» en Mateo 23:35.13 Puede tratarse de una omisión accidental14 o de una conformidad intencionada de Mateo con el paralelo lucano, pero es posible que el escriba del Sinaítico conociera un texto anterior de Mateo que carecía del patronímico.
Conclusión
De las opciones descritas la más probable parece la del Zacarías de 2 Cro 24, aunque no encaja de modo perfecto en la descripción del texto de Mt 23:35.
Si descartamos la relación con el canon de Escrituras y la alusión a un intervalo temporal, ¿a qué se refiere la expresión contenida en Mt 23:35? ¿Cuál es el sentido de estas palabras? ¿Es importante la identidad exacta del Zacarías de Mt 23:35?
Es posible, ciertamente, que asistamos a un error de transmisión –un error de copista, una adición o glosa–. También es posible que el dato “hijo de Barequías” se refiera a un antepasado próximo –un abuelo, por ejemplo–, con lo que la dificultad desaparece, o que se hayan unido dos personajes, como reflejan algunas tradiciones judías. Lo cierto es que para muchos estudiosos que acceden desde una perspectiva que no contempla las
reglas de la exégesis rabínica, el problema queda sin adecuada resolución.
(Para un analisis mas exhaustivo ver tesís de Diego Pérez Gondar de la Universidad de Navarra, sobre todo la parte titulada: Perspectiva teológica desde la intertextualidad bíblica con la ayuda de la contextualización intertestamentaria vease aquí: ESTUDIOS BÍBLICOS LXXIII (2015) 191-213 Zacarías, hijo de Baraquías (Mt 23,35), locus theologicus a la luz de la literatura judía intertestamentaria).
- Bibliografía:
1 Charles L. Quarles, Matthew, ed. T. Desmond Alexander, Thomas R. Schreiner, y Andreas J. Köstenberger, Evangelical Biblical Theology Commentary (Bellingham, WA: Lexham Academic, 2022).
1 D.A. Carson, Matthew The Expositor’s Bible Commentary, s. f.
1 Edmon L. Gallagher, The Blood from Abel to Zechariah in the History of Interpretation, Published online by Cambridge University Press.
- Es difícil determinar a qué se refiere «esto» (en «por esto» [διὰ τοῦτο] en 23:34), ya que hay varias posibilidades. Considero que el pronombre demostrativo es retrospectivo y se refiere al carácter asesino de los hombres, que les llevará a colmar la medida de los pecados de sus antepasados. Esta opinión es respaldada por Davies y Allison, Mateo, 3:318; y France, Mateo, 878. Para otras opciones, véase Nolland, Mateo, 944. ↩︎
- Para la expresión idiomática relacionada con la sangre en una persona, véase Jer 26:15 y Jonás 1:14. La referencia a la «sangre justa» puede ser una alusión a Lam 4:13, que explica por qué Jerusalén, una ciudad que se creía impenetrable, cayó: «Sin embargo, sucedió por los pecados de sus profetas y las iniquidades de sus sacerdotes, que derramaron la sangre de los justos en su interior». ↩︎
- El martirio de este Zacarías se describe en Vidas de los profetas, Zacarías, hijo de Joiada 1-2 (que describe el asesinato de Zacarías como el fin de las manifestaciones sobrenaturales en el templo, las apariciones angelicales a los sacerdotes, los oráculos sacerdotales o la revelación divina a través del efod y el Urim y Tumim); b. Giṭ. 57b (en el que Nebuzaradán mató a 940 000 judíos, incluyendo mujeres y niños, sobre los adoquines, donde Zacarías fue asesinado para vengar su muerte); b. Sanh. 96b; Ecl. Rab sobre 3:16; 10:4. ↩︎
- Véase b. B. Bath 14b. ↩︎
- Esta opinión parece ser la preferida por Carson (Mateo, 545). ↩︎
- Para más información y debate, véase Gundry, Use of the Old Testament, 86-88; Garland, Intention of Matthew 23, 182-83. ↩︎
- Véase Garland, The Intention of Matthew 23, 182-183. ↩︎
- Gleason Archer, un inerrantista, ofrece una razón bastante buena de que Jesús se refería a Zacarías hijo de Berequías, el profeta que escribió el Libro de Zacarías, y no a Zacarías hijo de Joiada. Archer dice que Jesús en Mateo 23:35 parece referirse a un merismo que va desde el primer mártir del Antiguo Testamento (Abel) hasta el último. Como señala Archer, Zacarías hijo de Joiada no fue el último mártir del Antiguo Testamento, ya que murió durante la época de Joás, el período pre-exílico, y muchos más mártires estaban por venir. Zacarías hijo de Berequías, por el contrario, fue un mártir post-exílico y fue bastante tarde. Sin embargo, el argumento de Archer no me convence del todo. En primer lugar, habría más mártires después de Zacarías hijo de Berequías, sobre todo en la época de los Macabeos. En segundo lugar, Jesús pudo haber respetado el orden de los libros en el canon judío, en el que Génesis es el primer libro y II Crónicas es el último. Abel está en el primer libro, y Zacarías hijo de Joiada está en el último. Por último, no sólo no hay pruebas de que Zacarías hijo de Berequías fuera martirizado, sino que además me parece improbable. Zacarías hijo de Joiada dijo la verdad al poder y tenía un mensaje que podía hacer que lo mataran. Zacarías hijo de Beraquías, por el contrario, apoyó el establecimiento, específicamente los intentos del gobernador Zerubabbel y del sacerdote Josué de reconstruir Israel.2. ¿Por qué Zacarías hijo de Berequías sería martirizado? ¿Fue porque desafiaba a los judíos post-exílicos por no abandonar completamente el paganismo? Aún así, formaba parte del establishment. ↩︎
- Jerónimo, seguido por Davies y Allison (Mateo, 3: 318), argumentó que el Zacarías de Mateo no podía ser el profeta del Libro de Zacarías, ya que el templo estaba en ruinas en su época. Sin embargo, el templo fue reconstruido durante el ministerio de Zacarías. Zacarías 1:1 fecha el comienzo del ministerio del profeta en el año 520 a. C., y el templo fue terminado y consagrado en el año 516 a. C. ↩︎
- En este pasaje del libro de Isaías se narra la situación de inminente destrucción de Judá cuando el rey Ajaz de Judá había rechazado la alianza con los reyes de Samaría y Damasco en contra de la hegemonía asiria. Este ambiente, situado en el siglo VIII a.C., es muy parecido al del siglo VI a.C. que acabó en el destierro. ↩︎
- La opinión de que «hijo de Berequías» era una inserción del escriba en Mateo 23:35 fue afirmada por Sheldon Blank, «The Death of Zechariah in Rabbinic Literature», HUCA 12/13 (1937-38), 327-46, esp. 331; H. Ridderbos, Matthew, Bible Student’s Commentary (Grand Rapids: Zondervan, 1987), 433. Esta interpretación fue sugerida por Willoughby Allen (Gospel according to Matthew, 250–51); Evans, Matthew, 397. Sin embargo, cabe señalar cierta confusión en algunas de sus referencias. Allen cita los números 6 y 13 como testigos de la omisión, cuando debería haber escrito l6 y l13. Blank, a su vez, malinterpretó la referencia de Allen a «6 13» como «613». ↩︎
- La frase «hijo de Berequías» también falta en l6 (1265 d. C.), l13 (siglo XII) y, según Jerónimo, en el Evangelio de los Nazarenos [del siglo II] (el propio Jerónimo sugiere que «Berequías» significa «bendito del Señor» y era un título de favor divino conferido al sumo sacerdote Joiada). . Este Evangelio de los Nazarenos puede derivar del Evangelio de Mateo. El Vaticano, un manuscrito ligeramente anterior del siglo IV, incluye la expresión. El único manuscrito existente de 23:35 anterior a estas dos majúsculas importantes es el p77. El fragmento comienza con lo que parecen ser los extremos de las líneas diagonales superior e inferior de la χ, seguidas de ιου ον εφονευ…, lo que respalda la lectura del Vaticano y de casi todos los demás manuscritos. ↩︎
- Haplografía debida a homeoteleuton, en la que el escriba saltó accidentalmente de la ιου de Ζαξαρίου a la del final de υἱοῠ Βαραχίου. ↩︎
