Éxodo 25:23-24 – “Harás asimismo una mesa de madera de acacia; su longitud será de dos codos, y de un codo su anchura, y su altura de codo y medio. (24) Y la cubrirás de oro puro, y le harás una cornisa de oro alrededor”
La mesa representa la provisión del Eterno para el mundo. Por eso no podía estar vacía en ningún momento, siempre tenía que tener pan Encima.
Dejando el lugar santísimo, Moisés se dedica ahora a la descripción de los muebles del lugar santo. El primer mueble mencionado es la mesa del «pan de la proposición», o «pan de la Presencia» (BJ). Marcos habla de los «panes de la proposición» – (Mar. 2: 26), literalmente, «el pan de la presentación«, es decir, el pan presentado a Dios, Pablo usa la misma palabra griega en Heb. 9: 2.
Esta mesa medía aproximadamente 0,889 m de largo por 0,445m de ancho y 0,667 de alto – (ver com. Exo 25: 10). Al entrar en el tabernáculo, esta mesa estaba a la derecha, sea al o norte del lugar santo – (cap. 40: 22).
Se trataba de un borde o moldura alrededor de la mesa para que no se cayera lo que estaba en ella.
Josefo menciona que los «cuatro anillos» – (vers. 26) estaban insertados en las cuatro patas de la mesa y que por ellos pasaban las «varas» para llevarla – (Antigüedades iii. 6. 6).
Éxodo 25:25-30 – “Le harás también una moldura alrededor, de un palmo menor de anchura, y harás a la moldura una cornisa de oro alrededor. (26) Y le harás cuatro anillos de oro, los cuales pondrás en las cuatro esquinas que corresponden a sus cuatro patas. (27) Los anillos estarán debajo de la moldura, para lugares de las varas para llevar la mesa. (28) Harás las varas de madera de acacia, y las cubrirás de oro, y con ellas será llevada la mesa. (29) Harás también sus platos, sus cucharas, sus cubiertas y sus tazones, con que se libará; de oro fino los harás. (30) Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí continuamente”
“…Harás también sus platos…” -Probablemente los platos sobre los cuales se colocaban los panes. Las «cucharas» eran las tazas o potes dentro de los cuales se quemaba el incienso, según puede verse en el bajo relieve de la mesa en el arco de Tito, erigido en Roma para conmemorar la toma de Jerusalén en el año 70 DC.
Las «cubiertas«, literalmente «jarras» o «jarrones«, y los «tazones» se usaban para las libaciones que acompañaban a las ofrendas – (Lev. 23: 13, 18, 37; etc).
“…Y pondrás sobre la mesa el pan de la proposición delante de mí continuamente…” – El «pan de la proposición», consistía en 12 panes, renovados cada sábado. Los panes que se sacaban eran considerados sagrados, y los comían los sacerdotes en el «lugar santo» – (Lev. 24: 5-9).
Estos 12 panes constituían una perpetua ofrenda de parte de las 12 tribus, en señal de gratitud a Dios por las bendiciones recibidas diariamente de su mano. En un sentido más elevado, este pan señalaba a El Mesías como pan espiritual.
El pan estaba hecho como una caja, pero con dos de sus lados abiertos. Por eso se llama “pan de semblantes”, “lejem hapanim”, porque era como si tuviera rostros, superficies, que miraban a ambas direcciones hacia los lados del tabernáculo.
La mesa es un lugar de encuentro, un lugar donde hay una relación íntima entre personas. El hecho de comer juntos es algo que implica unidad, compañerismo y amor.
Apocalipsis 3:20 – “He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo”
A continuación dejamos una pequeña muestra de como un judio ortodoxo «normalmente» convive en la mesa:
i. La mesa en la casa de un judío es vista como un altar, un lugar donde hay un encuentro con el Eterno junto con los demás – (Ezequiel 41:22). Antes de partir el pan se hace “netilat yadayim”, lavado de manos, con el fin de presentarse ante el Eterno con las manos ritualmente limpias, como dice el Salmo 24:3-4:
“¿Quién subirá al monte de YHVH? ¿Y quién podrá estar en su lugar santo? El de manos limpias y corazón puro; el que no ha alzado su alma a la falsedad, ni jurado con engaño”
El netilat yadayim se hace antes de comer pan horneado de alguna de las cinco clases de cereales, trigo, cebada, avena, centeno y alforfón.
Se recomienda verter agua en abundancia sobre las manos. El agua se vierte sobre las manos mediante un recipiente, sin mellas, ni grietas, que se llena con la mano derecha y se pasa a la mano izquierda. La izquierda vierte tres veces sobre la derecha cubriéndola de agua cada vez hasta el puño. Se pasa luego el recipiente a la mano derecha y se vierte sobre la izquierda de la misma manera.
Después de secarse, se levantan las dos manos a la altura de la cabeza y se dice la siguiente bendición:
“…Baruj Atá Adonai Eloheinu Melej ha-olam asher kidshanu be-mitsvotav ve-tsivanu al netilat yadayim. – Bendito eres Tú Señor nuestro Elohim Rey del universo que nos santificó con sus mandamientos y nos ordenó la purificación de las manos…”
Este lavado de manos antes de comer pan se hace en recuerdo del servicio de los sacerdotes en el templo, como está escrito en Éxodo 30:19:
“…Y con ella se lavarán las manos y los pies Aharón y sus hijos…”
El lavado de manos es una señal de inocencia y de un deseo de usar las manos de manera limpia delante del Eterno, como está escrito en el Salmo 26:6:
“…Lavaré en inocencia mis manos, y andaré en torno a tu altar, oh Eterno…”
(Compara también con Levítico 15:11 y Deuteronomio 21:6).
Marcos 7:1-2 – “Los fariseos, y algunos de los escribas que habían venido de Yerushalayim, se reunieron alrededor de él; y vieron que algunos de sus discípulos comían el pan con manos inmundas, es decir, sin lavar”
Este texto nos da la impresión de que Yeshúa mismo había hecho netilat yadaim, puesto que sólo algunos de sus discípulos no lo habían hecho cuando estaban comiendo. La acusación de estos fariseos mostraba que ellos habían elevado estas costumbres al nivel de mandamientos de Dios, y por eso fueron severamente corregidos por Yeshua.
Inmediatamente después de netilat yadayim y sin interrupción se recita la bendición sobre el pan.
Se levanta el pan con las dos manos y se pronuncia la siguiente berajá:
“Baruj Atá Adonai Eloheinu Melej ha-olam. Ha-Motsí lejem min ha-arets. – Bendito eres Tú Señor nuestro Elohim Rey del universo que extrae pan de la tierra”
Inmediatamente después, sin interrupción, se come un pedazo de pan untado en sal, como está escrito en Levítico 2:13:
“…Además, toda ofrenda de cereal tuya sazonarás con sal, para que la sal del pacto de tu Elohim no falte de tu ofrenda de cereal; con todas tus ofrendas ofrecerás sal…”
Entre semana se puede cortar el pan antes de hacer la bendición.
En Shabat se hace la bendición sobre dos panes enteros. Se corta después de la berajá/bendición . La recitación de la berajá de ha-motsí sólo es obligatoria para uno de los comensales. El amo de casa tiene preferencia.
Cuando los demás dicen amén es como si ellos hubieran recitado la bendición. El amo de casa distribuye un pedazo de pan a cada uno. Los comensales no deben probar el pan antes del amo de casa. Por eso él lo prueba y luego lo distribuye a cada uno.
Generalmente se espera hasta que el comensal más considerado empiece a comer. Los trozos de pan no son lanzados, sino colocados por el amo de casa ante cada persona.
No se entrega en sus manos, porque así se hace con los enlutados. La bendición sobre el pan incluye todo el resto de los alimentos, excepto el vino. La mesa es un lugar de encuentro espiritual. Por lo tanto es importante hablar de la Torá en cada comida y comer de manera decente, no con glotonería ni tratar la comida sin respeto.
1 Corintios 5:11 – “Sino que en efecto os escribí que no anduvierais en compañía de ninguno que, llamándose hermano, es una persona inmoral, o avaro, o idólatra, o difamador, o borracho, o estafador; con ése, ni siquiera comáis”
Sólo está permitido comer con pecadores con el fin de salvar sus almas, como está escrito en Mateo 9:10-13:
“Y sucedió que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí, muchos recaudadores de impuestos y pecadores llegaron y se sentaron a la mesa con Yeshúa y sus discípulos. Y cuando vieron esto, los fariseos dijeron a sus discípulos: ¿Por qué come vuestro Rabí con los recaudadores de impuestos y pecadores? Al oír él esto, dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los que están enfermos. Mas id, y aprended lo que significa: “MISERICORDIA QUIERO Y NO SACRIFICIO”; porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores”
Durante la comida no se debe tocar algún lugar del cuerpo que suele cubrirse, ni rascarse la cabeza ni introducir el dedo en la nariz o en la oreja. Si por descuido uno hace algo de esto, debe lavarse de nuevo las manos antes de seguir comiendo.
Al final de la comida se lavan los dedos de las manos. Este lavado se llama “mayim ajaroním”, “aguas finales”. Es suficiente verter agua con un recipiente hasta la segunda articulación de los dedos con una cantidad mínima de agua.
Después no se debe comer ni hablar antes de hacer la bendición final por la comida, el “birkat ha-mazón”.
Deuteronomio 8:10 – “Cuando hayas comido y te hayas saciado, bendecirás a HaShem tu Elohim por la buena tierra que El te ha dado”
(Favor de consultar en su libro de oración, el sidur)
- El candelabro/Menorah:
Éxodo 25:31-40 – “Harás además un candelero de oro puro; labrado a martillo se hará el candelero; su pie, su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores, serán de lo mismo. (32) Y saldrán seis brazos de sus lados; tres brazos del candelero a un lado, y tres brazos al otro lado. (33) Tres copas en forma de flor de almendro en un brazo, una manzana y una flor; y tres copas en forma de flor de almendro en otro brazo, una manzana y una flor; así en los seis brazos que salen del candelero; (34) y en la caña central del candelero cuatro copas en forma de flor de almendro, sus manzanas y sus flores. (35) Habrá una manzana debajo de dos brazos del mismo, otra manzana debajo de otros dos brazos del mismo, y otra manzana debajo de los otros dos brazos del mismo, así para los seis brazos que salen del candelero. (36) Sus manzanas y sus brazos serán de una pieza, todo ello una pieza labrada a martillo, de oro puro. (37) Y le harás siete lamparillas, las cuales encenderás para que alumbren hacia adelante. (38) También sus despabiladeras y sus platillos, de oro puro. (39) De un talento de oro fino lo harás, con todos estos utensilios. (40) Mira y hazlos conforme al modelo que te ha sido mostrado en el monte”
“…Harás además un candelero de oro puro; labrado a martillo se hará el candelero; su pie, su caña, sus copas, sus manzanas y sus flores, serán de lo mismo…» – El candelabro, en hebreo “menorá”, simboliza la Torá y el Espíritu. La Torá, porque está escrito en el Salmo 119:105:
“Lámpara es a mis pies tu palabra, y luz para mi camino”
Proverbios 6:23 – “Porque el mandamiento es lámpara, y la instrucción luz, y camino de vida las reprensiones de la instrucción”
El Espíritu, porque está escrito en Isaías 11:2:
“Y reposará sobre él el Espíritu de YHVH, espíritu de sabiduría y de inteligencia, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor de YHVH”
(Ver Apocalipsis 1:4; 3:1; 4:5; 5:6)
Según la representación del candelero en el arco de Tito, y de acuerdo con lo
que dice Josefo – (Antigüedades iii. 6. 7), el «candelero» tenía una columna
central de la cual se desprendían hacia arriba tres pares – (vers. 35) de ramales
que alcanzaban hasta un mismo nivel.
No se dan las dimensiones del candelero, pero estaba hecho de oro macizo. Sus ramales estaban decorados con «copas» en forma de almendras – (vers. 33), con «manzanas» o capiteles que, al parecer de algunos eruditos, podrían ser como granadas, y con «flores«.
Una por una, las lámparas del candelero eran atendidas cada noche al ponerse el sol, y nuevamente a la mañana – (Exo, 27: 20, 21; 30: 7, 8; Lev. 24: 3, 4). Nunca quedaban todas apagadas a la vez. Al entrar el sacerdote en el lugar santo, el candelero estaba a su izquierda, es decir hacia el sur – (Exo. 40: 24).
«…También sus despabiladeras y sus platillos, de oro puro…» – Eran pinzas o instrumentos para despabilar o limpiar las mechas de las lámparas: Los «platillos» eran receptáculos en donde poner las partes de las mechas recortadas y sacadas por las «despabiladeras«.
«…De un talento de oro fino lo harás…» – Un valor equivalente a un peso de 34,19 kg (75,38 libras). Esta cantidad de oro formarla un cubo de 12,06 cm (4 3/4 pulgadas) de lado, ó 1,754 cm3 (107 pulgadas cúbicas).
En cierto sentido, el «candelero» tambien representa al pueblo de Dios como la luz moral y espiritual del mundo, en forma individual – (Mat. 5: 14-16; Fil. 2: 15) y como iglesia – (Apoc. 1: 12, 20). Representaba también el poder del Espíritu Santo para alumbrar al cuerpo del Mesías – (Zac. 4: 2-6; Apoc. 4: 5).
Sin embargo, en el más alto sentido posible, señala a nuestro Señor y Salvador Jesucristo – (Juan 9: 5), quien es la luz del mundo – (Juan 1: 4; 8: 12; 12: 46), e imparte al alma «toda buena dádiva y todo don perfecto» que desciende del «Padre de las luces» – (Sant. 1: 17).
(Para mas información sobre los utensilios del Tabernáculo ver nuestro estudio: El Tabernáculo)
Me gustaria saber de las 12 tribus
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