Sheminí ‘Atzéret שְׁמִינִי עֲצֶרֶת

Sheminí ‘Atzéret (שְׁמִינִי עֲצֶרֶת), que significa literalmente “la asamblea del octavo [día]” y «Día de la Retención», es una de las festividades bíblicas menos comprendidas pero teológicamente más ricas, especialmente cuando la analizamos a la luz de toda la Biblia —desde la Torá hasta el Nuevo Testamento—.

El nombre שְׁמִינִי עֲצֶרֶת (Sheminí Atzéret) proviene de dos palabras hebreas:

  • Sheminí (שְׁמִינִי) = “Octavo”.
  • Atzéret (עֲצֶרֶת) = “Asamblea”, “retención”, cesación o “detenerse”.

La palabra atzéret también puede traducirse como “retención” —la idea de Dios que “retiene” a Su pueblo un día más.

Los sabios del Midrash lo expresan bellamente:

“Es como un rey que invita a sus hijos a un banquete de varios días. Cuando llega el momento de despedirse, el rey les dice: ‘Quedaos un día más conmigo, me es difícil separarme de vosotros.’”
Midrash Sifra, Emor 23:36.

  1. Fundamentos en la Torá y el Tanaj
  2. El Simbolismo del Número Ocho y su Progresión Bíblica
  3. Sheminí Atzéret y la revelación del Nuevo Testamento
    1. De Jerusalén terrenal a la Jerusalén celestial (Apocalipsis 21–22)
  4. Sheminí Atzéret y la Consumación Escatológica
    1. Escatología bíblica en dos etapas
    2. La transición profética: de Apocalipsis 20 a 21
      1. Juicio del Gran Trono Blanco
  5. Aplicaciones espirituales
  6. Temas espirituales clave de Sheminí Atzéret
  7. Conclusión

Fundamentos en la Torá y el Tanaj

Sheminí ‘Atzeret se celebra el 22º día del mes hebreo de Tishréi.

“El día octavo tendréis santa convocación; y ofreceréis ofrenda encendida a YHWH; es fiesta solemne, y ninguna obra de siervo haréis”

Levítico 23:36.

“El octavo día tendréis asamblea solemne; ninguna obra servil haréis”

Números 29:35.

Sheminí Atzéret ocurre inmediatamente después de los siete días de Sukot (Fiesta de los Tabernáculos), pero es una fiesta separada, con sus propios sacrificios y convocación especial.

En estos puntos veremos algunos detalles de ella:

  1. En realidad es una cita independiente de Sukot.
  2. Es Shabat qódesh.
  3. Tiene nombres como:
    Yomá’ ‘ajrona’ (El día postrero),
    Yom shekuló shabat (El día que todo él es Shabat),
    Ha’olam haba’ (El mundo venidero),
    Simjat-torah (la alegría de la Toráh).
  4. En este día se termina el ciclo de la lectura de la Toráh y se inicia de nuevo otro ciclo.
  5. Es la cita que anuncia lo dicho en Apocalipsis 21 y 22.

Se celebra principalmente teniendo un corazón alegre, satisfecho y conforme con el Señor, en este día anunciamos que estaremos con él y le veremos tal como él, porque seremos como él es.

El pueblo judío este día lo combina con Simjat Torá (La Alegría de la Torá), que se celebra el terminar la lectura de la Torá y un nuevo comienzo de la misma.

En Shmini Atzeret no está permitido hacer ningún tipo de trabajo durante este día, ya que es considerado como un día solemne de cesación.

Levítico 23:35-36«…El primer día habrá santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis. (36) Siete días ofreceréis ofrenda encendida a YHVH; el octavo día tendréis santa convocación, y ofreceréis ofrenda encendida a YHVH; es fiesta, ningún trabajo de siervos haréis…»

Dado que «atzeret» proviene de una raíz que significa «retener», los rabinos consideraron que Dios instituyó esta festividad para que todos los que peregrinaron a Jerusalén para Sukot permanecieran con Él en la ciudad durante un día más1 (o como escribió Rashi, como un «pequeño banquete hecho por el rey para Su amada»).

¿Debería ser Sheminí Atzeret una festividad independiente de Sucot? Tras muchas discusiones, el Talmud (Yoma 2b-3a) enumera seis signos que indican que son fiestas separadas:

  1. La diferente rotación de los Kohanim para el servicio del Templo.
  2. La recitación de la oración Shehecheyanu (oración judía común para celebrar
    ocasiones especiales).
  3. No se exige habitar en la sucá ni tomar las cuatro especies.
  4. Llamar al día Shemini Atzeret en lugar de Sukot.
  5. Un conjunto diferente de sacrificios.
  6. Un salmo especial para el día recitado por los levitas.2

En tiempos del Antiguo Testamento se hacía una distinción en cuanto a los sacrificios: mientras que en los siete primeros días de Sukot se ofrecían 70 sacrificios para significar las «70 naciones» que constituían toda la humanidad, en el octavo día se sacrificaban un solo carnero y un solo buey para simbolizar la relación especial de Israel con Dios.

El Simbolismo del Número Ocho y su Progresión Bíblica

    Se evidencia claramente en las Sagradas Escrituras, que así como la festividad de Sukkot alude al Reino Milenial del Mesías, Sheminí Atzéret o el Último Gran Día (8º día de la fiesta), proféticamente es igual a la consecución de ese tiempo.

    El numero ocho recobra significación en la Biblia en gran manera (Este número se menciona 80 veces en la Biblia), En hebreo es ‘Sh’moneh’ de la raíz ‘Shah’meyn’
    engordar, cubrir de gordura, sobreabundar, por lo tanto, el número ocho, símbolo de nuevos comienzos, representa los nuevos cielos y la nueva tierra que se mencionan en Apocalipsis 21:1-3.

    Apocalipsis 21:3 “…Entonces oí una gran voz que decía desde el trono: He aquí, el tabernáculo de Dios está entre los hombres, y Él habitará entre ellos y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará entre ellos…”

    Siete es el número del mundo natural. Hay siete días en la semana, siete notas en la escala musical y siete direcciones (izquierda, derecha, arriba, abajo, adelante, atrás y el centro). “Siete” – representado por los siete días de Sukot – es el mundo de la naturaleza. “Ocho” – representado por Sheminí Atzeret – es aquello que está más allá de la naturaleza. Es lo supernatural o la eternidad misma.

    Yeshua resucitó de los muertos «el primer día de la semana», que necesariamente fue el octavo día (c.f 2 Cor. 5:17).. Es notable que la Biblia contenga el registro de otras ocho resurrecciones individuales además de las del Señor y de los santos.

    Cuando la tierra estaba cubierta por el diluvio, Noé fue la ‘octava persona’ (2 Pd.2:5) que pisó la tierra a fin de dar inicio a un nuevo orden de cosas. «Ocho personas» (1 Pd. 3:20), incluido él, pasaron al nuevo mundo regenerado. Esas ocho almas fueron salvas y resucitadas en el arca que es un tipo del Mesías.

    La circuncisión de los niños de sexo masculino en Israel es una sombra de la verdadera circuncisión del corazón, que debería ser «no hecha a mano, al echar de vosotros el cuerpo pecaminoso carnal, en la circuncisión de Cristo» (Cl.2:11).

    El hijo varón era circuncidado al octavo día. El ocho está ligado así a la nueva creación. El primogénito debía ser dado al Señor el octavo día (Ex.22:29-30). En este tipo, significa que nuestra consagración es realizada en base a la resurrección. De acuerdo a esto, vemos que Aarón y sus hijos fueron consagrados durante siete días y comenzaron su ministerio el octavo (Lv.8:31- 36) y tambien es el día que la gloria de YHWH aparece al pueblo (Lev. 9:23–24).

    En varias leyes de pureza de la Torah como: lepra, flujos, nacimiento, la purificación se completa al octavo día (Lev. 14:10, 15:14, 15:29).

    Después de un ciclo de espera (7), el octavo día marca restauración, reinserción en la comunidad, renovación de la vida. Esto anticipa cómo en la nueva creación (Apoc. 21:5), todo será hecho nuevo y no habrá más separación.

    En el segundo libro de Crónicas vemos tambien como Salomón celebró 7 días de fiesta por la dedicación del Templo, y al octavo día, una “atzéret” (asamblea). Ese día, la gloria de YHWH llenó el templo (2 Crón. 7:1–3).

    El octavo día marca la culminación de la obra, la entrada de Dios en su morada permanente.

    Esta fiesta es también un tipo (c.f. Tipología como recurso hermenéutico) del júbilo y descanso eterno, cuando Cristo sea el Todo en todos.

    • Sukot → moradas temporales (sukot = cabañas).
    • Sheminí → no hay más moradas temporales, porque Dios mismo es la morada.

    Esto es exactamente lo que describe Apocalipsis 21:3:

    “He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y Él morará con ellos.”

    Sheminí Atzéret y la revelación del Nuevo Testamento

    En el Nuevo Testamento vemos un suceso interesante en este día, El Evangelio de Juan dedica dos capítulos completos (Juan 7–8), Jesús subió a Jerusalén para la Fiesta de los Tabernáculos y fue en el último día de la fiesta de los Tabernáculos que Jesús se levantó exclamando:

    «Si alguno tiene sed, venga a mí y beba, El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva»

    Jn.7:37-38.

    El denominado “Último y gran día” = Hoshana Rabá (7° día) o Sheminí (8°), ambos días eran solemnes en la época del 2do Templo. En la liturgia judía del Segundo Templo, este día se distinguía por dos ceremonias especiales: la libación de agua y la iluminación del Templo, ese día en el Templo se hacía una procesión pidiendo lluvia para el nuevo año agrícola, rodeado de gran fiesta y esplendor

    Aquí se ve al pueblo de Israel mientras participaba en las celebraciones del Beit HaShoeva durante la noche. Al amanecer, todos los asistentes descendían, con antorchas en mano, para sacar agua del Shiloaj (estanque de Siloé). La Mishná (Sucá 5:4) indica que en esta ocasión se hacían sonar tres toques de terua y los congregados caminaban hasta la salida oriental del Templo. Cuando llegaban a ese lugar, se volvían y miraban hacia el oeste, y decían: «Nuestros antepasados que estuvieron en el lugar [durante el período del Primer Templo y no se comportaron correctamente] estaban de espaldas a la Azara, pero nuestros ojos están hacia Di-s». En el primer plano de la imagen, el kohen está extrayendo el agua con una jarra de oro, que entrega a otro kohen que llevará el agua del manantial a la Azara y la utilizará para la libación de agua en el altar.

    Yeshua se presenta como la fuente de agua viva, es decir el es el verdadero cumplimiento espiritual de la lluvia que riega la tierra (cf. Isaías 12:3; Joel 2:23; Juan 4:14). Esta declaración anticipaba los ríos de vida en el Reino mesiánico (Ezequiel 47:1–12; Zacarías 14:8) y Simbolizaba la efusión futura del Espíritu sobre Israel (Joel 2:28).

    En este día vemos otro detalle en otra declaración profética de Yeshua importante a la luz de este día, durante las noches de Sukot, se encendían cuatro enormes candelabros en el atrio de las mujeres, iluminando toda Jerusalén. Los rabinos decían:

    “No había patio en Jerusalén que no fuera iluminado por la luz de la Casa del Agua.”
    Mishná Sukkah 5:3.

    La Mishná (Sucá 5:3) describe el proceso: «Cada lámpara de oro tenía cuatro cuencos de oro encima, con escaleras que subían hasta ellos. Cuatro jóvenes kohanim subían con jarras de aceite que contenían 30 troncos cada una [unos 15 litros] que vertían en los cuencos. También subieron vestiduras sacerdotales que se habían desgastado, y las utilizaron como mechas y leña para los fuegos. No había patio en Jerusalén que no estuviera iluminado por la luz del Simchat Beit HaShoeva».

    Esta ceremonia recordaba la columna de fuego que guió a Israel en el desierto (Éxodo 13:21–22) y anticipaba la luz mesiánica prometida en Isaías 9:2:

    “El pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz…”

    En este contexto, Yeshua declara en Juan 8:12 leemos:

    “Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo.”
    Juan 8:12

    Esto ocurre después de las ceremonias de encendido de las grandes lámparas en el Templo que se hacían en la fiesta de Sukot. Esta declaración probablemente ocurrió al amanecer de Sheminí Atzéret, cuando se apagaban las grandes luces del Templo tras la conclusión de Sukot.

    Jesús está diciendo, en esencia:

    “La luz no termina con la fiesta; Yo soy la Luz eterna que no se apaga.”

    Por tanto Jesús se revela como la luz eterna que reemplaza la luz de las festividades temporales (cf. Apoc. 22:5). Yeshua no sólo participa, sino que reinterpreta Sheminí Atzéret en Sí mismo: Él es la lluvia, Él es la luz, Él es la fuente de vida eterna.

    Jesús cumple por tanto en sus declaraciónes el significado de Sheminí Atzéret de la siguiente forma, Sheminí Atzéret era:

    • Una asamblea solemne/ Yeshua reúne en Sí mismo al verdadero pueblo de Dios (Juan 10:16; Efesios 2:14).
    • Un día separado de Sukot/ Yeshua trasciende las estructuras temporales y revela la realidad eterna.
    • Un día de intimidad / Yesús invita personalmente: “Venga a mí y beba.”
    • Un día de gloria divina manifiesta / En Yeshua, “vimos Su gloria” (Juan 1:14).

    Yeshua es la personificación de Sheminí Atzéret:

    • Él es el Octavo Día hecho carne: la nueva creación que irrumpe en el tiempo.
    • Él es el Templo verdadero (Juan 2:19–21), que reemplaza las cabañas temporales.
    • Él es el río de agua viva (Ezequiel 47/Juan 7).
    • Él es la Luz eterna que no se extingue (Isaías 60/ Juan 8 / Apoc. 21:23).

    Sheminí atzeret por tanto era el último día – el octavo– era, como tipo, el gran día, pues en él dejaban las tiendas y regresaban a sus casas. De la misma forma, después del milenio, la gloria temporal será sustituida por la entrada en los nuevos cielos y la nueva tierra; y tendrá inicio el día eterno –el gran día–en que el tabernáculo de Dios estará con los hombres, y Dios, en Cristo, será todo en todos.

    El mismo escritor de la carta a los hebreos menciona sobre esta cita profética:

    (8) «…Porque si Josué les hubiera dado el reposo, no hablaría
    después de otro día.

    (9) Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios.

    (10) Porque el que ha entrado en su reposo, también ha reposado de sus obras,
    como Dios de las suyas.

    (11) Procuremos, pues, entrar en aquel reposo, para
    que ninguno caiga en semejante ejemplo de desobediencia…»

    Hebreos 4:8-11.

    Sheminí Atzeret, el Ultimo Gran Día o el día postrero, es el día solemne que figura lo porvenir. Representa al momento exacto cuando todos los salvos de Israel y de las naciones ya no vivirán en “habitaciones temporales” sino que finalmente serán herederos de su morada eterna y habitarán unidos a el Señor por la eternidad.

    Sheminí Atzeret o el Ultimo Gran Día, da inicio al período de la eternidad. Representa al momento desde el que ya no estaremos regidos por el tiempo ni la materia.  El adversario, HaSatán, y los desobedientes habrán sido lanzados al lago de fuego y habrán sido olvidados para siempre.

    Es decir, entonces, que Sheminí Atzéret alude al “Reino Eterno de YHVH”. Con todo lo que eso implica para nosotros.

    De Jerusalén terrenal a la Jerusalén celestial (Apocalipsis 21–22)

    Sheminí Atzéret, como fiesta del octavo día, apunta proféticamente al estado eterno descrito en los últimos capítulos de la Biblia:Apocalipsis 21:2–3

    “Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
    Y oí una gran voz del cielo que decía:
    He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios.”

    Apocalipsis 21:2–3.

    Aquí ya no hay “sukot” temporales ni templo físico (v. 22):

    “No vi en ella templo; porque el Señor Dios Todopoderoso es el templo de ella, y el Cordero.”

    “Me mostró un río limpio de agua de vida, resplandeciente como cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero…
    No habrá allí más noche… porque Dios el Señor los iluminará, y reinarán por los siglos de los siglos.

    Esto es Sheminí Atzéret en su cumplimiento pleno:

    • Río de agua viva — Juan 7.
    • Luz eterna — Juan 8.
    • Morada divina permanente Lev. 23:36 — Apoc. 21:3.
    • Comunión íntima y sin mediaciones.

    Sheminí Atzéret y la Consumación Escatológica

    Del Reino Mesiánico al Estado Eterno: la fiesta del “octavo día” como figura del fin del plan redentor

    Escatología bíblica en dos etapas

    Las Escrituras revelan que el plan de Dios hacia la eternidad se desarrolla en dos grandes etapas escatológicas:

    1. El Reino Mesiánico (Milenio)
    2. El Estado Eterno
      • Inicia después del juicio final (Apoc. 20:11–15).
      • Dios crea nuevos cielos y nueva tierra (Apoc. 21:1; 2 Pedro 3:13).
      • No hay más pecado, muerte ni maldad.
      • La Nueva Jerusalén desciende como morada eterna de Dios y Su pueblo.

    Sukot corresponde proféticamente al Reino Mesiánico, mientras que Sheminí Atzéret corresponde al Estado Eterno.

    EtapaFiesta proféticaReferencias
    Reino MesiánicoSukot (7 días)Zacarías 14; Isaías 2; Apoc. 20
    Estado EternoSheminí Atzéret (8° día)Apoc. 21–22; 2 Pedro 3

    La transición profética: de Apocalipsis 20 a 21

    El Milenio termina con una última rebelión

    “Cuando los mil años se cumplan, Satanás será suelto de su prisión… y saldrá a engañar a las naciones… para la batalla.”
    Apocalipsis 20:7–8

    A pesar de 1000 años de paz y justicia bajo el reinado del Mesías, cuando Satanás es liberado, muchos se rebelan nuevamente. Dios ejecuta juicio definitivo:

    “Descendió fuego del cielo, y los consumió.” (v. 9)

    Esto muestra que el Milenio, aunque glorioso, no es todavía el estado perfecto. Es un reino en el tiempo, aún con libre albedrío, muerte y posibilidad de pecado.

    Juicio del Gran Trono Blanco

    “Y vi un gran trono blanco… y los muertos… fueron juzgados por las cosas que estaban escritas en los libros.”
    Apocalipsis 20:11–12.

    Este es el juicio final de todos los impíos. La muerte y el Hades son lanzados al lago de fuego (v. 14), y concluye con el cierre definitivo de la historia humana bajo el pecado.

    Es ahí donde el apóstol Juan declara “Vi un cielo nuevo y una tierra nueva”.

    “Porque el primer cielo y la primera tierra pasaron, y el mar ya no existía más.”
    Apocalipsis 21:1.

    Aquí comienza el Sheminí escatológico: el “octavo día” eterno, cuando Dios no renueva simplemente la tierra existente, sino crea una nueva, libre de corrupción y muerte (2 Pedro 3:10–13).

    Y declara (Ap 21:2–3):

    “Y yo Juan vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, descender del cielo, de Dios, dispuesta como una esposa ataviada para su marido.
    Y oí una gran voz del cielo que decía:
    He aquí el tabernáculo3 (σκηνή / “suká”) de Dios con los hombres, y él morará con ellos…”

    En Sheminí Atzéret ya no hay cabañas temporales (sukot), porque la morada de Dios es eterna y perfecta.

    Este es el cumplimiento literal de la imagen de Sheminí:

    Dios retiene a Su pueblo para siempre, ya no un “octavo día”, sino una eternidad de comunión sin separación.

    Por tanto, con Sheminí Atzeret o el Ultimo Gran Día, El Eterno concluye su obra de redimir a la raza humana.  De ahí en adelante todos los salvos viven en eterna y armoniosa paz dotados de cuerpos incorruptibles que no se pueden corromper.  

    ¡De ahí en adelante “no habrá mas maldición” (Ap. 22:3) porque no habrá mas posibilidad de pecar! ¡En Sheminí Atzeret celebramos que llega el Gran Día en que todos  los seres humanos seremos obedientes e incorruptibles!¡CULMINACIÓN, ABUNDANCIA, PAZ, PLENITUD, y ETERNIDAD,… son algunas de las palabras que describen lo que experimentaremos a partir del Último Gran Día del Eterno Dios!

    ¿Qué quiere para nosotros el Todopoderoso en Sheminí Atzéret?

    Como ya algo dijimos el termino hebreo que identifica este día solemne es “atzar o atzer”, que significan no solo retener, sino también, cesar, detener.  Y esto es muy interesante, ya que nos reafirma la intención de YHVH.

    Comparado al Eterno, la vida del hombre, es como “niebla de la mañana, y como el rocío de la madrugada que pasa y se desvanece”. Y aun así, Él nos anhela y necesita. Por eso nos quiere “atzar”, (nos quiere retener) con Él en Su Presencia, para hacernos Uno. Nos quiere impedir que nos alejemos.

    Aprovechemos por tanto estos tiempos en el hoy y el ahora, como un anticipo glorioso de lo que ha de venir sabiendo que en Yeshua tenemos la obra completa y consumada, y unámonos como todos los santos redimidos proclaman:

    ¡Alegrémonos y regocijémonos y démosle gloria! Ya ha llegado el día de las bodas del Cordero. Su novia se ha preparado

    Ap 19:7:

    Aplicaciones espirituales

    1. Anticipar la eternidad
      • Sheminí Atzéret nos recuerda que nuestra esperanza va más allá del Reino Milenial: esperamos la nueva creación.
    2. Intimidad con Dios hoy
      • Dios desea que no solo participemos en “la fiesta con todos”, sino que nos quedemos a solas con Él.
      • Representa una invitación a comunión profunda, no solo celebración pública.
    3. Vivir como ciudadanos del Octavo Día
      • Vivimos en este mundo (los siete días), pero pertenecemos a la realidad del octavo día.
      • Nuestra vida debe reflejar la nueva creación, no solo la vieja.
    4. Beber del agua viva
      • Jesús ofrece el Espíritu que sacia toda sed (Juan 7:37–39).
      • Así como en Sheminí Atzéret se pedía lluvia para el año, debemos pedir la lluvia del Espíritu para nuestra vida diaria.

    Temas espirituales clave de Sheminí Atzéret

    TemaSignificado en el ATCumplimiento en el NT / Profético
    Octavo díaNuevo comienzoResurrección, Nueva Creación
    Asamblea especialIntimidad final con DiosComunión eterna (Apoc. 21–22)
    Ofrendas únicasSeparación de SukotTransición del Reino Milenial a Eternidad
    Oración por lluviaBendición físicaDerramamiento del Espíritu (Juan 7)
    No más sukot (cabañas)Fin del peregrinajeMorada permanente de Dios con su pueblo

    Conclusión

    Sheminí Atzéret, a la luz de toda la Biblia, es mucho más que una “fiesta adicional” al final de Sukot.

    • Es proféticamente el día de la eternidad,
    • Cristológicamente el anuncio del agua viva y la luz eterna,
    • Escatológicamente la consumación del plan redentor: cuando Dios y Su pueblo habitarán juntos para siempre.

    “Y no habrá allí más noche; y no tienen necesidad de luz de lámpara, ni de luz del sol, porque el Señor Dios los iluminará; y reinarán por los siglos de los siglos.”
    Apocalipsis 22:5.


    1. Midrash (Sifra, Emor 23:36) ↩︎
    2. Strassfeld, 225 ↩︎
    3. La palabra griega skēnē es la misma usada para “tabernáculo” (como en Juan 1:14: “habitó entre nosotros”, “tabernaculizó”). ↩︎

    2 comentarios

    1. Hola Danny entonces esta fiesta se nos hará una realidad después del milenio es lo que puedo entender. Espero tu respuesta . También tengo otra pregunta : si los que vienen a gobernar con cristo por mil años en Apocalipsis 20.6 son las primicias de la primera resurrección de la resurrección de Jesús o somos los que vamos a las bodas del cordero . Yo cero que somos nosotros los que estaremos vivos y tu que crees ?

      Me gusta

      • Si Joran se hará realidad después del milenio correcto, y a tu segunda pregunta estoy de acuerdo con lo ultimo que comentas, un saludo amigo y perdón por la tardanza de la respuesta se me paso, bendiciones

        Me gusta

    Replica a Dannylecv Cancelar la respuesta