Éxodo 31:1-5 – «Habló YHVH a Moisés, diciendo: (2) Mira, yo he llamado por nombre a Bezaleel hijo de Uri, hijo de Hur, de la tribu de Judá; (3) y lo he llenado del Espíritu de Dios, en sabiduría y en inteligencia, en ciencia y en todo arte, (4) para inventar diseños, para trabajar en oro, en plata y en bronce, (5) y en artificio de piedras para engastarlas, y en artificio de madera; para trabajar en toda clase de labor»
Después de haber dado instrucciones para la construcción del santuario, y todas las cosas requeridas para la adoración, YHVH designó a los constructores que Él había llamado para llevar a cabo el trabajo, y los había llenado con su Espíritu para ese propósito. «Llamar por nombre» es elegir o designar por nombre para una obra en particular – (cf. Isa. 45:3, 4).
Bezaleel era nieto de Hur, de la tribu de Judá, que es mencionado en los caps. 17:10; 24:14, y fue llamado para ser experto constructor, para supervisar toda la construcción del edificio y realizar la obra artística; consecuentemente es mencionado primero – (caps. 37:1; 38:22).
v.2 – «…Yo he llamado…» – Luego de haber dado instrucciones detalladas para la construcción del tabernáculo y de sus muebles y utensilios, y para la preparación de los
materiales a emplearse, Dios señaló a los que debían dirigir la obra. Bezaleel dirigiría y Aholiab sería su ayudante. Sin duda estos hombres fueron elegidos por su notable talento y por su experiencia previa.
Dios prometió añadir su sabiduría especial a este conocimiento anterior. Así quedaron habilitados para su tarea, tanto en forma natural como sobrenatural – (Mat. 13: 12).
Dios da dones de sabiduría, conocimiento y habilidad para hacer trabajos seculares así como reparte dones espirituales – (1 Cor. 12: 8). El cuerpo del Mesías tiene tanta necesidad de hombres del tipo de Bezaleel y Aholiab, como tiene de hombres tales como Pablo e Isaías. Dios solamente llama «por nombre» a aquellos a quienes les pide algún servicio especial – (Exo. 3: 4; Isa. 45: 1-4).
Betsalel – בְּצַלְאֵל, de la tribu de Yehudá, simboliza al Mesías. Es mencionado por nombre ocho veces en las Escrituras. Su nombre significa “en la sombra de Dios”. Según Rambam, Betsalel tenía sólo 13 años de edad en este momento.
∇ – «De acuerdo con Minhah Belulah, esto quiere decir que D’s sólo le ofrece un consejo a Mosheh, queriendo decir: «Yo lo he elegido, siempre que te agrade a ti». De aquí deducen nuestros Sabios que no se puede designar un dirigente para la comunidad, a menos que ésta haya sido consultada. Mosheh mismo procederá igual con el pueblo, cuando diga: «Mirad, ha designado Adonai por nombre… » (Exodo 35: 30)».
v.3 – «…Lo he llenado…» – El Espíritu Santo le impartiría a Bezaleel «ciencia«, es decir información fide digna; «inteligencia«, o sea sentido común para aplicar los conocimientos; y «sabiduría«, o sea discernimiento, buen juicio y discreción. Además recibiría destreza adicional en «todo arte», lo que incluía tanto pericia como don artístico en su calidad de artífice principal.
Aquí aparecen tres palabras, sabiduría, en hebreo jojmá – חָכְמָה, inteligencia, en hebreo tevuná – תָּבוּן y conocimiento, en hebreo dáat – דַּעַת.
∇ – «Según Rashí, jojmá – חָכְמָה se refiere a lo que el ser humano escucha de otros y aprende; tevuná – תָּבוּן se refiere a lo que el ser humano comprende por sí mismo a partir de lo que ha aprendido; y dáat – דַּעַת se refiere a la ruaj hakódesh, la inspiración divina y profética».
v.4 – «…Para inventar…» – No sólo tendría el don de crear diseños, sino también la habilidad de llevar esos diseños a su realización. Si bien Moisés había recibido instrucciones específicas en cuanto a la construcción del santuario y de sus enseres, no se había dicho nada acerca de muchos detalles, tales como la forma de los querubines, los diseños del tejido y del bordado de los diversos materiales textiles, las formas de los vasos, los capiteles de las columnas o la fuente. Mucho iba a depender de la iniciativa, la inventiva, el gusto y la artesanía de aquellos que estuviesen al frente de la obra.
De esto aprendemos que cuando el Espíritu de Dios llena un hombre, no solamente le eleva a las nubes, sino también le enseña a tratar con las cosas materiales.
La Torá enseña que todas las cosas materiales son buenas – (Génesis 1:31). Nada es malo en sí mismo si se usa legítimamente, según la instrucción de la Torá – (Romanos 14:14; 1 Timoteo 4:4-5; 6:17; Tito 1:15). La Torá nos enseña cómo elevar la materia a un nivel espiritual para uso sagrado.
La materia puede servir como un punto de contacto entre el hombre y Dios. De la misma manera la materia puede convertirse en un punto de contacto para los demonios, mediante la idolatría y la adoración de madera y piedra.
Ahora, la capacidad espiritual de Betsalel le hizo trabajar con las cosas materiales para que el Eterno pudiera usar esas cosas y cumplir un fin espiritual por medio de ellas. Hay un propósito divino con todas las cosas materiales.
El hombre ha sido creado para colaborar con el Eterno para llevara a cabo el plan divino con la materia. Así que una religión que separa al hombre de la naturaleza, de los colores, de las formas, de los sonidos, del ritmo, de los olores, de las armonías, de los tonos y de la creatividad, constituye un ataque contra los propósitos del Creador. La creatividad es parte del carácter del Creador y del hombre que fue hecho a Su imagen y semejanza.
En el tabernáculo el Eterno se encuentra con el hombre a través de los cinco sentidos: los colores, la luz y las formas para la vista; el sonido de los animales, del fuego, de los instrumentos y del canto para el oído; los olores de los sacrificios, de la unción, del incienso, del candelabro y de los panes para el olfato; las superficies de los diferentes materiales, los animales, la leña, el agua y el calor del fuego para el tacto; la carne hervida, los panes, la sal y las primicias de los frutos de la tierra para el gusto. Todo el ser humano estaba involucrado en el encuentro con el Eterno. Un hombre espiritual es capaz de ver la mano del Creador en todas las cosas materiales y hacer que la materia cumpla su propósito divino.
v.5 – «…y en artificio de…» – La palabra hebrea que ha sido traducida como “labor”, es melajá, que significa “obra”, “tarea”, “oficio”, “fabricación”. Es la misma que se encuentra en el versículo 3, donde fue traducida como “arte”. Esa palabra es la que se usa para la obra de la creación en Génesis 2:2-3 donde está escrito:
“Y en el séptimo día completó Dios la obra que había hecho, y reposó en el día séptimo de toda la obra (melajá) que había hecho. Y bendijo Dios el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra (melajá) que Él había creado y hecho”
Por esta razón la construcción del tabernáculo es vista como una obra parecida a la de la creación. Es una obra maestra, hecha según un diseño divino, al igual que la creación.
∇ – v.1-11 – «La designación de Betzalel» – Una vez que se dieron las instrucciones para la edificación del Tabernáculo, Dios designo a Betzalel, quien tenía entonces tan sólo trece años – (Sanedrín 69b), para supervisarla. El hecho de que detentaba maestría de las artes y artesanías necesarias para la edificación del Tabernáculo era en sí mismo del todo extraordinario, si no milagroso, porque ciertamente la labor ardua a la que Israel había sido sometido en Egipto no era conducente al desarrollo de tal destreza. Además de ellos Betzalel tenía «espíritu de Dios, sabiduría y entendimiento» (v.3), razón por la cual al designarlo, Dios dijo: «He aquí que he proclamado», es decir: el milagro de la eventual llegada al mundo de un Betzalel había sido «proclamado», por así decirlo, desde los días de Adam – (véase Rambán; Rabenu Bejaie). De esta manera Dios mostró a los hijos de Israel que no sólo los había redimido de la esclavitud, sino que además los había dotado de una capacidad de servirlo más allá de su potencial humano ordinario. En consecuencia, si se mostraban deseosos de hacer Su voluntad, El reaccionaría concediéndoles la capacidad y los recursos para hacerlo.
Los Sabios enseñaron que Betzalel conocía el arte de combinar las letras con las que los Cielos y la tierra fueron creados, y que poseía un nivel de sabiduría similar en cuanto a su característica creativa a la que Dios empleó para crear el universo – (Berajot 55a). Ello muestra que la edificación del Tabernáculo, como ámbito para el servicio de Dios y recinto de Su Presencia, fue análoga a la creación del universo. De hecho Rambán y otros comentaristas muestran que el Tabernáculo era un microcosmos del universo mismo, y sus componentes simbolizaban las dimensiones fundamentales de la creación».
Éxodo 30:6-11 – «Y he aquí que yo he puesto con él a Aholiab hijo de Ahisamac, de la tribu de Dan; y he puesto sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón, para que hagan todo lo que te he mandado; (7) el tabernáculo de reunión, el arca del testimonio, el propiciatorio que está sobre ella, y todos los utensilios del tabernáculo, (8) la mesa y sus utensilios, el candelero limpio y todos sus utensilios, el altar del incienso, (9) el altar del holocausto y todos sus utensilios, la fuente y su base, (10) los vestidos del servicio, las vestiduras santas para Aarón el sacerdote, las vestiduras de sus hijos para que ejerzan el sacerdocio, (11) el aceite de la unción, y el incienso aromático para el santuario; harán conforme a todo lo que te he mandado»
v.6 – «…Aholiab…» – Se infiere por el cap, 38: 23 que Aholiab debía dirigir el diseño y la producción de los diversos materiales textiles, incluso el tejido y el bordado.
Es interesante notar que Hiram, el principal artista empleado por Salomón para hacer la obra ornamental del templo, era también descendiente de Dan – (2 Crón. 2: 13, 14).
La tribu de Dan es vista como la más humilde. Cuando el Eterno nos pide hacer una obra humanamente imposible, también nos da la capacidad para poder cumplir su llamado de manera sobrenatural, por medio de su Espíritu.
∇ – «De acuerdo con el Midrash, la tribu de Dan no era de las más consideradas, de allí que se designe también a un hombre de aquella tribu, queriendo indicar que, en cuanto a la obra sagrada se refiere, todos somos iguales y no es una cuestión de abolengo o ascendencia.
El Talmud infiere además, de este versículo, que los cargos públicos nunca pueden ser confiados a una sola persona, como mínimo deben ser dos – (Tratado Baba Batra, Página 8, folio b)».
∇ – «…sabiduría en el ánimo de todo sabio de corazón…» – El autor de Minhah Belulah resuelve esta aparente repetición diciendo que la persona debe tener una predisposición y preparación propia para poder aspirar a recibir la sabiduría que emana de Dios».
«…Sabio de corazón…» – Todo artista, ya sea poeta, pintor, escultor, músico o diseñador, debe tener dentro de sí un talento natural sin el cual nunca podrá llegar a la excelencia.
Tales dones deben considerarse como un sagrado depósito recibido de Dios a fin de ser usados para su gloria y para elevar a la humanidad; no para la exaltación propia. Si no se logra esto, las grandes habilidades de una persona pueden no hacer más que contribuir a la depravación moral.
El trabajo manual fue santificado por Dios para la construcción del tabernáculo. Nuestro Señor dignificó el trabajo físico pasando la mayor parte de su vida terrena en la carpintería de Nazaret – (Mar. 6: 3). Pablo se ganaba la vida trabajando en la confección de tiendas – (Hech. 18: 1-3).
v.10 «…Los vestidos del servicio…» – Estos «vestidos» eran las prendas exclusivas del sumo sacerdote. Incluían el manto azul, el efod, el cinto del efod y el pectoral. Las otras «vestiduras santas» que constituían el atavío del sumo sacerdote eran los calzoncillos de lino, la túnica, el cinto interior y la mitra. Las «vestiduras de sus hijos» eran los calzoncillos de lino, las túnicas, los cintos y las tiaras – (cap. 28).
∇ – «Según Rashi, Ibn Ezra y Rashbam estas eran las largas mantas usadas para cubrir los utensilios del Tabernáculo mientras era transportado de lugar a lugar (véase Bamidbar 4:8). Rambán traduce esta expresión como “vestimentas únicas” en referencia a las vestimentas del Cohén Gadol, las que el versículo define adelante como aquellas de Aharón, como tributo a él y sus sucesores. Eran llamadas “únicas” porque sólo se le permitía a un hombre en cada generación usarlas».
∇ – «…Y los ropajes para el servicio…» – Esta traducción está basada en Onkelos. Rashi dice que estos ropajes no eran lo que vestían los cohanim, llamados בגדי הקדש «bigde hakodesh» -ropajes sacros-. Según Rashi estos ropajes eran los que cubrían los enseres y objetos del Mishcan cuando el mismo era transportado a través del desierto – (Véase Números 4:6 y s.s.).
v.11 – «…el aceite de la unción, y el incienso aromático para el santuario…» – No podían modificar nada. Todo tenía que ser hecho exactamente igual al plan que el Eterno había revelado al jefe.
Un obrero que ha sido puesto bajo alguien no puede inventar cosas por si mismo, sino ser fiel al plan que le es presentado por él que está por encima. En este caso sólo el líder recibió una revelación divina y por eso los colaboradores tenían que estar muy cerca de él para poder recibir las instrucciones y obtener la misma revelación.
Moises tenía el plan general que le fue dado del cielo. Betsalel había recibido el Espíritu de Dios, al igual que Moises. Pero eso no le dio el derecho de ir por libre. Su misión era cumplir el plan que había sido revelado a su jefe. Él no estuvo en el monte. Él no vio el cielo. Él no fue elegido para reemplazar a Moises, sino para cumplir con el plan divino revelado a Moises.
Ay de aquellos colaboradores del líder principal de una congregación que piensan que saben más que su líder y saben hacer las cosas mejor que él y piensan que podrán llevar a cabo el proyecto divino sin sometimiento. Así no funciona la cosa. Sólo Moises tenía el plan. Fuera de Moises, estos obreros no podían haber cumplido el plan por muy ungidos que fueran. Aprendamos de esto para no cometer el pecado de Avshalom, que le llevó a una muerte terrible – (2 Samuel 15).
Éxodo 31:12-15 – «Y habló YHVH a Moisés, diciendo: (13) Y tú, habla a los hijos de Israel, diciendo: De cierto guardaréis mis días de reposo,° porque es señal entre Yo y vosotros por vuestras generaciones, para que sepáis que Yo soy YHVH, quien os santifica. (14) Guardaréis el shabbat, porque es santo para vosotros. El que lo profane ciertamente morirá, porque todo el que haga en él obra alguna, esa persona será cortada de en medio de su pueblo. (15) Seis días se trabajará, pero el día séptimo será shabbat solemne,° santo para YHVH; todo el que trabaje en el día del shabbat, de cierto morirá»
v.13 «…Mis días de reposo…» – En medio de la instrucción de la obra del tabernáculo el Eterno introduce un paréntesis con un mensaje de advertencia. Aunque la obra del mishkán es una obra divina, no hay derecho para no tomar en serio el mandamiento del shabat.
El shabat tendrá que ser respetado y guardado en medio de una obra tan importante como es la construcción de la tienda de reunión.
Sólo está permitido violar un mandamiento si hay otro mandamiento con mayor peso que lo elimina. Pero en este caso la construcción del mishkán no tenía más peso que el mandamiento del cese de melajá en shabat. Así que el Eterno introduce aquí seis versículos que hablan de la importancia del shabat en relación con la construcción del tabernáculo.
En la Mishná se puede encontrar las 39 cosas que han sido establecidas como prohibidas en el shabat, basándose en la obra del tabernáculo, por ser consideradas melajá.
Son las siguientes: sembrar, arar, segar, engavillar, majar, bieldar, limpiar, moler, cribar, amasar, cocer, esquilar, lavar la lana, mullirla, teñirla; hilar, tejer, hacer dos cordoncillos, tejer dos hilos, separar dos hilos; hacer nudos, soltarlos, hacer dos costuras, desgarrar algo con objeto de hacer dos costuras, cazar un ciervo, matarlo, despellejarlo, ensalarlo, curar la piel, pulirla, cortarla; escribir, borrar; edificar, demoler, apagar (fuego), encender (fuego); golpear con martillo, transportar de un ámbito a otro.
En este versículo está escrito que los shabats son del Eterno, “mis shabats”. El día del Señor es el shabat – (Éxodo 20:10; Levítico 23:1-3; Isaías 56:4; 58:13-14).
Cuando aparece la expresión “mis” o “mi” en relación con alguna cosa, implica que esa cosa es del Eterno de una manera especial. Cuando habla de “mi arco”, en Génesis 9:13 es porque en el cielo hay un arco completo, redondo – (Ezequiel 1:28; Revelación 4:3). Él dio una parte de su arco a los hombres.
Cuando habla de “mis shabats” es porque él tiene shabat en el cielo y comparte de su eterno descanso con el hombre una vez por semana. Cuando habla de “mi pacto”, – (Génesis 6:18; 17:4), es porque su pacto está firme en el cielo y él comparte ese pacto con los hombres. Cuando habla de “mi sacrificio” es porque ese sacrificio está en el cielo y ha sido compartido con los hijos de los hombres. La expresión “mi sacrificio” aparece sólo dos veces en el Jumash(Pentateuco), cf. Éxodo 23:18; 34:25, y en ambos casos se refiere al sacrificio del cordero de pesaj. Esto nos enseña que hay un Cordero de pesaj en el cielo que fue compartido con los hijos de los hombres, cf. Revelación 13:8. Así que el shabat es del Eterno.
El shabat fue dado a los hijos de Israel de una manera especial como una señal de haber sido escogidos, apartados, santificados. Constituye una de las señales del pacto entre HaShem e Israel. Es parecido al anillo de casamiento. Si una mujer quita su anillo, lo tira al suelo, escupe sobre él y lo pisa, ¿qué significa? Que ya no quiere ser de su marido. Si un hijo de Israel hace melajá en shabat, ¿qué mensaje está dando?
El Eterno santifica a Israel por medio del shabat. Esto significa que el shabat tiene como propósito elevarnos a un nivel espiritual más alto. Es un día para dejar de la intervenir en la creación y reconocer al Creador como soberano. Es un día para dedicarse a la íntima relación con el Eterno junto con la familia y la comunidad a la que uno pertenece. Es un día para ser santificado, apartado y elevado.
«Mis sábados» (BJ). Una característica resaltante de los últimos capítulos del Exodo es la repetida admonición a observar el día sábado – (caps. 16: 22-30; 20: 8-11; 23: 12; 34: 21; 35: 2,3).
Esto atestigua la gran importancia del sábado, puesto que ningún otro mandamiento del Decálogo es recordado de esta forma. La referencia que aquí se hace a la observancia del sábado no es una mera repetición de advertencias similares; presenta al sábado como «señal» entre Dios y su pueblo y advierte que el castigo por violarlo es la «muerte«.
∇ – «…Empero…» – Los Sabios del Talmud entienden que el término אך «aj» -empero-, tiene carácter limitativo del descanso sabático, e infieren de ello que el mismo puede ser violado en casos de necesidad extrema, cuando pudiera haber peligro de vida: פקוח נפש דוחה שבת «Pikuah nefesh doheh Shabbat»».
∇ – «…Empero mis shabattot habréis de observar…» – De acuerdo con Rashi la ley de la observancia del Shabat aparece aquí como conclusión de los capítulos dedicados a la construcción del Mishcan, queriendo decir que el Shabat no podía ser profanado ni siquiera para hacer algún trabajo relacionado con la misma construcción del Mishcan. Quiere decir que, aun los fines más sagrados no legitimizan la profanación del Shabat».
∇ – «…Empero…» – En su sentido literal, el término אר siempre indica una excepción a una regla previamente enunciada. En este versículo se trata de una limitante a la regla de la observancia del Shabat, indicándose que en determinadas ocasiones se requiere la realización de labor. Instancias de tal excepción son salvar vidas y realizar la circuncisión en el octavo día del nacimiento – (Rambán).
Como razón del requerimiento de salvar vidas en Shabat incluso a costa de violar el descanso, los Sabios argumentaron que es mejor transgredir el Shabat una vez para que viviendo se lo Pueda observar muchas veces – (Ioma 84b). Or HaJaím discierne esta lógica subyacente en nuestro versículo, afirmando que la palabra “empero” alude a la excepción a la observancia del Shabat para que se “observen mis Shabatot” -estando esta frase en plural».
∇ – «…Mis shabatot…» – En el sentido literal, el plural se refiere a todos los Shabatot del año. En un sentido mas profundo, la referencia es a los dos aspectos del Shabat: “recordarlo , lo cual se refiere al mandamiento activo de honrar el Shabat; y “observarlo”, lo cual se refiere al mandamiento restrictivo de no profanar el Shabat. Estos los temas son desarrollados a continuación: “una señal entre Yo y ustedes es», lo que alude al sentido activo de que Israel debe honrar el Shabat; “y deben observar el Shabat”, o que (estipulando que quienes lo profanen merecen la pena de muerte – (v. 14)) alude al sentido restrictivo de no violarlo – (Rambán)».
∇ – «…Para que se haya de observar…» – Según Rashi, para que las naciones tomen conciencia de que Yo soy D’s, el que os ha consagrado. En efecto, la observancia del Shabat caracteriza al pueblo de Israel hasta el día de hoy».
∇ – vs. 12-17 – «El Shabat – Aunque el mandamiento de Shabat fue parte de los Diez Mandamientos (20:8), es repetido en este contexto para advertirle a la nación que la edificación del Santuario no suspende las leyes de Shabat, por lo cual Israel debe observar el Shabat incluso mientras construye el recinto permanente de la Gloria de Dios. Ello contradice del todo a quienes erróneamente sostienen que las leyes de Shabat deben ser lo suficientemente flexibles como para ser indulgentes respecto a ‘consideraciones espirituales válidas’.
Rabenu Bejaie explica: “El Shabat es un principio de la fe y equivale a todos los demás mandamientos, pues por medio del Shabat se expresa creencia en la creación del mundo en sí, en que fue creado en seis días y en que Dios descansó en el séptimo.
Los Sabios enseñaron que Jerusalén fue destruida por el suficiente motivo de que se profanaba el Shabat… y que si Israel observase tan solo dos Shabatot continuos, sería redimido de inmediato de su exilio”.
v.13b «…Señal…» – Dios ya les había dado a los israelitas la «señal» de la circuncisión como símbolo en la carne de la relación del «pacto» que había entre él y su pueblo – (Gén. 17: 9-14; Hech. 7: 8). Ahora se daba el shabat como otra «señal» de esta relación entre Dios y su pueblo, no ya en la carne, sino en el corazón – (Exo. 31: 12, 674 13, 16, 17; Jer. 31: 31-33; Eze. 20: 12, 20; 2 Cor. 3: 3).
v.14 «…El que lo profanare…» – El sábado es santo – (Gén. 2: 1-3); por lo tanto es pecado introducir en sus horas sagradas lo que sea secular – (ver com. Exo. 12: 16; 16: 23). El sábado es profanado cuando se hace en él algún trabajo innecesario. No se prohiben en ese día los actos de misericordia, los que pudieran resultar indispensables, o de observancia religiosa – (Mat. 12: 1-13; Mar. 2: 23-28).
Profanar el shabat significa tratar el shabat en público como los demás días de la semana. Cualquier Israelita que cometa ese delito merece ser condenado a muerte por un tribunal, beit din, de 23 jueces, en el caso de que haya sido advertido por un mínimo de dos testigos antes de pecar.
∇ – «Según Rashi esto hace alusión a la persona que infringe la ley del Shabat a pesar de haber sido advertida por testigos calificados de la gravedad de su acción. En ese caso la persona era pasible de la pena de rigor».
«…Morirá…» -Esta severa pena debía recordarles constantemente que la violación del sábado quebrantaba la relación del pacto entre el Señor y el pueblo. El sábado era la señal distintiva de lealtad a Dios y, por lo tanto, su violación era una ofensa gravísima, un acto de traición al gobierno divino – (Exo. 35: 2; Núm, 15: 32-36).
∇ – «…Será ejecutado..arrancada será…» – Estas son dos penas diferentes y mutuamente excluyentes. Quien viola el Shabat a pesar de la advertencia de testigos de estar cometiendo una trasgresión que conlleva la pena capital, merece sentencia de muerte implementada por un tribunal rabínico.
Mas quien lo hace intencionalmente pero sin testigos y sin advertencia es castigado por Dios con karet, es decir, su alma sufre la escisión espiritual siendo «arrancada» de la nación – (Rashí).
Sforno explica que este versículo brinda las razones por las que no se puede edificar el Tabernáculo en Shabat: reposar en el mismo es demasiado importante como para justificar tal labor, ya que aquel que profana el Shabat realizando cualquier trabajo es indigno de gozar de un Santuario para la Presencia de Dios».
v.15 – «…Día de reposo…» – «Descanso completo» (BJ). «Sábado de reposo» (Val. ant.). Literalmente, «descanso de reposo» – (ver com. caps. 16: 23-26; 20: 10). Esta expresión implica un descanso total de todo trabajo secular – (Exo. 35: 2; Lev. 23: 3; Isa. 58:
13).
La expresión hebrea que ha sido traducida como “día de completo reposo” es shabat shabatón. Aquí aparecen estas dos palabras juntas. En las otras fiestas aparece sólo una de las dos o shabat o shabatón – (Levítico 23), excepto en el día de expiación, yom kipur, que también es llamado shabat shabatón – (Levítico 23:32). Así que el shabat semanal y el día de yom kipur están unidos.
Aquí está escrito que el shabat es santo para el Eterno. Esto significa que el shabat fue creado para que el hombre se dedique al Eterno de una manera especial. Si uno piensa que ha cumplido con el mandamiento por descansar y no hacer nada en el día del shabat, se equivoca. El shabat fue hecho para dedicarse al Eterno, como está escrito en Isaías 58:13-14:
“Si por causa del shabat apartas tu pie para no hacer lo que te plazca en mi día santo, y llamas al shabat delicia, al día santo de HaShem, honorable, y lo honras, no siguiendo tus caminos, ni buscando tu placer, ni hablando de tus propios asuntos, entonces te deleitarás en HaShem, y yo te haré cabalgar sobre las alturas de la tierra, y te alimentaré con la heredad de tu padre Jacob; porque la boca de HaShem ha hablado”
Así que si estás trabajando los seis días de la semana y te dedicas a jugar durante todo el shabat, no has cumplido con el mandamiento. El shabat es para dedicarse al Eterno de una manera especial. Es un día de ir a la congregación y seguir el ejemplo de nuestro Maestro, como está escrito en Lucas 4:16:
“Llegó a Natseret, donde se había criado, y según su costumbre, entró en la sinagoga en el día de shabat, y se levantó a leer”
En shabat hay que hacer una mikrá kodesh, una santa convocación, como está escrito en Levítico 23:3:
“Seis días se trabajará, pero el séptimo día será día de completo reposo, santa convocación en que no haréis trabajo alguno; es día de reposo a HaShem dondequiera que habitéis”
Así que si no nos reunimos en shabat no estamos cumpliendo este mandamiento. Podemos reunirnos en cualquier día de la semana si queremos, pero en el shabat los llamados por el Eterno están obligados a tener una santa convocación. El shabat también es para todo aquel que ha nacido del Espíritu y es hijo de Dios y parte de su familia celestial. Así que todos los que han nacido de nuevo están llamados a reunirse en shabat.
Pero alguien dirá:
“Yo no tengo congregación donde reunirme en shabat”
Bueno, en primer lugar debes tener una reunión santa en tu propia familia cada shabat. Así que si no puedes hacer una mikrá kodesh en la comunidad podrás cumplir parte del mandamiento en tu familia. Sin embargo necesitas una comunidad donde reunirte cada shabat.
Si no hay una donde vives, tienes dos opciones, mudarte a un lugar donde existe una comunidad o levantar una comunidad con los que el Eterno va uniendo contigo. La vida en comunidad es muy importante para el pueblo del Eterno, como está escrito en Hebreos 10:25:
“no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca”
∇ – «…Shabat día de descanso…» – Quiere decir, un descanso intencional en nombre del Shabat, y no el reposo casual, sin intención alguna, que la persona pudiere hacer en Shabat. שבת שבתון «Shabat Shabbaton»: según Rashi esta repetición se debe al hecho de que ningún trabajo debe hacerse en este día, ni aun la preparación de alimentos, a diferencia de los días de las festividades, ימים טובים «iamim tovim», durante los cuales se permite preparar alimentos para el mismo día; por eso los días festivos son denominados a veces por la Torah sólo con el nombre de שבתון «Shabaton. El יום כפור «Iom Quippur» -Día del Perdón- también es equiparado al séptimo día y es denominado también שבת שבתון «Shabat Shabaton» .
∇ – «…Un día de descanso total…» – No es suficiente abstenerse sólo de actividades prohibidas por la Halajá. Se debe descansar del todo, de manera tal de poder estar completamente libre para actividades sagradas en honor al Creador. Pues como consecuencia de que el Shabat es “sagrado para Hashem”, quien lo profana merece la pena de muerte – (Sforno)».
Éxodo 31:16-18 – «(16) Los hijos de Israel guardarán pues el shabat, celebrando el shabat° en sus generaciones por pacto perpetuo. (17) Es una señal entre Yo y los hijos de Israel para siempre, porque en seis días hizo YHVH los cielos y la tierra, mas en el séptimo día cesó y reposó. (18) Y cuando acabó de hablar con él en el monte Sinay, dio a Moisés las dos tablas del testimonio, las tablas de piedra escritas por el dedo de Dios»
«…Los hijos de Israel guardarán pues el shabat…» – Aquí dice que los hijos de Israel tienen que guardar el shabat. Guardar tiene que ver con una actitud de vigilancia y celo para protegerlo de ser profanado mediante melajá. También dice que los hijos de Israel tienen que hacerlo un pacto perpetuo en todas sus generaciones. Este mandamiento seguirá hasta que pasen los cielos y la tierra, según Mateo 5:17-19.
∇ v.16 – «…Observarán…» – Israel debe contar escrupulosamente los días hasta el Shabat, de modo que no suceda que una imprecisión en el cómputo cause que se observe erróneamente cualquier día de la semana como el día de descanso ordenado por Dios – (Ibn Ezra; Jizkuni)».
∇ v.16b – «…Hacer el shabat…» – Es signo de respeto por el’ Shabat que la persona se prepare para el mismo procurando buena comida para el día – (Rabenu Bejaié) y evitar el riesgo de tener que realizar labor prohibida en este día – (Jizkuni). Por esa razón, se puede afirmar que se hace el Shabat preparando para el mismo para que pueda ser observado cuando llegue. Según el Midrash, quien prepara el shabat en este mundo, «hace» también Shabat en el Cielo. Es decir, que al abstenerse de labor prohibida, la persona afirma su fe en el Creador, elevando así el nivel espiritual tanto de la tierra como de los mundos superiores – (Rabenu Bejaie)».
∇ v.16c – «…Habrán de guardar…» – El autor de Minhah Belulah resuelve esta repetición entendiendo que el verbo שמור «shamor» significa aquí: aguardar y esperar, lo que quiere insinuar que los hijos de Israel deben esperar el séptimo día y anhelarlo durante los seis días de la semana.
v.17 – «…Y reposó…» – El solo hecho de que Dios emplee aquí un lenguaje claramente adaptado a la experiencia humana, muestra cuán grande era su deseo de inculcar en su pueblo las obligaciones que tenían para con Él y la necesidad de que siguieran su ejemplo. No puede haber razón más convincente para cumplir con un mandato divino que el hecho de que Dios mismo haya dado el ejemplo – (Juan 13: 13-15; 1 Ped. 2: 21).
La señal del pacto entre HaShem e Israel tiene que ver con la obra de la creación. Como él hizo, así ellos también hacen. La palabra “cesar” es la primordial. Es la traducción del término shabat. Luego viene la palabra “reposar”, en hebreo nafash, es la segunda prioridad. Así que el shabat también fue creado para que el hombre descanse y renueve sus fuerzas para la siguiente semana.
Hay dos tipos de santuario en el mundo, un santuario en el espacio y otro en el tiempo.
En el relato de la construcción del santuario en el espacio, el tabernáculo, viene entrelazado el relato del santuario en el tiempo, el shabat.
∇ v-17 – «…Y descansó…» – El versículo describe a Dios en términos antropomórficos como quien necesita descansar después de seis días de trabajo – (Rashi). Según Sforno, este vocablo se refiere al Shabat y deriva de נפש, alma , pues el Shabat fue dotado de un nivel espiritual más elevado que los demás días para capacitar mejor al pueblo de Israel a realizar el objetivo por el cual Dios creó al hombre a Su imagen.
v.18 «…Dos tablas del testimonio…» – Dios le había dicho a Moisés que dentro del arca, en el lugar santísimo, debía ponerse este «testimonio» – (cap. 25: 16). Puesto que ésta era la principal función del arca, y el arca era el mueble más sagrado del tabernáculo, es apropiado que esta sección que trata de la estructura del tabernáculo y de los que en él oficiaban terminara con una declaración concerniente a lo que les daba su significado al arca y al tabernáculo.
En vez de dos tablas «debería leerse «las dos tablas», las que Dios ya le había prometido a Moisés – (cap. 24: 12) y que llevaban una inscripción sobrenatural – (cap. 32: 16). El hecho de que se hubieran escrito los Diez Mandamientos sobre piedra – (Deut. 4: 13) señala su carácter inmutable y eterno – (Mat. 5: 17-19). Las dos tablas dan énfasis a las obligaciones del hombre para con Dios – (los primeros cuatro mandamientos), y para con sus prójimos – (los últimos seis; Mat. 22: 36-40). Las dos tablas de piedra se juntaban como un libro.
∇ – «…Moshé recibe las Tablas…» – Habiendo finalizado las instrucciones sobre el Tabernáculo y los Cohanim, la Torá regresa a la narrativa de la entrega de la Torá en el monte Sinaí. Según Rashi, este es un ejemplo del principio según el cual la Torá no siempre está escrita en orden cronológico: los mandamientos anteriores sobre el Tabernáculo fueron transmitidos a Moshé en el día siguiente a Iom Kipur, más de tres meses después de que fueron entregados los Diez Mandamientos, y fue entonces que Moshé le encomendó a la nación empezar a dar las contribuciones para su edificación – (35:1).
En cambio, el episodio del Becerro de Oro, que empieza en el próximo capítulo, tuvo lugar en el diecisiete de Tamuz, sólo cuarenta días después de la Teofanía o Revelación de Dios. No obstante, por su lado, Rambán (ibíd.) sostiene que el mandamiento de edificar el Tabernáculo fue dado a Moshé durante sus primeros cuarenta días en la montaña, mas su transmisión a la nación fue demorada debido al pecado del Becerro de Oro.
Sforno explica la secuencia de los capítulos de la manera siguiente: en el plan original de Dios no había cabida para un Tabernáculo, ya que todo israelita habría tenido la condición de Cohén y merecido edificar un altar personal que fuese residencia permanente de la Shejiná. Mas si ello debió haber sido así, ¿por qué ese ideal no logró ser implementado? ¿Por qué sucedió que la intención original Divina fue reemplazada por los capítulos precedentes sobre un Tabernáculo nacional y por qué surgió la necesidad de designar una familia sacerdotal? La Torá explica entonces que ello fue debido a que Israel descendió de su cénit espiritual por causa del pecado del Becerro de Oro. Por ello, Israel no podría ser ya una nación de sacerdotes y altares individuales. A partir de ahora, necesitaría un Tabernáculo nacional hacia el que dirigiese sus aspiraciones, y una santa familia sacerdotal dedicada al servicio ofrendatorio de Dios».
∇ – «…Y dio a Moshé…» – Durante los cuarenta días que Moshé estuvo en el Monte Sinaí, Dios le enseñó la Torá mas no lograba retenerla en su mente. Por eso, finalmente Dios se la entregó como un don, como sí fuese una novia para él – (Rashi).
Sin embargo, surge un interrogante: si verdaderamente era imposible para un ser humano, incluso alguien tan grande como Moshé, absorber la sabiduría de Dios sin asistencia Divina, ¿por qué Dios no se la concedió inmediatamente sin tener que pasar por cuarenta días de exasperante fracaso? Jidushei HaRim explica que en verdad, sólo es posible entender la Torá con ayuda de Dios; no obstante, El concede Su asistencia sólo a quien se esfuerza al máximo estudiándola por su cuenta. Así pues, Moshé mereció el don Divino únicamente gracias a su esfuerzo. Lo mismo vale para todo estudioso de la Torá: nuestro deber es esforzamos al máximo y sólo entonces podemos esperar la asistencia Divina».
∇ – «…Le entrego a Moshe, al concluir de hablar con el…» – De acuerdo con Rashi, la Torah no sigue un orden cronológico, ya que él entiende que el episodio del becerro de oro ocurrió antes de los preceptos concernientes a la construcción del Tabernáculo y, por Id tanto, según él, este versículo debió figurar al final del capítulo 24 de Exodo. (Véase nuestro comentario a Exodo 25:1).
Abarbanel no acepta esta idea e insiste en que la cronología de la Torah en este caso está ordenada y que, en efecto, al concluir D’s de enunciar todo lo que respecta a la construcción del Mishcan, entonces D’s le entregó las dos Tablas del Testimonio; Y cuando Mosheh se disponía a descender del monte Sinai, ocurrió el episodio del becerro de oro. Mosheh ante ese «espectáculo» horrendo, rompe las dos Tablas y se sume en oración otra vez ante D’s en el monte Sinai. D’s le pide a Mosheh que confeccione otras dos Tablas de piedra como las primeras. Mosheh lo hace, D’s perdona el error del pueblo, y cuando Mosheh desciende por segunda vez del monte Sinai, congrega al pueblo y les ordena construir el Mishcan, tal como figura en Exodo 35: 1 y s.s. Las Tablas de la Torah se llaman también לוחות העדות «Luhot Hahedut» porque contienen el testimonio viviente de la Torah que fue promulgada a Israel cuando escucharon el Decálogo, que es lo que estaba escrito sobre las Tablas.
Las Tablas estaban hechas de piedra y eran delgadas, para que pudieran ser transportadas con facilidad. El Decálogo fue escrito sobre piedra, ya que la misma se mantiene «para la eternidad» – (Extractado de Abarbanel)».
∇ – «…Las dos Tablas del Testimonio…» – La letra vav está omitida [לחות], de tal manera que la palabra puede ser leída como si estuviese en singular [לחת], ‘Tabla de la Ley’. Esto enseña que ambas tablillas eran de igual tamaño – (Rashi). lafé Toar explica que, aunque en su sentido literal este término se refiere al tamaño físico de las tablillas, en realidad posee asimismo un sentido más profundo.
Los cinco mandamientos en la primera tabla de la ley se refieren a la relación de hombre con Dios en tanto que los cinco mandamientos de la segunda tabla de la ley se refiere a la relación del hombre con sus semejantes. Al indicarse que ambas tablillas eran de igual tamaño, la Torá enseña que ambas clases de mandamientos son igualmente importantes: la Torá no reconoce primacía alguna de leyes rituales sobre leyes sociales o viceversa pues ambas son parte del plan integral de Dios.
El hecho de que los 10 mandamientos hayan sido escritos en dos tablillas es una especie de testimonio de que Dios hizo recibir su presencia sobre Israel pues todo testimonio debe ser rendido por dos testigos por otra parte las dos tablas de la ley aluden asimismo a su naturaleza dual: la piedra era de la tierra y la escritura del Cielo – (Rabenu Bejaie)».
∇ – «…Escritas por el poder de Elohim…» – Traducimos באצבע אלוהים ,»Beetsbah Elohim» (que literalmente quiere decir con el dedo de Elohim) como: por el Poder de Elohim, basados en Maimónides.
El mismo explica en Guía de los Perplejos, Parte 1, Capítulo 66, que la Biblia habla indistintamente de la «Creación con los dedos» o «con la palabra de D’s» que quiere decir, en última instancia, «con la voluntad de D’s», Además Maimónides agrega que cuando la Torah diga והלוחות מעשה ה´המה «Vehaluhot mahaseh Adonai hemah…» -«y las Tablas, obra de Elohim eran; y la escritura, escritura de Elohim era…» – (Exodo 32: 16) quiere decir que tanto las Tablas de la Torah como la escritura eran naturales y no artificiales, ya que todo lo que contiene la naturaleza es llamado por el Tanaj ´ מעשה ה «rnahaseh Adonai» -obra de Adonai-.
Por último, Maimónides cita en su apoyo la Mishnah del Tratado Avot 5:9 (Tratado de Principios) que transcribimos parcialmente:
«Diez cosas fueron creadas, la vispera del Shabbat, hacia el crepúsculo, a saber: el abismo (que englutio a Korah}, el pozo (que proporcionaba agua a Israel durante la travesia del desierto), la boca de la burra de Billiam (que habló a Billiam], el arco iris, el maná, la vara de Moshéh, el shamir [Talmud, Sota 48 b], la escritura, el texto de las Tablas y las Tablas (de la ley) … Quiere decir, que D ‘s ha dotado a la naturaleza de leyes y fuerzas para cumplir con la voluntad de D’s, Su Creador.
Además, dice Maimónides, culminando su comentario: «¿Por qué habria de extrañamos la creación por D ‘s de las Tablas y la escritura de las mismas más que la misma creación por D ‘s de los astros celestiales…?».
hermano shabat shalom el eterno te conceda paz tremendo estudio
Me gustaMe gusta