- Bendición final:
Antes de morir, Jacob convocó a todos sus hijos para bendecir a cada uno. En la cultura bíblica, esa última bendición del padre es muy importante, y es considerada como parte de la herencia que un padre les deja a sus hijos.
La bendición de Jacob no consistía en desear buenas cosas para los hijos. La bendición bíblica no está basada en “buenos deseos”, sino en una apreciación profética. Está basada en la apreciación del carácter de cada hijo, según el padre lo aprecia con ojos espirituales.
En otras palabras, la “bendición paterna” son palabras proféticas que reflejan lo que el padre ve con ojos espirituales en los hijos.
Lo curioso de la bendición final de Jacob es que sus palabras no sólo iban dirigidas a sus hijos, sino que estaban proyectadas también a su descendencia después de ellos.
Jacob tuvo una revelación de lo que acontecería en los “días venideros”. El texto en hebreo dice: Ajarit HaYamim, que literalmente significa: últimos días.
Génesis 49:1-2 – «Entonces Jacob llamó a sus hijos, y dijo: Reuníos para que os haga saber lo que os ha de acontecer en los días venideros. (2) Juntaos y oíd, hijos de Jacob, y escuchad a Israel vuestro padre.»
Las palabras de Jacob a sus hijos no sólo fueron una bendición sino una profecía.
Rashí dice, basado en el Talmud, que Jacob quiso revelarles el final de los tiempos.
En la bendición de Jacob encontramos mensajes proféticos que revelan el futuro de cada tribu, incluso hasta el momento de la venida del Mesías.
Encontramos tres características en el mensaje de Jacob para cada uno de sus hijos:
- La identidad y el carácter de cada tribu.
- El desarrollo histórico de cada tribu.
- Los sucesos de los últimos tiempos.
- Todos elegidos:
En ese tiempo Jacob llegó a entender que el proceso de selección ya había terminado. Dios no iba a elegir a uno de sus hijos y rechazar a otros. A partir de ese momento, todos iban a formar parte de la nación que Dios estaba formando para traer bendición a todas las familias de la Tierra, tal como lo había prometido a Abraham e Isaac – (Gen. 12:1-3; Gen. 26:3-4).
- Bendiciones:
A continuación veremos las bendiciones que Jacob le dio a cada uno de sus hijos…
1. – Ruben:
La bendición final para Rubén fue la siguiente:
Génesis 49:3-4 – «Rubén, tú eres mi primogénito, mi poderío y el principio de mi vigor, prominente en dignidad y prominente en poder. (4) Incontrolable como el agua, no tendrás preeminencia, porque subiste a la cama de tu padre, y la profanaste: él subió a mi lecho»
Tal vez nos parezca una extraña forma de bendecir, ya que son palabras fuertes. Pero recordemos que esta bendición final es una profecía.
Ruben seguía siendo el primogénito de Jacob en cuanto a todas las genealogías. Esto nos enseña que hubo arrepentimiento en él por haber pecado con la concubina de su padre. Sin embargo, por su pecado perdió la primogenitura, la doble porción de la herencia, el sacerdocio y la monarquía. Esto nos enseña que el que no sabe controlar su instinto sexual no podrá llegar a puestos importantes en el Reino.
Según algunos eruditos, los descendientes de Ruben poblaron Francia. Francia ha sido una nación preeminente durante mucho tiempo, pero antes de la venida del Mesías perderá esa posición. Últimamente Francia está tomando una posición muy negativa contra el pueblo judío y esto le será muy contraproducente.
Rubén era el hijo primogénito de Jacob. Como tal, le pertenecía el liderazgo de la familia y la doble porción, los cuales eran los derechos de primogenitura – (Deut. 21:17). Sin embargo, en sus últimas palabras, Jacob le dijo a Rubén que él había perdido su derecho como primogénito, a causa del pecado que había cometido.
Génesis 35:22 – «Y aconteció que mientras Israel moraba en aquella tierra, Rubén fue y se acostó con Bilha, concubina de su padre; e Israel lo supo. Y los hijos de Jacob fueron doce»
En el Libro de las Crónicas, donde se presenta la cronología de los Hijos de Israel, se explica a quién le fue cedido esos derechos de primogenitura en la familia de Israel:
1 Cronicas 5:1 – «Y los hijos de Rubén, el primogénito de Israel (porque él era el primogénito, mas como profanó la cama de su padre, sus derechos de primogenitura fueron dados a los hijos de José, hijo de Israel; de modo que no está inscrito en la genealogía conforme a los derechos de primogenitura»
〉»…Incontrolable, no tendrá preeminencia…»:
Jacob describe a Rubén como “incontrolable como el agua” (heb. Pajaz c’Mayim, lit. hierve o bulle como el agua). Rubén era un hombre que se dejaba llevar por las emociones, en lugar de guiarse por los principios. Alguien así no puede ser un buen líder. Si no pudo contenerse de acostarse con la concubina de su padre, difícilmente lo haría en otras cosas.
No sólo Rubén perdió el liderazgo de Israel, sino también sus descendientes. En toda la historia de la nación, nadie sobresalió de esa tribu.

La Biblia hace mención de unos descendientes que perdieron también el control y se rebelaron contra la autoridad: Datán, Abiram y On. Ellos se unieron a Coré para rebelarse en contra de la autoridad espiritual de Moisés y Aarón – (Num. 16:1-3). La consecuencia de esa rebelión fue la muerte de muchos de la tribu de Rubén – (Num. 16:31-34).
Al salir de Egipto, el censo indicaba que la tribu de Ruben contaba con 46,500 hombres – (Num. 1:20). Luego de los cuarenta años en el desierto, su población disminuyó, en lugar de aumentar. El segundo censo contó 43,730 rubenitas – (Num. 26:7).
En la bendición final de Moisés, él oró en favor de la tribu de Rubén, diciendo:
Deuteronomio 33:6 – «Viva Rubén, y no muera, y no sean pocos sus hombres»
Jacob sabía que Rubén no había sido el mejor líder entre los hermanos. Por eso no le convenía que él se quedara con la autoridad en la familia. Tampoco sus descendientes fueron solidarios con las otras tribus.
Cuando los israelitas llegaron a la Tierra Prometida, la tribu de Rubén prefirió quedarse del otro lado del río Jordán, en lo que hoy en Jordania – (Num. 32), acompañados de la tribu de Gad. Ellos pidieron esto pensando en sus ganados, no en sus hijos – (Num. 32:1-5).
Moisés los confrontó por pedir tal cosa, pero ellos insistieron prometiendo que sus guerreros pelearían en la conquista de la Tierra, y luego regresarían al lugar que habían escogido en el Valle del Jordán – (Num. 32:16-19).
Esa misma decisión la tomó Lot, quien abandonó la Tierra Prometida en busca de “mejores pastos” – (Gen. 13:10-13). Sabemos las consecuencias negativas de la decisión de Lot, quien casi muere en Sodoma – (Gen. 29). A los descendientes de Rubén tampoco les fue tan bien, ya que al estar fuera de la Tierra Prometida, quedaban vulnerables a los ataques de los enemigos.
En el período de los jueces, los rubenitas volvieron a desentenderse de sus tribus hermanas cuando tuvieron necesidad. Al principio, la tribu de Rubén prometió ayudarles, pero luego se desentendieron – (Jue. 5:15-16). Así como su antecesor, los rubenitas probaron ser “inestables”.
Un primogénito tan inestable y despreocupado por el bienestar de sus hermanos no merecía contar con la autoridad en la familia. La primogenitura no sólo es un derecho, sino sobre todo es una responsabilidad, la cual Rubén no estaba preparado para asumir—ni él ni sus descendientes.
Rubén es un gran ejemplo de cómo el primero puede ser el último – (Mateo 19:30).
2 y 3. – Simeón y Levi:
Al habérsele quitado el derecho de primogenitura a Rubén, Simeón pudo haberlo obtenido por ser el segundo en línea. Pero tanto él como Levi, el tercer hijo, perdieron ese derecho debido a un acto violento: tomaron venganza en sus propias manos – (Gen. 34).
Jacob, probablemente por debilidad no hizo nada en ese tiempo, excepto que mostro una pequeña y egocéntrica queja – (Génesis 34:30). Sin embargo él (y el Señor) recuerda este evento.
Los pecados de nuestro pasado pueden volver y nos acechan. Incluso cuando se perdonan, nos pueden llevar a consecuencias que debemos enfrentar para toda la vida.
Siméon y Levi actuaron juntos; de la misma manera, juntos recibieron la bendición final de su padre…
Génesis 49:5-7 – «Simeón y Leví son hermanos; sus armas instrumentos de violencia. (6) En su consejo no entre mi alma, a su asamblea no se una mi gloria, porque en su ira mataron hombres, y en su obstinación desjarretaron bueyes. (7) Maldita su ira porque es feroz; y su furor porque es cruel. Los dividiré en Jacob, y los dispersaré en Israel»
Simeón y Leví tomaron la justicia en sus propias manos. Se vengaron de la violación de su hermana Dina matando al hombre culpable, junto con todos los hombres de ese pueblo.

Dejaron vivos sólo a las mujeres e hijos, y aun a ellos los tomaron como esclavos, y como botín todo su ganado y sus pertenencias – (Génesis 34).
Lo que hicieron ellos no fue justicia sino venganza, lo cual trajo más injusticia. Con ese acto impetuoso, ellos deshonraron a su padre, haciéndolo quedar mal, ya que él había llegado a un arreglo con ese pueblo. Pero los hijos violaron el pacto – (Gen. 34:30).
A pesar de la amonestación de Jacob, ellos no se arrepintieron; más bien, se justificaron (Gen. 34:31). Ellos siguieron cargando con su error por el resto de sus vidas. Por la falta de arrepentimiento, las consecuencias afectaron a sus descendientes…

La ira de Simeón y Leví fue maldecida, no ellos mismos. La violencia trae maldición sobre una nación. La tribu de Simeón fue en la brecha para pecar en el asunto de Baal-Peor (Números 25:6-14; 26:1), y por eso su tribu bajó un 63%, de 59.300 a 22.200 entre los censos que se encuentran en Números 1 y 26. Simeón no tuvo su propio territorio en la tierra, sino que sus tierras estaban divididas dentro de la tribu de Judá – (Josué 19:1).
Génesis 49:7 – «Maldita su ira porque es feroz; y su furor porque es cruel. Los dividiré en Jacob, y los dispersaré en Israel»
La Biblia habla de una ira santa (Airaos y no pequéis, Efesios 4:26), y una ira impía (toda amargura, enojo, ira… debe ser quitada de vosotros, Efesios 4:31). A menudo, la diferencia entre una ira santa, justa y una ira impía es la voluntad propia.
La profecía de Jacob se cumplió al pie de la letra. A la hora de la repartición de territorios en la Tierra Prometida, los levitas y los simeonitas terminaron separados y dispersados.
〉A la tribu de Simeón le fueron asignadas tierras dentro del territorio de la tribu de Judá – (Jos. 19:9). Para colmo, las ciudades que fueron asignadas a Simeón estaban todas en la región más árida e inhóspita, conocida como el desierto del Neguev.
〉La tribu de Levi no recibió territorio propio, sino que les fueron asignadas 48 ciudades dispersadas en todo el territorio de Israel – (Jos. 21:41-42).
Esta asignación de tierras podría parecer “injusta”, como un castigo; pero no fue ésa la intención de Josué. En el momento de la colonización, esa asignación fue estratégica.
Al entrar a la Tierra Prometida, la tribu de Simeón contaba con poca población, y por eso se le incluyó con Judá. En cuanto a la dispersión de Levi, no fue un castigo sino un privilegio, como lo veremos a continuación…
〉Un simeonita y un levita:
En la Biblia vuelve a darse un suceso que involucra a dos miembros importantes de estas dos tribus. Pero en esta ocasión, uno toma el camino del pecado y otro de la santificación…
Cuando los israelitas se asentaron cerca de Madián, en camino a la Tierra Prometida, el pueblo cayó en pecado de idolatría y adulterio con las mujeres madianitas. Como consecuencia, el Señor desató una plaga en medio de ellos. Muchos israelitas lo lamentaron y se arrepintieron, pero otros siguieron pecando descaradamente, como fue el caso de un simeonita.
Numeros 25:6-14 – «Y he aquí que un hombre, uno de los hijos de Israel, vino y presentó una madianita a sus parientes, a la vista de Moisés y a la vista de toda la congregación de los hijos de Israel, que lloraban a la puerta de la tienda de reunión. (7) Y cuando lo vio Finees, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, se levantó de en medio de la congregación, y tomando una lanza en su mano, (8) fue tras el hombre de Israel, entró en la alcoba y los traspasó a los dos, al hombre de Israel y a la mujer por su vientre. Y así cesó la plaga sobre los hijos de Israel. (9) Y los que murieron por la plaga fueron veinticuatro mil. (10) Entonces habló el SEÑOR a Moisés, diciendo: (11) Finees, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha apartado mi furor de los hijos de Israel porque demostró su celo por mí entre ellos, y en mi celo no he destruido a los hijos de Israel. (12) Por tanto, di: «He aquí, yo le doy mi pacto de paz; (13) y será para él y para su descendencia después de él, un pacto de sacerdocio perpetuo, porque tuvo celo por su Dios e hizo expiación por los hijos de Israel.» (14) El nombre del hombre de Israel que fue muerto con la madianita era Zimri, hijo de Salu, jefe de una casa paterna de Simeón»
Zimri, descendiente de Simeón, continuó pecado descaradamente, delante de toda la congregación. Por el contrario, Finees, descendiente de Levi, se levantó en celo divino e hizo justicia en medio del pueblo.
A partir de este suceso, ningún simeonita volvió a sobresalir en la historia de Israel. Por el contrario, su población disminuyó considerablemente. Según el primer censo (al salir de Egipto), la tribu de Simeón contaba con 59,300 hombres – (Num. 1:23).
Pero en el segundo censo (40 años más tarde), su número había descendido dramáticamente a 22,200 – (Num. 26:14). Más de la mitad de sus hombres habían muerto. Esto puede hacernos pensar que muchos de los que murieron por el pecado con las madianitas en Baal-peor venían de la tribu de Simeón. Aun así, en esa ocasión murieron 24,000 en total, lo cual no explica la pérdida de 37,100 hombres. Es posible que los otros hayan muerto en las otras plagas o que no hayan tenido muchos hijos.
La profecía de la división y la dispersión resultó ser una maldición para Simeón. La tribu de Simeón fue numéricamente la más débil de las 12 – (Números 26:14) y compartió una parcela de tierra con Judá – (Josué 19:1).
De hecho, la tribu de Simeón se hizo pequeña durante la peregrinación en el desierto.
Cuando empezaron a salir de Egipto era tercera tribu mas grande – (Números 1:23), pero unos 35 años más tarde, en el segundo censo del desierto de Israel como contamos mas arriba, el 63% de la tribu murieron y se convirtieron en la tribu más pequeña – (Números 26:14).
Otro dato interesante de la tribu de Simeón es que no fue incluida en las últimas bendiciones que Moisés dio a las tribus de Israel antes de morir.
¿Qué pasó después con la tribu de Simeón?
Como ya mencionamos, a ellos les fue asignado su territorio en medio de Judá, en la región desértica del sur de Israel.
Podríamos suponer que ellos se asimilaron en la tribu de Judá, pero eso sólo fue en parte.
Hay ciertas referencias que apuntan a que algunos de ellos migraron hacia el norte.
Cuando Israel se dividió en dos Reinos, sólo unos pocos se aliaron con Judá – (2 Cro. 11:16-17; 2 Cro. 15:9). De los simeonitas que se asimilaron a Judá, se menciona sólo un remanente de 500 hombres – (1 Cro. 4:42-43).
Ellos fueron los que ocuparon la región de los amalecitas, en la tierra de Edom, en el desierto al sur de Judá. Aunque para los ojos humanos ellos parecen haber desaparecido, no lo ha sido así para Dios. Esta tribu es mencionada entre los 144,000 redimidos de Apocalipsis – (7:7).
¿Qué pasó con la tribu de Leví?
A diferencia de los simeonitas, los levitas aprendieron de los errores del pasado y buscaron revertir la maldición que trajo el pecado de su padre.
El celo de justicia de Levi lo llevó en el principio a una venganza impulsiva y desmedida para defender una causa humana. Pero sus descendientes, usaron ese ímpetu para bien, y no para mal. Los descendientes de Levi no optaron por la venganza, sino se encendieron del celo de Dios y defendieron la causa divina.
El momento que cambió el destino de los levitas fue entorno al pecado del Becerro de Oro.
Los levitas fueron los únicos que se levantaron del lado de Dios – (Exo. 32:25-29). El resultado de esto fue la santificación de los levitas.
Dios los apartó para servirle como sacerdotes. Sólo ellos iban a poder entrar en el Tabernáculo para servir al Señor y ofrecer los sacrificios. Anteriormente, todos los primogénitos se les consideraban como “sacerdotes” de su familia; pero luego los levitas fueron consagrados para tomar el lugar de los primogénitos en todo Israel – (Num. 3:5-13).
Tal como profetizó Jacob, también los levitas fueron dispersados en todo el territorio de Israel, pero por diferente razón que los simeonitas. A los levitas les fueron asignadas 48 ciudades donde habitar, las cuales estaban dispersadas en todo el territorio de Israel.
No les fue dado territorio a los levitas, pero recibieron una mejor heredad.
Deuteronomio 10:8-9 – «En aquel tiempo el SEÑOR apartó la tribu de Leví para que llevara el arca del pacto del SEÑOR, y para que estuviera delante del SEÑOR, sirviéndole y bendiciendo en su nombre hasta el día de hoy. (9) Por tanto, Leví no tiene porción o herencia con sus hermanos; el SEÑOR es su herencia, así como el SEÑOR tu Dios le habló.)»
Deuteronomio 18:1-2 – «Los sacerdotes levitas, toda la tribu de Leví, no tendrán porción ni heredad con el resto de Israel; comerán de las ofrendas encendidas al SEÑOR y de su porción. (2) Y no tendrán heredad entre sus hermanos; el SEÑOR es su heredad, como les ha prometido»
Los levitas iban a dedicarse a servir al Señor. No les fue dada tierra porque ellos no tendrían que trabajar en el campo. Para su sustento recibirían ofrendas, primicias y el diezmo de las demás tribus.
Deuteronomio 18:3-4 – «Y este será el derecho de los sacerdotes de parte del pueblo, de los que ofrecen como sacrificio buey u oveja: darán para el sacerdote la espaldilla, las quijadas y el cuajar. (4) Le darás las primicias de tu grano, de tu mosto, de tu aceite y del primer esquileo de tus ovejas»
Numeros 18:8 – «Entonces habló el SEÑOR a Aarón: He aquí que yo te he dado el cuidado de mis ofrendas, todas las cosas consagradas de los hijos de Israel; te las he dado a ti como porción, y a tus hijos como provisión perpetua»
Numeros 18:20-24 – «Entonces el SEÑOR dijo a Aarón: No tendrás heredad en su tierra, ni tendrás posesión entre ellos; yo soy tu porción y tu herencia entre los hijos de Israel. (21) Y he aquí que yo he dado a los hijos de Leví todos los diezmos en Israel por heredad, a cambio de su ministerio en el cual sirven, el ministerio de la tienda de reunión. (22) Y los hijos de Israel no se acercarán más a la tienda de reunión, no sea que carguen con un pecado y mueran. (23) Sólo los levitas servirán en el ministerio de la tienda de reunión, y ellos cargarán con la iniquidad del pueblo; será estatuto perpetuo por todas vuestras generaciones, y entre los hijos de Israel no tendrán heredad. (24) Porque el diezmo de los hijos de Israel, el cual ofrecen como ofrenda al SEÑOR, yo lo he dado a los levitas por heredad; por tanto, he dicho en cuanto a ellos: «Entre los hijos de Israel no tendrán heredad.»»
Moisés bendijo a la tribu de Levi con las siguientes palabras:
Deuteronomio 33:8-11 – «Y de Leví dijo: Tu Tumim y tu Urim sean para tu varón santo, a quien pusiste a prueba en Masah, con quien luchaste en las aguas de Meriba; (9) el que dijo de su padre y de su madre: «No los conozco»; y no reconoció a sus hermanos, ni consideró a sus propios hijos, porque obedecieron tu palabra, y guardaron tu pacto. (10) Ellos enseñarán tus ordenanzas a Jacob y tu ley a Israel. Pondrán incienso delante de ti, y holocaustos perfectos sobre tu altar. (11) Bendice, oh SEÑOR, sus esfuerzos, y acepta la obra de sus manos; quebranta los lomos de los que se levantan contra él y de los que lo odian, para que no se levanten más»
La tribu de Levi logró revertir la maldición, y volvió en bendición.
Lamentablemente varias generaciones después sus descendientes no guardaron su camino y se desviaron. Lo que habían ganado, lo estaban perdiendo en el tiempo de Malaquías. La advertencia que el profeta hizo a los levitas es la siguiente:
Malaquias 2:1-9 – «Y ahora, para vosotros, sacerdotes, es este mandamiento. (2) Si no escucháis, y si no decidís de corazón dar honor a mi nombre–dice el SEÑOR de los ejércitos– enviaré sobre vosotros maldición, y maldeciré vuestras bendiciones; y en verdad, ya las he maldecido, porque no lo habéis decidido de corazón. (3) He aquí, yo reprenderé a vuestra descendencia, y os echaré estiércol a la cara, el estiércol de vuestras fiestas, y seréis llevados con él. (4) Entonces sabréis que os he enviado este mandamiento para que mi pacto siga con Leví–dice el SEÑOR de los ejércitos. (5) Mi pacto con él era de vida y paz, las cuales le di para que me reverenciara; y él me reverenció, y estaba lleno de temor ante mi nombre. (6) La verdadera instrucción estaba en su boca, y no se hallaba iniquidad en sus labios; en paz y rectitud caminaba conmigo, y apartaba a muchos de la iniquidad. (7) Pues los labios del sacerdote deben guardar la sabiduría, y los hombres deben buscar la instrucción de su boca, porque él es el mensajero del SEÑOR de los ejércitos. (8) Pero vosotros os habéis desviado del camino, habéis hecho tropezar a muchos en la ley, habéis corrompido el pacto de Leví–dice el SEÑOR de los ejércitos. (9) Por eso yo también os he hecho despreciables y viles ante todo el pueblo, así como vosotros no habéis guardado mis caminos y hacéis acepción de personas en la ley»
Lo ganado se debe cuidar. Los descendientes no se deben confiar en las glorias de sus antepasados. Cada generación debe guardar su bendición viviendo en rectitud y justicia – (Ezequiel 18).
Los primeros tres hijos de Jacob recibieron palabras que parecían más “maldiciones” que bendiciones. El cuarto hijo, Judá, fue el primero que recibirá una bendición positiva…
4. – Judá:
Los dos hijos que recibieron una bendición más larga fueron Judá y José. Esto se debía a que entre ellos Jacob dividió los derechos de primogenitura.
1 Crónicas 5:1-2 – «Y los hijos de Rubén, el primogénito de Israel (porque él era el primogénito, mas como profanó la cama de su padre, sus derechos de primogenitura fueron dados a los hijos de José, hijo de Israel; de modo que no está inscrito en la genealogía conforme a los derechos de primogenitura; (2) aunque Judá prevaleció sobre sus hermanos, y de él procedió el príncipe, los derechos de primogenitura pertenecían a José)»
Ya habíamos visto que a Rubén, quien era el primer hijo, le fue quitado sus derechos de primogenitura. En Crónicas vemos claramente que Jacob reconoció como primogénito a José, dándole la doble porción y el nombre, pero a Judá se le concedió autoridad en la familia.
La bendición final para Judá es la siguiente:
Génesis 49:8-12 – «A ti Judá, te alabarán tus hermanos; tu mano en la cerviz de tus enemigos; se inclinarán a ti los hijos de tu padre. (9) Cachorro de león es Judá; de la presa, hijo mío, has subido. Se agazapa, se echa como león, o como leona, ¿quién lo despertará? (10) El cetro no se apartará de Judá, ni la vara de gobernante de entre sus pies, hasta que venga Siloh, y a él sea dada la obediencia de los pueblos. (11) El ata a la vid su pollino, y a la mejor cepa el hijo de su asna; él lava en vino sus vestiduras, y en la sangre de las uvas su manto. (12) Sus ojos están apagados por el vino, y sus dientes blancos por la leche»

La bendición de Judá está relacionada con su nombre – (Gen. 29:35).
En hebreo su nombre es Yehuda, que significa “alabado”.
Hay varias palabras claves en esta profecía que aluden al Mesías, por ejemplo: “A ti”, “hijo mío”, “has subido”, “atando”, “vid”, “pollino”, “sus vestiduras”, “la sangre”, “vino”.
Todo esto habla de la primera venida del Mesías, que vino de la tribu de Judá.
La mano de Judá estaba en la cerviz de los enemigos por medio del rey David, según 2 Samuel 22:38-41 donde está escrito:
“…. Perseguí a mis enemigos y los destruí, y no me volví hasta acabarlos ….”
Génesis 48:8 – «A ti Judá, te alabarán tus hermanos; tu mano en la cerviz de tus enemigos; se inclinarán a ti los hijos de tu padre»
Jacob profetizó que sus hermanos van a reconocer su posición de liderazgo entre la familia.
De hecho, Judá comenzó a mostrar sus dotes de líder cuando los hermanos fueron a Egipto a comprar alimentos. El fue quien habló con José, y quien se hizo responsable por Benjamín.
Pero el carácter de Judá, no había sido totalmente ejemplar. Sugirió sacar ventaja para deshacerse de José – (Génesis 37:26). No trato fielmente a su hija-en-ley Tamar – (Génesis 38:26), y tuvo relaciones sexuales con ella como una prostituta – (Génesis 38:18). Pero lo hizo brillar cuando intercedió y se ofreció a sí mismo como sustituto de Benjamín – (Génesis 44:18-34). En general, esta bendición es un ejemplo de las riquezas de la gracia de Dios.
La tradición judía dice que después que Judá escucho lo que Jacob les dijo a Rubén, Simeón, Leví, tenía miedo a causa del mal que había hecho.
Más adelante en la historia, la tribu de Judá tomará también el rol de cabeza de una forma literal. En la organización de tribus en el desierto, la tribu de Judá es la que iba a la cabeza en la marcha – (Num. 10:12-14). También ellos eran la punta de lanza en las guerras de conquista, no sólo en el tiempo de Moisés y Josué, sino que también después.
Jueces 1:1-2 – «Después de la muerte de Josué, los hijos de Israel consultaron al SEÑOR, diciendo: ¿Quién de nosotros subirá primero contra los cananeos para pelear contra ellos? (2) Y el SEÑOR respondió: Judá subirá; he aquí, yo he entregado el país en sus manos»
En la profecía de Jacob también decía que Judá iba a poner “su mano en la cerviz de sus enemigos” – (Gen. 49:8). Esto se cumplió en tiempos de David y Salomón, reyes de la tribu de Judá, en cuyo reinado se expandieron las fronteras de Israel hasta su máxima alcance. El cumplimiento de esta profecía está expresado en un cántico de David:
2 Samuel 22:40-41 – «Pues tú me has ceñido con fuerza para la batalla; has subyugado debajo de mí a los que contra mí se levantaron. (41) También has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas, y destruí a los que me odiaban»
[También en el Salmo 18:39-40]
En la bendición, Jacob compara a Judá con un cachorro de león.
En Apocalipsis 5:5, Jesús es llamado el León de la tribu de Judá.
“El primogénito normalmente tenía dos derechos. En primer lugar, se convirtió en el líder de la familia, el nuevo patriarca. En segundo lugar, tenía derecho a una doble porción de la herencia, recibiendo dos veces más que cualquiera de los otros hermanos”
Génesis 49:9 – «Cachorro de león es Judá; de la presa, hijo mío, has subido. Se agazapa, se echa como león, o como leona, ¿quién lo despertará?»
El león comienza como cachorro, pequeño e inmaduro—así era Judá. Pero ese cachorro se convierte en León. Y del linaje de Judá vendrá el Mesías, Yeshua, quien se le conoce en la Biblia como “el León de Judá” – (Apoc. 5:5).
Siguiendo el concepto del león, sabemos que éste es “el rey de la selva”. En su bendición a Judá, Jacob profetizó que sus descendientes iban a ser reyes.
Génesis 49:10 – «El cetro no se apartará de Judá, ni la vara de gobernante de entre sus pies, hasta que venga Siloh, y a él sea dada la obediencia de los pueblos»
La frase: “…hasta que venga Siloh” significa: Hasta que venga el MESIAS.
El Mesías es Yeshua (esp. Jesús), quien es descendiente de Judá, del linaje de David – (Apoc. 5:5). Siloh significa: “reposo, tranquilidad”. El Mesías es el único que podrá traer paz verdadera y gobernará sobre toda la Tierra – (Rom. 15:12).
La profecía de “liderazgo” tomó unos 640 años en cumplirse (con el reinado de David, primero de los Reyes de la dinastía de Judá), y unos 1600 años en cumplirse en Jesús. Jesús es conocido como Siloh, nombre que significa: “Él hombre cuyo derecho es” en la antigüedad con este título se entiende que hablan del Mesías.
Desde David hasta Herodes, un príncipe de Judá fue jefe de Israel (Incluso Daniel en cautiverio). La promesa era que Israel mantendría este cetro hasta que viniera Siloh.
Incluso durante este periodo bajo sus amos extranjeros, Israel tenía un derecho limitado a la autonomía, hasta el año 7 d.C. Luego bajo Herodes y los romanos, su derecho a la pena de muerte les fue arrebatada.
En ese momento, los rabinos consideraban a la Escritura sin cumplirse un desastre. Al parecer, el último vestigio del cetro de Judá había pasado y no veían al Mesías. Rabinos caminaban por las calles de Jerusalén diciendo: “Ay de nosotros, el cetro ha sido quitado de Judá y Shiloh no ha venido” Sin embargo, la palabra de Dios no se había roto.
Ciertamente, Jesús estaba vivo entonces. Tal vez este fue el tiempo en que tenía 12 años y discutió la Palabra de Dios en el templo con los sabios de su época. Tal vez los impresionó su conocimiento en este asunto.
Judá es designado como la tribu real. La que dominará sobre sus hermanos. Esta profecía se vio cumplida desde el tiempo de David y Salomón, hasta la llegada de Yeshua (Siloh), cuando fue la tribu de Judá la que gobernó, y la única que congregando bajo su nombre a otras tribus, aparece en el tiempo de Yeshua.
En el nacimiento de Jesús se profetizó:
Lucas 1:32-33 – «Este será grande y será llamado Hijo del Altísimo; y el Señor Dios le dará el trono de su padre David; (33) y reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin»
El primer rey de Israel proveniente de la tribu de Judá fue David – (2 Sam. 5:1-5). Dios hizo un pacto con David, prometiéndole que todos los reyes de Israel vendrían de su linaje.
2 Samuel 7:16-17 – «Tu casa y tu reino permanecerán para siempre delante de mí; tu trono será establecido para siempre. (17) Conforme a todas estas palabras y conforme a toda esta visión, así habló Natán a David»
Como dijo Jacob en su profecía, todos los hermanos se inclinarán ante Judá, y lo harán literalmente ante Jesús, descendiente de Judá.
El cetro de Judá se refiere a la Torah, son ellos quienes la guardaron hasta que vino la Torah viviente, Yeshua, la palabra de YHVH hecha hombre.
¿La prueba de esta afirmación?
Romanos 3: 1-2 – “¿Qué ventaja tiene, pues, el judío? ¿o de qué aprovecha la circuncisión? Mucho, en todas maneras. Primero, ciertamente, que les ha sido confiada la palabra de Dios”
(Leyendo las palabras de Pablo piense por un momento: Como es que lo que es ventaja para el judío, guardar la palabra de Dios, la Torah, es para el creyente “maldición” de acuerdo a la enseñanza tradicional cristiana?)
5. – Zabulón:
Zabulón era el sexto hijo de Lea – (Gen. 30:19-20). Su nombre significa “habitación” (heb. Zebulún). La bendición final de Jacob para Zabulón fue la siguiente:
Génesis 49:13 – «Zabulón habitará a la orilla del mar; y él será puerto para naves, y su límite será hasta Sidón»
La tribu de Zabulón, se destacó por su fidelidad a David, el suministro la mayor cantidad desoldados para el ejército de David de cualquier otra tribu:
1 Crónicas 12:33 – «De Zabulón cincuenta mil, que salían a campaña prontos para la guerra, con toda clase de armas de guerra, dispuestos a pelear sin doblez de corazón»
Si uno ve el territorio que efectivamente le fue asignado a la tribu de Zabulón en tiempos de Josué, uno pensaría que Jacob se equivocó, ya que sus fronteras no tocaban con el Mar Mediterráneo ni con el Mar de Galilea – (Josué 19:10-16). Más bien le fueron asignadas las tierras del Valle Jezreel, que están entre las más fértiles de la región.
Parece que luego él se extendió hasta Sidón. Según algunos sabios Zabulón se dedicó a ganar dinero para que su hermano Isacar pudiera dedicarse al estudio de la Torá, como está escrito en:
Deuteronomio 33:18 – “A Zabulón dijo: Alégrate, Zabulón, cuando salieres; Y tú, Isacar, en tus tiendas”

Aunque tardó en llegar, el cumplimiento de la profecía de Jacob se cumplió años después. La bendición que Moisés le dio a esa tribu está relacionada con el cumplimiento de la visión que Jacob tuvo de su hijo y sus descendientes…
Hay fuentes que muestran que los descendientes de la
tribu de Zabulón habitaron Holanda que está junto al mar y tiene el puerto más grandes del mundo.
Deuteronomio 33:18-19 – «Y de Zabulón, dijo: Alégrate, Zabulón, en tus salidas e Isacar, en tus tiendas. (19) Llamarán a los pueblos al monte; allí ofrecerán sacrificios de justicia, pues disfrutarán de la abundancia de los mares, y de los tesoros escondidos en la arena»
Zabulón recibió la bendición de Moisés junto con Isacar.
Estas dos tribus son vecinas, y están localizadas en el valle central de Israel (Jezreel), uno de los más fértiles de la región.
Ninguna de las dos tribus tiene acceso directo al mar. En realidad, se encuentran entre el Mar Mediterráneo y el Mar de Galilea, con otras tribus separándolas del mar. Sin embargo ambas poblaciones recibieron bendiciones relacionadas con el mar.
A través de sus territorios pasaba una de las más importantes rutas comerciales conocida como “Via Maris” (esp. Vía del Mar), la cual conectaba a Damasco y Egipto. El paso de esta ruta comercial a través de su territorio llevó a la tribu de Zabulón a involucrarse en el comercio de la región.
La profecía de Jacob para Zabulón decía que “su límite será hasta Sidón”.
Sidón era una importante ciudad marítima y comercial a orillas del Mediterráneo. El territorio más cercano a ella no era de la tribu de Zabulón, sino el de Aser. El problema fue que la tribu de Aser nunca llegó a expulsar a los cananeos que habitaban en el territorio asignado a ellos (donde hoy está Haifa y el Monte Carmelo).
Ese espacio vacío que dejó Aser, comenzó a ser ocupado por los zebulonitas, quienes se fueron infiltrandose en el territorio asignado a Aser, debido a su acceso al mar. La tribu de Zebulón eran comerciantes, y el mar facilitaba el transporte. Ahora, el valle del norte de Israel paralelo a la costa se conoce como “Valle de Zabulón”.
Los Zabulonitas no sólo eran comerciantes, sino también eran valientes guerreros.
En tiempo de los jueces, ellos respondieron al llamado de Débora y Barac para hacer guerra contra los enemigos que los atacaban.
Jueces 4:10 – «Barac convocó a Zabulón y a Neftalí en Cedes, y subieron con él 10,000 hombres. Débora también subió con él»
Los zabulonitas no sólo lucharon, sino que estuvieron dispuestos a dar su vida en defensa de sus hermanos.
Jueces 5:18 – «Zabulón era pueblo que despreció su vida hasta la muerte. Y también Neftalí, en las alturas del campo»
También en tiempos de David, esta tribu aportó un gran número de guerreros que apoyaron a David cuando Saúl lo perseguía.
1 Crónicas 12:33 – «De Zabulón había 50,000 que salieron con el ejército, que podían ponerse en orden de batalla con toda clase de armas de guerra y que ayudaron a David sin doblez de corazón»
Esta tribu no sólo aportó guerreros, sino también alimentos para todos los hombres valientes de David, junto con los de Isacar y Neftalí.
1 Crónicas 12:40 – «También, los que estaban cerca de ellos, y hasta los de Isacar, Zabulón y Neftalí, trajeron víveres en asnos, camellos, mulos y bueyes; grandes cantidades de tortas de harina, tortas de higos y racimos de uvas pasas, vino, aceite, bueyes y ovejas. Verdaderamente había alegría en Israel»
Uno de los líderes en tiempo de los jueces provenía de la tribu de Zabulón: Elón –
Jueces 12:11-12 – «Después de Ibzán, juzgó a Israel Elón el Zabulonita; quien juzgó a Israel diez años. (12) Murió Elón el Zabulonita, y fue sepultado en Ajalón, en la tierra de Zabulón»
6. – Isacar:
La bendición de Jacob para el sexto hijo comienza de una forma extraña, pero veremos que tenía un significado espiritual…
Génesis 49:14-15 – «Isacar es un asno fuerte, echado entre los apriscos. (15) Al ver que el lugar de reposo era bueno y que la tierra era agradable, inclinó su hombro para cargar, y llegó a ser esclavo en trabajos forzados»
En la era moderna nos parece que la referencia a “asno” es un insulto, pero para el mundo antiguo, estos animales significaban un gran recurso. Estos eran usados para transporte y carga, al estilo de un carro o un camión el día de hoy.

La tribu de Isacar una gran tribu tercero en tamaño de acuerdo a las cifras del censo. Debido a su tamaño y abundancia, a menudo eran objeto de opresión por ejércitos extranjeros que los ponen como la servidumbre. De este modo, se convirtieron en una banda de esclavos.
“Parece ser que el significado de Isacar era fuerte, pero dócil y perezoso. El disfrutar dela buena tierra que se le asignó, pero no se esfuerzan por ello. Por lo tanto, a la larga iba a ser presionado a la servidumbre y el cojinete simple de las cargas de sus amos”
En la distribución de territorios luego de la conquista, a la tribu de Isacar le fue dado un territorio muy fértil en el valle al sur del mar de Galilea. Era una tribu trabajadora y próspera, que sabía llevar sus cargas, como el asno fuerte.
La tribu de Isacar siempre fue fuerte, y apoyó a sus hermanos cuando lo necesitaban. Ellos apoyaron a Débora cuando pidió ayuda contra el enemigo – (Jue. 5:15). También apoyaron a David cuando Saúl lo perseguía – (1 Cro 12:32); en ese tiempo, ellos también colaboraron con alimentos para los guerreros – (1 Cro. 12:40).
Lo más notable de los hijos de Isacar está escrito en el libro de las Crónicas. Según algunos sabios los hijos de Isacar producían grandes estudiosos que llevaban el yugo de la Torá, como está escrito en 1 Crónicas 12:32:
1 Crónicas 12:32 – «De los hijos de Isacar, expertos en discernir los tiempos, con conocimiento de lo que Israel debía hacer, sus jefes eran 200; y todos sus parientes estaban bajo sus órdenes»
Debido a su dedicación al estudio de la Torá, ellos se volvieron en expertos en “discernir los tiempos”. Conocían la Palabra, y sabían lo que Dios quería de ellos.
Jesús hizo referencia a lo que significa discernir los tiempos.
Mateo 16:1-4 – «Entonces los fariseos y los saduceos se acercaron a Jesús, y para ponerle a prueba le pidieron que les mostrara una señal del cielo. (2) Pero respondiendo El, les dijo: Al caer la tarde decís: «Hará buen tiempo, porque el cielo está rojizo.» (3) Y por la mañana: «Hoy habrá tempestad, porque el cielo está rojizo y amenazador.» ¿Sabéis discernir el aspecto del cielo, pero no podéis discernir las señales de los tiempos? (4) Una generación perversa y adúltera busca señal, y no se le dará señal, sino la señal de Jonás. Y dejándolos, se fue»
Discernir los tiempos no tiene nada que ver con el clima, sino con los tiempos de Dios. Implica sintonizarnos con la agenda de Dios. Esto viene por el estudio profundo de la Palabra de Dios.
En la despedida de Moisés, él bendijo a la tribu de Isacar junto a la de Zabulón…
Deuteronomio 33:18-19 – «Y de Zabulón, dijo: Alégrate, Zabulón, en tus salidas e Isacar, en tus tiendas. (19) Llamarán a los pueblos al monte; allí ofrecerán sacrificios de justicia, pues disfrutarán de la abundancia de los mares, y de los tesoros escondidos en la arena»
Como ya mencionamos, la tribu de Zabulón era muy rica debido a su comercio. A pesar de que eran prósperos, sabían que “no todo es dinero”. La tradición dice que los de Zabulón valoraban mucho lo espiritual, y por eso se dispusieron a financiar a los estudiosos de la Torá, muchos de los cuales venían de la tribu de Isacar.
Hay fuentes que muestran que los descendientes de Isacar poblaron Suiza, una de las tierras más hermosas del mundo. Lo suizos son muy buenos trabajadores.
7. – Dan:
Muchas de las bendiciones de Jacob están relacionadas con el nombre de sus hijos. Dan es uno de estos casos…
Génesis 49:16-18 – «Dan juzgará a su pueblo, como una de las tribus de Israel. (17) Sea Dan serpiente junto al camino, víbora junto al sendero, que muerde los jarretes del caballo, y cae su jinete hacia atrás. (18) ¡Tu salvación espero, oh Señor!»
Dan significa lit. “juez”. Raquel le puso ese nombre por lo que representó su nacimiento.
Génesis 30:6 – «Y Raquel dijo: Dios me ha vindicado; ciertamente ha oído mi voz y me ha dado un hijo. Por tanto le puso por nombre Dan»
Dan es hijo de la sierva de Raquel, a quien ella convirtió en concubina de Jacob para tener hijos de él.

Jacob también comparó a Dan con un animal: la serpiente. Esta comparación no parece halagadora, pero en realidad puede ser tanto positivo como negativa.
Jesús dijo que seamos “astutos como serpientes”:
Mateo 10:16 – «Mirad, yo os envío como ovejas en medio de lobos; por tanto, sed astutos como las serpientes e inocentes como las palomas»
Por otro lado, en la Biblia la serpiente representa a Satanás.
Apocalipsis 12:9 – «Y fue arrojado el gran dragón, la serpiente antigua que se llama el diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero; fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él»
En la historia de Israel, Dan probó ser una serpiente astuta en ambos sentidos…
Uno de los danitas más famosos fue Sansón – (Jueces 13:1-5).
Esta profecía se cumplió en él. Los descendientes de la tribu de Dan poblaron la tierra de Dinamarca. El nombre Dinamarca significa “la tierra de Dan”. Los descendientes de Dan pusieron el nombre de su ancestro sobre todo lugar donde pasaron en la historia, por ejemplo el río Danuvio – (Jueces 18:29).
i. Según una investigación hecha hace unos años, el pueblo danés es el pueblo más honesto del mundo. Tiene un sentido de justicia muy alto. “¡Tu salvación espero, oh Señor!” – Sansón no fue el que trajo la redención final para Israel.
Sansón era nazareo, y por ello debía estar dedicado a Dios. El Señor lo dotó de una fuerza especial, y también de astucia. Con ellas logró vencer a muchos filisteos.
Lamentablemente se desvió, al dejarse seducir por una mujer filistea llamada Dalila, y de ello vino su caída.
Otro grupo de la tribu de Dan usaron su astucia para el mal…El territorio que le fue asignado a la tribu de Dan era la tierra ocupada por los filisteos; sin embargo, no los expulsaron. Esos enemigos tenían carros de batalla, y por miedo a ellos los danitas prefirieron buscar otras tierras – (Jueces 18:1-2, 7).
Escogieron trasladarse al norte. Allí encontraron un pueblo escondido que era fácil de conquistar, el cual estaba apartado y no tenía alianzas con otros pueblos para que los defendieran – (Jue. 18:27-28).
Este suceso fue profetizado en la bendición que Moisés le dio a la tribu de Dan antes de entrar a la Tierra Prometida…
Deuteronomio 33:22 – «Y de Dan, dijo: Dan es cachorro de león que salta desde Basán»
Estas palabras sonaban extrañas ya que el territorio que le tocó a Dan estaba al sur de Israel, mientras que Basán se encuentra al extremo norte.
Lo más curioso de esta tribu es que no se menciona en Apocalipsis entre los 144,000 redimidos de todas las tribus de Israel que serán sellados para ser protegidos en la Tribulación – (Apoc. 7).
Hay mucha controversia con respecto a la razón por la que no se incluyó a la tribu de Dan.
Sabemos de Dan que era una tribu problemática. Ellos introdujeron la idolatría en Israel – (Jueces 18:30). Jeroboam mandó construir uno de sus becerros de oro – (1 Reyes 12:26-30), y posteriormente Dan se convirtió en un centro de adoración a los ídolos en Israel – (Amós 8:14)
Algunos creen que es porque de esa tribu vendrá el anticristo, por la referencia a la serpiente. Otros creen que es la consecuencia por haber abandonado su territorio y haber caído en idolatría—aunque otras tribus cosas semejantes. Lo que cabe señalar es que el sello de Apocalipsis no tiene que ver con “salvación eterna”, sino con la “protección” de las plagas que vendrán en la ira final.
Al final de la bendición que Jacob le dio a Dan, dice:
Génesis 49:18 – «¡Tu salvación espero, oh Señor!»
Dan va a ser salvo al final…aunque por fuego – (1 Cor. 3:15).
Pero no todo es negativo en la tribu de Dan. Algo positivo y honroso fue que un artista de la tribu de Dan fue elegido por Dios para construir el Tabernáculo, junto con Bezaleel, de la tribu de Judá.
Exodo 31:6-7 – «Mira, yo mismo he nombrado con él a Aholiab, hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y en el corazón de todos los que son hábiles he puesto habilidad a fin de que hagan todo lo que te he mandado: (7) la tienda de reunión, el arca del testimonio, el propiciatorio sobre ella y todo el mobiliario del tabernáculo»

8. – Gad:
El octavo hijo de Jacob es Gad, y lo bendijo con una simple frase:
Génesis 49:19 – «A Gad salteadores lo asaltarán, mas él asaltará su retaguardia»
Esta profecía tiene que ver con el nombre de Gad, lo cual se hace evidente en hebreo, pero pasa desapercibido en español. En hebreo, la bendición cuenta sólo con seis palabras, de las cuales cuatro están relacionadas con el verbo “Gud”.

El nombre “Gad” viene del verbo “Gud”, que significa “atacar, invadir”. La palabra “Gad” también se traduce como “tropa”. La bendición de Jacob tiene que ver con se atacado, pero también atacar de regreso.
En la historia, los gaditas se caracterizaron por ser valientes guerreros – (1 Cró. 5:18).
1 Crónicas 12:8 – «También de los de Gad se pasaron a David en la fortaleza en el desierto, hombres fuertes y valientes, entrenados para la guerra, diestros con el escudo y la lanza, cuyos rostros eran como rostros de leones, y eran tan ligeros como las gacelas sobre los montes»
Esta tribu necesitaba ser fuerte y valiente para defenderse, ya que ellos, junto con las tribus de Rubén y Manasés, se quedaron en el territorio del otro lado del Río Jordán. Específicamente, el territorio de Gad era Galaad.
Por muy fuertes y valientes que hayan sido los gaditas, la realidad es que ellos estaban en una posición vulnerable por estar del otro lado del Río, lejos de sus hermanos – (Jue. 10:8).
La tribu de Gad cruzó el río Jordán junto con sus hermanos para hacer guerra contra los Canaanitas durante 14 años hasta conquistar toda la tierra. Al volver a su territorio al otro lado del río siguieron sus propias huellas.
Hay fuentes que muestran que Suecia fue poblada por los descendientes de Gad. De Suecia salieron las tropas que conquistaron los ejércitos católicos que estaban avanzando hacia el norte de Europa para conquistar esos países después de la Reforma. Esa guerra duró 30 años.
Suecia envió sus tropas en el verano de 1630 y en el año 1648 se firmó la paz. Si Suecia no hubiera enviado sus tropas, apoyadas por otros países, para luchar contra Esau, el ancestro de Roma, y vencerlo, el mundo sería muy diferente hoy.
De todas las tribus, ellos fueron los primeros en ser llevados cautivos por los asirios. Pero la más peligrosa vulnerabilidad no era la geopolítica, sino la espiritual…
1 Crónicas 5:25-26 – «Pero traicionaron al Dios de sus padres, y se prostituyeron con los dioses de los pueblos de la tierra, los cuales Dios había destruido delante de ellos. (26) Por lo cual el Dios de Israel movió el espíritu de Pul, rey de Asiria, o sea, el espíritu de Tilgat-pilneser, rey de Asiria, y los llevó al destierro, es decir, a los rubenitas, a los gaditas y a la media tribu de Manasés, y los llevó a Halah, a Habor, a Hara y al río de Gozán, hasta el día de hoy»
Ellos ya no volvieron a regresar a sus tierras desde ese día.
¿Por qué se quedaron del otro lado del Río Jordán, y no entraron a habitar en la Tierra de Canaán?
Fue porque ellos mismos pidieron quedarse allí para beneficio de sus ganados. Pero le dieron más importancia a sus negocios que a sus hijos. Ellos dijeron a Moisés:
Números 32:4-5 – «la tierra que el SEÑOR conquistó delante de la congregación de Israel es tierra para ganado; y tus siervos tienen ganado. (5) Y dijeron: Si hemos hallado gracia ante tus ojos, que se dé esta tierra a tus siervos como posesión; no nos hagas pasar el Jordán»
En su bendición, Moisés hace referencia a esta petición de quedarse en el territorio fuera de la tierra de Canaán.
Deuteronomio 33:20-21 – «Y de Gad, dijo: Bendito el que ensancha a Gad; se echa como león, y desgarra el brazo y también la coronilla. (21) Entonces reservó para sí la primera parte, pues allí la porción de gobernante le estaba reservada. Y él vino con los jefes del pueblo; ejecutó la justicia del SEÑOR, y sus ordenanzas con Israel»
La tribu de Gad, junto con la de Rubén, solicitó “ensanchar” el territorio de Israel, y les fue concedido. Como dice el texto: “reservaron para sí la primera parte”.
El líder más sobresaliente de esta tribu fue Jair, quien fue juez en Israel por 22 años.
Jueces 10:3-4 – «Y tras él se levantó Jair galaadita, y juzgó a Israel veintidós años. (4) Este tuvo treinta hijos que cabalgaban en treinta asnos, y tenían treinta ciudades en la tierra de Galaad que se llaman Havot-jair hasta hoy»
La tribu de Gad suministro muchos soldados excelentes a David – (1 Crónicas 12:14).
9. – Aser:
La bendición final de Jacob para Aser también fue breve, y le dijo lo siguiente:
Génesis 49:20 – «En cuanto a Aser, su alimento será sustancioso, y él dará manjares de rey»
El nombre de “Aser” significa: dichoso, que en la Biblia también se traduce como: bienaventurado.

En la bendición de Jacob, él le dijo que “su alimento será sustancioso”, pero literalmente dice: “grasoso o lleno de aceite”. Esto habla de abundancia y de unción.
La tierra de Asher producía ricos frutos y allí hubo muchos olivos.
También la bendición de Moisés a la tribu de Aser hace referencia al aceite.
Deuteronomio 33:24-25 Y de Aser, dijo: Más bendito que hijos es Aser; sea favorecido por sus hermanos, y moje su pie en aceite. (25) De hierro y de bronce serán tus cerrojos, y tan largo como tus días será tu reposo.
Las tierras que le fueron asignadas a esta tribu se encuentran en la costa del Mediterráneo, las cuales son muy fértiles. No es casualidad que la mayor parte del aceite producido en Israel hoy en día viene de ese territorio. En esa área también se cultivaba trigo, con la cual alimentaban a toda la población de Israel.
Lo lamentable de esa tribu es que ellos nunca expulsaron a los habitantes cananeos.
Tampoco produjeron líderes reconocidos. Sólo se menciona a la profetisa Ana, quien se pasó su vida en el Templo, día y noche orando en espera del Mesías – (Luc. 2:36-38).
10. – Neftalí:
La bendición de Jacob para Neftalí fue la siguiente:
Génesis 49:21 – «Neftalí es una cierva en libertad, que pronuncia palabras hermosas»
La cierva es la hembra del venado. Hay varias menciones de los pies de cierva en la Biblia.

Salmos 18:33 – «El hace mis pies como de ciervas, y me afirma en mis alturas»
Habacuc 3:19 – «El Señor DIOS es mi fortaleza; El ha hecho mis pies como los de las ciervas, y por las alturas me hace caminar»
Las ciervas son tan ágiles con sus patas que pueden escalar terrenos muy escabrosos. Eso les permite subir muy alto en las montañas con facilidad. De hecho, el territorio asignado a la tribu de Neftalí está al norte de Israel y es una región montañosa. Además está a la par del Mar de Galilea.
Jesús escogió esta región para vivir allí durante su ministerio.
Mateo 4:12-16 – «Cuando El oyó que Juan había sido encarcelado, se retiró a Galilea; (13) y saliendo de Nazaret, fue y se estableció en Capernaúm, que está junto al mar, en la región de Zabulón y de Neftalí; (14) para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta Isaías, cuando dijo: (15) ¡Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles! (16) El pueblo asentado en tinieblas vio una gran luz, y a los que vivían en región y sombre de muerte, una luz les resplandeció»
Este fue el cumplimiento de la profecía de Isaías – (Isa. 9:1-2).
En el territorio Naftalí está el valle de Guinosar (al noroeste del mar de Galilea) que producía frutos abundantes y muy rápido.
Como su tierra era productiva, tenía tiempo para estudiar la Torá. El Tárgum tradujo: “(Su heredad producirá frutos) por los cuales agradecerán y bendecirán (a Dios)”.
La profetisa Deborá vino de Naftalí. Ella cantó una canción muy bella – (Jueces 5). Hay fuentes que muestran que los descendientes de Naftalí poblaron Noruega. El idioma noruego es muy melodioso.
Jacob también le dijo a su hijo Neftalí que “el pronunciará hermosas palabras”.
Isaías profetizó lo siguiente (citado también por Pablo en Romanos 10:15):
Isaías 52:7 – «¡Qué hermosos son sobre los montes los pies del que trae buenas nuevas, del que anuncia la paz, del que trae las buenas nuevas de gozo, del que anuncia la salvación, y dice a Sion: Tu Dios reina!»
Moisés los bendijo de la siguiente manera:
Deuteronomio 33:23 – «Y de Neftalí, dijo: Neftalí, colmado de favores, y lleno de la bendición del SEÑOR, toma posesión del mar y del sur»
Neftalí estaba a la par del Mar de Galilea, que en realidad es un lago. Pero la referencia a “tomar posesión del mar y del sur” probablemente se refiere a la ruta comercial que pasaba a través de sus tierras, la cual recibía el nombre de “Vía Marítima”. Esta ruta a Babilonia y Egipto, y pasaba a la orilla del Mar Mediterráneo. Este paso comercial ayudó a la prosperidad de la región.
El nombre de Neftalí significa “lucha”, lo cual resultó profético. Esta tribu probó ser gente luchadora. En el tiempo de los jueces, ellos pelearon dándolo todo, junto con la tribu de Zabulón.
Jueces 5:18 – «Zabulón era pueblo que despreció su vida hasta la muerte. Y también Neftalí, en las alturas del campo»
Las últimas dos bendiciones de Jacob fueron dirigidas a los hijos de su mujer amada, Raquel…
11. – José:
La bendición para José fue una de las más largas, al igual que Judá. No es de extrañar, ya que ellos dos fueron los que recibieron los derechos de primogenitura en la familia de Jacob.
La bendición para José también estaba relacionada con su nombre. En hebreo es “Yosef”, que significa: Él añadirá.
Génesis 49:22 – «Rama fecunda es José, rama fecunda junto a un manantial; sus vástagos se extienden sobre el muro»
La bendición a José no es menos sorprendente: Rama fructífera: ¡Multitud de naciones! Sus vástagos se extienden sobre el muro, queriendo decir que sus descendientes vivirían fuera de la tierra de Israel.
Pero será la casa de José una casa poderosa, con la bendición de YHVH. José es el primogénito, por lo que la herencia de José es doble, y con la casa de Judá serán un solo pueblo, Israel en la mano de YHVH.
Hay fuentes que muestran que los descendientes de José poblaron Inglaterra y los Estados Unidos.
Con José, el Señor añadió un hijo a la familia de Jacob. Pero ese nombre resultó profético, porque todo lo que él tocaba, prosperaba. La vida de José se caracterizó por ser fructífera y muy productiva, lo cual fue de gran bendición, no sólo para él sino para los que le rodeaban. En la bendición se hace referencia a esto…
Génesis 49:25-26 – «por el Dios de tu padre que te ayuda, y por el Todopoderoso que te bendice con bendiciones de los cielos de arriba, bendiciones del abismo que está abajo, bendiciones de los pechos y del seno materno. (26) Las bendiciones de tu padre han sobrepasado las bendiciones de mis antepasados hasta el límite de los collados eternos; sean ellas sobre la cabeza de José, y sobre la cabeza del consagrado de entre tus hermanos»
En esta bendición se mencionan varios nombres de Dios:
- Poderoso de Jacob – (heb. Abir Yaacov).
- Pastor – (heb. Ra’ah).
- Roca de Israel – (heb. Eben Yisrael).
- Dios – (heb. El).
- Todopoderoso – (heb. Shadai).
A pesar de todas las aflicciones y contratiempos que sufrió José en su vida, él nunca se olvidó de Dios. El conocía quién era Dios, y ese conocimiento le ayudó a sobreponerse a cualquier adversidad, lo cual también está reflejado en la bendición que su padre le dio.
Génesis 49:23-24 – «Los arqueros lo atacaron con furor, lo asaetearon y lo hostigaron; (24) pero su arco permaneció firme y sus brazos fueron ágiles por las manos del Poderoso de Jacob (de allí es el Pastor, la Roca de Israel)»
También la bendición que Moisés le dio a los descendientes de José habla de prosperidad:
Deuteronomio 33:13-17 – «Y de José, dijo: Bendita del SEÑOR sea su tierra, con lo mejor de los cielos, con el rocío y con las profundidades que están debajo; (14) con lo mejor de los frutos del sol y con los mejores productos de los meses; (15) con lo mejor de los montes antiguos y con lo escogido de los collados eternos; (16) con lo mejor de la tierra y cuanto contiene y el favor del que habitaba en la zarza. Descienda la bendición sobre la cabeza de José, y sobre la coronilla del consagrado entre sus hermanos. (17) Su majestad es como la del primogénito del toro, y sus cuernos son los cuernos del búfalo; con ellos empujará a los pueblos, todos juntos, hasta los confines de la tierra. Tales son los diez millares de Efraín, y tales los millares de Manasés»
Como ya mencionamos, a José le fue dado el derecho de primogenitura, en lugar de Rubén – (1 Cro. 5:1). El primogénito recibía una doble porción; por ello, José recibió el privilegio de tener dos tribus. Sus dos hijos mayores, Efraín y Manasés, fueron adoptados como hijos de Jacob, y se les dio el derecho de formar dos tribus en el pueblo de Israel. Ambas tribus fueron muy prósperas y fructíferas.
Manasés recibió el territorio más grande de todas las tribus, a ambos lados del Río Jordán.
Efraín recibió un territorio más pequeño, pero crucial, ya que estaba en el corazón de Israel. De esta tribu salieron líderes importantes, entre los cuales está Josué.
Cuando la nación de Israel se dividió en dos, Efraín se quedó como líder en las tribus del norte, y se llevó el nombre de Israel, el cual era el derecho del primogénito. (El líder de las tribus del Sur fue Judá, y de allí vienen los judíos).
El problema con la tribu de Efraín es que no expulsaron a todos los cananeos de su territorio. Ellos se quejaron con Josué por no tener suficiente territorio para el gran número de personas que tenían. Pero como veremos, el problema no era la cantidad de territorio sino otra causa.
Josué 17:13-18 – «Y sucedió que cuando los hijos de Israel se hicieron fuertes, sometieron a los cananeos a trabajos forzados, pero no los expulsaron totalmente. (14) Entonces los hijos de José hablaron a Josué, diciendo: ¿Por qué me has dado sólo una suerte y una porción como heredad, siendo yo un pueblo numeroso que hasta ahora el SEÑOR ha bendecido? (15) Y Josué les dijo: Si sois pueblo tan numeroso, subid al bosque y limpiad un lugar para vosotros allí en la tierra de los ferezeos y los refaítas, ya que la región montañosa de Efraín es demasiado estrecha para vosotros. (16) Y los hijos de José respondieron: La región montañosa no es suficiente para nosotros, y todos los cananeos que viven en la tierra del valle tienen carros de hierro, tanto los que están en Bet-seán y sus aldeas, como los que están en el valle de Jezreel. (17) Y habló Josué a la casa de José, a Efraín y a Manasés, diciendo: Eres un pueblo numeroso y tienes gran poder; no te tocará sólo una suerte, (18) sino que la región montañosa será tuya. Porque aunque es bosque, la desmontarás, y será tuya hasta sus límites más lejanos; porque expulsarás a los cananeos, aunque tengan carros de hierro y aunque sean fuertes»
En lugar de expulsarlos, los sometieron a esclavitud.
Jueces 1:28-29 – «Y sucedió que cuando Israel se hizo fuerte, sometieron a los cananeos a trabajos forzados, pero no los expulsaron totalmente. (29) Tampoco Efraín expulsó a los cananeos que habitaban en Gezer; y los cananeos habitaron en medio de ellos en Gezer»
A esto se refiere el salmo cuando habla de Efraín:
Salmo 78:9-11 – «Los hijos de Efraín eran arqueros bien equipados, pero volvieron las espaldas el día de la batalla. (10) No guardaron el pacto de Dios, y rehusaron andar en su ley; (11) olvidaron sus obras, y los milagros que les había mostrado»
[En la serie de estudios “Israel – Las dos Casas” se encuentra la historia de lo que pasó con estas dos tribus de los hijos de José.]
12. – Benjamín:
La bendición final de Jacob para su hijo pequeño fue la siguiente:
Génesis 49:27 – «Benjamín es lobo rapaz; de mañana devora la presa, y a la tarde reparte los despojos»
El Rey Saúl vino de Benjamín. Él devoró mucha presa al principio de la historia de Israel – (1 Samuel 14:47).

Mardoqueo y Ester repartieron muchos despojos por la tarde de la historia de Israel – (Ester 8:7). El apóstol Pablo vino de la tribu de Benjamín – (Romanos 11:1, Filipenses 3:5).
Muchos de los descendientes de Benjamín entre los judíos sefardíes han tomado el apellido López, hijo del lobo, basándose en esta profecía. Así que los que tienen el apellido López son descendientes de la tribu de Benjamín.
De nuevo, Jacob usa un animal como analogía para su bendición. En el caso de Benjamín, lo compara con un lobo. Jacob vio que su hijo tenía un espíritu guerrero.

Pero así como toda habilidad, ésta puede ser usada para bien o para mal.
En el caso de Benjamín, su ferocidad corría el riesgo de ser usada en violencia, y así sucedió en tiempos de los jueces…
a. En defensa de la justicia: Libertador Aod
En el tiempo de los jueces, el Señor levantó a un hombre valiente y astuto de la tribu de Benjamín para librar a los israelitas de la opresión de los moabitas.
Jueces 3:14-26 – «Y los hijos de Israel sirvieron a Eglón, rey de Moab, por dieciocho años. (15) Pero los hijos de Israel clamaron al SEÑOR, y el SEÑOR les levantó un libertador, a Aod, hijo de Gera, benjamita, el cual era zurdo. Y los hijos de Israel enviaron tributo con él a Eglón, rey de Moab. (16) Aod se hizo una espada de dos filos, de un codo de largo, y la ató a su muslo derecho debajo de la ropa. (17) Y presentó el tributo a Eglón, rey de Moab; y Eglón era un hombre muy grueso. (18) Y aconteció que cuando terminó de presentar el tributo, despidió a la gente que había traído el tributo. (19) Pero él se volvió desde los ídolos que estaban en Gilgal, y dijo: Tengo un mensaje secreto para ti, oh rey. Y éste dijo: Guarda silencio. Y todos los que le servían salieron. (20) Aod vino a él cuando estaba sentado solo en su sala de verano. Y Aod dijo: Tengo un mensaje de Dios para ti. Y él se levantó de su silla. (21) Aod alargó la mano izquierda, tomó la espada de su muslo derecho, y se la hundió en el vientre. (22) Y la empuñadura entró también tras la hoja, y la gordura se cerró sobre la hoja, pues no sacó la espada de su vientre; y se le salieron los excrementos. (23) Entonces salió Aod al corredor, cerró tras sí las puertas de la sala de la terraza y les pasó el cerrojo. (24) Después de haber salido, vinieron los siervos y miraron, y he aquí, las puertas de la sala de la terraza tenían pasado el cerrojo, y dijeron: Sin duda está haciendo su necesidad en la sala de verano. (25) Y esperaron hasta sentir inquietud, pues he aquí que él no abría las puertas de la sala de la terraza. Entonces tomaron la llave y las abrieron, y he aquí, su señor caído en el suelo, muerto. (26) Mas Aod había escapado mientras ellos esperaban; pasando por los ídolos, había escapado a Seirat»
El juez Aod actuó como un lobo – (Jueces 3).
b. Violencia horrenda: en Guibeá
En la historia de las jueces, hubo otro incidente violento que involucraba a la tribu de Benjamín. Pero en este caso fue una injusticia, en lugar de en defensa de la justicia. Lo que sucedió en Guibeá, pueblo de Benjamín, es una de las historias más violentas y desagradables de toda la historia de Israel.
Jueces 19:15-25 – «Y se desviaron allí para entrar y alojarse en Guibeá. Cuando entraron, se sentaron en la plaza de la ciudad porque nadie los llevó a su casa para pasar la noche. (16) Entonces, he aquí, un anciano venía de su trabajo del campo al anochecer. Y el hombre era de la región montañosa de Efraín y se alojaba en Guibeá, pero los hombres del lugar eran benjamitas. (17) Y alzó sus ojos y vio al viajero en la plaza de la ciudad; y el anciano dijo: ¿A dónde vas y de dónde vienes? (18) Y él le dijo: Estamos pasando de Belén de Judá a la parte más remota de la región montañosa de Efraín, pues soy de allí. Fui hasta Belén de Judá, y ahora voy a mi casa, pero no hay quien me reciba en su casa. (19) Sin embargo, tenemos paja y forraje para nuestros asnos, y también pan y vino para mí, para tu sierva y para el joven que está con tu siervo; no nos falta nada. (20) Y el anciano dijo: Paz sea contigo. Permíteme suplir todas tus necesidades; pero no pases la noche en la plaza. (21) Y lo llevó a su casa y dio forraje a los asnos; y ellos se lavaron los pies, comieron y bebieron. (22) Mientras ellos se alegraban, he aquí, los hombres de la ciudad, hombres perversos, rodearon la casa; y golpeando la puerta, hablaron al dueño de la casa, al anciano, diciendo: Saca al hombre que entró en tu casa para que tengamos relaciones con él. (23) Entonces el hombre, el dueño de la casa, salió a ellos y les dijo: No, hermanos míos, no os portéis tan vilmente; puesto que este hombre ha entrado en mi casa, no cometáis esta infamia. (24) Aquí está mi hija virgen y la concubina de él. Permitidme que las saque para que abuséis de ellas y hagáis con ellas lo que queráis, pero no cometáis semejante infamia contra este hombre. (25) Pero los hombres no quisieron escucharle, así que el levita tomó a su concubina y la trajo a ellos. Y ellos la ultrajaron y abusaron de ella toda la noche hasta la mañana; entonces la dejaron libre al amanecer»
Sus habitantes se comportaron de forma similar a los de Sodoma y Gomorra.
Al enterarse del acto detestable cometido en ese lugar, las demás tribus se levantaron en contra de los hombres de ese pueblo. Pero en lugar de hacer justicia, el resto de la tribu de Benjamín se levantó en defensa de ese pueblo en su región. Esto provocó una guerra civil que casi termina con la extinción de la tribu de Benjamín – (Jue. 20).
〉Territorio de Benjamín:
El territorio asignado a la tribu de Benjamín estaba localizado en un lugar estratégico, entre las dos tribus líderes: Judá y Efraín – (Jos. 18:11-28)
En su territorio se encuentran varias ciudades importantes: Jericó, Betel, Gibeón, Ramá y Mizpa, pero sin dudas la más famosa es Jerusalén. Mucha gente piensa que Jerusalén está en el territorio de Judá, pero en realidad está en la frontera de ambas tribus, pero del lado de Benjamín – (Jos. 18:28). Sin embargo, quien la conquistó de manos de los jebuseos no fueron los de Benjamín sino David, quien es de la tribu de Judá.
La bendición de Moisés a Benjamín está relacionada con el Templo que se construirá en Jerusalén, la ciudad más importante en el territorio de Benjamín.
Deuteronomio 33:12 – «De Benjamín, dijo: Habite el amado del SEÑOR en seguridad junto a aquel que le protege todo el día, y entre cuyos hombros mora»
- Todos son elegidos:
No todos los hijos de Abraham ni todos los hijos de Isaac fueron incluidos en la formación del pueblo de Dios. Pero con Jacob se termina el proceso de selección, ya que todos sus hijos fueron elegidos para formar parte del pueblo de Israel.
Génesis 49:28 – «Todas estas son las doce tribus de Israel, y esto es lo que les dijo su padre cuando los bendijo. A cada uno lo bendijo con la bendición que le correspondía.»
Luego de bendecir a sus hijos y cumplir el propósito de su vida, Jacob expiró.
Génesis 49:29-32 – «Les mandó luego, y les dijo: Yo voy a ser reunido con mi pueblo. Sepultadme con mis padres en la cueva que está en el campo de Efrón el heteo, (30) en la cueva que está en el campo de Macpela, al oriente de Mamre en la tierra de Canaán, la cual compró Abraham con el mismo campo de Efrón el heteo, para heredad de sepultura. (31) Allí sepultaron a Abraham y a Sara su mujer; allí sepultaron a Isaac y a Rebeca su mujer; allí también sepulté yo a Lea. (32) La compra del campo y de la cueva que está en él, fue de los hijos de Het»
A pesar de que ahora Jacob se encuentra enEgipto, él sabía que no era un egipcio. Él era un hijo de la promesa, el heredero del pacto de Dios con Abraham y él será sepultado en la tierra prometida a Abraham por el pacto.
«…En la cueva que está en el campo de Macpela…» Egipto estaba lleno de magníficas tumbas, y por el respeto que se le tenía a Jacob pudo haber sido enterrado como un faraón. Pero él quería ser enterrado en una cueva oscura en Canaán, ya que Canaán era la tierra prometida.
Génesis 49:33 – «Cuando Jacob terminó de encargar estas cosas a sus hijos, recogió sus pies en la cama y expiró, y fue reunido a su pueblo»
Con esto termina la vida del último de los grandes patriarcas, de Abraham, Isaac y Jacob. Pero Dios puede y va a levantar a otros grandes hombres para usarlos, después de ellos.
“Se dice que hay tres actitudes básicas hacia la muerte. Entre los antiguos griegos, se celebra lo que puede llamarse el punto de vista la aceptación de la muerte. Nuestro mundo moderno sin embargo se vende en un enfoque que niega la muerte. El enfoque bíblico es la actitud que desafía a la muerte”
Vemos a Jacob como si estuviera esperando la oportunidad de bendecir a sus hijos antes de morir. Pero no murió sin antes indicarles a sus hijos dónde quería ser sepultado, y esto lo veremos en el siguiente capítulo…
Un mensaje muy lindo , Dios es maravilloso y perdonador y tiene muchos propósitos para sus hijos… gracias por instruir a su pueblo….
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Gracias por La explicación explícita allí puedo ahora entender porq son llamados los pueblos de Israel,son nombre de los hijos de Jacob.he Leído la Santa escritura una vez y estoy leyendo de nuevo y estoy aprendiendo y entendiendo lo q no sabía o no había entendido antes..es tan lindo leer la palabra de Dios y conocer nuestro Señor como el es. Gracias de nuevo muchas Bendiciones.
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Ha sido de gran bendición para mi, he guardado la página en mi pantalla principal para continuar estudiando la biblia, muchas gracias.
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B’H saludos Jennifer
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he sido muy bendecida con este estudio, un amplio panorama de las tribus de Israel.. gracias por el tiempo de preparacion.
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Gracias por exponer un estudio tan completo de las tribus de Israel. Ahora entiendo mucho mejor.
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Excelente estudio aprendí mucho de él gracias por publicarlo y compartir lo DIOS LOS BENDIGA
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El amor de Dios, la gracia del Señor Jesucristo y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amen.
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