Éxodo 26:1-3 – «Harás el tabernáculo de diez cortinas de lino torcido, azul, púrpura y carmesí; y lo harás con querubines de obra primorosa. (2) La longitud de una cortina de veintiocho codos, y la anchura de la misma cortina de cuatro codos; todas las cortinas tendrán una misma medida. (3) Cinco cortinas estarán unidas una con la otra, y las otras cinco cortinas unidas una con la otra»
«…Harás el tabernáculo…» – Tabernáculo de mishkan, «morada«, palabra derivada de shakan, «habitación«, o «morada«. Este vocablo está relacionado con Shekinah, la gloriosa presencia de Dios – (ver com. Exo. 25: 8 y Gén. 3: 24) en el lugar santísimo – (Exo. 25: 22). Hoy se podría traducir mejor la palabra «tabernáculo» como «tienda» o «habitación«.
Ya se ha descrito el sagrado mobiliario del tabernáculo, exceptuando el altar del incienso. Esta descripción aparece en el cap. 30: 1-10. El capítulo 26 se ocupa de las indicaciones para hacer el «tabernáculo» propiamente tal. Este constaba de dos partes principales.
- Un recinto cuadrangular de 30 codos de largo por 10 codos de ancho y 10 de alto o sea 13,34 m por 4,45 m por 4,45 m (43,9 x 14,7 pies); (ver com. cap. 25: 10), abierto en un extremo. Los tres lados estaban hechos de tablas de acacia recubiertas de oro. Esto era el tabernáculo propiamente tal.
- Una tienda de pelo de cabra, probablemente plana en su parte superior, estaba extendida sobre el tabernáculo. En lugar de la palabra «cubierta» del vers. 7, debería aparecer «tienda«. Lo mismo ocurre en el vers. 11, pero en los vers. siguientes (12-14), aparece la palabra correcta: «tienda«. Por encima de la tienda de pelo de cabra iban una cubierta exterior de «pieles de carnero teñidas de rojo«, o sea pieles de carnero curtidas, y una cubierta de «pieles de tejones» – (ver com. cap. 25: 5).
Las partes secundarias de la estructura eran:
- Las «basas«, donde se apoyaban las tablas verticales que encerraban el tabernáculo.
- Las «barras«, que se usaban para unir estas tablas.
- El «velo» o la cortina que se extendía de un lado al otro del tabernáculo para dividirlo en dos ambientes. El primero, el «lugar santo» o «el primer tabernáculo«, era dos veces más largo que el «lugar santísimo» – (Exo. 26: 15-25, 33; ver 1 Rey. 6: 16-20; Heb. 9: 2-7). Medía 20 codos de largo por 10 de ancho, o sea 8,89 m x 4,46 m – (29,2 x 14,7 pies). El «lugar santísimo» – (Heb. 9: 3) medía 10 codos de largo por 10 de ancho, o sea 4,5 m x 4,5 m – (14,7 x 14,7 pies).
- Una «cortina» para cubrir el frente, donde el tabernáculo no tenía tablas.
«…diez cortinas de lino torcido…» – Unidas entre sí, éstas formaban la primera de las cuatro «cubiertas» – (Exo. 26: 7, 14), y constituían algo así como el cielo raso de las dos habitaciones.
Estas cortinas medían dos codos menos que las cortinas exteriores – (vers. 7), debido a lo cual la cubierta interior era, de cada lado del tabernáculo, un codo más corta que las exteriores.
En cada hilo había cuatro fibras, una de lino y tres de lana, y cada hilo era séxtuple, trenzado con seis hebras. Cuatro fibras fueron trenzadas juntas y así se formaban 24 hebras por hilo. Los querubines fueron tejidos en la tela.
Puesto que los materiales usados por Aholiab en sus bordados eran los mismos que se mencionan aquí, es razonable Pensar que estos «querubines» estaban bordados en las «cortinas» – (caps. 35: 35; 38: 23). Estos querubines representaban a la hueste de ángeles que sirven al Señor y cumplen sus mandatos – (Sal. 103: 20,21; Heb. 1: 13,14; ver com. Gén. 3: 24).
«…La longitud de una cortina…» – Cada cortina tenía unos 12,45 m de largo por 1, 78 m – (40, 1 x 5,1 pies) de ancho. Desde afuera, el tabernáculo no era especialmente atrayente, pero por dentro era de una exquisita belleza, con su oro y sus «cortinas» de azul, púrpura y carmesí, y sus querubines bordados.
Éxodo 26:4-6 – «Y harás lazadas de azul en la orilla de la última cortina de la primera unión; lo mismo harás en la orilla de la cortina de la segunda unión. (5) Cincuenta lazadas harás en la primera cortina, y cincuenta lazadas harás en la orilla de la cortina que está en la segunda unión; las lazadas estarán contrapuestas la una a la otra. (6) Harás también cincuenta corchetes de oro, con los cuales enlazarás las cortinas la una con la otra, y se formará un tabernáculo»
La unidad es muy importante para el Eterno. Esta construcción nos enseña que hace falta unirse para poder ser un templo en el Eterno.
Juan 17:22-23 – “La gloria que me diste les he dado, para que sean uno, así como nosotros somos uno: yo en ellos, y tú en mí, para que sean perfeccionados en unidad, para que el mundo sepa que tú me enviaste, y que los amaste tal como me has amado a mí”
1 Corintios 1:10 – “Os ruego, hermanos, por el nombre de nuestro Señor Yeshúa el Mesías, que todos os pongáis de acuerdo, y que no haya divisiones entre vosotros, sino que estéis enteramente unidos en un mismo sentir y en un mismo parecer”
Efesios 4:1-6 – “Yo, pues, prisionero del Señor, os ruego que viváis de una manera digna de la vocación con que habéis sido llamados, con toda humildad y mansedumbre, con paciencia, soportándoos unos a otros en amor, esforzándoos por preservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. Hay un solo cuerpo y un solo Espíritu, así como también vosotros fuisteis llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un solo Señor, una sola fe, una sola tevilá (bautismo), un solo Elohim y Padre de todos, que está sobre todos, por todos y en todos”
Filipenses 2:1-4 – “Por tanto, si hay algún estímulo en el Mesías, si hay algún consuelo de amor, si hay alguna comunión del Espíritu, si algún afecto y compasión, haced completo mi gozo, siendo del mismo sentir, conservando el mismo amor, unidos en espíritu, dedicados a un mismo propósito. Nada hagáis por egoísmo o por vanagloria, sino que con actitud humilde cada uno de vosotros considere al otro como más importante que a sí mismo, no buscando cada uno sus propios intereses, sino más bien los intereses de los demás”
Colosenses 3:12-15 – “Entonces, como escogidos de Elohim, santos y amados, revestíos de tierna compasión, bondad, humildad, mansedumbre y paciencia; soportándoos unos a otros y perdonándoos unos a otros, si alguno tiene queja contra otro; como el Mesías os perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas, vestíos de amor, que es el vínculo de la unidad. Y que la paz del Mesías reine en vuestros corazones, a la cual en verdad fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos”
1 Pedro 2:5 – “también vosotros, como piedras vivas, sed edificados como casa espiritual para un sacerdocio santo, para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Elohim por medio de Yeshúa el Mesías”
Tito 3:10 – “Al hombre que cause divisiones, después de la primera y segunda amonestación, deséchalo”
Judas 19 – “Estos son los que causan divisiones; (los que son como) animales que no tienen el Espíritu”
En este texto se habla de los hombres que no tienen el Espíritu del Eterno. No han nacido de nuevo. Ellos se dirigen por sus almas, como los animales. Ellos son los que causan divisiones, porque ni tienen la vida espiritual, ni buscan las cosas de arriba ni pueden hacerlo, porque sus espíritus están muertos.
Si una persona que ha nacido de nuevo no busca las cosas de arriba, sino sus propios intereses, también causa divisiones. La única manera de mantenernos unidos es que todos busquemos el Reino de Dios por medio del Espíritu que nos ha sido dado.
Éxodo 26:7-13 – «Harás asimismo cortinas de pelo de cabra para una cubierta sobre el tabernáculo; once cortinas harás. (8) La longitud de cada cortina será de treinta codos, y la anchura de cada cortina de cuatro codos; una misma medida tendrán las once cortinas. (9) Y unirás cinco cortinas aparte y las otras seis cortinas aparte; y doblarás la sexta cortina en el frente del tabernáculo. (10) Y harás cincuenta lazadas en la orilla de la cortina, al borde en la unión, y cincuenta lazadas en la orilla de la cortina de la segunda unión. (11) Harás asimismo cincuenta corchetes de bronce, los cuales meterás por las lazadas; y enlazarás las uniones para que se haga una sola cubierta. (12) Y la parte que sobra en las cortinas de la tienda, la mitad de la cortina que sobra, colgará a espaldas del tabernáculo. (13) Y un codo de un lado, y otro codo del otro lado, que sobra a lo largo de las cortinas de la tienda, colgará sobre los lados del tabernáculo a un lado y al otro, para cubrirlo»
Como el tabernáculo corresponde al hombre cada cubierta representa una parte del hombre.
- La primera cubierta, la interior, representa el hombre interior.
- La segunda, de pelo de cabras, podría representar el yetser hará, la mala inclinación. La cabra en las Escrituras representa los demonios y hombres rebeldes, – (Isaías 13:21; Mateo 25:31-46). Dentro de cada persona hay una parte maligna, el pecado.
«…Cortinas de pelo de cabra…» – Los árabes todavía usan el pelo de cabra para tejer sus tiendas. Era el pelo de cabra el que le daba al santuario su solidez y lo protegía en tiempo de humedad o tormenta. Estas «cortinas» medían dos codos más que las cortinas interiores de lino, o sea que tenían unos 13,34 m (43,1 pies) de largo.
Puestas por encima del tabernáculo, llegaban hasta las «basas» de plata a cada lado del tabernáculo (vers. 19). Proporcionaban amplia protección para la pared posterior del tabernáculo y también para la parte superior del frente.
Éxodo 26:14-25 – «Harás también a la tienda una cubierta de pieles de carneros teñidas de rojo, y una cubierta de pieles de tejones encima. (15) Y harás para el tabernáculo tablas de madera de acacia, que estén derechas. (16) La longitud de cada tabla será de diez codos, y de codo y medio la anchura. (17) Dos espigas tendrá cada tabla, para unirlas una con otra; así harás todas las tablas del tabernáculo. (18) Harás, pues, las tablas del tabernáculo; veinte tablas al lado del mediodía, al sur. (19) Y harás cuarenta basas de plata debajo de las veinte tablas; dos basas debajo de una tabla para sus dos espigas, y dos basas debajo de otra tabla para sus dos espigas. (20) Y al otro lado del tabernáculo, al lado del norte, veinte tablas; (21) y sus cuarenta basas de plata; dos basas debajo de una tabla, y dos basas debajo de otra tabla. (22) Y para el lado posterior del tabernáculo, al occidente, harás seis tablas. (23) Harás además dos tablas para las esquinas del tabernáculo en los dos ángulos posteriores; (24) las cuales se unirán desde abajo, y asimismo se juntarán por su alto con un gozne; así será con las otras dos; serán para las dos esquinas. (25) De suerte que serán ocho tablas, con sus basas de plata, dieciséis basas; dos basas debajo de una tabla, y dos basas debajo de otra tabla»
«…Pieles de carneros…» – Esta «cubierta» del tabernáculo debía estar por encima de las «cortinas de pelo de cabra» para asegurar la máxima protección posible contra las inclemencias del tiempo. No se da el tamaño de esta cubierta, pero debe haber sido lo suficientemente grande como para cubrir las cortinas de pelo de cabra – (vers. 7).
Esto podría simbolizar el sacrificio sangriento del Mesías que cubre la naturaleza pecaminosa del hombre. El tabernáculo era muy hermoso por dentro, pero no muy bonito por fuera. Así es el Reino de los Cielos, no es muy atractivo para el mundo, pero cuanto más uno profundice, más riquezas encuentra.
Mateo 13:44 – “El reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en el campo, que al encontrarlo un hombre, lo vuelve a esconder, y de alegría por ello, va, vende todo lo que tiene y compra aquel campo”
«…Pieles de tejones…» – Estas eran pieles de foca segun algunoso quizás pieles de marsopas o vacas marinas aunque no esta clara realmente de que animal en concreto eran – (ver com. cap. 25: 5). Esta era una cubierta exterior duradera y a prueba de agua.
No era particularmente hermosa para verla, pero era extremadamente confortable.
«…Y harás tablas…» – Estas eran de unos 4,45 m de largo por unos 66 cm de ancho – (14,7 x 2,2 pies) – (vers. 16). Se mantenían en pie haciendo calzar las dos «espigas» – (vers. 17) de cada tabla en dos «basas» de plata. Las tablas estaban recubiertas de oro – (vers. 29).
i. Los eruditos debaten sobre si las tablas circundantes hacían una pared sólida alrededor del tabernáculo, o si era mas bien como un marco con las cubiertas de tela teniendo la función de pared. Pero la idea de una pared sólida parece tener más sentido.
«…Cuarenta basas…» – Cada una pesaba un talento (cap. 38: 27), o sea 34,2 kg. (75 libras y 6 onzas). Cada una equivalía a un cubo de plata de 14,7 cm de lado.
Las «basas» estaban puestas una al lado de la otra sobre el suelo y formaban de ese modo un fundamento ininterrumpido para las paredes de tabla. Otras cuarenta «basas» eran para el lado norte (cap. 26: 21), 16 para el lado oeste y cuatro para las columnas entre los dos compartimentos, o sea un total de cien «basas«.
Cada tabla tenía un grosor de un codo. Las tablas representan cada miembro del pueblo de Israel. Otra vez encontramos el mensaje de la unidad entre nosotros para poder formar un templo santo para el Eterno. Debajo de cada tabla hay dos basas de plata.
La plata representa la Torá y la expiación.
〉 La Torá, porque está escrito en el Salmo 12:6:
“Las palabras de YHVH son palabras puras, plata probada en un crisol en la tierra, siete veces refinada”
Tambien se entiende que la congregación ha de mantenerse separada del mundo. Aquí no tiene un lugar permanente, sino que espera la «ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es Dios» – (Heb. 11: 10). Aquí no tenemos «ciudad permanente, sino que buscamos la por venir» – (Heb.13: 14).
〉 Y la expiación:
Éxodo 30:16 – “Tomarás de los hijos de Israel la plata de la expiación y lo darás para el servicio de la tienda de reunión, para que sea un recordatorio para los hijos de Israel delante de YHVH, como expiación por vuestras vidas”
Esto nos enseña que la base para cada uno que puede formar parte del templo del Eterno es la Torá y la expiación. El hecho de que hay dos basas debajo de cada tabla nos enseña que hay dos tipos de Torá, la Torá escrita y la Torá Viviente.
También nos enseña que hay dos partes en la expiación de Israel, la reconciliación entre el hombre y Dios y la reconciliación entre hombre y hombre.
Éxodo 26:26-29 – «Harás también cinco barras de madera de acacia, para las tablas de un lado del tabernáculo, (27) y cinco barras para las tablas del otro lado del tabernáculo, y cinco barras para las tablas del lado posterior del tabernáculo, al occidente. (28) Y la barra de en medio pasará por en medio de las tablas, de un extremo al otro. (29) Y cubrirás de oro las tablas, y harás sus anillos de oro para meter por ellos las barras; también cubrirás de oro las barras»
«…Barras…» – Para mantener las tablas en su lugar y para reforzar las paredes, debían hacerse «cinco barras» para cada lado y para el extremo occidental. Cuatro de ellas debían pasar por «anillos» asegurados a las tablas. La quinta «barra«, o central, en cada pared debía pasar por el centro de las tablas – (vers. 28). Es probable que las cuatro barras visibles hayan estado del lado exterior del tabernáculo.
Una de las barras estaba metida en medio de todos los maderos. Esto significa que todos los maderos estaban perforados. Una vara de 30 codos, (15 metros), atravesaba la pared larga.
Según el Midrash, esta vara simboliza el Mesías quien unirá a todas las naciones del mundo. En total había tres varas que atravesaban las tres paredes del tabernáculo. Esto nos habla de la muerte del Mesías cuando su cuerpo fue clavado al madero con tres clavos, uno para cada brazo y uno para los dos pies.
Salmo 22:16 – “Porque perros me han rodeado; me ha cercado cuadrilla de malhechores; me horadaron las manos y los pies”
Éxodo 26:30-33 – «Y alzarás el tabernáculo conforme al modelo que te fue mostrado en el monte. (31) También harás un velo de azul, púrpura, carmesí y lino torcido; será hecho de obra primorosa, con querubines; (32) y lo pondrás sobre cuatro columnas de madera de acacia cubiertas de oro; sus capiteles de oro, sobre basas de plata. (33) Y pondrás el velo debajo de los corchetes, y meterás allí, del velo adentro, el arca del testimonio; y aquel velo os hará separación entre el lugar santo y el santísimo»
«…Un velo…» – Este debía de ser el mismo material y de la misma artesanía que las «diez cortinas» que formaban la cubierta interior del cielo raso y de las paredes del tabernáculo (vers. 1), y también debía de tener bordadas en hilo de oro y plata las figuras de los querubines.
La palabra hebrea que ha sido traducida como “velo” es “parojet”,que significa “partición”, “separación”. Simboliza el cuerpo del Mesías.
«…Cuatro columnas…» – El «velo» – (vers. 31) debía colgar «sobre cuatro columnas«. La «cortina» para la «puerta del tabernáculo» estaba suspendida de «cinco columnas» – (vers. 36, 37).
El velo interior no llegaba hasta el cielo raso sino que permitía que la gloria de Dios, manifestada sobre el propiciatorio, fuese parcialmente visible desde el lugar santo. Las cuatro columnas tenían «capiteles» de oro y descansaban sobre «basas de plata«, al igual que las tablas de las paredes – (vers. 15, 19).
«…Corchetes…» – Los «corchetes» eran los ganchos o las espigas que sostenían el velo. El sumo sacerdote era el único que pasaba dentro del velo que separaba al lugar santo del santísimo y no lo hacía sino una vez al año, en el día de la expiación – (Lev. 16; Heb. 9: 7).
Las diversas partes del servicio «diario» se realizaban delante del velo, o sea en el lugar santo.
Cuando el Mesías murió se rasgó el velo del templo, como está escrito en Marcos 15:38:
“…Y el velo del templo se rasgó en dos, de arriba abajo…”
Hebreos 9:8-9 – “Queriendo el Espíritu de santidad dar a entender esto: que el camino al Lugar Santísimo aún no había sido revelado en tanto que la primera habitación permaneciera en pie; lo cual es un símbolo para el tiempo presente, según el cual se presentan ofrendas y sacrificios que no pueden hacer perfecto en su conciencia al que practica ese culto”
Esto nos enseña que se puede ver el tabernáculo como un símbolo del tiempo.
- Desde Adan hasta el Mesías hay 4000 años. Esto concuerda con los 20 codos que hay entre la entrada al tabernáculo hasta el velo.
- Después del velo hay 10 codos hasta la pared occidental del lugar santísimo, lo cual corresponde a los 2000 años de era mesiánica, entre la primera y la segunda venida del Mesías.
El altar, la mesa y el candelabro estaban corridos diez codos hacia el interior, desde la entrada en el lugar santo. Si esto es símbolo del tiempo, significa que cada tabla de un codo y medio simboliza 300 años de historia humana (6000 años / 20 tablas = 300 años/tabla).
Cada codo corresponde a 200 años de historia. El altar de incienso estaba a 10 codos desde la entrada, lo cual corresponde a 2000 años de historia humana.
2000 años después de Adan vivía Abraham que ató a su hijo Isaac sobre un altar, lo cual fue un sacrificio no de un cuerpo, sino un sacrificio espiritual, simbolizado por el incienso.
Los dos otros objetos, la mesa y el candelabro podrían haber estado colocados en el lugar que corresponde al tiempo de la vida del rey David y su hijo Salomón, que edificio el primer templo, donde había 10 candelabros y 10 mesas.
El velo del templo, que tenía querubines encima, se rasgó cuando el Mesías murió, 4000 años después de Adan, dándonos a entender que el camino al árbol de la vida ha sido abierto de nuevo.
Los querubines fueron puestos en la entrada al paraíso, que fue el lugar santísimo de la época de Adan, para que el hombre no comiera del árbol de la vida, como está escrito en Génesis 3:24:
“…Expulsó, pues, al hombre; y al oriente del huerto del Edén puso querubines, y una espada encendida que giraba en todas direcciones, para guardar el camino del árbol de la vida…”
Con la muerte del Mesías el hombre tiene acceso de nuevo al árbol de la vida:
Apocalipsis 2:7; 22:2, 14, 19 – “El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las congregaciones. Al vencedor le daré a comer del árbol de la vida, que está en el paraíso de Dios… en medio de la calle de la ciudad. Y a cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce clases de fruto, dando su fruto cada mes; y las hojas del árbol eran para sanidad de las naciones… Dichosos los que lavan sus vestiduras para tener derecho al árbol de la vida y para entrar por las puertas a la ciudad… y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa descritos en este libro”
Éxodo 26:34-37 – «Pondrás el propiciatorio sobre el arca del testimonio en el lugar santísimo. (35) Y pondrás la mesa fuera del velo, y el candelero enfrente de la mesa al lado sur del tabernáculo; y pondrás la mesa al lado del norte. (36) Harás para la puerta del tabernáculo una cortina de azul, púrpura, carmesí y lino torcido, obra de recamador. (37) Y harás para la cortina cinco columnas de madera de acacia, las cuales cubrirás de oro, con sus capiteles de oro; y fundirás cinco basas de bronce para ellas»
«…Una cortina…» – Esta «cortina» cubría el extremo oriental del tabernáculo o sea la entrada. Algunos eruditos bíblicos piensan que era posible levantar o bajar esta cortina, según se deseara hacerlo.
Las figuras de esta pantalla fueron hechas mediante labor de aguja. Las figuras eran por tanto idénticas en los dos lados.
«…Cinco columnas…» – Hay diferentes opiniones en cuanto al techo del tabernáculo.
Algunos piensan que era plano, mientras otros creen que era un techo a dos aguas. Las pruebas de que se disponen favorecen la primera posición:
- Las cortinas exteriores – (vers. 8) tenían 15 cm de largo, la longitud exacta requerida para formar un techo plano y bajar cada lado, cubriendo así las paredes de tablas recubiertas de oro. Un techo a dos aguas hubiera requerido una porción mayor del cortinado para cubrir el techo y hubiera dejado una porción proporcionalmente menor para cubrir los costados. De esta manera hubiera quedado al descubierto cierta parte de las tablas recubiertas de oro. En todos los otros casos, el oro se reservaba para el interior de la estructura. El hecho de que la cortina interior tuviese dos codos menos que las tres exteriores implica que las cubiertas exteriores debían protegerla, y que probablemente alcanzaban casi hasta el suelo.
- No se menciona una cumbrera, ni está implícito su uso. Además no hay nada que indique que las cinco «columnas» tuviesen alturas diferentes.
- No se hace ninguna mención de la forma de cubrir, en los extremos, los triángulos formados por un techo a dos aguas. Sería poco probable que estos extremos hubieran quedado al descubierto. La cortina que separaba el lugar santo del santísimo no llegaba hasta el cielo raso a fin de que la luz de la Shekinah pudiese ser parcialmente visible desde el primer compartimento del santuario.
- El tabernáculo era una estructura provisoria y portátil, destinada a ser usada durante el peregrinaje en el desierto, hasta que pudiera levantarse un edificio permanente en la tierra prometida. La insignificante cantidad de lluvia en el desierto árido no hacía que el uso de un techo plano resultara inconveniente. De esta manera, aunque no existen pruebas concluyentes de ello, es razonable pensar que el techo del tabernáculo era plano. Los dibujos del tabernáculo en los cuales se muestra un techo a dos aguas se basan solamente en una concepción del artista.
(Para mas información ver nuestra serie de estudios sobre: El Tabernáculo)
Muy buen estudio. Bendiciones
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